Un nuevo juego de lucha aparece en el universo de Xbox. Tras muchos años de ausencia, Barbarian retorna para poner las cosas en su lugar. ¿Estará a la altura de lo esperado hoy en día? Los más talluditos en esto de los videojuegos, sin duda recordaréis con cariño el clásico juego Barbarian que, hace ya bastante tiempo, pudimos disfrutar en las máquinas de 8 bits. Aunque los juegos de lucha ya habían hecho aparición en esa época, Barbarian añadió un ligero toque gore que sorprendió a muchos y que nos hizo sonreír a todos los que jugamos con él.
Y es que el bárbaro que controlábamos durante el juego era capaz de defenestrar a sus rivales, terminando con ellos de un solo golpe. Tras esa fantástica estocada, un pequeño duende se encargaba de recoger los sprites que conformaban la cabeza de nuestro enemigo, dejando la arena libre de impedimentos para disputar el siguiente combate. Han pasado ya muchos años de aquello y el clásico Barbarian vuelve remozado y dispuesto a hacerse un hueco entre los juegos de lucha de los que dispone la consola Xbox. La cuestión es, ¿será capaz de hacernos olvidar el fantástico sabor de boca que nos dejó Dead or Alive 3? La respuesta es tajantemente no. A pesar del esfuerzo realizado por los programadores para crear un juego de lucha competitivo, éste Barbarian peca de ingenuo en muchos aspectos de juego y el sistema de combate utilizado no está a la altura de lo que podemos esperar de un fighting game en estos tiempos. Para diferenciarse dentro de otros juegos del género, los programadores de Barbarian han añadido una serie de mejoras o "novedades" a los clásicos juegos de lucha. Así se han incluido elementos propios de los juegos de rol, como son la posibilidad de conseguir nuevos golpes o mejorar nuestras habilidades (más puntos de vida, ataque más dañinos); también le debemos juntar a esto que en el juego existen objetos arrojables, tales como estacas, cajas, barriles... con los que golpear a nuestros rivales (al más puro estilo Power Stone 2). Y por último, la inclusión de magias con las que los personajes pueden aumentar sus posibilidades de lucha.Modos de juego Barbarian incluye tres modos clásicos de juego, dejando de lado los ya tópicos modos survive y tag team que no están presentes en el juego.
En el modo entrenamiento se nos instruye sobre diferentes aspectos de la lucha que debemos aprender si queremos salir victoriosos del ring. Se nos enseñan los diversos tipos de combos, los distintos tipos de magias y su uso, la utilidad de las runas... Además incluye la opción de entrenamiento libre. El modo versus es el clásico del género de lucha, pero con la salvedad de que pueden competir hasta 4 jugadores. Por último, el modo misión es muy parecido al modo historia de Soul Calibur. Así, cada uno de los 10 personajes disponibles en un principio tendrán una historia distinta que contarnos. Con cada uno de ellos recorreremos uno a uno todos los parajes del juego, bien buscando venganza, bien fama o bien riqueza. La característica más destacable del modo misión es sin duda la posibilidad de ir mejorando las habilidades de nuestro luchador. Según venzas en los combates, irás ganando puntos de experiencia y puntos para mejorar los atributos (que son vida, daño que hacen tus golpes, defensa, magia y fuerza). Además, puedes conseguir nuevas habilidades como un salto doble para llegar a zonas muy altas o la posibilidad de entrar en un estado berserk, que aumentará nuestra fuerza cuando estemos a punto de caer derrotados. g r á f i c o s A años-luz de su principal rival dentro del género, Barbarian muestras unos gráficos correctos aunque nada impactantes. Los modelos de los luchadores son bastante toscos y poligonales; no esperéis encontrar curvas arrebatadoras ni músculos definidos. Podemos manejar, en principio, a 10 personajes distintos y de variadas razas, como humanos, elfos, esqueletos, ogros e incluso una especie de babuino. La ambientación, tanto de ellos como de los decorados, nos recuerda a una época medieval de príncipes y dragones que luchan por conseguir reinos. Sin embargo, y pese al llamado modo misión, los personajes presentan una indolencia y falta de personalidad que no los hace atractivos para el jugador experimentado. En cuanto al movimiento de estos, está en la misma línea que el modelado. Los movimientos son robóticos e hieráticos, no habiéndose pulido al máximo las animaciones. En cuanto al aspecto de los escenarios de batalla, presentan un diseño bastante correcto. Buenos efectos de luz, unas texturas solventes y amplitud de espacios para la lucha. Los escenarios además presentan objetos rompibles que nos permiten acceder a zonas más altas y/o bajas, lo que nos recuerda un poco a DOA3, aunque sin llegar a su nivel. Además están plagados de objetos con los que interactuar, como postes donde agarrarnos y desde donde lanzar golpes, además de ítems arrojables y que serán de una gran ayuda para batir a nuestros rivales.m ú s i c a Al igual que los gráficos, correctos sin más. La música nos traslada a una época medieval, con sonidos góticos y oscuros, que es la que más acorde va con el diseño de escenarios y personajes. Cumple a la perfección su labor de acompañamiento.
