Una guerra diminuta

Hace ya varios años, ¡cómo pasa el tiempo!, que comenzó la andadura de esta peculiar saga. Los más viejos recordarán otros tiempos cuando los videojuegos apenas existían más allá de las entonces sofisticadas "hand helds", y la atención se centraba en juguetes más tradicionales.

Entre ellos siempre destacaron los famosos soldaditos de plástico, de no más de tres centímetros de alto, agrupados por regimientos, con sus propios tanques, vehículos de reconocimiento y demás artilugios balísticos.

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Pues bien, the 3DO Company, creadores de la olvidada consola 3DO, decidieron trasladar al mundo del videojuego el universo de estos coleccionables. La saga sería trasladada a otras plataformas dado el fracaso de su elección inicial, y para que os hagáis una idea del grado de saturación de los hombrecitos verdes, sólo en PlayStation se han lanzado hasta 16 títulos diferentes. Es algo inaudito ya que la compañía, cuya única licencia realmente interesante es la saga Heroes of Might and Magic, no está en su mejor momento ni tampoco estos juegos han recibido nunca el respaldo de la crítica. Sin embargo, los realizan como auténticos churros, será porque tienen su pequeña legión de seguidores.

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Así pues, dados los antecedentes de Army Men, podríamos pensar que se trata de un juego que viene a engrosar el catálogo sin más. Pues bien, la sensación que uno tiene al comenzar a jugar es que esta vez se han esforzado un poco más que en otras ocasiones. Army Men RTS debe su nombre a Real Time Strategy, justamente porque se trata de un juego de estrategia, donde hay que construir y recolectar recursos, al más puro estilo Warcraft. Es más, se podría decir que ambos juegos son clavados, exceptuando que Army Men está en completas 3D, y que los gráficos se han actualizado a los tiempos que corren.

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Pero no es sólo a Warcraft a quien se parece este juego. Los padres de la criatura, Pandemic, son los creadores de otros juegos como Battlezone II y Dark Reign 2, Y el aspecto general de este último y el juego que nos ocupa son casi calcados. Army Men, a primera vista, es un clon de Warcraft con el engine de Dark Reign, y la verdad es que el desarrollo del juego así lo confirma. Pero eso no quiere decir que el juego sea malo... ni tampoco bueno.

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Si no conocieras Warcraft o Starcraft, seguramente este título sería el más indicado para comenzar en el género. El procedimiento para llegar a la victoria es básicamente el mismo. Construir, aumentar la fuerza de tus unidades, masificar y atacar. Es un planteamiento familiar, pero ahora resulta que lo llevan a cabo soldaditos de plástico, y en ocasiones parece hasta gracioso. Corren nuevos tiempos, la estrategia se ha contagiado de las tres dimensiones, y Army Men no es una excepción, aunque los fondos en ocasiones parecen bitmaps planos, sin que el entorno geográfico afecte, por ejemplo, a las posiciones de los enemigos, o diera ventaja en determinadas situaciones.

Audio y vídeo

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Los gráficos son bastante buenos, la cámara se maneja con el ratón y un par de teclas, se puede hacer zoom sobre la acción, y el interfaz es muy cómodo, ya que aparece al pulsar en una unidad, y después vuelve a desaparecer. Hay atajos para las construcciones más importantes, que tampoco son muchas. Los soldaditos de plástico están fielmente reflejados, son como yo los recuerdo de cuando era pequeño, y están todos, lanzadores de granadas, bazookas, ametralladoras fijas, tanques.

Los escenarios son divertidos. Dado el tamaño de cada unidad, un patinete abandonado en el jardín de casa, una pila del walkman, y otros objetos dispares, pueden ser obstáculos o incluso fuente de energía y de extracción de plástico. Sin embargo, no hay muchos elementos dinámicos. Enemigos y poco más, algún detalle que salva de la mediocridad pero nada especialmente reseñable. Eso sí, los interiores recordarán a más de uno su propia casa.

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Los muñecos son muy locuaces, y la música cumple su cometido. Todo tiene un aire a lo Toy Story o Small Soldiers, películas basadas en la misma idea que Army Men. Pero lo mejor de todo es que se mueve con soltura en un equipo poco potente (Pentium II) y a resoluciones de 1024x768, eso sí, con una buena cantidad de memoria tanto de vídeo como de RAM.

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Por supuesto no podría competir con otros juegos de mayor repercusión como Empire Earth, pero el resultado es francamente interesante, y no se echa en falta una mayor espectacularidad.

Guión

Esto es la guerra, trasladada a los juguetes con los que muchos pasamos tardes y tardes antes de que llegaran las consolas a nuestras casas. Debes conducir a tus tropas hasta la victoria final, con el aliciente de que ahora los escenarios son lugares que visitas cotidianamente con frecuencia y quienes se pelean son juguetes de antaño.

