Delicatessen intemporal

Al que muchos han bautizado como la nueva mascota de Xbox ya está por fin entre nosotros. Blinx, el barrendero del tiempo, llega a Xbox de la mano de los mismísimos creadores del erizo azul con muchas ganas de hacer algo grande en el universo consolero. ¿Nos encontramos ante el nuevo Mario o Sonic?

Con tales credenciales es normal que las expectativas de la comunidad de jugones en general y la de los propietarios de Xbox en particular se disparasen cuando se comunicó que el grupo de Ohshima-san realizaría un plataformas exclusivo para la máquina de Microsoft. Y más cuando se empezaron a filtrar las primeras noticias relacionadas con el juego: que si se podría controlar con entera libertad el tiempo, que su apartado técnico sería tan revolucionario que únicamente sería posible llevarlo a cabo en Xbox por el uso que se haría del disco duro del que está dotado la 128 bits de los de Seatle.

En el pasado E3 de Los Ángeles el juego recibió algunas críticas muy favorables, llegando a ser el finalista en conseguir el premio de Juego más Original del certamen, trofeo que se otorgó finalmente a otro juego de la 128 bits de Microsoft, Psychonauts.  No obstante, quizá al juego con el que más se ha comparado a Blinx haya sido el reciente Super Mario Sunshine. El genial plataformas de Nintendo quizá no haya sorprendido como sí que lo hicieron las precuelas de fontanero italiano, pero la mayoría de los fans del bigotudo de la gorra roja han quedado enteramente satisfechos con la calidad de su último título.

Blinx, en ese sentido, quizá supera ámpliamente a la obra de los de Nintendo, pues su original concepción no tiene parangón hasta el momento. Es en cuestiones como carisma, capacidad de enganchar o simplemente facilidad de control donde el juego de Artoon debía demostrar que su calidad es equiparable a la de la obra insignia de la compañía de Donkey Kong. ¿Lo habrá conseguido?

Los Barrenderos del Tiempo son lo que podría denominarse los funcionarios del Reloj Universal. Todos ellos pertenecen a la misma raza de gatos, una especie parecida a la de los gatos terrícolas pero que camina a dos patas, o piernas, según se mire, y dotada de una inteligencia equiparable a la humana. Su trabajo no es otro que el viajar de planeta en planeta buscando inconsistencias en el flujo temporal y eliminarlas gracias a la Escoba del Tiempo, una especie de aspiradora espacial que siempre portan en su espalda. La citada herramienta tiene otras utilidades, pues también sirve para aspirar casi cualquier objeto y expulsarlo a gran velocidad, cual modernísima honda.

Estos barrenderos dependen de la llamada "Fábrica del Tiempo", el único lugar en el universo en el que se crean las gemas del tiempo, preciados objetos que consiguen que el tiempo fluya en perfecta armonía. Pero hay malvados que donde hay algo escaso o controlado con celo ven únicamente una oportunidad de negocio. Esos individuos tan malignos son conocidos como "Los Piratas del Tiempo", y el único afán de todos ellos es causar el mal allá donde vayan y robar cuanto más dinero mejor.

Y es que, en ocasiones, los denominados Piratas del Tiempo interceptan los cargamentos enviados por la "Fábrica del Tiempo" y venden su contenido al mejor postor. Ésto entraña dos problemas de difícil solución: por una parte, el desequilibrio del tiempo producido por el mal uso de las gemas. Y por otra, algunas de éstas, al estar descontroladas, se transforman en los temidos Monstruos del Tiempo, criaturas muy peligrosas que siembran la desolación en aquellos mundos en los que el flujo temporal ha sido violado de alguna forma. Los encargados de resolver esas situaciones tan delicadas son los componentes de una de las brigadas espaciales mejor preparadas de todo el cosmos: los Barrenderos del Tiempo.

Pero cuando los villanos se las prometían tan felices se han encontrado con la desagradable sorpresa de que las gemas se han ido transformando en Monstruos del Tiempo a los que no han podido controlar. Blinx y el resto de sus compañeros de trabajo se quedan paralizados al contemplar en los monitores de la Fábrica del Tiempo todo lo que está sucediendo. Pero cuando aparece la princesa en los monitores de seguridad y reclama ayuda, Blinx se enamora perdidamente de ella y se jura a si mismo que no parará hasta liberarla de sus captores.