s o n i d o f x En cuanto a los efectos de sonidos, no son destacables. Voces en inglés, un narrador que nos introduce antes de cada combate contándonos la historia del personaje que manejamos, y clásico sonido de juego de lucha. Espadas chocando, golpes contra el suelo y demás efectos sonoros que acompañan durante la partida, sin demasiadas florituras.j u g a b i l i d a d El sistema de control en Barbarian es muy asequible y básico. No necesitarás comandos avanzados ni aprender largas combinaciones de teclas para batir a tu rival. El juego usa tan solo dos botones para realizar los golpes, uno para los golpes débiles y otro para los fuertes. Se incluye un botón para saltar a partes más elevadas del mapa, otro botón de agarre (para coger tanto objetos del escenario, agarrarnos a lugares como escaleras y postes o para coger en brazos a nuestros rivales) y un botón que nos permite liberar nuestra magia. Además con los gatillos, bloqueamos a los rivales y usamos las llamadas runas.
El sistema de combate es bastante tosco y antinatural. Cada luchador dispone de ocho combos distintos, con hasta seis golpes cada uno de ellos, y que son: débil, fuerte, veloz, aparecer, retroceder, aturdir, mágico y debilitar. Cada uno de ellos, además del daño que hace, provoca una reacción en el rival. Por ejemplo, el combo retroceder provoca que los rivales se alejen al recibir el golpe y el combo mágico nos hace recuperar con prontitud la barra de magia. La forma de ejecutar estos combos es sencillísima, siendo una combinación de los botones X e Y. Sin más, no es necesario mover el mando en ninguna dirección. Además, toda combinación de pulsaciones de los botones X e Y es un combo. Como veis, la simplicidad en grado máximo. Y ahí reside su falta de encanto. Además de que el número de combos y de golpes es más bien escaso, la manera de lo ejecutarlos es tan burda que hace que se pierda totalmente el interés en el combate. Si a esto le sumamos que en vez de parecer un juego de lucha, parece uno de rol por turnos, creo que está todo dicho. Una vez que uno de los dos personajes, el nuestro o el del rival, haya comenzado con la marea de golpes, no podremos pararlo de ninguna manera. El primero que golpee, dará todos los golpes que quiera o pueda hasta que el otro caiga al suelo. Sí, existe un botón para bloquear los ataques, pero sólo funcionará si lo usamos justo en el momento anterior a que nos asesten el primer golpe. Si no lo hacemos, debemos prepararnos para recibir una buena tunda. La conclusión es que el más rápido de los dos luchadores, lleva casi todas las de vencer. Ni que decir tiene que la máquina es bastante más rápida que nosotros, por lo que una vez empiece a golpearnos, caeremos seguro al suelo, albergando la esperanza de que cuando nos levantemos, seamos nosotros los primeros en golpear. Y eso que la Inteligencia Artificial con que se ha dotado a los personajes es más bien escasa, pues se limitan a golpearnos sin cesar hasta que caemos redondos. Es fácil también ver como nuestros enemigos se quedan atrapados entre dos objetos del escenario, momento que aprovecharemos para asestarles nuestro mayor combo, tal vez porque sea nuestra única oportunidad de golpearlos. El juego además presenta unas 3D con mayor libertad que la mayoría de juegos de lucha (es más del estilo de Power Stone, como señalamos antes). Y en ocasiones es muy difícil encarar a nuestro rival y apretar el botón de bloqueo antes de que nos golpee, por lo que es bastante complicado parar tan solo un golpe. La cámara además no ayuda en absoluto, y en ocasiones columnas u otro objeto nos impedirá tener visibilidad de lo que ocurre en pantalla (en ocasiones una columna puede llegar a tapar más de media televisión), por lo que la panda de sopapos que te da el rival dan es digna de mención El sistema de lucha tiene por otra parte aspectos positivos, como el sistema de magias y la posibilidad de conseguir runas tras ejecutar correctamente algún combo, un lanzamiento o un contraataque. Estas runas nos darán nuevas magias que podremos usar en el combate que estemos, lo que da una mayor diversidad al juego.
Sin embargo, los aspectos positivos y medianamente innovadores que posee, se ven eclipsados por un sistema de combate pobre y por una jugabilidad inconclusa y aburrida, donde el ganador no es el más hábil, sino el más rápido.c o n c l u s i ó n Un videojuego debe ser, ante todo, jugable. Y si esto falla, poco importa lo demás. Barbarian falla en aspectos básicos de juego, por lo que pese a las buenas ideas incorporadas al combate, no podemos más que tirarnos de los pelos por la oportunidad de tener otro buen juego de lucha y que no ha sido tal. Teniendo a su lado una maravilla a nivel técnico y jugable como es DOA3, Barbarian queda disminuido por su poco trabajado sistema de control y escasa jugabilidad. A buen seguro que dentro de unos años no recordaremos este Barbarian, cosa que si hacemos con su antecesor.l o m e j o r
La inclusión de las magias y las runas Algunos de los escenarios de combate l o p e o r
La excesiva sencillez del sistema de combos La escasa jugabilidad que atesora