La vuelta de un clásico

Uno de los más grandes plataformas de todos los tiempos vuelve, con todos sus atributos intactos: gráficos de cuento de hadas, un estupendo diseño de escenarios, gran variedad de acciones y mucha diversión.

Allá en 1995, apareció un juego para Super Nintendo que era, ni más ni menos, que la secuela de Super Mario World, aunque más bien podría tratarse de una precuela, pues el periodo temporal es bastante anterior (de todos modos ponerse a situar la cronología temporal de Mario suena como un poco absurdo). Yoshi's Island se sitúa en el mismo nacimiento que Mario y Luigi, por lo que la escena principal muestra a la cigüeña llevando dos saquitos. De repente, esta es atacada por un Koopa montado en una escoba, logrando coger a Luigi, pero no a Mario que cae hacía abajo llegando a la isla de los Yoshis, muy lejos de su hogar.

Afortunadamente, los Yoshis son animales de gran corazón, y deciden llevar a casa al bebe Mario (que no tiene bigote, aunque sí su gorra). Para ello deberán atravesar 6 mundos con 8 pantallas cada uno, de los cuales 2 son jefes, turnándose entre pantalla para llevarlo, por lo que cada vez habrá un Yoshi de diferente color esperando. Por supuesto, el juego tiene su ración de secretos, y se podrán encontrar nuevos escenarios cumpliendo exigentes condiciones.

Yoshi's Island está considerado por muchos como el mejor plataformas 2D de la historia, algo que puede ser discutible para algunos (hay quien le gusta más Super Mario World, Sonic CD o algún otro), pero que en el fondo demuestra la inmensa calidad que rebosa este título. La versión de GBA es idéntica, por lo que comparte todas las virtudes que tuvo en su día este título.

 g r á f i c o s

Yoshi's Island posee unos de los gráficos más bonitos y mejor realizados que un sistema de 16 bits como Super Nintendo podía ofrecer. A pesar de que Donkey Kong Country poseyera esos gráficos prerenderizados, sinceramente, Yoshi's los supera ampliamente, ofreciendo un mundo tan colorido, tan alegre y con tantos y tantos efectos, que es complicado que no le caigan babas a uno. En su día, hubo que recurrir al chip de apoyo gráfico Super FX II para conseguir que el juego tuviera ese aspecto, más que nada por la inmensa cantidad de rotaciones, translaciones, combinación de colores y escalados que podía llegar a ofrecer.

En GBA conserva exactamente el mismo aspecto, habiendo emulado con gran precisión todos y cada uno de los mundos que hacían tan especial el título. Una de las cosas más grandes sobre este apartado, era el hecho de la enorme variedad que había. Una pantalla con otra en el mismo mundo no tenía nada que ver la una con la otra. El derroche de color e imaginación no acababa con los escenarios, sino que también se traducía en los enemigos y en los jefes finales, que son de un tamaño más que considerable.

La única pega que se le puede poner, es que por motivos de resolución de pantalla, se ha tenido que introducir un scroll vertical para poder mirar arriba y abajo en toda su extensión, algo que resulta un poco incómodo, pero que no constituye un gran problema.

 s o n i d o

Buen ejemplo de como aprovechar bien el chip de sonido de la pequeña GBA, las mismas alegres y simpáticas melodías con las que ya se puedo disfrutar en su día, reproducidas con gran calidad y aprovechando los recursos que se tienen. Lo mismo sucede con los efectos, que en su día eran lo más, con voces digitalizadas de los Yoshi, aquí esta faceta ha quedado algo reducida y no hay la misma variedad de efectos que había antes, pero sigue siendo algo agradable de oír y que acompaña muy bien todo el juego.

 j u g a b i l i d a d

El hecho de que sea Yoshi en vez de los hermanos Mario el protagonista aporta una jugabilidad muy distinta, al ser los movimientos diferentes, y más variados, que en anteriores entregas.

Como movimiento básico se tiene la lengua y el salto. Con la lengua se pueden capturar una buena parte de los enemigos, que o bien se pueden soltar lanzándolo contra otros enemigos, o bien se puede engullir, con lo que Yoshi pondrá un huevo que se situará en su cola. Los huevos se utilizan a modo de proyectil, para lo que el dinosaurio se quedará quieto mientras una mirilla va subiendo arriba y abajo para ver adonde se quiere lanzar. Con el salto, la mecánica es un tanto distinta, ya que manteniéndolo presionado, se puede hacer un salto continuado, en el que se podrá mantenerse un poco más de tiempo en el aire, a la vez que ganar algo de altura. También se puede efectuar un aplastamiento desde el salto, que hará que Yoshi baje en picado destrozando a casi cualquier enemigo.

Además de esto, los Yoshis poseen la curiosa transformación, que les permite transformarse en Helicoptero, trenecito, coche deportivo o máquina cavadora, todos muy divertidos y que añaden más variedad todavía al resto del juego.

Pero unos gráficos de cuento de hadas, decenas de fases y gran variedad de enemigos no hacen ellos solos un gran juego. En cambio, el diseño de los escenarios sí, y en Yoshi's Island hay grandes diseños que hacen que el jugador se enfrente a todo tipo de situaciones para poner a prueba su destreza frente a precipicios y plataformas. La clave de un buen título de plataformas es ajustar el nivel de dificultad de modo que los diferentes retos no sean muy fáciles ni demasiado frustrantes, justo en el punto donde habita la diversión.

Yoshi's Island no es en particular un juego complicado. Hay muy pocas cosas que puedan eliminar una vida de Yoshi, como una caída o un aplastamiento. Cuando recibe un impacto de un enemigo, lo único que sucede es que el bebe Mario sale flotando en una burbuja. Si se tarda demasiado en reventar la burbuja y rescatarlo, se perderá una vida. Esto hace que por un lado, sea bastante más difícil perder vida que en otros Marios, pero en cambio, la dinámica de perseguir al bebé es muy divertida. Tampoco los monstruos ocasionarán problema alguno a quien coja el ritmo al título, aunque enfrentarse a ellos es un placer por lo bien hechos que están.

Como modo multiplayer se ha incluído el clásico Mario Bros (el juego donde salen tortugas de las tuberías y hay que voltearlas para eliminarlas). Yoshi's Island posee algunos minijuegos que son mejores que el sempiterno Mario Bros, incluir solo este como opción de Multiplayer, cuando ya se ha jugado hasta la saciedad, es un tanto ilógico. Se pueden jugar hasta 4 jugadores conectados con su cable Link, pero es poco probable que muchos siquiera se molesten en conectarse para echarse una partida a eso.

 c o n c l u s i ó n

Con este llega el fin de los juegos de Mario 'oficiales' que hubo en Super Nintendo, por lo que hay alegría por motivo doble. por un lado, porque este es un gran juego que todo usuario de GBA debería tener, pues es una de las joyas más brillantes y divertidas en cuanto a plataformas se refiere (ya sea en Super Nes como en Game Boy Advance). Y por otro lado, si Nintendo quiere sacar otro Mario no le quedará más remedio que hacer algo original, que ya va siendo hora de volver a ver al bigotudo Italiano en 2D y en un nuevo título, siendo GBA la excusa perfecta para ello. Si es muy bueno, recibirá la misma puntuación que hubiera recibido Yoshi's Island de ser un juego original, que por ser una conversión perfecta de un gran juego, tampoco se lleva una mala nota precisamente, dando fe de la gran calidad que atesora.