Salvar al soldado Patterson...

Desde la creación de la saga hemos sido testigos de dos aventuras de Medal of Honor (MOH) en la 32 bits de SONY y de una nueva en territorio PC, que catapultó a la serie a lo más alto. Ahora, más de 4 años después de su debut nos llega la tan esperada y espectacular andadura en los 128 bits de consola, arropada por una fama ganada a pulso por medio de innovación, calidad y una ambientación de las mejores que hemos 'sufrido' nunca en un juego de consola.

Después de ver este 'Frontline', ¿podemos decir que la leyenda 'Medal of Honor' continúa? Veámoslo, soldado. Ponte el casco, carga tu arma y atento ante cualquier contingencia…

Fuente de inspiración eterna...
La Segunda Guerra Mundial sigue siendo el marco en el que la saga 'Medal of Honor' de la factoría Dreamworks (del señor Spielberg, entre otros) nos vuelve a llevar en este shooter por el camino de la veracidad, de la investigación para lograr unos resultados lo más realistas posibles -incluso se han incluído videos reales tomados durante la contienda que se ven como introducción entre fases-.

El vestuario diseñado para todos los personajes, el estilo logrado en los decorados, la reconstrucción milimétrica -por ejemplo- de un submarino alemán y, cómo no, la fase estrella del juego, que además es la primera con la que nos toparemos, la que llegará nada más meter el DVD y que nos llevará más lejos que ninguna otra fase jugada hasta ahora en ningún otro shooter de la PS2 -ni siquiera del genial Half Life-: el desembarco de Normandía, el día D en Omaha Beach.

Desde el día D hasta la operación Market Garden...
Después de esta primera fase, después de este derroche de emociones, de este bombardeo que sufriréis en todos vuestros sentidos, después de semejante cantidad de información en poco tiempo, de escenas que se os quedarán en la retina por mucho tiempo, de un incontrolable alúd de imágenes y espasmos, sabréis que estáis allí, en Junio de 1944. En el día elegido para iniciar el derrumbe de la mayor amenaza que ha sufrido Europa en toda su historia: la alemania nazi.

Suponiendo que lográis pasar la fase del desembarco, os doy mi palabra que no querréis salir de allí hasta lograr vuestro objetivo final: la Operación Market Garden; la recuperación de unos puentes muy importantes estratégicamente hablando, el nexo de unión para aprovisionarse que tiene el Tercer Reich. Hay que destruírlos, o por lo menos, volver a conquistarlos. Alguien tiene que hacerlo. No puede quedar así, hay que salvar a Europa. Te atreves? Adelante, soldado. Es tu día de gloria…

g  r  á  f  i  c  o  s
Siendo algo crueles y empezando por los defectos, el apartado gráfico de MoH: Frontline sólo tiene un defecto realmente importante técnicamente hablando, y no es otro que un slowdown visible en varias fases, sobre todo en zonas en las que el número de personajes y efectos gráficos son elevados, quedando muy visibles las ralentizaciones. Además, este defecto que hemos detectado ya en la beta -del que os hablamos en las impresiones hace unas semanas- no ha sido para nada corregido, y las ralentizaciones se suceden.

En definitiva, no observamos ningún cambio entre el motor de la beta y el de la copia final que tenemos ahora en nuestro poder, lo que da por sentado que no se ha hecho ninguna optimizaciónno en el mismo.

Casi perfecto... excepto por las ralentizaciones...
Si obviamos las susodichas ralentizaciones, el resto del apartado gráfico roza la perfección: entornos realmente trabajados, con una excelsa carga de detalles, texturas realistas, efectos de humo y partículas para representar explosiones y bombardeos, modelado muy conseguido y diseño de fases del más alto nivel. Además, los mapeados suelen ser muy grandes, sin tiempos de carga visibles, lo que aumenta la continuidad de realismo más aplastante. Pero vayamos por partes, sino corremos peligro de dejarnos puntos clave en el tintero…

Los entornos han sido objeto de un exhaustivo estudio antes de su planificación, y cada objeto del escenario parece que forma parte de un TODO muy coherente -aunque esté colocado justamente ahí para que el jugador no pierda su orientación y el juego no pueda salirse de la linealidad clásica de los shooters-. Las calles tienen bifurcaciones, y éstas tienen letreros en las que se sabe si son calles sin salida o no; hay casas con el techo semiderruído, pero aún así podrás observar cómo hay partes del interior perfectamente modeladas (algún armario, una puerta a medio romper,…), los niveles campestres te guían por medio de muros bajos de piedra, simulando separaciones entre terrenos particulares, los mapeados interiores están modelados con un gusto y un detallismo que roza lo enfermizo -no hay más que ver el nivel del submarino que hay que sabotear-,…

Además, todos los escenarios mantienen esa coherencia en el estilo arquitectónico del lugar y en la utilización de las texturas, realmente buenas, realistas y muy muy variadas.

