Un sorprendente ETR

La primera vez que jugué a Cultures 2: Las Puertas de Asgard, me sorprendió su magnífica intro, sus coloridos gráficos un poco a la antigua, y una interfaz de usuario diferente a lo que nos han acostumbrado títulos como Age of Empires, Caesar, Command & Conquer, o Warcraft, aunque muy bien diseñada para el impresionante grado de control que proporciona.

No obstante, y pese a pillar la idea general de las cosas buenas y originales a las que me estaba enfrentando, el juego no supo engancharme. No fue hasta la segunda partida, algunos días después, cuando realmente empecé a darme cuenta de que Cultures 2 es un juego mucho más grande, bien diseñado, y adictivo de lo que parece a simple vista.

El fin del mundo

El juego retoma la historia de Bjarni, un joven vikingo que, tras viajar a América en el primer Cultures, y enfrentado a Ragnarok en esta nueva entrega (un viejo mito nórdico que representa el estallido de los poderes destructivos del universo; en otras palabras, el fin del mundo), deberá guiar a su tribu por Europa y Oriente Próximo en busca de las puertas de Asgard y de la maligna serpiente Iormungand, que simboliza todos los mares del mundo.

Tras este argumento se esconde un ETR de gran profundidad, ambientado, y muy bien por cierto, en el siglo IX (incluso se puede aprender un poco sobre el folklore nórdico y la historia de Europa, Bizancio, Alejandría o lo que los vikingos llamaban Sarkland, el actual y tristemente conocido Irak), y que pide perseverancia para revelarse como lo que es: un título poco común por lo innovador de su enfoque, su calmado ritmo, y su capacidad de abducción.

Cultures 2 consta de dos modos de juego principales, Multijugador e Individual. La partida individual puede constar de misiones libres, es decir, de episodios únicos con enigmas y objetivos diferentes entre sí, o de las 10 misiones que conforman la campaña principal (si diez te parece un número bajo, espera a jugar las dos primeras y cambiarás enseguida de opinión: estamos hablando aquí de, como muy poco, 60 horas de juego). Algunos de los mapas libres permiten jugarlos de forma indefinida, por lo que si queremos desarrollar en ellos nuestra civilización vikinga hasta su máximo nivel de sofisticación, podemos hacerlo sin problemas.

A medida que progresemos en la campaña principal, el juego distribuido por Zeta Games nos irá mostrando la ruta de la tribu de Bjarni en un mapa de Europa y Oriente, desde Groenlandia pasando por Normandía o Bizancio, y hasta llegar a Bagdad, centro del antiguo califato abasí. Si eliges el modo multijugador, podrás enfrentarte con hasta cinco jugadores más vía red local o conexión TCP/IP. Algunos mapas también te permitirán jugar a solas con tu PC, aunque como se verá la inteligencia artificial no es uno de los puntos más fuertes de este juego.

Dentro del amplio abanico de misiones que se nos presentan, podemos escoger entre competiciones militares (se trata de derrotar a los rivales mediante el uso de la fuerza), de economía (cuyo objetivo es construir un poblado fuerte y productivo, aunque no se descarta el uso del ejército), y competiciones especiales, como las clásicas capturas de bandera, las partidas colaborativas, y la original captura de bueyes, que tiene por objetivo hacerse con todos los bichos de esa especie diseminados por el mapa.

Hay que decir que para jugar en Internet debe especificarse la IP del jugador anfitrión, es decir, del que creará la partida, por lo que olvídate de jugar con amigos cuya dirección IP no sea fija. También se puede jugar online mediante Hastajuego.com, para lo que es necesario registrarse como usuario en el portal y bajarse un plugin que nos permita entrar en la sala de Cultures 2; no deja de ser un detalle de agradecer por parte de Zeta Games, distribuidora que, por cierto, poco a poco va incorporando más títulos de calidad a su catálogo, especialmente los editados por la firma alemana JoWooD.

