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Dynasty Warriors 3

Dynasty Warriors 3

  • PlataformaXBX7PS28
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorKoei
  • Lanzamiento26/03/2002 (PS2)29/11/2002 (XBX)
  • TextoInglés
  • VocesInglés
  • EditorKoei

Amor en tiempos de cólera...

Uno de las series de juegos más renombrados y conocidas por los jugones de todo el mundo, sobre todo japoneses, recae por fin en la consola de Microsoft. ¿Seguirá siendo Dynasty Warriors 3 tan bueno como la versión de PS2?¿Qué novedades aporta al original?

Uno de las series de juegos más renombrados y conocidas por los jugones de todo el mundo, sobre todo japoneses, recae por fin en la consola de Microsoft. ¿Seguirá siendo Dynasty Warriors 3 tan bueno como la versión de PS2?¿Qué novedades aporta al original?

Basado en el libro "Romance of the Three Kingdoms" (RoTK a partir de ahora), la saga Dynasty Warriors se ha caracterizado por llevar a nuestros televisores la parte de acción de la historia. Al igual que los Kessen, basados en el mismo libro, toman la vertiente estratégica, el juego que hoy nos ocupa es un beat'em up al más clásico estilo (léase Final Fight, Knights of the Round y un larguísimo etcétera de juegos que seguro que disfrutasteis en las recreativas hace no tantos años).

Para los que sepáis menos de la historia de China, comentaros que RoTK es una obra basada en el período de los tres reinados. Durante esa época, China estaba gobernada por el Emperador Ling (la Dinastía Han). Tras la Rebelión, el Imperio fue dividido en tres reinos distintos, conocidos como Shu, Wei y Wu, y posteriormente reunificados por la Dinastía Jin.

Durante el desarrollo de la acción, la historia,  aunque en sí no es básica para disfrutar del juego, si que puede ayudarnos a conocer mejor porque luchan los personajes que podemos escoger. Como representante de uno los reinos, debemos enfrentarnos a muerte en una serie de campañas bélicas contra completos ejércitos, comandantes y generales de los reinos rivales, con el fin de unificar el Imperio Chino.

g  r  á  f  i  c  o  s
Este es uno de los exponentes más claros de lo que es una simple conversión o porte de una consola a otra. Y es que el origen mismo del juego le impide aprovechar al máximo las capacidades de una consola técnicamente superior como Xbox. Las diferencias frente a PS2 dentro del apartado gráfico son muy escasas, sólo la disminución del número de ralentizaciones. Pero se podría haber mejorado mucho más un juego que, dicho sea de antemano, no explotaba las capacidades técnicas de PS2.

Lo primero que veremos al poner el juego será una de las múltiples escenas CG que salpican la historia, y que aparecerán normalmente antes de cada batalla (y que podremos revivir en la ya acostumbrada opción Gallery). Siempre son de agradecer y pese a no alcanzar la calidad de otros juegos (como Genma Onimusha, DOA3 u Oddworld) se dejan ver. Durante el juego contemplaremos también otras escenas, estas generadas por el propio motor del juego, y cuya calidad tampoco es destacable.


Los personajes seleccionables y los comandantes y generales con los que nos enfrentemos, muestran un aspecto correcto sin más. Se han incluido nuevos trajes respecto a la versión original, pero gráficamente son prácticamente idénticos. Gozan de un buen nivel de detalle y unos movimientos bastante fluidos, aunque deberían haber incluido una mayor variedad. Cada uno de los personajes que podemos escoger es distinto a los demás, tanto en apariencia como en la ejecución de los movimientos, lo que dota de mayor variedad al juego.

En cuanto al resto de enemigos, es decir los cientos, los miles de soldados rasos con los que nos enfrentaremos presentan un aspecto demasiado similar entre sí, si bien varía su indumentaria y algunas otras de sus características corporales entre una campaña y otra. Un poco más de variedad en las vestimentas, en el colorido o en sus caracteres morfológicos no habría estado de más. También encontraremos caballos y elefantes que podremos usar como montura durante el juego, y aunque gozan de un diseño un tanto tosco su aparición siempre será de agradecer.