No hay más que ir por una calle de un pueblo holandés para encontrarse un coche semidestruído inequívocamente de la época, pero aún así lleno de detalles: los focos colocados sobre los faldones, con una rejilla de ventilación muy amplia y alta y un interior sobrio y nada confortable. Lo mismo pasa con el diseño de vestuario de la ropa de los aliados y de los enemigos nazis, realmente conseguido.

  
Sirviéndose de Salvar al soldado Ryan...
Dreamworks ha aprovechado el estudio que se había hecho de la ropa militar realizado para el film 'Salvar al soldado Ryan' y lo ha fagocitado para el juego; el resultado? Impresionante: soldados con todo lujo de detalles en sus vestimentas -aunque sólo se trate de texturas en ocasiones, pero muy trabajadas-, tanto aliados como enemigos. Jefes de sección, generales, capitanes y resto de oficiales nazis con las ropas más realistas que hemos visto hasta ahora, y todas con un nivel de detalle muy alto -hasta se pueden distinguir en sus uniformes qué rango es, en sus solapas y en la gorra-. Personal militar de submarino con sus típicas camisetas a rayas, y cocineros muy reconocibles por sus mandilones y tirantes. Un trabajo muy profundo de documentación, y muy bien traspasado gráficamente al juego.

Las armas del juego están perfectamente modeladas según sus homónimas reales, y se ha contado con la ayuda del capitán Dale Dye -un ilustre veterano de guerra- para que asesorara a los desarrolladores tanto en la reacción de las armas como en la forma y modo de atacar por parte de las patrullas y soldados nazis que nos encontremos durante la aventura. Las armas se comportan de la forma más realista posible, teniendo cada una una respuesta distinta a las demás, y siempre característica según su modelo real.

Por ejemplo, la metralladora es poderosa, pero requiere mucho tiempo de carga y apuntar con ella es algo complicado debido al retroceso y la velocidad de disparo. El rifle M1 Garand es muy práctico y se apunta de maravilla con él, pero su cargador no puede recargarse hasta que se acabe totalmente -soltando un sonoro 'click'- y esto nos puede dejar en algún momento vendidos-, y así con todas las armas, tanto del ejército aliado como de las que podamos robar del ejército nazi.

Omaha Beach, un primer nivel memorable...
Si hay algún nivel que merece destacarse es precisamente el primero de todos, el que más nos llamará la atención y nos marcará para el resto de la aventura: el desembarco en la playa francesa bautizada como Omaha por los americanos, el 6 de Junio de 1944. Aunque la cantidad de personajes y detalles en pantalla no llega al nivel de la misma fase en su versión PC del juego 'Medal of Honor: Allied Assault', sí llega muy alto. Muchos personajes en pantalla, efectos de todo tipo (balas, explosiones, chapoteos en el agua…) y muchas cosas por hacer en mitad de ese frenesí nos podrán más de una vez la carne de gallina. Todo poseedor de una PS2 debería pasar por este nivel del juego, lo vaya a comprar o no. Memorable
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Otros pequeños defectos...
Después de dejar tan alto el pabellón gráfico del juego, repasaremos las cosas que, aunque no suponen un punto muy negativo, sí deberían haberse mejorado o incluído. Por ejemplo, la ausencia de sangre durante las batallas. A pesar de que se me puede tachar de 'carnicero', pienso que después de semejante cantidad de realismo en todos los campos que incluye el nivel gráfico del juego, es imperdonable por lo menos la no inclusión de una opción para activar o desactivar la aparición de sangre durante las batallas.