Así, desoyendo las indicaciones de los mandatarios de la Fábrica, los cuáles instan a todos los Barrenderos del Tiempo a concentrarse en el resto de los planetas y olvidarse del mundo B1Q64, Blinx se introduce en la puerta interestelar que le conduce al mundo en apuros armado tan solo con su inseparable Escoba del Tiempo. Mil y un peligros esperan al intrépido gato espacial y a todos los que acepten el desafio de Blinx: The Time Sweeper. La recompensa, salvar al mundo y quedarse con la chica. No está mal, ¿verdad?

La consistencia de los movimientos y las animaciones tanto de los personajes como de los elementos dinámicos que componen los escenarios -cataratas, ríos, etc.- es francamente reseñable, y más si tenemos en cuenta la nula presencia de ralentizaciones. Es decir, que la tasa de frames por segundo no se verá disminuída en ningún momento. También es cierto que serán escasas las situaciones en las que nos encontraremos con muchos objetos móviles en pantalla, pero incluso en esos momentos el motor del juego responderá a la perfección.

Si hablamos del diseño de los personajes, una mirada crítica podrá advertir que, aunque en los primeros planos el nivel es muy alto, es en los planos generales, cuando no sólo contemplamos a nuestro personaje sino también al entorno en el que se encuentran, el momento en el que apreciaremos su principal carencia o falta: la sensación de que los personajes parecen estar solapados encima de los fondos.

En cualquier caso, y quizá a consecuencia del ambiente cartoon que se respira desde las primeras partidas, los gráficos son uno de los grandes aciertos de este juego. A pesar de no reclamar en ningún momento el protagonismo al original desarrollo del juego en sí -en el que el tiempo tiene un papel fundamental-, el apartado visual de Blinx: The Time Sweeper es otro de los principales reclamos de la obra de Artoon. Y es que el género de los plataformas parece estar viviendo una segunda juventud, lo que a efectos prácticos se traduce en un mayor empeño, por parte de las compañías, en crear un producto atractivo en todos sus apartados, gráficos incluidos.

Atrás quedaron los tiempos en los que lo único importante era la jugabilidad, y, en estos tiempos que corren, si un juego no aúna un control intuitivo que consiga divertircon un apartado visual impecable es difícil, por no decir imposible, que llegue a codearse con los mejores. Es por ello que los programadores se han esforzado en implementar cosas como el impresionante efecto con el que se ha implementado el agua - que a pesar de todo no llega a la altura del visto en Super Mario Sunshine - o el más que correcto modo en el que las fuentes de luz incidirán en los elementos que pueblan las pantallas, detalles que, a pesar de todo, no consiguen acabar de convertir a Blinx en un juego absolutamente apetecible para la vista.

Como viene siendo habitual en los juegos del género, el gato protagonista tendrá una gran expresividad que se reflejará en pantalla de las más diversas formas. Por ejemplo, si nos colocamos en el borde de una plataforma, Blinx moverá rápidamente los brazos en un intento desesperado  de conservar el equilibrio. De igual forma, si saltamos a una plataforma lejana y no conseguimos llegar, Blinx intentará infructuosamente utilizar sus uñas como improvisado piolet para conseguir alcanzar su objetivo. Otro ejemplo: como a casi todos los felinos domésticos el agua no le hará mucha gracia, y es por ello que si entra en contacto con el líquido elemento el control se hará algo más tosco.

El campo de visión será muy amplio, al igual que la profundidad de éste. Es decir, que si conseguimos colocarnos en un punto del escenario en el que no haya ninguna construcción que se interponga entre nosotros y un punto determinado del nivel podremos ver con total claridad si allí se encuentra un enemigo, un objeto o cualquier otra cosa. Y todo ello sin ningún tipo de popping o muestras de flaqueza del motor del juego.

Gracias a la palanca derecha del mando de nuestra Xbox podremos variar en todo momento el punto de vista, incluso pudiendo adoptar una perspectiva subjetiva mediante la cuál ver las cosas de una forma un poco más personal. Eso sí, el mismo motor del juego nos impondrá en determinadas ocasiones algunas limitaciones dependiendo del lugar en el que nos encontremos, aunque en otras se las ingeniará para que podamos ver a Blinx aunque haya algún obstáculo que lo impida, utilizando efectos de transparencias o forzando contrapicados visuales.

