A la conquista de la NBA

Vuelve la saga de simuladores de baloncesto de EA a GC. Vuelve la magia de la NBA a la consola de Nintendo. Vuelven los partidos al límite. Y vuelven las mismas cosas que tuvimos hace un año, ya que los cambios son mínimos, y lo alejan de la simulación y lo acercan más al terreno del arcade.

No podía ser de otra manera. los grandes títulos de EA desembarcan en todas las plataformas con distintas virtudes y distintos defectos, pero a la larga siguen siendo unos grandes superventas, fruto de la dilatada historia que tiene cada saga tras de si.

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Si hay un simulador de baloncesto que por tradición se ha merendado el mercado Navideño de la mayoría de plataformas, esa es la saga NBA LIVE. Nada como disponer de todo el poderío gráfico de EA, de los beneficios de las licencias bien utilizadas de las que siempre ha hecho gala la compañía, y de una jugabilidad al acceso de cualquiera.

¿Pero es eso lo que se espera todos los años de éste simulador? A diferencia de otras sagas deportivas de la compañía, en las cuales los cambios van enfocados a buscar más realismo en la simulación, en el caso del baloncesto se ha decidido tirar por el camino contrario.

Nos encontramos con unos cambios que abanderando la mejora del espectáculo y la jugabilidad sólo han conseguido acercar más el estilo de juego a títulos como el NBA Street de la compañía, o a otros del mismo estilo, alejándolo de las cotas de realismo que se le suponen a un simulador hecho y derecho de baloncesto.

Ya no sólo por la opción "freestyle" que se le ha añadido al juego, y con la cual cualquier jugador te puede hacer una finta imposible, sino por el hecho de que el juego ya no requiere de combinaciones de teclas para realizar las jugadas más espectaculares.

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Mucha gente espera las nuevas versiones de este simulador con el ansia renovada, con la esperanza de hallar en él un juego perfeccionado en base a la versión anterior, pero cada vez los cambios son mínimos o lo único que consiguen es alejar más la nave de su destino final, del buen puerto al que se dirigía.

Alicientes no le faltan esta vez al simulador de baloncesto EA para ponerle la mano encima, pero siempre con las reservas que las nuevas versiones aconsejan tomar. La saga NBA Live no es ninguna excepción, y es algo que se tiene en cuenta. No hay nada que añadir cuando las diferencias están tan claras.

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Sin lugar a dudas nos encontramos ante la versión más completa y potente en lo que a gráficos se refiere de todas las plataformas consoleras del mercado para las que ha salido el juego. Este apartado está ampliamente desarrollado por los chicos de EA sports, los cuales dominan a la perfección tanto los movimientos de los jugadores como la recreación gráfica de los mismos, de las canchas, de todo lo que rodea al juego. Y es que si de algo presumen los juegos programados por los muchachos de EA es de ganarse la admiración de los jugones por el aspecto visual del juego antes que por otra cosa.

Los desarrolladores se han centrado en recrear de una forma lo más realista posible a todos los jugadores que aparecen en el juego. Desde la representación de las botas hasta los tatuajes que adornan su piel, cualquier jugador es fácilmente reconocible, aunque nuestro querido Gasol sea de los pocos que no se parece en nada a su doble en el juego. Lo que si es cierto es que todos los jugadores tienen la apariencia física, en cuanto a tamaño, músculos y peso, tal y como se les ve por la televisión.

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Los equipos disponen de sus uniformes oficiales para esta temporada, tanto en la versión para jugar como locales como la de jugar como visitantes. Además se incluyen uniformes míticos de los equipos, aquellos con los que se lograron grandes gestas y que son una alegría para la vista, pues todo aquel que tenga la suerte de haber seguido la NBA desde hace digamos más de 15 años, comprobará la sensación de recuerdo que le produce ver a su equipo con aquellas uniformidades de hace mucho tiempo atrás. Lo mismo ocurre con los equipos All-Star. Toda una sorpresa para los nostálgicos de los tiempos pasados, aquellos de los grandes clásicos, de los quintetos míticos, de las grandes gestas...

