El planeta Astara está en peligro...

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Venganza. STOP. Un malvado se ha apoderado de mi planeta y ha asesinado a mi abuelo. STOP. Necesito vuestra ayuda para vengar su muerte y salvar a mi pueblo. STOP. La guerra por nuestra supervivencia ha comenzado.

Intentar innovar en un juego de plataformas se ha vuelto casi tan difícil como buscar una aguja en un pajar. Tras una grandiosa evolución del género en esta pasada generación de consolas, la necesidad de adoptar pequeños matices de títulos de acción, aventura o incluso shooters es tal, que lo más puristas deben renegarse y aceptar el trascurso lógico de cualquier videojuego.

Con esta intención es con la que intenta sorprendernos Acclaim: Intentar alejarse lo máximo de los Mario, Sonic, Rayman, Blinx o Jax & Daxter y encontrar, como tantas otras compañías, su particular héroe plataformero, que pase a formar parte de la imagen de la compañía, como actualmente sucede con Nintendo, Sega o Ubisoft, entre tantas.

Dar un nuevo giro a lo conocido hasta ahora, pudiendo realizar todo tipo de movimientos: saltar, brincar, nadar, bucear, correr, trepar, golpear, investigar... ¿Cuántas veces habremos oído la palabra revolución? Casi en cada nuevo juego que se presenta. Pero debemos dar la misma oportunidad a Acclaim que al resto de dar a conocer a su nuevo héroe.

Vexx es un pequeño chico, medio oso medio mono, que disfruta plácidamente de su feliz vida en la aldea de Oddworld, en paz y armonía (¡ni que fuera un hippie!). Sin embargo, un buen día, debido al ansia de conocimientos de todo su pueblo, logran abrir una puerta cósmica, sin saber que han allanado el camino para la llegada de un terrible mal: Yabú "El Oscuro" ha encontrado una vía libre para asolar el terror y el pánico sobre todos los habitantes del planeta Astara, y su primera víctima será el abuelo de nuestro personaje.

Hundido en la desolación pero lleno de rabia, Vexx consigue escapar, dando a parar al barco del propio Yabú "El Oscuro", quien se había dedicado a recolectar los 100 corazones de poder del planeta. Por sorpresa, encontró en la bodega un curioso artefacto que le permitirá hacer frente a su nuevo enemigo: el último par de Garras de Guerra Astani. ¡Pero si ahora parece la mascota de Lobezno! Tomando prestado el artilugio de los X-men, toda la trama se desarrollará en función de la habilidad que consigamos desarrollar con nuestras nuevas y afiladísimas garras.

El estrépito que surge cuando las garras se integran en nuestro cuerpo, alertan a Yabú, quien se acerca inmediatamente a investigar. Al vernos, no se percata de nuestro nuevo extra, y comienza en una trifulca en la que Vexx cae del barco, pero consigue tirar consigo los 100 corazones, que quedan completamente desperdigados. Este será nuestro cometido: encontrarlos para poder hacer frente al malvado Yabú y conseguir que la paz vuelva a nuestra gente.

Con plena libertad de acción, movimiento en entornos completamente tridimensionales y con "el arma" incorporada en nuestro propio cuerpo, en un entorno perfectamente apto para el combate, tendremos que hacer frente a las más dispares situaciones. Saltos entre precipicios, sentir el acoso de muchos enemigos, al igual que la sensación de inferioridad que se produce al estar rodeado por enemigos diez veces más grandes que nosotros, o demostrar la habilidad sobre el mando de GameCube para realizar distintos combos que demuestren nuestra superioridad ante cualquier problema.

Vexx se perfila diferente, tenso, activo, original... y a la vez divertido. Pero suele ocurrir que "el que mucho abarca, poco aprieta", y tal guirigay de géneros suele tener demasiados puntos débiles, puesto que al coger todo lo bueno de cada uno de ellos, también viene en el lote la parte mala. Veamos detenidamente el porqué.

g  r  á  f  i c  o  s

La primera toma de contacto con el juego realmente es sorprendente. Hacía tiempo que no se disfrutaba de unos escenarios tan amplios, completos y sobre todo, activos. Este efecto lo han conseguido tan sólo añadiendo algunos elementos exteriores móviles, como choques de meteoritos o anillos de polvo de estrellas, dando una sensación de vida que hacía tiempo que no se podía disfrutar.