Si hablamos de los escenarios, podemos destacar su magnitud, su amplísima extensión que nos tendremos que recorrer casi en su totalidad para vencer en cada campaña. Sin embargo, su diseño es bastante pobre. Unas texturas simples y sosas como pocas, calcadas a las que una consola de la generación anterior podía mostrar, que ofrecen una mala impresión ya desde el primer momento.

A esto hay que unirle una distancia del horizonte escasa, lo cual nos obliga a movernos en una dirección para ver lo que hay mas allá (aunque también podemos usar el minimapa); esto se debe a que el uso de la niebla es notorio durante todo el juego, bien paliando carencias gráficas, bien ayudando a que el número de rivales en pantalla sea mayor (aunque con el potencial visual que ya hemos disfrutado en Xbox estas carencias son, según la opinión de este modesto redactor, por dejadez y por no haber querido dedicar tiempo a explotar mínimamente el hardware de la consola)

El diseño de estos escenarios además es muy básico, repleto de vastas zonas vacías de elementos (aunque repletas de enemigos) y salpicada por casas, vallas, desniveles gráficos (que nos encaminan en una dirección mas que ser elementos paisajísticos sin uso), árboles y elementos rompibles, sobre todo cajas y vasijas, dentro de las cuales encontraremos valiosos ítems. La pobreza resalta sobremanera por la mala ubicación de la mayor parte de los elementos, como si sobre un espacio vacío y adornado con texturas se hubiesen desperdigado al azar las casas, muros, montañas y demás.

La explicación a todo este desbarajuste gráfico es muy sencilla; lo que Koei ha querido destacar por encima de todo es la cantidad de enemigos en pantalla. Podemos encontrar un gran número de ellos rodeándonos, dispuestos a atacarnos o peleando contra nuestros fieles soldados en la batalla. La aparición de popping a lo largo del juego no ha sido pulida, ya que permanece fiel a lo que vimos en PS2: de la nada, aparecerán enemigos como si por generación espontánea se reprodujesen. Esto evita las molestas ralentizaciones, que si bien siguen estando presentes (sobre todo cuando jugamos a pantalla partida), aparecen muy ocasionalmente, lo que como vemos es la principal diferencia con el juego original.


Lo más destacable es la iluminación de las armas cuando ejecutamos un ataque musou, aunque  a estas alturas unos efectos lumínicos como esos no sorprenden a nadie. Por último, comentaros que la cámara no se comporta todo lo bien que deseamos, dejándonos vendidos y recibiendo palos por la espalda sin que veamos que ocurre detrás nuestro; por suerte, disponemos de un botón que devolverá la cámara a su lugar natural.

m  ú  s  i  c  a
Si después de leer el apartado anterior pensáis que seguro que es lo peor del juego estás equivocados. La música es aún peor. Si bien no es un elemento importante durante el juego, sí que está fuera de lugar. Porque si lo que estamos es recreando batallas históricas acaecidas hace más de 2000 años, ¿qué pinta aquí un rock guitarrero desastroso a más no poder? Totalmente fuera de lugar, la música no consigue cumplir con su cometido, que no es otro que ambientar y acompañar.


s  o  n  i  d  o    f  x
Tratando los efectos de sonido tenemos los dos lados de la balanza. En el lado bueno, están los sonidos de las armas, cada una con su sample correspondiente (y son muchas las armas que encontraremos a lo largo del juego) y bien recreado. En el lado negativo, ponemos las voces, tanto por no venir traducidas al castellano, como por la desgana con la que se han doblado al inglés, totalmente átonas y arrítmicas. Por suerte, podemos escuchar la versión original japonesa, que aunque no entendamos ni papa veremos lo serio que se lo toman ellos a la hora de poner en marcha un videojuego.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Éste es el punto fuerte, sin duda alguna, de esta tercera parte de la saga Dynasty Warriors. Todos los defectos anteriores se ven disminuidos por la jugabilidad a raudales que atesora el título, a pesar de que hay algunos elementos que se pueden mejorar y que esperamos que Koei perfeccione en los posteriores capítulos de la saga, como se ha anunciado, de próxima aparición en esta generación de consolas.