Lo que ya es otro cantar son los movimientos de los jugadores, ya que a los chicos de EA se les ha ido un poco la mano al tratar de plasmar toda la espectacularidad de las jugadas que estos gigantes realizan. basta decir que como siempre han mostrado su maestría en la captura de movimientos, pero lo que ya no es lógico es que cualquier "mindundi" pueda hacer los movimientos que realiza una megaestrella.

No acabarán metiendo la canasta, pero los movimientos hasta que el balón sale de su mano muchas veces son las mismas que las de la infalible estrella del equipo y todos sabemos que eso no es así. De todas formas hay algunos jugadores a los que se les ha tratado de manera individual, y por ejemplo veremos que prefieren dejar una bandeja a machacar el aro aunque lleguen tranquilamente a meterlas a capón.

El "Freestyle" que abandera esta nueva entrega del juego a veces peca de acciones imposibles, ya no porque no las pueda realizar nadie, que si que se puede, si no por el hecho de encontrarnos con que estas acciones se llevan a cabo aunque haya jugadores que lo impidan, es decir, que podemos mandar a un jugador hacer un regate o una finta o un reverso y éste es imposible que salga bien en la realidad por encontrarse los contrarios en determinadas posiciones (estorbando la maniobra) mientras que en el juego se realiza sin ningún problema. Esto le resta realismo al juego de una manera descarada y lo aproxima con demasiada frialdad al terreno del arcade, máxime cuando hablamos de un simulador.

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Disponemos de varias cámaras con distintas posiciones para seguir el juego, aunque echamos de menos alguna más. Todas ellas tienen el zoom ajustable para que lo pongamos de la manera más óptima para nuestros hábitos de jugabilidad. Y es que no a todos nos gustan los mismos puntos de vista. Como parte de la animación de la cancha donde juguemos, el público que abarrota la cancha está en continuo movimiento, si no es aplaudiendo está poniéndose de pie... para seguir aplaudiendo, independientemente de lo que está pasando en la cancha. Pero es de lo peor del juego. Unos gráficos horrorosos que no están a la altura del resto de cosas que se ven en pantalla.

Las animaciones antes de empezar los partidos en las que se ven primeramente a los jugadores del equipo de casa preparándose para saltar a la cancha y a los del equipo rival calentando mientras tanto en su parte del campo, no van muy allá y podían estar un poco mejor tratadas. Otras animaciones son las de los banquillos durante el transcurso del juego en las que principalmente el protagonista es el entrenador. No son muchas y enseguida se vuelven repetitivas.

Básicamente son animaciones de aprobación o reprimenda del entrenador, aunque las que menos sentido tienen son las animaciones de los jugadores, en las que se les ve bromeando en todo momento con lo que se da una sensación más próxima a un partido de solteros contra casados que a un encuentro de la NBA. Al menos en el menú del partido se puede bajar la frecuencia de éste tipo de cortes, algo muy aconsejable, ya que de lo contrario estaremos viendo una animación de éstas después de cada jugada, y eso no hay quien lo aguante, ya que llegan a producirse incluso en medio de los tiros libres, sesgando de manera descarada el ritmo del juego.

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Las repeticiones instantáneas del juego, aquellas en las que nosotros controlamos todos los aspectos de la misma, siguen siendo una maravilla, por lo completas y por la amplia variedad de posibilidades de actuación que tenemos sobre ellas. Sin embargo las otras siempre optan por una espectacularidad que resulta imposible de conseguir en una retransmisión televisiva normal, ya que se escogen ángulos de visión en los que sería imposible poner una cámara durante un partido. Aunque quien sabe si algún día...

M Ú S I C A

Todo un alarde de música rapera para esta nueva entrega de la saga NBA Live. Gente de marcado carácter "superventas" en las listas americanas, aunque en territorios hispanos no sean muy conocidos la mayoría de ellos.

A continuación una breve reseña de algunos de los títulos que sonarán durante los menús del juego:

Como podéis ver, una banda sonora bastante contundente en esto del rap.

El juego viene en inglés, no sólo las voces sino también los textos. no comprendemos este cambio cuando otras versiones consoleras si que están perfectamente traducidas y dobladas al Castellano. Es una pena.

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Por otra parte hay que decir que la galería de efectos sonoros que tiene el juego son muy buenos, desde el sonido del balón al golpear el aro, hasta los ruiditos que hacen las zapatillas de los jugadores en el parqué, pasando por los árbitros (a los cuales oiremos cantar las faltas no sólo con el silbato sino también de viva voz), el público que sigue el encuentro e incluso a los entrenadores de cada equipo, sobre todo cuando aplauden alguna acción de sus jugadores.

