Pisando fuerte

La Navidad ha sido bondadosa en mi casa en cuanto al golf se refiere. Palos nuevos bajo el árbol, cortesía de Santa Claus, y el análisis del Tiger Woods PGA Tour 2003 gracias a Elena, mi jefa en MeriStation. Le prometí un artículo rápido pero no he podido evitar que la fuerza del golf me arrastrase hacia su lado oscuro…

Si alguien estaba esperando un breve repaso por la historia de los videojuegos de golf, la hice hace bastantes meses con motivo del lanzamiento del Tiger Woods 2002, así que sólo está a unos pocos clicks de distancia. También me gustaría remarcar que recibí un par de mails cuestionando si, en realidad, a estos juegos teóricamente minoritarios, le dedicábamos las mismas horas que a un juego razonablemente más popular; como respuesta señalaré que he efectuado diversos análisis para videojuegos de carácter deportivo para MeriStation y casi ninguno ha sido de un deporte extremadamente masivo: surf, hockey sobre hielo, golf… y todos han recibido mi máxima atención.

Suelo decir que dedico cerca de 30 a 40 horas a cada videojuego, pero es que en el caso de Tiger Woods 2003 y en cuanto a horas se refiere (y lo comprobaréis si echáis un vistazo a los pantallazos que os adjunto con las evoluciones de mi personaje en el modo carrera) han sido bastantes más.

¿Para qué sirve el anterior discurso? Pues puede entenderse de muchas maneras pero ésta es la que viene al caso: es un auténtico juegazo y me lo he pasado en grande. Y si alguien me pidiera que me mojara con una frase impactante, sería bien sencillo: Tiger Woods 2003 es, junto con Madden, el simulador que mejor refleja la realidad de un deporte en tu ordenador. Si alguno se me quiere lanzar al cuello por este comentario y me viene con NBAs, FIFAs, PES, etc. que sepa que no digo que sea más divertido, más adictivo ni nada por el estilo, simplemente recalco que simula mejor la realidad del golf este Tiger Woods 2003 que ningún otro videojuego deportivo hace con sus respectivas franquicias. Al menos, esa es mi opinión. Creo que esto ya da una idea de lo mucho que me ha gustado (y me está gustando) esta nueva entrega de la saga de Electronic Arts.

La calidad no siempre está en la masa

A pesar de que la Federación Española de Golf ya ha adjudicado más de 220.000 licencias, con un incremento del 11,4% respecto al año anterior, el interés por este deporte no es, en absoluto, masivo en nuestro país. Puede que la culpa de eso sea el elevado coste que implica practicarlo (mucho menor de lo que la mayoría se piensa), la escasez de lugares donde practicarlo (se construyen campos nuevos casi todos los años) o parte de esa culpa la tenga un país tan competitivo como es España, tan fanático que a menudo no somos capaces de ver más allá del color de una camiseta.

Como apunta Bagger Vance en la única película de golf que me viene a la mente, el golf es un deporte donde, contrariamente a lo que ocurre en el resto, no competimos contra nadie; al menos contra nadie humano. En este sentido se puede parecer a otros deportes estrictamente individuales, como el atletismo. Aquí nuestro partido se juega contra el campo y contra la naturaleza, enemigos imbatibles en un deporte donde no se puede ganar, sólo jugar.

Tal vez la ausencia de un contrincante material sea motivo de alegría para todos, pues la mayoría de fanatismos requieren un personaje vestido de negro al que insultar, una ciudad con la que meterse o, en definitiva, una personificación para canalizar nuestra rabia y odio interiores. Los que no puedan autocontrolarse no sirven para este deporte: aquí no hay patadones, insultos o agarrones… además, es el único deporte donde puedes pedir una penalización contra ti mismo. ¿Se imaginan a Hierro, Alfaro o Rochemback pidiendo tarjeta amarilla contra ellos mismos? ¿No dice este detalle algo por si mismo?