Audio y Vídeo

El apartado gráfico de Cultures 2 sorprende por su aspecto de cómic y su gran colorido. Los diseñadores gráficos de Funatics han hecho un excelente trabajo adornando este título con bocetos a lápiz de los pasajes más relevantes en las misiones, así como con la ya mencionada secuencia introductoria, realmente bien elaborada mediante técnicas CG en tres dimensiones.

Cultures 2 también sorprende por renunciar al uso de los gráficos en 3D a favor de los sprites en dos dimensiones, lo que le confiere un aire a la antigua que, curiosamente, resulta muy refrescante en los tiempos que corren.

Los edificios del los poblados rezuman personalidad: cada construcción es perfectamente reconocible y diferenciable del resto, dentro de una misma cultura y, evidentemente, respecto a los equivalentes de otras tradiciones arquitectónicas. Los gráficos son grandes, y únicamente sufren cuando hacemos zoom sobre ellos (hay tres niveles de zoom, aunque sólo los dos más lejanos son realmente útiles). Desgraciadamente, el origen 2D de los gráficos implica que no podemos cambiar la resolución de pantalla (aunque eso es algo que no se hecha demasiado en falta), ni podemos mover o cambiar el punto de vista, lo que sí representa un problema cuando nuestros vikingos quedan ocultos por los edificios o los elementos del terreno.

En cuanto al terreno, está muy bien realizado, con elementos orográficos como montañas nevadas, bosques de diferentes árboles y plantas, planicies, ríos, playas o mares. En general, resulta un placer ver esos paisajes, y aunque los gráficos no llegan a ser realmente nada del otro mundo, en conjunto funcionan muy bien. Los mapas, por cierto, son enormes, y cuando digo enormes quiero decir de proporciones gigantescas; explorarlos forma parte de la diversión, ya que en él se ocultan tesoros que pueden ayudarnos en nuestras misiones, o incluso submisiones que contribuyen a darle más variedad al juego (aunque a veces no sean más que un incordio).

No esperes efectos de iluminación, de partículas, o de cualquier otra clase que no sea la propia animación de los edificios al producir, o la de los aldeanos al realizar sus tareas cotidianas (muchas y muy variadas, por cierto); incluso la animación de las aguas se mantiene a un nivel estrictamente funcional. No obstante, dada la enormidad de los mapas y los sprites 2D, es posible que experimentes incluso problemas al intentar moverte de una zona a otra de los escenarios. En mi equipo de pruebas, un AMD a 1,6 GHz, con 256 MB de memoria y con una tarjeta gráfica Daytona GeForce 4 MX440 con 64 MB, las cosas funcionaron bastante bien, aunque no de la forma completamente fluida que cabía esperar en un equipo de esas características. Es curioso constatar que, mientras los esfuerzos de las compañías desarrolladoras de chips gráficos se centran en las tres dimensiones, los productos estrictamente bidimensionales no acaban de convencer en el apartado del rendimiento gráfico.

Resumiendo, a mí los gráficos de Cultures 2 me gustan. Me parecen bonitos y funcionales, y me recuerdan a épocas pasadas en las que los desarrolladores no sólo se centraban en ofrecer pirotecnia gráfica, sino que también solían poner sustancia y cariño en sus juegos. Puede que a ti te parezcan excesivamente simplistas, o demasiado infantiles, o incluso directamente malos. Pero lo que no se puede negar es que cumplen a la perfección con su cometido y no causan problemas en el equipo; eso es algo que no se puede decir de todos los juegos.

La música y los efectos sonoros no son ni más ni menos buenos de lo que cabe esperar en un ETR de estas características. Como los gráficos, el sonido de Cultures 2 es funcional, y por lo tanto, poco remarcable, aunque quizá ligeramente por encima de la mediocridad absoluta.

Las melodías acompañan bien a la acción, cambiando dinámicamente según la situación (cortesía del clásico Miles Sound System); nada que no se haya visto ya mil veces antes. Las composiciones están lejos de resultar memorables, pero acompañan y no molestan, y además resultan bastante adecuadas a la temática y ambientación histórico-geográfica del juego, por lo que puedo afirmar que cumplen de sobras con su cometido.