Un problema relacionado lo encontramos cuando queremos ignorar a un monstruo que se encuentre cerca de nuestro personaje. Quizá debido a que de lo que se trata en este juego, fundamentalmente, es de acabar con cuanto bicho viviente se nos ponga a tiro de piedra, la cámara enfocará automáticamente a nuestra próxima víctima aunque ni tan siquiera hayamos hecho un ademán de prestarle la más mínima atención.

Ésto será especialmente incómodo cuando no tengamos munición en nuestra Escoba del Tiempo y lo único que podamos aspirar enfrentándonos a un enemigo sea el esquivar sus embestidas para ganar el suficiente tiempo como para poder recargar nuesta TS-1000. En cualquier caso, la mayor parte del tiempo la cámara no nos jugará ninguna mala pasada y podremos seguir la acción con relativa comodidad.

No podríamos analizar el aspecto gráfico de Blinx: The Time Sweeper sin comentar los convincentes efectos visuales que tendrán lugar cuando activemos alguno de los poderes temporales. Será entonces cuando la pantalla de nuestro televisor se tiña de diferentes colores y los enemigos, e incluso el propio gato, vean modificado su comportamiento durante unos segundos. Si tuviéramos que quedarnos con alguno lo haríamos con el poder "Pausa". La sombra de Matrix es alargada...

Un apartado modesto que cumple con algunos aprietos su cometido. Hay muchas cosas, como el diseño de los enemigos, muy mejorables, por lo que no podemos estar contentos. Se echa de menos un virtuosismo técnico totalmente inexistente, el cuál hubiera quedado de perlas en un juego de estas características.

Ni tan siquiera encontramos una canciónpegadiza que, tras jugar unas cuantas partidas, podamos evocar distraídamente tarareándola en cualquier momento o lugar. Y es que la falta de carisma del protagonista de Blinx: The Time Sweeper se hace notar incluso la banda sonora. Una lástima. El único consuelo que nos queda es que la música, por lo menos en los plataformas, es un elemento más o menos prescindible...

Y es que, y a ver si sirve de precedente, casi todos los textos de Blinx: The Time Sweeper han sido traducidos a nuestra querida lengua, incluyendo menús, estadísticas, etc. Los unicos que han permanecido en otro idioma han sido los nombres de las fases, aunque no creemos que ésto vaya a suponer un trauma para algún jugón, y más viendo que otros títulos como Enclave o Morrowind, juegos en los que los textos cobran una importancia mucho mayor - poco menos que vital en el caso de The Elder Scrolls III - la traducción brilla por su ausencia.

En cuanto al resto de fx, el nivel general está por encima del de la música. Sobre todo destacan algunos detalles puntuales, los cuáles consiguen elevar en muchos puntos la media del apartado. Ejemplos de ésto son la campanada que sonará cada vez que se cumpla un minuto de juego y el quejumbroso golpeteo de los objetos que lancemos mediante nuestra aspiradora y que no consigan impactar en su objetivo, destrozándose así contra una pared cualquiera.

La forma de acabar con los enemigos, y a diferencia de muchos otros juegos del género, no tendremos que atacarles usando nuestro cuerpo, sino que deberemos emplear el arma que todo Basurero del Tiempo porta con orgullo: La Escoba del Tiempo. Vale, es verdad que no suena muy peligrosa, pero mediante ella podréis aspirar casi cualquier elemento que encontréis por los escenarios, hasta un máximo de 5 unidades, para después lanzarlo con fuerza contra vuestros enemigos. Los efectos serán demoledores.

El objetivo principal de nuestro felino héroe será el acabar con todo bicho viviente que habite en la fase en la que estemos jugando. Así, tendremos un útil indicador de cuántos monstruos del tiempo quedan en el nivel en el que nos encontremos, pues será requisito fundamental e ineludible el acabar con todos los enemigos antes de poder pasar a la siguiente pantalla.

Cada nivel, a su vez, tendrá un límite de tiempo, y si no conseguimos superar la fase antes de que el cronómetro alcance el tiempo máximo, el temido mensaje de Game Over hará acto de presencia en nuestra pantalla. Para completar los niveles, además de eliminar a todos los Monstruos del Tiempo,  habrá que localizar e introducirnos en una especie de teletransporte espacial. La forma de conseguirlo, seguir las señales que nos encontraremos en cada una de las fases y que nos indicarán el camino a recorrer.