En total 10 grandiosos mundos muy variados, con nombres tales como "La Cumbre de Los Sabios" o "El Alcance de Los Dragones", tan dispares como colinas desérticas, volcanes en erupción o mundos subacuáticos. La conexión entre ellos se hará a través de una puerta cósmica, por la que se irán abriendo nuevos caminos a medida que vayamos avanzando en el juego.

Si bien hemos elogiado la magnitud de los escenarios, no podemos decir lo mismo de las texturas, el gran fallo a nivel gráfico del juego. La resolución es muy baja, la variedad, escasa, y sobre todo, la unión entre ellas (por ejemplo, entre la superficie y el lateral de una plataforma que está en el aire), desastrosa. Toda una pena.

Esta sencillez en las texturas no será tan visible mientras que los escenarios permanezcan en plena oscuridad. La exitencia de un ciclo diario de luz y tinieblas en tiempo real resulta muy positivo a la vista del jugador, puesto que los escenarios que ya conocemos de día variarán durante la noche, aumentando la presencia de enemigos que intentarán complicar nuestra existencia. Para remediar este detalle, se han situado distintos relojes de sol que "atrasan" el paso del tiempo, trayendo la luz a los parajes de Rockhaven.

Con respecto a los personajes, la aventura se centra en cuatro de ellos. Vexx, nuestro protagonista, Darby, nuestro abuelo adoptivo que será la voz de nuestra conciencia a lo largo de la aventura, Reia, compañera de aventuras de nuestro pequeño héroe, y el malvado Yabú "El Oscuro". Las animaciones de todos ellos, y en especial la de Vexx son fluidas y realistas, y todos los movimientos que realizamos con las garras, pese a ser movimientos que no existen en la vida real, simulan perfectamente como sería si un ser humano normal y corriente las llevara.

Eso sí, cuando el número de enemigos en pantalla es elevado y ejecutamos los combos más complicados, la ralentización se hará muy presente, restándole acción y ritmo a los combates. Este fallo se suplanta con un control de cámara acertado, con gran libertad de movimiento, aunque visto lo visto en otros títulos de esta consola, no roza a tan alto nivel. Muchas veces serán los propios elementos del escenario los que nos impidan girarla 360 º.

Si bien decía al principio que el primer sabor de boca que deja Vexx, técnicamente hablando es muy grato, poco a poco se van descubriendo demasiados detalles que le impiden rayar a la altura de las grandes joyas de GameCube, aprobando con muy poca nota.

  m  ú  s  i  c  a

Todo un lujo. Parece ser que por fin las compañías se han percatado de la importancia de una buena música, también en este género. Creando una tensión ambiental propia de cada situación, con cambios de ritmos y tesituras en función del desarrollo de la acción, resulta dinámica, incluso pegadiza, lejos de esas melodías repetitivas y casi absurdas que siempre se han asociado a los plataformas.

Muchísimas melodías de las que no nos cansaremos nunca, creadas en exclusiva para cada acción, con una calidad más propia de las películas de animación que de un videojuego. Excelente trabajo.

  s  o  n  i  d  o     F  X

Otro de los logros de este juego. Si ya empezábamos a acostumbrarnos a escuchar a grupos con renombre en el apartado musical de los videojuegos, la sorpresa llega esta vez encarnada en voz. Para doblar la versión española del juego, se han contado con personajes tan conocidos como Alex Angulo, Olvido Gara (Alaska) y Fele Martinez. Alex Angulo ("El dia de la Bestia", la serie "Periodistas") pone la voz sabia y apagada de nuestro anciano abuelo Darby. Alaska será Reia, aunque deberíamos decir que Alaska es Alaska, porque una voz tan particular nos hará olvidar la apariencia del personaje. Y por último, Fele Martinez ("Tesis" será Yabú "El Oscuro", en una gran interpretación.