Los efectos especiales están en la misma onda que la música. La voz del narrador, que aparece al empezar y acabar las misiones, ha sido doblada en perfecto castellano, pero eso es todo lo que ofrece el título en cuanto a diálogos. Por otra parte, aunque el murmullo de los aldeanos al acatar las órdenes del jugador puede llegar a hacerse realmente pesado, más que nada por la cantidad de órdenes que hay que dar, los efectos ambientales, el sonido de los edificios al funcionar o derrumbarse, de los elementos mecánicos del juego (vehículos y maquinaria de guerra), o el ruido de picar piedra en las canteras, de recoger arcilla o de talar árboles, son una vez más ejemplares por su efectividad y discreción. Los bueyes mugen, las ovejas balan, los lobos aúllan, y pájaros del bosque trinan; así doy por terminada esta breve incursión en el mundo de Barrio Sésamo, y con ella, este pequeño comentario acerca del audio en Cultures 2.

Jugabilidad

Llegamos al verdadero meollo del asunto, y lo que hará que ames u odies a muerte Cultures 2, según tu tendencia natural, o hacia las emociones fuertes, o hacia la vida contemplativa y pausada del maquetista o el demiurgo, que para este caso es lo mismo.

Lo primero que hay que decir es que para jugar a Cultures 2 se necesita disponer de mucho tiempo libre. Acabar un capítulo puede requerir un mínimo de 4 ó 5 horas, más si tenemos submisiones de por medio. La razón por la cual este título se diferencia de otros ETR o "simuladores de dios" es que se centra en la micro-gestión del poblado vikingo que está a nuestro cargo, una tarea compleja que requiere un nivel de concentración muy elevado, un punto de vista metódico, y paciencia, mucha paciencia. En este sentido, las submisiones, de carácter por lo general más belicoso, a veces resultan más un incordio que una ayuda, porque nos apartan del objetivo principal del juego: hacernos más grandes y más fuertes, militarmente, sí, pero también (y en esencia) cultural, industrial y económicamente.

Vamos a ver si soy capaz de describir en pocas líneas la estudiada, aunque a veces algo "espesa", mecánica de este juego. Normalmente se empiezan las misiones con una cantidad limitada de pobladores vikingos disponibles, hombres, mujeres y a veces, soldados (pongo los soldados a parte porque apenas intervienen en el proceso de crecimiento de nuestro poblado).

A cada vikingo se le asigna una profesión, y conforme va realizando las tareas encomendadas, va ganando en experiencia. Las mujeres se ocupan de mantener felices a los hombres: recogen alimentos, cocinan, cotillean en las puertas de sus casas, y tienen hijos (y antes de decir nada sobre si el juego es o no machista, recuerda que estamos hablando de las tribus vikingas del siglo IX); las mujeres son muy importantes en el juego, aunque en realidad no intervienen demasiado activamente en su desarrollo.

La única manera de crear más trabajadores es de la manera más lógica, es decir, haciendo que nuestros colonos se reproduzcan. Para ello tienen que tener una casa (no iban a hacerlo al aire libre y a la vista de todos), y casarse. Entonces podemos ordenar a la mujer tener un niño o una niña, y voilà, en nueve meses la cigüeña nos dejará un nuevo aldeano que cuidar, educar y alimentar. Los pequeños vikingos deben crecer antes de transformarse en civiles, o sea, en auténticos vagos… es entonces cuando podemos asignarles una profesión. Pero no cualquier profesión.

Por ejemplo, supongamos que queremos construir una granja. Deberemos ordenar a uno o varios de nuestros albañiles que la construya en un solar adecuado (para lo que necesitará 2 unidades de madera y una de arcilla, que habrán obtenido previamente nuestros leñadores y extractores de fango). Una vez construida, puede asignarse al cuidado de la granja hasta a 4 granjeros y un porteador, que irán formándose en el arte de producir y transportar trigo.