Audio y Vídeo

Tiger Woods 2002 me dejó un buen sabor de boca; innovaba en algunos aspectos y fallaba en otros pocos. Sin embargo, Headgate Studios, en colaboración con Electronic Arts, ha sido capaz no de revolucionar, pero sí evolucionar su anterior producto para poner el listón muy arriba, tanto que ni tan siquiera Links parece ser capaz de alcanzarlo. La compañía de California parece haber espabilado este año en vista de que sus enemigos comerciales le atacaban desde varios flancos, así que decidió ponerse las pilas y trabajar duro en sus franquicias estrella. Y visto lo visto, su trabajo está dando muy buenos resultados. Prueba de ello es Tiger Woods PGA Tour 2003.

Si algo tuviera que destacar en el juego sería su apartado gráfico. Increíble, sobresaliente, perfectamente detallado desde la genial secuencia de introducción (propia del mejor FIFA) hasta la última brizna de hierba… Las reproducciones de los campos son perfectas y, aunque un servidor no ha tenido el placer de jugar en Augusta, es posible que los más fans de este deporte lleguen a reconocer alguno de los hoyos de los campos clásicos incluidos en el juego.

Mi tarea como redactor no se limita a comprobar que todo funcione bajo parámetros normales en las condiciones óptimas. No podría hablar de la magnificencia con la que los campos están renderizados (3D, por supuesto) si no hubiera indagado por infinitos rincones de ellos. Bolas a los lados, por abajo, por arriba, con y sin efecto… todo ello para comprobar que el realismo de los escenarios no se acaba en la "fairway". Todas las situaciones de hierba baja, alta, media, arbustos de todo tipo, bunkers, greens… recrean una situación muy ajustada a la realidad, reaccionando incluso a los efectos meteorológicos más extremos tales como el viento (de hasta 30 millas por hora o más) o la lluvia, afectando al vuelo de la pelota, el bote al caer en la calle o el efecto que pueda coger en el green. Ocasionalmente encontraremos zonas injugables, pero el mismo motor del juego impedirá que podamos ejecutar un golpe donde en condiciones normales no sería posible.

Los jugadores, animados a partir de capturas de movimientos reales, realizan los golpes con la estética que les corresponde. En este sentido, EA no se ha limitado a filmar a Tiger Woods. La mayoría de golfistas profesionales, Singh, Davis Love III, Duvall, Calcavecchia, Appleby y un sinfín más, tiene presente su reproducción fiel en el juego, así como sus características y puntos fuertes a la hora de realizar sus golpes. Incluso algún comentario jocoso de los comentaristas durante el desarrollo del juego nos recordará que nuestras habilidades todavía están lejos de las del mejor jugador del momento.

Aunque los jugadores son enteramente 3D al igual que el campo, no se ha conseguido eliminar del todo la sensación de que siguen "pegados" como si fueran un cromo, a pesar de la ostensible mejora respecto a su versión anterior. Las animaciones también han sido mejoradas (y se nota) pero todavía muestran una sensible imperfección al unirse las unas con las otras; por supuesto son detalles estrictamente técnicos que NO afectan para nada al desarrollo del juego.

El rendimiento del motor de vídeo es lo que más cambios ha sufrido, frente a Tiger Woods 2002. Los fans de este deporte recordarán la terrible demanda gráfica de esa versión, haciéndose imprescindible una actualización de la tarjeta para poder disfrutar del juego, no ya en sus mejores condiciones, sino simplemente para poder apreciar el verdadero trabajo realizado en el renderizado de los campos.

En este aspecto, Tiger Woods 2003 es mucho más flexible. Los requisitos mínimos del sistema son incluso menores que en su anterior versión y es mucho más asequible gráficamente. Sin embargo, mi tándem Pentium V 2,4 gz / Geforce 4 se colapsó en un par de momentos del juego con gran cantidad de arbustos alrededor y un bonito efecto de lluvia en pantalla. ¿En qué afectó al rendimiento? Sencillo. En el momento en que bajan las frames (y estemos usando el True Swing para realizar el golpe) veremos que no somos capaces de calcular adecuadamente la fuerza del palo, y con toda probabilidad acabaremos con la bola en la playa, personalmente me ha ocurrido en 2 ó 3 ocasiones de entre las más de 50 horas que llevo con el juego y no puedo evitar señalar que mi equipo, hoy por hoy, no es modesto, así que esas ralentizaciones pueden intensificarse en cuanto bajemos la configuración de nuestro equipo. En cualquier caso, y bajo las mismas circunstancias, la versión del 2002 era más gráfico-dependiente que la 2003.

