Eternal Darkness, Impresiones (GameCube)

Eternal Darkness es una de las grandes apuestas de Nintendo para su 128 bits. A falta de poco menos de un mes para que sea lanzado en nuestro continente, Meristation.com os ofrece las primeras impresiones de un título que está llamado a ser uno de los más grandes de GameCube, una consola que, pese a quién pese, es para todos los públicos.

Mucho antes de que la humanidad apareciera, nuestro planeta pertenecía a otras especies - antiguas especies que no estaban limitadas por las leyes que dominan a los humanos, como la física o incluso la ética. A través del paso del tiempo, los Antiguos fueron desapareciendo de la faz de la tierra, esperando en el interior del planeta hasta el momento en las condiciones vuelvan a ser las propicias para que su retorno sea posible.

Hambrientos de poder y de conseguir el favor de los antiguos, algunas organizaciones secretas han intentado durante siglos devolver a los Antiguos su poder. Con ese objetivo en mente, durante eones han trabajado en la oscuridad, ejecutando conjuros arcanos, realizando sacrificios y rituales de sangre.

De esas sectas se sabe más bien poco, y todos los que intentan adentrarse en ellas mueren en las manos de los sectarios. Si cualquiera de las sectas secretas consigue su objetivo, toda la Humanidad desaparecerá. Día a día el fin de la raza humana parece acercarse...

Pero no se ha perdido toda la esperanza. El destino de la humanidad depende en las acciones de unos pocos escogidos. Son gente normal que no está preparada para acciones heroicas, pero en su misión encuentran la fuerza que necesitan para no derrumbarse.

Aunque sus vidas se hayan trastocado, no deben mostrar debilidad a la hora de enfrentarse, no sólo a sus enemigos, sino también a sus propios miedos. Esas pobres almas caminan por la cuerda floja de la cordura, y están torturadas por los horrores que los Antiguos les muestran. Una guerra secreta está siendo librada en los límites de la percepción humana - una guerra en la que las sombras y la decepción son las únicas constantes." 

Esa es la sensación que Nintendo, mediante el grupo de programación Silicon Knights, ha intentado trasladar a los que se atrevan a jugar a Eternal Darkness, uno de los títulos más esperados por todos los poseedores de GameCube.  O lo que es lo mismo, una compañía que típicamente ha sido tachada de infantil ahora intenta asustar al personal con su última producción. ¿Misión imposible? Veámoslo.

Nosotros, como jugadores, controlaremos a Alex y a cada uno de sus antepasados, por lo que reviviremos las aventuras de éstos en un intento de averiguar qué extraña maldición sufre la familia Roivas. Así, por ejemplo, en la primera toma de contacto con este título nos encontraremos controlando a Alexandra - Alex para los amigos -, pero en cuanto consigamos localizar un enigmático libro la aventura en sí comenzará. Ésta está dividida en diversos capítulos, y en cada uno de ellos pasaremos a manejar a un antepasado de los Roivas en situaciones especialmente comprometidas. Y no nos referimos precisamente a líos de faldas...

Y es que estar rodeado de muertos vivientes en un lugar repleto de trampas y de enigmas de difícil solución no tiene que hacerle gracia a nadie, ni a Alexandra, que vive en pleno siglo veintiuno, ni a sus parientes, aún cuando la mayoría de ellos ya llevan un tiempo bastante respetable criando malvas. Sobrevivir se convertirá en su única preocupación, aunque no será para nada una tarea fácil...

"El conocimiento puede darte un poder que tu mente no es capaz de soportar... Ten cuidado lo que deseas, pues puede volverse realidad." 

Aparte de dar buena cuenta de la variopinta fauna que nos encontraremos en los pasillos, túneles y oscuras habitaciones de cualquiera de los niveles de Eternal Darkness, también tendremos que resolver complicados enigmas que nos bloquearán el paso en más de una ocasión. Todo nuestro ingenio será necesario para superarlos y es posible incluso que en alguna ocasión necesitéis echarle un vistazo a la guía de rigor. Que nunca está de más. 

Además de los objetivos principales que deberemos superar en cada uno de los capítulos en los que se divide Eternal Darkness, habrá misiones alternativas que, aunque no sean de obligado cumplimiento, sí que nos reportarán jugosas recompensas - la mayoría de las veces armas - gracias a las cuales las cosas se nos pondrán un poco más fáciles.

Además, hay que tener en cuenta que lo que suceda en el pasado puede alterar el futuro, por lo que conseguir salvar la vida de un pobre monje, algo que en principio puede ser considerado un hecho puramente anecdótico, puede influir positivamente o negativamente en el destino de la historia, más allá de las ventajas que nos reporte contar en nuestro inventario con un nuevo objeto.

Si uno no ha visto ningún material visual de este título esa información puede llegar a desconcertarle, hasta el punto de hacerle desistir en su voluntad de hacerse con la creación de Silicon Knights, pues temerá encontrarse con un juego visualmente caduco. Nada más lejos de la realidad.

Podemos aseguraros que Eternal Darkness es visualmente impactante. Desde el diseño de los personajes hasta el sistema de cámaras móviles utilizado, todo está perfectamente realizado y rezuma calidad por los cuatro costados. Hay aspectos que no han sido cuidados tanto como nos hubiera gustado, como por ejemplo algunas escenas cinemáticas cuya resolución deja bastante que desear, pero lo cierto es que, en términos generales, Eternal Darkness es uno de los títulos más carismáticos a nivel gráfico de la 128 bits de Nintendo.

