Una nueva revolución en Marte...

Alias, el Demoledor
Nuestro personaje principal, olvidando ya al lejano Parker, es Alias. Alias es el nombre del experto en explosivos y demoliciones de un escuadrón de 6 hombres mejorados con nanotecnología. Junto con Molov (liderazgo y asalto), Quill (francotiradora), Repta (armas pesadas), Shrike (vehículos) y Tangier (camuflaje y electrónica) abordaremos una serie de misiones con el objetivo de capturar y asesinar al malvado líder de la Commonwealth, Sopot.

Por norma general, el grupo se dividirá en 2 ó 3 partes, aunque en numerosas ocasiones deberemos avanzar sin más compañeros que nuestro arsenal de armas adquiridas conforme avanza el juego. Sin embargo, en algunos momentos contaremos con la agradecida presencia de un compañero, que se tomará muchas licencias a la hora de acabar con los enemigos que vayan apareciendo en la pantalla. Todo el escuadrón es más fuerte, más rápido, más listo y más hábil que un humano normal. Y eso no siempre jugará a favor nuestro, os lo prometo.

g  r  á  f  i  c  o  s
Si tuviera que destacar al primer Red Faction por alguna razón en concreto, lo haría por el Geo-Mod. Para aquellos que no sepan todavía lo que significa la modificación geométrica o Geometric Modification (Geo-Mod) del entorno en tiempo real, les diré que tanto los objetos como polígonos que forman el escenario se deforman con el impacto de nuestro arsenal. En otras palabras, podemos destruir todo lo que se nos antoje. Es más, en algunas fases podríamos llegar a gastar hasta la última gota de nuestra munición y no haber destruido ni una décima parte de las cosas presentes en aquella fase en particular.

El mapeado de los escenarios es tal vez el punto más flojo de este apartado, aunque a nivel general es excelente. En el diseño de las fases, por ejemplo, es donde más campo hay para las mejoras de un posible Red Faction 3. En casi todos los momentos del juego en que se pasa de un FPS a un shooter on rails (acción sobre raíles), el background de la acción es completamente plano y triste, por otro lado completamente comprensible dada la gran cantidad de efectos simultáneos mostrados en pantalla en dichas fases.

s  o  n  i  d  o
Red Faction empieza, ya en el menú, con un discurso en plan hitleriano que dura alrededor de 5 minutos (si tenemos la paciencia de escucharlo entero) y acaba con unos aplausos de una multitud aclamando a su líder. Eso si, para entenderlo necesitaremos unos buenos conocimientos de inglés, ya que el juego viene en el idioma de Shakespeare SIN subtitular. No estamos ante un Morrowind, Final Fantasy X o MGS, donde el argumento es parte primordial del juego, pero no hubiese estado de más dar un valor extra al producto con un doblaje y traducción al castellano.

El sonido de las armas es impecable. Remarcable el ruido apagado del NICW al disparar (a pesar de que son balas de 7,62) y el zumbido del Rail Gun que se activa y desactiva gradualmente cuando lo seleccionamos o deseleccionamos. En general, los efectos de sonido crean un clima bastante convincente, de intensidad gradual según la distancia, pero no distinguen la ambientación. Por ejemplo, mi ametralladora pesada (un arma de increíble poder destructivo pero de precisión = 0) suena igual en mitad de una calle que en el interior de una tubería bajo el alcantarillado de la ciudad. Del mismo modo, las farolas golpean el asfalto con la contundencia propia de un objeto de su tamaño, pero los casquillos de bala de nuestras armas no producen ese ruido tan característico al caer al suelo.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Desde el primer momento en que abordamos las opciones de RF2, una de ellas (o mejor dicho, la ausencia de una de ellas) nos llamará la atención: NO hay opción de auto-apuntar. En otros FPS jugables con la consola, donde hay que admitir que el control no es ni de lejos tan preciso como en un PC con teclado y ratón, es corriente incluir una opción que compense ese handicap. Sin embargo, en RF2 ese detalle queda compensado por dos razones: en primer lugar, el juego permite el uso de teclado y ratón por USB, lo que facilita enormemente el desarrollo del juego y lo hace considerablemente más sencillo; en segundo lugar, los controles están muy bien afinados. No encontré dificultades, excepto al principio, de hacerme con el manejo de Alias; es intuitivo y no es difícil empezar a encadenar disparos a la cabeza de los enemigos.

Dos mejor que una
Es decir, siempre que llevemos un arma que ocupe nuestras dos manos dispondremos de una segunda opción de disparo; pero no siempre tendremos un arma tan grande en nuestro poder. En el caso de que llevemos armas más pequeñas como pistolas, pistolas ametralladoras o nanoametralladoras podremos llevar dos al mismo tiempo, y controlables independientemente. En ese caso, el R1 controla el arma de nuestra mano derecha y el L1 la de nuestra izquierda. Eso puede generarnos la tentación de acribillar a nuestro enemigo sin piedad hasta que deje de temblar, pero deberíamos evitarlo si queremos que la munición no se extinga antes de tiempo; a ese efecto, no obstante, los chicos de Volition han dispuesto cantidades ingentes de armamento a lo largo del juego, de modo que será difícil que nos veamos indefensos ante el enemigo.