Cambiando de tema, hay muchísimas vistas disponibles del campo; podemos hacer recorridos directos a bandera o mirarlo desde una vista de águila. Así, con el botón derecho del ratón podremos mover el campo a nuestro antojo sin que el framerate baje. Las repeticiones de los golpes (desde el golfista, desde la bandera o desde la pelota) también nos muestran la calidad gráfica del juego, el movimiento de los arbustos por el viento más de lo mismo…

¿Puntos flojos? Unos pocos. Como ya dije antes, esas pocas ralentizaciones en determinadas pruebas de stress Y, parece mentira, el público. El público es 2D, eso para empezar. Para mostraros una comparación, el público se parece al de los fondos de los juegos de lucha 2D tipo Street Fighter 2 y similares: meras pegatinas en el escenario sin volumen, incorpóreas, intangibles, con tan sólo dos animaciones (brazo arriba - brazo abajo) que realizarán suceda lo que suceda. Además, ni se inmutarán si la bola les cae detrás o, para más inri, si a alguien les golpea en la cabeza. En cualquier caso, la bola NO hará blanco: el público desaparecerá como por arte de Copperfield. Si tuviera que ponerle un 9-9,5 al apartado gráfico en general, el público lo puntuaría con un 2,5-3.

En realidad, no mucho que comentar en el apartado de audio. El golf implica silencio y silencio es lo que escucharemos. Olvidémonos de pegadizas melodías in-game, la única que habrá es la de la introducción que, eso sí, es muy buena. El silencio tiene diversos grados, a pesar de que parezca una incongruencia, y si bien no habrá música el sonido de los pájaros o del mar, el viento contra los árboles, las gaviotas… todo tratará de situarnos mejor en el ambiente de uno de estos gigantes de césped. Los comentarios del público serán el mejor baremo para descubrir de antemano si hemos realizado un buen golpe aunque, junto con las voces de los comentaristas, llegarán a hacerse pesados y repetitivos.

Y es que aunque a nivel general no haya demasiado que hacer, lo que está hecho podría estar mejor. Para empezar, en inglés. No necesito la voz de Severiano saliendo por los altavoces para recomendarme como chippear a bandera, pero como mínimo alguien qué hable en el idioma de Cervantes no me parece tan descabellado. Afortunadamente en el pasado mis padres pudieron darme una buena educación en inglés, pero eso no quita que Electronic Arts debiera haber puesto un poco más de esfuerzo en este sentido, que bien lo hace con otros juegos de su gama EA Sports. Además, como ya apunté los comentarios son aburridos… quedé harto del "inchi-winchie right to left here" o del "it's in the rough". Espero que en su próxima versión dentro de relativamente poco tiempo quede mejorado este aspecto.

Jugabilidad

La mayoría de los deportes persiguen fines realmente estúpidos. Y lo realmente asombroso es ver como el cumplimiento de esos fines cuesta tantísimos millones de euros. Meter una pelota en una portería, a través de un círculo de acero, pegarle mamporros con un bate o con algo que se parece a una sartén agujereada… El golf no es distinto: hay que meter una pequeña bola dentro de un agujero minúsculo situado a 400 yardas de distancia… y hay que hacerlo con un palo. Bueno, con un palo no, mejor dicho con 14 palos. ¿Por qué es tan divertido?

Pues como dije en la introducción, creo que el verdadero encanto de este deporte es, olvidando la parafernalia e injustificado snobismo que lo envuelve, que no existe un contrincante más que uno mismo. Creo que la mejor frase que describe al golf es: "Un deporte en el que nunca puedes ganar, sólo jugar." Eso sí, el golf tiene ciertas particularidades que debemos comprender.