Puedes dispararle a un alemán en plena cara, en una mano o en una rodilla que no tendrás ni gota de sangre. Realmente llama la atención, y nadie desde estas páginas está reclamando una 'fiesta gore' ni nada por el estilo. Simplemente un efecto de sangre, unas gotas que salten al impactar el proyectil contra el cuerpo del objetivo… no me parece bien resuelto el camino por el que se ha optado.

m  ú  s  i  c  a
La música de este título sólo tiene un nombre: ESPECTACULAR. Unas melodías realmente conseguidas nos acompañan durante toda la aventura, obra del genial Michael Giacchino. Las 15 fases que componen el juego tienen el honor de ser compañeras de esta banda sonora tan lograda, con un ritmo y un estilo clásico, pero con un aire tensionado -que es lo que requiere y argumenta el juego: tensión- que le queda de perlas.

Son varias las pistas de audio que podremos escuchar, la mayoría simplemente instrumentales y algunas con protagonismo coral, que le insufla heroísmo y épica al argumento y que logra algo poco corriente: si jugásemos las fases sin banda sonora, la cosa no sería tan especial. Y esto, amigos, lo pueden decir muy pocos juegos hasta ahora (en realidad, si quitamos FFX, MGS2 y algún juego más, no hay otros títulos que puedan presumir de lo mismo). Sinceramente, una de las mejores bandas sonoras que he escuchado. Impresionante.

s  o  n  i  d  o    f  x
Otro apartado verdaderamente importante, auténtico puntal de la ambientación que logra el conjunto de los apartados para hacernos vivir una de las experiencias más inmersivas que hemos visto hasta ahora en PS2. El Dolby Surround del que hace gala el juego está aprovechado al máximo con unos fx impresionantemente variados y de gran calidad. Tanto las armas de fuego, como los personajes, como los diferentes samplers para los vehículos que pueblan los mapeados (jeeps, tanques, aviones, submarinos, barcos, grúas…) están incluídos en el juego con una calidad muy alta.

Efectos de sonido contínuos...
Además, han logrado que los fx sean contínuos durante el juego, no sólo que suenen cuando el jugador realiza alguna acción. Es decir: podemos quedarnos quietos y seguir oyendo disparos, explosiones, gritos, vehículos, aviones, granadas… realmente logran dar la sensación de estar en medio de un entorno vivo y con multitud de escenas que se están sucediendo a la vez en distintas partes de los escenarios.

Doblaje en castellano con pinceladas de alemán...
Además de esto, podremos disfrutar de voces en castellano durante la explicación de las fases y en los vídeos de introducción a los niveles. Las voces están muy bien dobladas, aunque las voces 'in-game' no han sido dobladas, y realmente se agradece. Aunque parezca una contrariedad, no es lo mismo oír a los nazis hablando castellano con acento alemán que oírlos hablar y gritar en el idioma teutón, logrando una entonación que llega a hacernos temblar del realismo que le imprimen. Muy logrado.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
En cuanto a la jugabilidad de este título, mucha gente estará pendiente del apartado más criticado y mencionado por los jugadores recelosos de hacerse con un shooter para jugar con Dual Shock2: el control.

Aunque la manejabilidad es similar en cuanto a distribución de controles con respecto a los otros juegos en vista subjetiva, en este Medal of Honor tendremos la opción de ajustarlo al control que disfrutamos en las anteriores versiones de PSX, así la gente que haya jugado a los anteriores se sentirá más cómoda y tendrá más facilidad para todas las acciones. El resto tendrá varias opciones para elegir la que mejor se adapta a sus preferencias. Sin embargo, aún con estas posibilidades, el control no está todo lo calibrado que se requiere, y así nos costará apuntar en multitud de ocasiones para hacer blanco en situaciones extremas o delicadas.

Realmente el movimiento y el control de los ejes con el stick derecho necesita de una calibración más acorde con los movimientos de la palanca, ya que a veces se hacen algo rápidos de más para apuntar a zonas concretas o soldados que se encuentren a cierta distancia.

Difícil puntería...
Donde más notaremos esta dificultad para apuntar será en las fases de sigilo y de sabotaje, donde tendremos que eliminar a algún enemigo determinado desde cierta distancia para evitar que dé la alarma, y así acabe con nuestra misión -sobre todo cuando estamos llegando al final del nivel-. Es bastante injusto llevar una misión muy bien encaminada y que por culpa de un control algo defectuoso pueda irse al traste en cuestión de segundos.

En total 15 misiones: desembarca, infiltra o sabotea...
Las fases del juego se dividen en 15, donde habrá fases de acción total como la del desembarco, de subterfugio, sabotaje, infiltración, y cada una con varios parámetros a cumplir. Incluso en algunas fases se activarán objetivos en medio de ellas sin tenerlos en el listado desde el principio, y esto aumenta la sensación de expectación y tensión en cada una de ellas. Además, la variedad de escenarios y la forma de afrontar cada nivel será un detalle muy importante para no caer en la monotonía de otros juegos del mismo tipo.