Como la mayoría sabréis, no hace falta ser un experto para disfrutar con este juego. Su sencillez de manejo hace de él lo que los ingleses llaman un pick up'n play. En cuanto tomes el mando podrás lanzarte a la aventura y disfrutar deshaciéndote de las ingentes cantidades de enemigos que te acosarán durante el juego. Es coger el mando y rememorar con placer horas y horas en salones recreativos jugando a Final Fight, Capitán Commando o incluso si me ponéis, Golden Axe.

Se han incluido los mismos modos de juego que vieron la luz en PS2: musou, versus, challenge (con dos variantes, endurance y time attack) y free mode. El modo musou es el modo historia clásico; tenemos 9 personajes elegibles en un principio (bastantes más tras cumplir ciertas premisas), representantes de alguno de los tres reinos, con  los que debemos combatir por la supremacía de tu reino sobre los demás. Antes de cada batalla, una escena CG nos introducirá en la historia, además de que podremos escoger el arma que usaremos, equipar los ítems que hayamos encontrado en las misiones anteriores y configurar determinadas opciones de nuestros guardaespaldas (su número, aspecto físico...).

El modo versus es el clásico de dos jugadores, donde enfrentarás tu ejército contra el de algún amiguete, en batallas donde la diversión está algo más que garantizada. Y desde aquí rezo a todos los dioses para que en un futuro no muy lejano podamos disfrutar de un juego como éste online.


El modo challenge nos ofrece, como hemos dicho, dos opciones distintas; la primera, es el modo time attack, donde en un tiempo limitado debemos derrotar al mayor número de enemigos posible; y el modo endurance, en el que debemos eliminar a todos los enemigos que podamos antes de caer derrotados. Por último, el free mode nos permite rejugar las campañas que hayamos desbloqueado previamente.


Para proceder por los diversos modos de juego, haremos uso de un control sencillo a más no poder, que permite a cualquier persona disfrutar desde el primer momento que coge el pad de control. Con stick izquierdo movemos a nuestro personaje, el cual puede saltar pulsando el botón A; atacamos con el botón X y con el Y realizamos un ataque algo más poderoso; los ataques Musou se realizan con el botón B, y los gatillos derecho e izquierdo sirven, respectivamente, para pasar a una vista subjetiva desde la que podemos usar nuestro arco y para ponernos en guardia (y centrar la cámara).

Con estos botones ejecutamos toda clase de combos que dependen en gran medida de la capacidad del arma que tengamos equipada. Por suerte, a lo largo de todo el juego, tenemos gran cantidad de armas secundarias que recoger y que podremos usar en siguientes campañas. Para realizar los ataques musou debemos haber rellenado previamente una barra de energía, la cual se va completando mientras atacamos a nuestros rivales o bien dejando pulsado el botón B. El uso de estos golpes especiales es imprescindible durante las batallas, sobre todo cuando la diferencia numérica con nuestros enemigos sea muy grande. De un solo plumazo haremos morder el polvo a una buena cantidad de ellos, aunque siempre habrá otros cercas esperando que les demos su merecido.

El juego consta de unos ligerísimos toques de rol, apreciables a la hora de recoger algún ítem en el campo de batalla o en la mejora de nuestras características a lo largo del juego. Según nos equipemos con un arma u otra, con una armadura u otra, veremos como nuestra vida, nuestra capacidad de realizar golpes musou o alguna otra característica aumenta o disminuye, algo que debemos tener en cuenta para salir victoriosos. Y en lo que respecta a los ítems que encontramos durante la partida, los habrá que mejoren nuestra defensa o nuestro ataque, los que reponen nuestra vida, flechas para nuestro arco, reponer automáticamente la barra de musou y un largo etcétera.

Y por si le faltaba algo, también se han incluido diversos toques que podríamos llamar estratégicos que amenizan las encarnizadas luchas. Según actuemos, la moral de nuestros hombres aumentará o descenderá, lo cual tiene una gran importancia en la batalla, ya que nuestro ejército será importantísimo para salir victoriosos. También se aprecia en los momentos que debemos elegir hacia donde encaminarnos, pensando en el camino a seguir para llegar al general que debemos derrotar, labor para la que será realmente útil el minimapa que aparece en la esquina superior derecha de la pantalla. Y al final de cada combate, veremos un esquema en el que veremos la actuación de nuestro ejército y que nos ayudará a reparar en nuestro errores.