Cuando tengan la experiencia suficiente, los granjeros habrán ganado la habilidad de moler trigo para hacer harina. ¿Dónde?, pues en un molino, claro (para construirlo se necesitan 2 unidades de piedra, dos de madera, y una de trigo). Sólo dos granjeros con la suficiente experiencia, más otro porteador, pueden trabajar en un molino. Eventualmente los molineros se transformarán en panaderos, y éstos a su vez en pasteleros. Evidentemente, tendremos que ir construyendo los edificios y realizando las mejoras necesarias en ellos a medida que se van necesitando más alimentos, materias primas, o productos manufacturados, además de ir cubriendo los huecos que dejan nuestros trabajadores al adquirir un nuevo estatus profesional.

Imagínate esto aplicado a todos los sectores económicos, militares y religiosos que incluye Cultures 2, y te darás cuenta de la magnitud de la tarea a la que vas a enfrentarte. Por eso el árbol de tecnologías es uno de los más elaborados que he visto nunca, ya que se establecen abundantes interrelaciones entre los elementos de industrias distintas en diferentes grados de desarrollo. Y por eso los creadores del juego han tenido que sacarse de la manga un sistema de menús contextuales realmente sencillo y efectivo que permita tener el exigente nivel de control que pide el juego. De hecho, creo que la interfaz de usuario es uno de los elementos más logrados del juego, y por lo tanto, en gran medida responsable de su éxito como ETR.

No quiero dejar de mencionar un elemento que empaña gravemente un conjunto que, en líneas generales, me parece brillante: la escasa inteligencia de nuestros pequeños vikingos. En pocas palabras, hay que decirles todo. Por ejemplo, si no los guiamos constantemente, veremos en ellos una tendencia más que acusada (y preocupante) a perderse o a irse por caminos equivocados, incluso dentro de la misma aldea. Tampoco esperes estrategias militares muy desarrolladas de unos soldados tan tarugos que, si tienen hambre o sueño, harán una breve pausa para comerse unas bayas o echar una cabezadita, a pesar de que, mientras tanto, son masacrados por el ejército enemigo. En resumen, un suspenso para la IA y la consiguiente colleja para los programadores, que deberían haberse esforzado más en este apartado.

Guión

Para ser un ETR, la historia que cuenta Cultures 2 es bastante interesante, y muy correcta a nivel histórico. Es uno de esos juegos en que la historia te lleva de manera coherente de una fase a otra, es decir, en los que no sientes que las misiones se te encomiendan porque sí, sino que existe una razón para cada paso que da Bjarni en el mapamundi de la vieja Europa.

Además del sentido de la progresión de la historia, el juego producido por Phenomedia también nos permite conocer un poco más acerca de los mitos y leyendas del mundo nórdico, además de un montón más de cosas interesantes sobre un periodo tan oscuro de la humanidad como fue la baja edad media. Peores historias se me ocurren a mí para ambientar un ETR, y peores maneras de tratarlas también, empezando por el desinterés generalizado entre los desarrolladores de hoy en día por la corrección histórica y en la divulgación de conocimientos.

Por si te preocupa el tema, esos datos históricos se ofrecen como información al margen del juego, por lo que, si no te interesan, o no tienes tiempo para leerlos (cosa extraña si estás jugando a un juego como Cultures 2), pues sencillamente no los lees, y en paz.

Estrategia y trucos

El principal consejo que os puedo dar es: tomáoslo con mucha calma, y evitad las confrontaciones militares siempre que os sea posible; el verdadero aliciente del juego no está en aplastar al contrario, sino en hacer crecer a los nuestros… lo uno llevará a lo otro. Al principio puede resultar algo duro aproximarse a la mecánica del juego, pero os garantizo que si perseveráis y os dejáis seducir por su efectiva interfaz, veréis como lo difícil se hace fácil.