Además, para aquellos que dispongan de sonido envolvente en casa, podremos disfrutar del juego en Dolby Pro Logic II, simulando con gran fidelidad los 5.1.

  j  u  g  a  b  i  l  i d a d

Si hasta ahora hiciéramos un balance de las características principales de Vexx, podría parecer un juego que roza a la altura de los grandes. Sin embargo, donde un plataformas se juega el todo por el todo es en la jugabilidad, el control, la diversión, porque deben estar pensados casi en exclusiva para ser lo más jugables posible.

La mecánica de "recoge todos los corazones" que determina la durabilidad del juego es idéntica a la "recoge todas las estrellas" o "recoge todas las esmeraldas" de los más clásicos y elogiados del género. Sin embargo, la mecánica de recolección de estos objetos es realmente tediosa.

Cada vez que recojamos cada uno de estos corazones, viajaremos por la "puerta astral" hasta la sala donde se guardan todas las que hasta ahora hayamos recogido. Una vez allí depositado, volvemos al principio del nivel que estemos jugando en ese momento. Este mismo sistema es el que usa, por ejemplo, Super Mario Sunshine, con la diferencia de que en este último contamos con una "zona neutral" desde la que acceder a todos los submundos, mientras que en Vexx está más desorganizado y con menor claridad. Además, los escenarios son mucho más grandes y anárquicos, lo que nos obliga a recorrer cada uno de ellos por entero 10 veces para completar el juego al 100%.

Esto anima a aparecer a la monotonía, y acaba por parecer un "Regreso al Futuro" constante, cortando el ritmo y la armonía del juego. Podrían haber optado por que fuera el propio jugador el que decidiera en qué momento viajar a la sala de puertas y guardar los corazones, y por tanto, la partida. Quizá no optaron por esta opción porque el juego se acabaría mucho antes. Bien es cierto que la localización de los corazones es muy compleja, alguno de ellos en lugares demasiado extremos, obligando a realizar combos realmente estrepitosos para alcanzarlos.

Estos movimientos y retos tan extremos deberían haberse incluido en un tutorial que no pasa de lo esencial: movimientos, golpes básicos y control de la cámara. Insuficiente. El punto fuerte de Vexx es sin duda la ya mentada posibilidad de controlar el tiempo. La acción durante el día está más centrada en la búsqueda, la aventura, en conocer a fondo la fase en la que estemos, mientras que la noche da paso a combates más intensos a enemigos más fuertes y retos más complicados. El uso de los relojes de sol es bastante simple, pero efectivo al máximo. Además, esta opción permite a los más intrépidos, a los que cualquier problema les parece ínfimo, complicar aún más las cosas, dificultando las situaciones para crear más tensión, y por lo tanto, más satisfacción.

El uso de las Garras abre muchas posibilidades de combate y acción. Podremos golpear de mil y una formas diferentes, con combos, uppercuts, saltos y ataques por la espalda... Con respecto a los movimientos, nos otorgan una libertad de la que carecen otros títulos similares, como el reciente Rayman 3. Sin embargo, esta libertad a priori muy positiva, es impropia del genero y no llega a encajar del todo, quedando una extraña mezcla de géneros que no acaba de convencer.

Acabaremos hartos de intentar combinaciones de teclas para las que harían falta 6 ó 7 dedos, y nos limitaremos a los movimientos más simples y a matar a enemigos a base de pulsar repetidamente el botón. Quizá la falta de experiencia haya jugado una mala pasada a Acclaim, experta en otros muchos géneros, pero muy novata en los plataformas.

  c o n c l u s i ó n

Vexx es uno de esos juegos necesarios en cualquier consola. Sin ser un grande entre los grandes, sin proporcionar la diversión o durabilidad de otros, y sin un personaje tan carismático como los que llevan años con nosotros, tiene un espíritu merecedor de una buena crítica. Supone el primer paso de una saga que Acclaim debería explotar. Quizá la frase más válida en estos casos sea "La experiencia se consigue justo después de necesitarla".

  l  o     m  e  j  o  r

  l  o    p  e  o  r