En primer lugar, en el Tiger Woods 2003 no se utiliza el sistema métrico decimal al que estamos habituados: una pulgada son 2,54 cm. Doce pulgadas son un pie y tres pies una yarda. Así mismo, el viento se mide en millas por hora y deberemos tener por la mano el vocabulario (en inglés) más utilizado para poder sacarle todo el jugo al prodigio de Headgate Studios. Eagles, birdies, bogeys, gimmes, drops, chipping… son palabras con las que deberemos familiarizarnos a la mayor brevedad.

Todos los palos posibles están representados en el juego. Desde los dos drivers, las maderas o los hierros, pasando por los palos especiales PW, SW (para los bunkers), LW o Putter, todo absolutamente reproduce fielmente los originales bastones utilizados para este deporte. Por supuesto cada uno tiene un alcance y unas características diferentes que deberemos conocer y aprender en caso de ser neófitos en el mundo del golf, pero es algo que se coge rápidamente.

Cualquier tipo de golpe posible en un campo real, ES posible en el Tiger Woods 2003, tanto para bien como para mal. Es aquí donde se hace bueno el slogan "If it's in the game, it's in the game" (si está en el juego, está en el juego). Efectos, flops, pulls, punches, chips, blasts, pick n' rolls, pitches, heels, toes… nada se ha querido dejar al azar. Utilizar un golpe bajo para contrarrestar un fuerte viento lateral, cambiar a palos superiores para llegar al green de un solo golpe… y así hasta llenar párrafos esteros que poco más podrían añadir para aumentar vuestra experiencia de juego; os insto a que lo probéis de algún amigo, del videoclub o, si os gusta el deporte, que lo compréis.

En la variedad está el gusto

TW 2003 viene con la posibilidad de participar en numerosos modos de juego distintos. Podremos practicar, crear un personaje para el modo carrera (del que hablaré enseguida) y golfear; y no me refiero a hacer el golfo precisamente: hablo de hacer un partido solos, acompañados, Foursome, Alternative match, 2 Ball, prácticas de Skills, temporadas completas, ensayos de todo tipo… y un sinfín de posibilidades extra que honestamente pocos llegarán a aprovechar.

Por supuesto tendremos un escalado de niveles de dificultad, más de una treintena de jugadores profesionales que escoger (más los que con el editor creemos a nuestro gusto), un mínimo de 8 campos reales, variar los efectos meteorológicos del juego… ¿alguien da más?

Y todo ello está muy bien, de verdad, como el editor de campos con el que podremos modificar las mejores extensiones de césped habidas y por haber, el extenso manual del juego (en español), los 3 cds con los que se presenta el producto… sí, todo muy bien. Pero lo que ha acaparado mi atención es la adicción del modo Carrera. No deja de ser igual al de otros juegos de índole deportiva (véase Sega Sports Tennis, por ejemplo) pero debo admitir que no paré, noche tras noche, hasta ser mejor que el mismísimo Tiger Woods.

El sistema es bien sencillo: empezaremos desde un nivel amateur intentando hacernos hueco en el circuito profesional para ir ganando dinero con el que podremos comprar nuevos palos, nuevas bolas, nuevo equipamiento y mejorar nuestras habilidades. Por supuesto asistiremos a clases de golf para aprender nuevos golpes, podremos practicar (y mientras lo hagamos podremos ser desafiados por un contrincante) y podremos examinar el calendario de la temporada para programarnos los torneos o pruebas en los que queramos participar. Una vez hayamos alcanzado el nivel de juego suficiente, participaremos en un torneo y, en el caso de quedar en la posición requerida (o superior) conseguiremos superar el nivel.

Si a todo ello le combinamos el sistema de control mejorado del True-Swing obtendremos unos resultados impecables. Para aquellos que no lo sepan, el True-Swing es un sistema de control que simula el movimiento del palo (o swing) con el ratón, pudiendo calcular la fuerza y precisión de un modo más "realista" que con el sistema tradicional de tres clicks, aunque éste último también está disponible en el juego. El TS no es nada nuevo, pues vino implementado en el 2002, pero sí ha sido depurado. El control es más permisivo, responde al distinto tipo de palo que llevemos, puede ser horizontal o vertical… y curiosamente se hace más sencillo cuanto mejor es nuestro golfista. En definitiva, otro detalle más para el suma y sigue de puntos positivos de este Tiger Woods PGA Tour 2003…