La edad de hielo más divertida, no lo es tanto en Game Boy.

Nuevamente hay que asistir al ritual: nueva película para niños, nuevo juego infantil al acecho. Ice Age para Game Boy Advance es justo eso, un juego muy infantil, muy facilón, y por supuesto, para que lo disfruten los más pequeños de la casa. Justo al contrario que la película, que es muy recomendable para todo tipo de públicos.

La edad de hielo se traslada de la gran pantalla cinematográfica, a la pequeña pantalla de Nintendo. Game Boy Advance acoge esta vez una conversión de la película del momento, película muy divertida, muy taquillera, y muy bien resuelta en todos sus toques de humor. Sin embargo aquí no se juzgará la película, sino el juego que ha dado lugar.

Ice Age es un plataformas, y uno muy sencillo, pensado casi exclusivamente para niños. En el se maneja a Manny, el mamut del grupo, que lleva a Roshan, el niño humano, encima de su lomo. Solo hay que hacer saltar al animal para esquivar los obstáculos, eliminar a los enemigos, y avanzar hacia la derecha hasta que se acabe la pantalla.

Las pantallas son muy cortas, pero al menos hay un buen número de ellas por cada fase. En caso de que el protagonista reciba golpes perderá una bellota, y si las pierde todas morirá; pero no pasa nada, porque hay vidas infinitas en el juego. Otra manera de morir es caer al agua o al vacío, cosa que puede suceder con más frecuencia de la deseada.

Para atacar, hay algún otro sistema a parte de saltar. Manny podrá golpear con la trompa para eliminar a los enemigos, y además, podrá recoger nueces por el camino que luego podrá lanzar para atacar a todo bicho que se le ponga por delante. Roshan también tiene su utilidad, ya que con los gatillos se le podrá hacer saltar a una altura considerable, y de esta manera, podrá acceder a objetos a los que no se puede llegar con un salto normal.

 g r á f i c o s

El apartado gráfico de este título es sumamente pobre en todos sus aspectos. Lo primero que habría que aclarar es que todos los gráficos son en 2D, y todos ellos están diseñados con una simpleza que raya en la desgana. Todos los personajes, comenzando con el protagonista, pasando por todos los enemigos, y terminando con los enemigos finales, están muy pobremente detallados, con pocos colores y sin ningún tipo de añadido que salve el apartado.

La animación, siguiendo la línea, es tan escasa que no convence de ninguna manera. Todo lo que se mueve por la pantalla lo hace con muy pocos cuadros de animación, y si bien se puede decir que el movimiento de los objetos de un punto a otro es fluido, el cambio de una postura a otra es totalmente forzada.

Los fondos, también en 2D, están igualmente recreados con pocos colores y con suma sencillez. Puede que este aspecto sea beneficioso para los más pequeños, pues ayuda a evitar las confusiones entre escenario y objetos; pero para el resto de los jugadores, resultará un apartado gráfico muy poco trabajado.

 s o n i d o

La música del juego es el punto menos malo del conjunto. Se podría decir que son melodías alegres, similares a las vistas en la película, y que en general suenan bien y cumplen con su cometido. Por sí mismas no llegarían a sobresalir, pero rodeadas por el resto de los apartados, resultan de lo mejor del juego.

 j u g a b i l i d a d

La diversión de este cartucho está, como puede deducirse por el texto del principio, muy limitada. Las acciones que se pueden realizar son pocas, y por lo tanto, repetitivas a lo largo del juego. Con el botón A se salta, y con el B se ataca con la trompa. Pulsando el botón de salto dos veces seguidas, se realiza un ataque hacia el suelo que es útil para acabar con ciertos enemigos, o para romper algunas paredes.

Con los gatillos se puede lanzar al bebé humano hacia arriba durante un segundo para coger objetos que estén muy altos. Con los botones no se puede hacer mucho más, pero luego hay elementos durante el juego que varían la jugabilidad. En aglunos lugares, habrá unas mofetas que con su olor, podrán hacer volar al mamut durante unos segundos. Por otro lado, algunos enemigos serán vitales para saltar encima de ellos y poder sortear algunas trampas o caidas.

Pero una vez quitado todo eso, el juego se resume en avanzar y avanzar sin ningún objetivo más que llegar al final de la fase, para empezar otra casi idéntica a la anterior. Y terminar las fases no es difícil en absoluto, ya que son cotas, y las vidas son infinitas. Las bellotas recogidas son la salud, pero durante el camino se pierden pocas y se encuentran muchas, por lo que todo es muy sencillo.

c o n c l u s i ó n

La conclusión a la que se llega es que este juego solo gustará a los niños, e incluso puede que solo a aquellos que tengan poca experiencia en el mundo de los videojuegos. Puede ser un buen regalo, pero lo que no se puede decir es que sea un buen juego. Todos aquellos que busquen un buen plataformas tienen muchos títulos mejores por delante de éste, sobre todo para los que ya no sean tan pequeños. En definitiva es un juego que podrá dejar helado a cualquiera que lo compre para su propio disfrute.

 l o   p e o r