Agarraos chicos, nos movemos
Como si fueran pocas las armas que Alias puede llevar sobre el hombro o en sus manos (hasta 14 disponibles, desde una simple pistola a un lanzacohetes de fusión), los programadores de Volition / THQ han incluido una serie de vehículos para que podamos aumentar nuestra capacidad destructiva; desde un submarino armado con torpedos hasta la increíble armadura de combate, pasando por un helicóptero. RF2 combina el clásico FPS con un shooter on rails, donde la acción es controlada por la consola y nos limitaremos a hacer eficiente el uso de nuestras armas.

Las fases del submarino son tal vez las más tristes gráficamente y las peor terminadas, pero están a un buen nivel general. Y es que en conjunto, RF2 es excelente, con muy pocos puntos débiles que destacar; es cierto que el uso del geo-mod es un paso adelante para cualquier FPS que se precie, pero aún le queda campo para mejorar. Las paredes y demás objetos del entorno se rompen, correcto, pero no siempre de un modo realista. Las farolas caen al suelo en un espectáculo visual increíble, y sin embargo unas simples bombillas no pueden destruirse para atenuar la luz de una sala. No es que queramos ser Sam Fisher en Splinter Cell, en este juego no predomina el sigilo; pero si que es verdad que, aunque en líneas generales el juego sigue la base de si-está-ahí-puedes-romperlo, hay algunas lagunas que lo hacen menos creíble.

Red Faction 2: una nueva experiencia
Suena a título de película pero es que a pesar de todo, RF2 proporciona una experiencia de juego distinta al clásico FPS. Hay varias formas de usar el Geo-Mod, siendo la más inteligente aquella que no sólo lo emplea para obtener diversos ítems en el juego, sino también para proporcionarse una ventaja en el campo de batalla. El uso de la IA es muy acertado, aunque pierde gas a medida que avanzamos en el desarrollo del juego. Los soldados mejorados con nanotecnología son absolutamente ineptos. Los humanos, en cambio, corren, se esconden, agachan, buscan cobertura, devuelven las granadas, gritan… Los soldados avanzan de manera lineal hacia nuestro Alias que, eso sí, deberá utilizar una mayor cantidad de munición para abatirlos. Tal vez Volition / THQ nos hace un guiño hacia el uso de tecnología para suplir al hombre, mostrando claramente que no se puede sustituir la inteligencia humana mediante el uso de máquinas.

Punto aparte merecen las armas de RF2. No me cansaré de hablar de mi favorita de todos los tiempos: el Rail Gun. En el primer RF era obligatorio haber avistado al enemigo para usar el botón secundario del arma que captaba el calor emitido por el rival. Ahora ya no. Una serie de círculos concéntricos bajo un fondo azul representan el corazón de los humanoides sin importar paredes u obstáculos que interfieran por el camino. El rail gun es imparable; si somos lo suficientemente hábiles, seremos incluso capaces de alinear más de un enemigo y utilizar un solo disparo para causar más de una baja. Lástima de la escasísima munición que los programadores han puesto a nuestra disposición para este arma… Pistola, doble pistola, pistola ametralladora simple y doble, SMG, el rifle NICW, la escopeta, el lanzagranadas, 2 rifles de francotirador, la ametralladora pesada, el WASP, la nanoametralladora…

En cuanto llegamos al multiplayer, encontramos algunos modos clásicos como el deathmatch, el team deathmatch o el Capture the Flag, donde podremos compartir batallas hasta con 3 amigos más y 2 bots simultáneamente. Hasta 6 jugadores podrán participar en dichos modos de juego, junto en con el nuevo Barman (donde llevaremos una maleta que deberemos conservar en nuestro poder el mayor tiempo posible) o el Regimen, donde el héroe llevará una gorra enorme de dictador que deberemos evitar que nos arrebaten. Sin duda alargará bastante la vida útil de nuestro RF2 ya que, al no incluir un modo cooperativo como sí lo hace Halo o Timesplitters 2, las batallas con nuestros amigos son de lo más divertido.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Red Faction 2 es, junto a Timesplitters 2, uno de los títulos que más rabia me da que se infravaloren y que desaparezcan de las estanterías de las tiendas en pos de otros títulos que no les llegan ni a la suela de los zapatos. Pero el mundo de los videojuegos es mitad boca a boca y mitad marketing, con todo lo que ello supone. Soy de las personas que prefieren valorar un juego por lo que tiene y no por lo que no tiene, y bajo ese punto de vista el título de Volition sale muy bien parado. Si pudiese pedir un Red Faction 3 hecho a mi medida, probablemente le incluiría un modo cooperativo, un todavía mayor ahondamiento en el fabuloso Geo-mod, una mejor definición de las fases y un doblaje y traducción al castellano. Pero por lo que RF2 tiene, por lo que he mencionado más arriba, por lo que me he divertido al jugarlo, por la experiencia de juego distinta al resto, por todo eso y mucho más que me olvido al redactar este artículo, este juego merece todo lo que pagas por él.

Una ingente cantidad de extras entre películas, galería de arte y de personajes, armas… todo se va desbloqueando a medida que avanzamos: un argumento más para no soltar el mando hasta acabarnos la campaña single player que, eso sí, me pareció demasiado corta. En definitiva, un juego sólido y bien terminado, que va más allá de un 'buen juego' para convertirse en un 'gran juego' de disparos en primera persona. Aún tiene cosas que aprender este Red Faction 2, pero sin duda también ofrece muchas cosas que enseñar.