Para poder concluir Blinx: The Time Sweeper deberemos completar todas las rondas. Cada ronda está dividida en varios niveles, y en el último nivel de cada una de las rondas nos encontraremos a un temido jefe final, un rival mucho más duro que el resto de enemigos a los que nos hayamos enfrentado hasta el momento. El modus operandi para acabar con ellos es de lo más variado, aunque siempre suele pasar por conseguir lanzarle el mayor número de objetos posibles.

Siempre podremos volver atrás y volver a jugar en los niveles para descubrir los secretos que no hayamos sido capaces de descubrir en un primer intento. Por secretos nos referimos a las medallas gato que estarán más o menos escondidas en cada uno de los escenarios y que podremos coleccionar.

Cuando hayamos recogido una cantidad de dinero respetable en los niveles, podremos dirigirnos a la tienda para adquirir útiles objetos para que las cosas pinten un poco mejor para Blinx. Desde nuevos trajes hasta Escobas del Tiempo más potentes con las que absorber objetos mucho más pesados, pasando por power-ups como corazones con los que aumentar nuestras posibilidades de hacer frente a cuantos peligros nos encontremos.

Además del dinero repartido a lo largo y ancho de las fases, los principales ítems que podremos recoger serán las llamadas gemas del tiempo. Gracias a ellas Blinx podrá controlar el tiempo de diferentes formas, dependiendo de sus necesidades en cada momento. Para conseguir un poder del tiempo deberemos recoger gemas del tiempo del mismo tipo. En la pantalla de vuestro televisor aparecerá una cuadrícula con cuatro posiciones.

Cada vez que recojáis una gema del tiempo ésta aparecerá en una cuadrícula. Pues bien, sin conseguís que en la cuadrícula aparezcan tres gemas del mismo tipo, obtendréis un poder que dependerá de las gemas idénticas que hayáis recogido. En el caso de que consigáis 4 gemas iguales, entonces serán dos unidades del mismo poder las que se os serán otorgadas.

Dependiendo de la combinación de gemas, podremos conseguir 5 poderes diferentes y una bonificación de vida. La bonificación de vida es útil cuando un enemigo nos golpee, pues en el caso de que nos quede alguna bonificación podremos continuar jugando desde el punto en el que nos hayan golpeado. En caso contrario, deberemos reiniciar el nivel y perderemos todos los objetos e ítems que hayamos recolectado hasta el momento en una fase concreta.

Hay que señalar que tan sólo podremos llevar 3 unidades de poderes temporales a la vez, por lo que será conveniente saber qué poderes son los que nos van a ser más útiles en cada momento. Por ejemplo, si nos encontramos atrapados en una plataforma y un momento antes el puente que unía la plataforma en la que estamos con otra situada fuera del alcance de nuestro salto se ha derrumbado, pues el poder de Pausa en este caso no nos servirá para nada. ¿Veis por dónde van los tiros?

Es de agradecer que cada vez que pulsemos el botón B del controlador de Xbox para seleccionar un poder la acción se detenga por completo, para que las prisas no nos hagan tomar una mala decisión. Y es que en más de una ocasión os encontraréis rodeados de enemigos saltimbanquis con cara de mala uva y tendréis que pensar muy muy rápido. Así que una ayudita de este tipo nunca vendrá mal.

En resumen, Blinx: The Time Sweeper es un plataformas con interesantes novedades que ofrecer a un género dominado por vacas sagradas. Por desgracia, la gran similitud entre todas las fases, tanto en diseño como en los -simplistas - objetivos a cumplir, hace que, a las pocas partidas, le asalte al jugador una tediosa sensación de monotonía. Una lástima, porque una interesante idea -ofrecer el tiempo como factor controlable- se ha quedado en el camino de alcanzar las más altas cotas jugables...

Es por ello que, a pesar de todo, hay que saber felicitar a Artoon por su voluntad de innovar y animarla para que su próxima obra -¿quizá una segunda parte de este juego?- sí que presente una calidad fuera de toda duda. Concluyendo, Blinx The Time Sweeper es un buen plataformas, a bastante distancia de los números uno, eso sí, pero que seguro que tendrá su público entre los que busquen nuevas experiencias o los adictos al género.

l  o    m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r