Buenos efectos que vienen a complementar todas las acciones que realicemos en el partido de una forma efectiva y real. Incluso el ruido que produce la canasta cuando algún jugador se cuelga de ella es variable dependiendo de la condición física y de la acción del jugador sobre la canasta.

La de siempre. Mientras por estos territorios pal no salga un nuevo competidor seguirá siendo el mejor simulador de baloncesto del que se dispone. Algo muy fácil de conseguir cuando se es el único. El problema es que se trata de siempre lo mismo. Aunque ahora se ha intentado añadir una pizca de originalidad bajo el epígrafe "Freestyle" que acompaña a algunas acciones de los jugadores.

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El juego dispone de un buen tutorial para que nos hagamos rápidamente con el tan cacareado "Freestyle", con el cual podremos dar todo el fantástico espectáculo que queramos a nuestros atónitos ojos y a los de todos aquellos que nos estén mirando jugar. A decir verdad, yo pienso que estorba más que ayuda, pues el juego se vuelve demasiado "arcade" para lo que una buena definición de simulador puede y debe soportar.

Y es que es demasiado difícil de asimilar que los partidos, a nada que nos lo propongamos se conviertan en un correcalles incontrolable, en el que sólo nos daremos cuenta de la simulación gracias a las normas del reglamento que tenemos activadas.

Por otra parte hay que decir que no hay ni rastro de la modalidad de juego en la que se incluía el concurso de triples, pero que si siguen los ya tradicionales partidos de exhibición, la Liga, el modo franquicia y los Play-ofss.

Destacar el acertado modo de juego de uno contra uno, donde podremos jugar tanto en la calle como en una cancha cerrada, como en la playa,  así como en otros lugares que tendremos que descubrir. Ésta modalidad nos sirve para entrenar las jugadas individuales de una manera más clara, mientras que para los entrenamientos con todo el equipo ya tenemos la modalidad Práctica.

Los tiros libres se siguen lanzando como siempre, pero este año parece que se ha ajustado un poco más los porcentajes de los lanzamientos de cada jugador aunque, como todo, es cogerle el tranquillo a la mecánica.

Los "ale-hoops" tienen un botón para realizarlos automáticamente, de tal guisa que si lo apretamos el jugador que lleva la pelota lanzará el pase y el que se encuentra en disposición de realizar el mate saltará a encontrarse con la pelota y clavarla en el aro. Todo ello con la simple y única pulsación de un botón, aunque si no escogemos el momento oportuno lo más probable es que se falle.

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Por lo demás el juego es el mismo que el de otros años, a nos ser por la actualización de las plantillas, y de las características de los jugadores. En fin, que otro año más que nos dan más de lo mismo, con ligeros cambios, pero con el beneplácito de la afición.

Pocos cambios en esta nueva entrega que tratan de aumentar la espectacularidad del juego, aunque a veces sólo sirva para convertirlo en un corre-calles y un hervidero de faltas personales. La opción Freestyle agradará a aquellos que sólo buscan acciones espectaculares en el juego, mientras que los que vienen buscando un buen simulador se sentirán defraudados con él por encontrarse con más de lo mismo.

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Las actualizaciones de las plantillas son, como siempre, justo cuando comenzó la Liga, por lo que los traspasos y cambios a posteriori no se reflejan y tendremos que realizarlos nosotros a mano.

La conclusión final es que si ya tienes el del año pasado, lo mejor es que te lo pienses. Si no tienes ningún simulador de baloncesto, no sabemos a que esperas para hacerte con él. Pero si ya posees alguno lo mejor que puedes hacer es probarlo, y probar el alcance que la opción Freestyle tiene sobre tu concepción de los simuladores.

Una vez hecho esto serás libre de hacer lo que te plazca, pero tendrás los elementos de juicio necesarios para discernir si este juego te convence como simulador o si por el contrario te convence como arcade. A mi me parece más lo segundo, por lo que prefiero decir que se trata de un juego de baloncesto antes que un simulador. Para simulador ya tienes el NBA Live 2002.