Intentad también tener una población compensada en cuanto a hombres y mujeres; aunque os parezca al principio que las mujeres son una pérdida de tiempo (repito una vez más, no hay segundas intenciones en esta frase), sin ellas no podréis obtener más trabajadores, y además, los colonos que ya tenéis funcionando estarán más descontentos y trabajarán menos. También son esenciales para llevar los alimentos hasta las casas de los vikingos, cocinarlos para todos los que vivan en el mismo hogar, y amueblar las viviendas para que los colonos descansen mejor en menos tiempo. Recuerda que los vikingos dejarán de trabajar cada vez que quieran satisfacer sus necesidades, y que cuanto más rápido y mejor lo hagan, más productivos serán; no menospreciéis, pues, el poder y papel esencial de las mujeres en la sociedad vikinga.

A veces puede pasar que nuestros albañiles dejen de construir un edificio por falta de alguna materia prima, aun cuando existan grandes cantidades de esa materia prima en nuestros almacenes. En efecto, se trata de uno de los pocos bugs que le he encontrado al juego, y la solución, por dura que parezca, pasa por derribar el edificio en cuestión y volverlo a construir en otro lugar, a ser posible cercano a los almacenes de materias primas o a la casa del pueblo.

Coloca los edificios relacionados cerca los unos de los otros, y próximos a las materias primas que vayan a necesitar. No construyas zonas residenciales con alegres vistas, sino al lado de los puestos de trabajo, y haz que tus exploradores coloquen postes indicadores que ayuden a los torpes de sus congéneres a no perderse constantemente. Sentido práctico ante todo. Ah, y explora bien los mapas; quién sabe lo que puedes encontrar en el último rincón del mundo.

Comparándolo con…

Este título de JoWooD no se parece a nada que yo haya visto en los últimos tiempos. Como ETR tenemos que recolectar y controlar nuestros recursos, y en eso no se diferencia de un Age of Empires cualquiera. Pero a diferencia del título de Microsoft, el verdadero quid de la cuestión está en la gestión de todos los engranajes que conforman nuestro poblado, y no existe la urgencia de crecer para ser más fuertes militarmente y, en última instancia, atacar o defenderse. Cultures 2, y creo que ha quedado ya claro, no es un juego donde aplastar al rival sea una constante… incluso es posible solucionar cualquier conflicto potencial pagando un tributo, lo que lo acerca a un Caesar y lo aleja de títulos como Command & Conquer.

El componente de rol, es decir, que los aldeanos puedan ir ganando experiencia en diferentes trabajos (con lo cual nunca habrá dos iguales en el juego), lo equipara en cierta manera con Warcarft III, aunque el concepto está desarrollado de diferente manera, con un enfoque más funcional, y a pesar de que nuestros héroes, y a diferencia del juego de Blizzard, son probablemente los personajes más aburridos y sosos de Cultures 2. También hay momentos en los que el juego recuerda a la saga Civilization, sobre todo por su componente de exploración y los hallazgos que incluyen los mapas, y en eso también llega a parecerse un poco al Heroes of Might & Magic.

Por lo demás, Cultures 2 supone una manera diferente de enfocar un ETR, original por lo arriesgado de la propuesta y por el alto nivel de concentración que exige al jugador, con una interfaz de usuario que para sí quisiera cualquiera de los títulos anteriormente mencionados, y sorprendente por su estética retro aunque en general atractiva.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

Manual

La labor de traducción realizada por el equipo de Zeta Games es encomiable, y una vez más nos trae un juego exquisitamente traducido y doblado al español. Así lo atestiguan las 80 páginas de un manual que no tiene desperdicio, pues aun cuando no cuesta demasiado hacerse con los controles, Cultures 2 esconde muchas más cosas en su interior de las que a primera vista aparenta; consultándolo sabrás cuántos trabajadores como máximo aceptan los edificios, qué materias primas hacen falta para construirlos, cuál es la efectividad de cada arma o armadura, cómo funciona el apartado militar, y un buen número de útiles consejos, destacados en letra capitular para poderlos localizar fácilmente.

El interior del librillo va a en grises, pero compensa su falta de colorido con un papel de calidad y resistente al manoseo por el que todo buen manual debe pasar. En conjunto, no se puede pedir más por tan poco.

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