Cuando Eternal Darkness fue anunciado, uno de los datos que trascendió y que llamó más la atención tanto de la prensa especializada y de los jugones de todo el mundo fue el denominado "medidor del miedo". Gracias a él, los horrores que el jugador se encontrara en medio de la partida harían mella en su salud mental. ¿Y qué pasa si el llamado medidor del miedo baja a límites peligrosos? Pues que una sucesión de alucinaciones, tanto visuales como auditivas, se sucederán en nuestros monitores.

Gritos de mujeres histéricas, movimiento oscilatorio de la pantalla, impresión de que estamos caminando por el techo e pero ninguno de tan mal gusto como una sorprendentes pantalla de error que nos avisará de una supuesta malfunción de nuestra querida consola, al más puro estilo Metal Gear Solid 2. La sombra de Hideo Kojima es tan alargada que llega hasta los juegos de la todopoderosa Nintendo... 

¿Y la música? Bien es sabido que por muy alto que sea el nivel gráfico de un título, si no hay una correspondencia en el apartado sonoro el juego en cuestión corre el riesgo de pasar por técnicamente discreto y no lograr satisfacer a los jugones más exigentes. Éste no es en absoluto el caso de Eternal Darkness, pues si los gráficos del último título de Nintendo se puede decir que son muy buenos, el sonido no le anda en absoluto a la zaga. Cánticos gregorianos, trinar de pájaros, melodías tenebrosas, crepitar de llamas, un sin fin de elementos auditivos realizados con un esmero absolutamente encomiable. Bien por Nintendo. 

En una de las secuencias más sorprendentes que hemos tenido el placer de presenciar en un videojuego, sea éste de la consola que sea, hemos escuchado atónitos como un susurro apenas audible entre las notas tétricas de una de las melodías que componen la banda sonora nos daba una valiosa pista con la que conseguir encontrar uno de los muchos secretos que Eternal Darkness encierra. Os contamos ésto para predisponeros a que cuando juguéis a la creación de Nintendo estéis 100% atentos tanto a las imágenes que se sucedan en la pantalla como a los sonidos que salgan de los altavoces. 

Quizá ese sea otro de los riesgos que corre Eternal Darkness. Aunque algunas publicaciones han comparado a este título con la genial obra de Capcom, lo cierto es que las semejanzas, bajo nuestro punto de vista, se limitan tan sólo al concepto de "juego de terror" que a la forma en la que ambas creaciones se han llevado a la práctica. Y es que, mientras que Resident Evil tiene unos innegables toques de arcade en el que para sobrevivir hay que tener el arma siempre presta y cargada, en la última obra de Nintendo es casi más importante tener un agudo ingenio y el ojo presto que ser un experto consumado en el arte de la lucha.

Eso no significa que para conseguir avanzar en la aventura con ciertas garantías no debamos aprender a manejar con soltura el completo sistema de apuntar y disparar que los de Silicon Knights se han sacado de la manga para la ocasión, sino que se han equiparado las dosis de momentos de combate con las de puzzles, resultando una combinación bastante sugerente. Es por ello que los fans del gatillo fácil hay que advertirles que Eternal Darkness no es, ni remotamente, un Dino Crisis 2, por ejemplo, y que si se arriesgan a hacerse con este título van a tener que cambiar el chip.

Es por cosas como esa por lo que  la forma perfecta de jugar a Eternal Darkness es con la luz apagada, el sonido a un volumen más que respetable y, sobre todo, tener muchas, muchas ganas de sumergirse en una historia que nada tiene que envidiar a las clásicas películas de terror de casas encantadas. Todo sea por disfrutar de una de las experiencias más gratificantes de las que actualmente componen el catálogo de GameCube. 

Los combates presentan también alguna particularidad digna de reseñar, y ésta no es otra que el poder atacar a partes concretas del cuerpo de nuestros enemigos. Esta habilidad, que por fortuna no está limitada a un sólo personaje en concreto, nos permitirá desplegar diferentes tácticas de lucha en una batalla. Por ejemplo, podemos optar por privar de las extremidades superiores a un enemigo, evitando así que nos golpee de un manotazo, para después proceder a decapitarle.

O, por el contrario, nos podemos decidir por acabar con él directamente atacando sin piedad el torso de nuestro rival. A entero gusto del consumidor. Y cuando hayamos conseguido derribar al oponente de turno, nada mejor que utilizar nuestra espada, cuchillo, cimitarra o lo que se tercie para disuadirle de que se vuelva a levantar en una especie de fatality que, aunque no lo parezca, hará que nuestra barra de salud mental aumente levemente.

Otra de las diferencias con respecto a Resident Evil es la posibilidad de confeccionar hechizos mediante la recolección de runas y demás elementos mágicos que deberemos combinar para poder lanzar los susodichos conjuros. Hacer de brujo será bastante divertido, y más teniendo en cuenta que las posibilidades de creación de hechizos son muchas, por lo que podremos llegar a realizar un montón de conjuros cuyos efectos sean todos diferentes entre sí, como efectos curativos, restauradores de elementos maltrechos, etc.

En nuestra opinión la creación de Capcom y la de Silicon Knights no son comparables, a pesar de que los dos intentan explotar el mismo filón con similar éxito: el terror. Incluso podríamos decir, si nos ponemos un poco trascendentales, que ahí se acaban las similitudes entre ambas obras. Por ello, en vez de asegurar que uno es mejor que otro, nos limitaremos a señalar que Eternal Darkness es uno de los mejores juegos del catálogo de GameCube.