Sin embargo, hay elementos mejorables que empañan en cierto grado la jugabilidad. A pesar del gran número de escenarios en los que combatiremos, su diseño es bastante similar y se echan en faltas acicates que hagan el juego menos repetitivo. Es cierto, es un beat'em up, lo importante es la acción, destrozar a todos los enemigos que aparezcan en pantalla. Pero no cabe duda que una mayor variedad no le habría venido mal. Más teniendo en cuenta que cada campaña puede tenernos entretenidos más de una hora.


Y otro punto mejorable, y que no dudamos que Koei estará mejorando para la siguiente entrega, es la inteligencia artificial de los NPCs. Tanto nuestros soldados como los rivales, actúan de una forma demasiado robótica y preprogramada. Es evidente que gestionar la IA de decenas de rivales a la vez es una tarea durísima para cualquier hardware; pero es que nuestros rivales se ciñen a buscarnos (dentro de su zona) y rodearnos siempre, incluso sin atacarnos, como si esperasen que les diésemos la estocada mortal cuanto antes. Y que decir de nuestros compañeros, a los que tendremos que sacar las castañas del fuego continuamente porque al igual que sus contrarios, se quedarán mirando a ver qué sucede.


c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
No podemos decir que Dynasty Warriors 3 sea un mal juego; cientos de miles de compradores y fans repartidos por todo el mundo no pueden estar equivocados. Pero lo que tampoco es discutible es que sea un must have, un auténtico crack. Porque no lo es. Siguiendo las pautas básicas de acción de las que debe presumir cualquier beat'em up, Dynasty Warriors 3 las eleva a un grado bastante alto de jugabilidad y adicción que atrae a una gran cantidad de jugones, siendo una de las sagas más admiradas en todo el planeta.

Sin embargo, a pesar de sus grandes dosis de jugabilidad, ésta tan sólo puede en parte arreglar el obsoleto aspecto técnico que presenta Dinasty Warriors 3. Y es que después de alegrarnos la vista con otros beat'em up como Hunter: The Reckoning, que además de ser jugables presentan un apartado gráfico demoledor, esta tercera parte de la serie basada en RoTK queda por debajo. Dinasty Warriors tiene una duración mayor, más elementos desbloqueables, mas personajes controlables y algunos otros detalles, que si son pulidos en posteriores entregas lo convertirán en un juego de sobresaliente. Cosa que a día de hoy, no es.

Seguro que nada más ver este artículo habréis mirado la nota y habréis pensado: es más baja que su versión en PS2, y os preguntaréis si esta versión es peor que la de PS2. La respuesta es evidentemente no. La versión Xbox, pese a llegar unos meses más tarde al mercado, trae nuevos personajes, escenarios y niveles de dificultad, así como una mayor suavidad en la aparición de los personajes y una tasa de frames más estable. La nota es simplemente una señal para que os hagáis una idea, una formalidad, la verdadera nota es la que saquéis vosotros tras leer el análisis completo.

El juego es algo mejor que en la consola de Sony, pero no lo suficiente. Con el tiempo que han tenido para depurar esta versión bien podrían haber mejorado los gráficos, pulido el motor del juego o haber hecho algo por hacernos sentir que tenemos entre manos algo nuevo, no un simple porte. Sin embargo, esto no se ha cumplido. Si ya jugaste a la versión de Playstation 2, la versión para Xbox te parecerá prácticamente igual. Si tienes las dos consolas y estás pensando hacerte con él, te recomiendo que adquieras la versión Xbox.


l  o    m  e  j  o  r

Dynasty Warriors 3 (Xbox)
  • La duración del juego es considerable, con una gran cantidad de larguísimas misiones
  • El elevado número  de elementos desbloqueables que podemos conseguir
  • Vencer a uno de tus amigos tras una larga batalla

l  o    p  e  o  r

  • El apartado gráfico está muy por debajo de lo que Xbox ha demostrado que puede hacer
  • Sin traducción ni doblaje
  • Si no eres amante de la saga, puede hacerse repetitivo
  • Pocas novedades respecto a la versión de PS2
7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.