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Tres modalidades: Campaña, Histórico y Multijugador, la primera es la típica de cualquier juego de estrategia; la segunda es un conjunto de batallas prefabricadas donde tienes que cumplir un objetivo diferente en cada una; y la tercera no necesita presentación, por LAN o por Internet.

Jugabilidad

El juego tiene sus toques de humor. Por ejemplo, la fuente de energía básica para construir es el plástico, que podrás extraer de muñecos inertes repartidos por el escenario, u otros objetos.

Los recolectores buscan automáticamente - aunque no siempre optan por el mejor camino - el plástico, lo funden y lo llevan al almacén inmediatamente para engrosar tus reservas. Sin embargo, también puedes obtener plástico de soldados caídos, sean o no de tu bando, ya que cuando mueren se deshacen y permanecen en el escenario.

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En cuanto a la inteligencia artificial de las unidades, la verdad es que en algunos momentos desespera, ya que las tropas dan la sensación de ir al mogollón. No hay manera de sujetarlas, en cuanto avistan al enemigo se echan a por él, y lo peor es que a lo mejor de un grupo de unidades sólo una percibe la hostilidad, yendo directo a una muerte segura. Pero es un problema menor, con un poco de paciencia y engrosando un buen número de combatientes no habrá enemigo difícil, ya que el juego es bastante sencillote, sobre todo porque la falta de inteligencia también la acusa el enemigo, prepara un buen señuelo y los tendrás descolocados y a tu merced.

En cuanto a las construcciones, hay unas cuantas, la metodología es la de siempre. Construye un garaje y podrás tener tanques, camiones de asalto... Los edificios más caros y útiles suelen depender de la previa construcción de otros, como en tantos otros juegos.

El modo histórico es un reto añadido. Los escenarios son bastante curiosos, y sus misiones divertidas. No deja de ser un género ya muy manido, aunque para pasar un rato sin complicaciones, dándole sólo un poco a las neuronas, es un juego muy a tener en cuenta. No puede competir con la diversidad de Age of Empires o Empire Earth. Son juegos que llevan mucha ventaja al resto, por su variedad, detalle, diversificación de estilos... Pero tampoco va destinado a ese tipo de público exigente, sino a aquel que quisiera disfrutar de la estrategia en tiempo real sin demasiadas complicaciones. Es su mayor virtud, es sumamente fácil echar una partida, sigue el estilo marcado por Warcraft pero con el toque personal de los Army Men, el traslado a las 3D les ha quedado bien, aunque recordemos que no es el primero de la saga que se desarrolla en un entorno tridimensional.

Estrategia y trucos

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Como siempre, no vale sólo masificar. Es preferible mejorar los atributos de nuestros soldados y crear un buen ejército. Las torretas nos ayudarán a mantener posiciones defensivas, y las alambradas son más útiles de lo que parecen.

Hay que echar un vistazo a los recolectores de plástico, de vez en cuando "optan" por caminos no demasiado acertados, y es mejor reconducirlos en la medida de lo posible. Usa soldados con armas de largo alcance, si alguna de tus unidades puede vislumbrar un enemigo, automáticamente comenzará a recibir una buena ración extra de pólvora.

Comparándolo con...

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Los grandes del género sobrepasan de largo a este juego. Los clásicos por su condición ilustre, tanto Warcraft como Command and Conquer o Starcraft ofrecen lo mismo pero en dos dimensiones. Por lo demás, son juegos muy similares y con cualquiera de ellos te puedes divertir, aunque me quedo con Warcraft II. Sin embargo son títulos difíciles de encontrar, por no decir imposible, así que no quizá vale la pena darle una oportunidad.

En otro plano tenemos Age of Empires, Empire Earth y otros juegos de nueva cuña. El reto que ofrecen estos juegos, su variedad, laboriosidad y nivel de detalle es inalcanzable, pero tampoco creo que Army Men pretenda competir directamente con estos juegos.

En definitiva, Army Men es un título del montón, más que nada porque la competencia es muy alta, existen en el mercado clones de este género como para aburrir. Está dirigido a jugadores noveles, una gran adquisición si se es nuevo en la materia y se busca un juego divertido y sin demasiadas complicaciones, además su reducido precio le convierte en una perita en dulce para nuestros maltrechos bolsillos. Que nadie espere un contrincante del tan ansiado Warcraft 3, más bien es una alternativa para permitir que todo el mundo pueda adentrarse en los juegos de estrategia.

Lo que está bien

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Lo que no está tan bien

Enlaces

Página del fabricante

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Requisitos del sistema

Equipo mínimo

Pentium II 350, Tarjeta gráfica 3D con 16 Mb de RAM, 64Mb de RAM, Tarjeta de sonido compatible 100% con DirectSound, Lector de CD-ROM 4x, Windows 98 o superior, Ratón y teclado 100% compatible con Microsoft™, DirectX 8.0 (incluido en el CD)

Equipo de pruebas

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