Un quiero y no puedo

Tras una ausencia de varios años, Turok vuelve para todos los sistemas con la promesa entre manos de convertirse en la mejor entrega de la saga, pero a veces las cosas no salen como a uno le gustaría...

Turok vuelve después de ser uno de los grandes protagonistas entre el catálogo de GameCube, además de uno de los pocos juegos no realizados por Nintendo o second parties de estos que obtuvo éxito en la plataforma, convirtiéndose en uno de los shooter subjetivos por excelencia. Desgraciadamente, la segunda parte empeoró un poco el trabajo de la primera, mientras que la tercera resultó claramente mediocre, momento en el que la saga desapareció a medida que Nintendo 64 también lo hacía

Con las máquinas de nueva generación, Acclaim decidió que haría renacer la saga para todas las plataformas, poniendo todos sus esfuerzos en hacer la mejor versión del juego conocida hasta la fecha. Tan noble intención se ha visto truncada por una serie de circunstancias que dejan el título en un "quiero y no puedo" constante, que solo se queda en una sombra de lo que podía haber sido un gran juego.

La historia no puede ser más simple (pero a fin de cuentas, ¿qué FPS necesita una gran historia?) y cuenta la historia de Tar'El, un nativo americano que intenta salvar a su pueblo de las ansias conquistadoras de los colonos americanos y que tiene como gran archienemigo al Capitán Bruknel. Cuando ambos estaban luchando a muerte, un portal se abre y caen en la misteriosa Tierra Perdida, en donde el protagonista es identificado como el elegido, que tiene que liberar a su pueblo de las manos opresoras de Lord Tyrannus. Un argumento tan bueno como cualquier otro para justificar la ensalada de tiros que se va a producir.

A partir de ahí, Turok: Evolution intenta volver a sus orígenes. Amplios espacios salvajes llenos de vegetación (y dinosaurios, que habían desaparecido en la tercera entrega), en donde es común averiguar el camino correcto solo cuando te empiezan a disparar. Resulta agradable encontrar un shooter subjetivo que no apueste por espacios angostos y pasillos interminables, dándote una libertad de acción más amplia, aunque, paradójicamente, el diseño de los escenarios y la disposición de los enemigos dota a muchos niveles de una linealidad casi desesperante. El incluir espacios abiertos debería servir para establecer varias rutas y poder hacer las cosas de modo diferente al marcado, no para obligar al jugador a pasar por el punto A, luego el B para acabar en el C, dejando el resto del decorado como adorno por si el jugador se quiere pasear un rato.

También hay que alabar el gusto al equipo creativo por incluir el capítulo en donde se vuela con el Pterodactilo, no por la gran realización de esta (resulta difícil y puede llegar hasta a aburrir), pero al menos supone una variedad que se agradece en la mecánica del juego (que nadie espere encontrar algo que se le acerque a Panzer Dragoon Orta ni remotamente)

Luego, afortunadamente, el juego mejora en cuanto a diseño de fases, aportando situaciones algo más interesantes que al comienzo, pero para llegar a esta ahí, antes hay que tener una Fe casi inquebrantable en el juego, y la verdad es que cuando se llega a la parte en donde empieza a ganar, tampoco es que esta sea para tirar cohetes, pues una serie de fallos se contraponen a las virtudes que pudiera tener.

Ahora bien, mirando desde un punto de vista objetivo, no se puede decir que Turok: Evolution sea ninguna maravilla. Las texturas son bastante simples, recordando a los tiempos de las 32 bits, los modelados son aceptables, especialmente el de los grandes dinosaurios que es bastante bueno, pero nada hará que a uno se le escapen exclamaciones, mientras tanto, el agua sí provocará exclamaciones, pero de dolor al ver como, a día de hoy, se puede poner un efecto de agua como ese en todo un título de nueva generación.

Tampoco las texturas de las criaturas está claras y definidas, como se podrá ver en muchas ocasiones, pero aparte de eso, resulta chocante que en un juego en el que cualquier rasguño hace brotar sangre a borbotones, y en donde hay ese elemento gore de decapitar a los enemigos, entre otras cosas...¿como es que las heridas no tienen un mínimo reflejo en la superficie de la criatura?. Si se lanza una fecha, no debería ser nada extraordinario ver la fecha insertada en el enemigo, pero de eso no hay nada. Pero es que además, cuando se elimina a alguien, aparece un efecto batante cutre que hace que el suelo lo "absorba", algo que, a estas alturas, suena bastante arcaico. 

Los efectos tampoco destacan demasiado, pero están bien resueltos, tal y como sucede con las armas y en otros momentos, pero contra eso se le pueden achacar mil defectos pequeños, que no dejan de ser pequeños, pero que en su conjunto dan la impresión de un juego sin pulir. Objetos que se pueden atravesar mágicamente, espacios casi en blanco en algunas parte del escenario y varias cosas más, como el uso de algunas texturas planas horribles para delimitar los bordes de la zona, o una animación del entorno ortopédica, cosa que se puede apreciar en cascadas o en el movimiento de las plantas cuando uno pasa a su lado. Mejor están las animaciones de los seres vivos, aunque solo de algunos, pues hay cosas como los Velociraptors que están muy por encima de otras criaturas.

Para empezar, no se sabe a quien se le ocurrió la genial idea de poner un botón de salto en los FPS, pero desde luego el chico/a no sabía que es lo que hacía, pues gracias a eso se pueden encontrar cantidad de FPS en donde la capacidad de salto se convierte en una maldición que obliga al jugador a dar saltos muy ajustados), con la consecuente muerte y reinicio de la partida si no se ha hecho bien,, mecánica que a la larga en vez de divertir lo único que hace es frustarte una y otra vez, hasta que lo consigues. Un FPS no debería prestarle tanta atención a lo que son los saltos y las plataformas ajustadas, pues rompe negativamente la dinámica de todo.

Tampoco es de recibo el sistema multiplayer, que es posiblemente lo mejor del juego (se utilizó un grupo de gente aparte solo para desarrollar ese modo) pero si no se tienen más mandos, y no hay nadie con quien jugar, ahí acaba la cosa, pues no se han puesto Bots ni nada por el estilo, solo se puede disfrutar de estos interesantes modos jugando entre humanos, lo que es una pena dado que el multiplayer es ampliamente mejor que el Single Player,

La I.A, que prometía ser maravillosa, resulta que no lo es tanto. Por un lado se pueden encontrar muchos ejemplos en donde funciona bien, haciendo que los enemigos se comporten de una forma relativamente realista (resulta genial ver como los Velociraptors intentan rodear al jugador), pero en otras harán gala de una torpeza digna de los primeros FPS. Por ejemplo, si un enemigo está a tiro desde larga distancia, usando la mira telescópica, resulta que si se le dispara y se le da... pues no pasa nada, como si no se hubiera dado cuenta, al igual que sucede si disparas a sitios cercanos a él. Lo normal sería que, aunque no viera la posición desde donde venían los disparos, intentara buscar cobijo en algún sitio, no quedarse en el sitio para esperar el siguiente. Han resuelto muy bien cosas complicadas en lo que se refiere a I.A, pero se han dejado huecos sin rellenar en lo más básico, lo que da una peor impresión inicial de la que a uno le gustaría.

En cuanto a las armas, sigue siendo un punto destacable, como todo buen Turok, pero algunas de ellas son un tanto inútiles, aunque muy vistosas, como la que separa poco a poco los miembros del enemigo en un mar de sangre. Pero la mejor sin duda es el Tekno Bow y su mira telescópica, que dará grandes motivos si se le echa algo de paciencia al título como para avanzar a fases más avanzadas.