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Intel perjudicada por sus 3 GHz
Los ensambladores de placas base se han visto obligados a disponer de dos líneas de producción para soportar todos los procesadores de Intel, aumentando los costes de producción.
Situados AMD e Intel en la autopista de los 2 GHz, no es de extrañar que esta continúe su velocidad y no se detenga ante la nueva barrera los 3 GHz. Dejando de lado qué máquina ofrece el mejor rendimiento en relación a su numeración, está claro que el golpe publicitario a empresas y particulares está cantado para el primero que llegue a esta cifra redonda.
En esta carrera es Intel quien tiene las cosas más fáciles, al llevar más tiempo que su competidor en el mundo de los 2 GHz. Así, no nos hemos extrañado ante el anuncio de la compañía de que su nuevo ?corazón tecnológico? estará disponible a finales de septiembre.
El problema de tanta prisa y necesidad por alcanzar la velocidad lo están pagando los ensambladores de placas madre y el usuario, a la hora de la verdad. El problema de base es que las placas base de Intel para los 2 y 3 GHz son diferentes, a pesar de que nos puede parecer lo contrario si ambas tienen como núcleo el Pentium 4.
Para entenderlo hay que ver de entrada que el Pentium 4 3 GHz requiere más energía que su hermano menor. Exactamente se alimenta de 70W, en frente de los 60W actuales que suministran todos los fabricantes de placa base. Ahora bien, ampliar esta capacidad supondría en principio modificar los circuitos de control de alimentación y los controladores de modulación. En la práctica es mucho más difícil puesto que esto conlleva a una reestructuración completa de la circuitería de la placa base.
Así, los fabricantes de placas base se encuentran con el problema de tener que mantener dos líneas de producción independientes, aumentando los costes de fabricación. Ninguno de los grandes fabricantes desea centrarse en una variante o en otra, ya que saben que anclarse en los 2 GHz es sinónimo para el consumidor de marca de segunda fila y fabricar sólo a 3 GHz es una apuesta muy arriesgada cuando se tiene a AMD como rival.
La conclusión es que después de este verano se deberá apreciar un aumento del precio de las placas base para Pentium 4, en comparación con la estabilidad de precios que en principio debería acompañar a las placas para AMD. El problema es saber si Intel se resentirá en sus ventas por el ligero aumento de los costes en los actuales modelos y sobretodo por el precio extra que tendrá que asumir en sus primeros meses los nuevos modelos a 3000 MHz.