Las armas y su respuesta también tendrá su parte de importancia, en muchos casos vital. Saber sus características, el daño que pueden infringir y la rapidez de recarga nos será muy útil para saber cuál utilizar en una situación determinada, lo que muchas veces hará que salgamos victoriosos o por el contrario seamos pasto del plomo alemán, lo que nos llevará de vuelta al principio del  nivel. En algunas fases seremos ayudados por soldados aliados, y en otros momentos seremos nosotros los que tengamos que cubrir a algún miembro de nuestro ejército para realizar unos objetivos preestablecidos.


A mi mis muchachos!
Esto ayuda a tener la sensación de forma parte de un grupo de soldados, no de ser un típico 'yo contra el mundo'. Sentiréis que formáis parte de un mecanismo bien engrasado, que vuestras acciones pueden salvar algunas vidas de compañeros y lo mismo cuando ellos os cubran a vosotros. Es un detalle que aumenta la sensación de cooperatividad. Y al nombrar esta palabra, nos vienen a la mente el mayor fallo que encontramos jugablemente a este título: la falta de un modo multijugador.

Objetivos secundarios...
La variedad de acciones a realizar ayudan mucho a paliar esta falta. Debemos ayudar a soldados aliados a llegar a los búnkers en el desembarco de Normandía, cubrir a otro soldado para que sabotee unas instalaciones, penetrar en unos astilleros sin ser vistos, disparar a soldados alemanes desde un camión en marcha o sabotear un submarino enemigo desde su interior, hasta llegar a la fase más importante: robar el avión más avanzado que poseen los alemanes, el OI HX. Un avión a propulsión que el Tercer Reich cree les ayudará a poner de su bando el destino de la confrontación.

Este ramillete de objetivos son los que permiten que la repetición destaque por su ausencia, y la adictividad de este título llegue a cotas muy altas, ya que llegaréis a sentir verdadera antipatía por un ejército nazi despiadado pero que, seamos claros, era de los más preparados que se han visto nunca: una verdadera máquina de matar.

Inteligencia Artificial mejorable...
La IA de los enemigos, que EA nos ha vendido como 'extraordinaria' no nos acaba de parecer tal. Es verdad que se cubren, se avisan, atacan en equipo y hasta nos devuelven las granadas que les lanzamos en ocasiones, pero nada de esto es totalmente nuevo, y ya lo hemos visto en otros títulos. Incluso hay veces que nos encontramos de frente con un enemigo y se le acaba la munición en ese instante, y en vez de ir a cubrirse se queda quieto, delante de nuestras narices, a recargar su arma, sabiendo que no tiene visos de éxito. No está mal, pero tampoco es la panacea del realismo.

En muchas fases podremos contar con la utilización de armas apostadas -léase metralletas de posición- que encontraremos en determinados tramos, y que nos ayudarán a acabar con alguna oleada de enemigos que nos atacarán en cuanto nos pongamos a sus mandos. Estas escenas de acción son muy satisfacctorias, por una parte el Dual Shock2 representa muy bien por medio de la vibración el control de estas pesadas armas, y por otro momentos de frenesí como estes colocados estratégicamente vienen bien para afrontar posteriores acciones más sigilosas.

En definitiva, la ausencia de un modo multijugador es su mayor hándicap, pero la variedad de misiones, sus diferentes objetivos, la mezcla de acciones frenéticas con otras más pausadas y el realismo que engloba todo el entorno del juego logran picarnos por muchas horas, y no será un juego al que juguéis una vez sola. Seguramente no pararéis hasta lograr tener todas las medallas de oro en todas las misiones.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Dreamworks logra con 'Medal of Honor: Frontline' el mejor shooter de PS2 en estos momentos (a la espera de juegazos como Turok Evolution, Red Faction2, Timesplitters2, Return to Castle Wolfestein o DeusEX2). Su genial ambientación, su gran variedad de escenarios, sus misiones excelentemente diseñadas, una banda sonora espectacular, unos fx para tomar como ejemplo por el resto de compañías y un escenario histórico realmente sobrecogedor logran el resto.

Lástima de un control algo confuso y no perfectamente calibrado y la aparición de un slowdown presente en muchas fases, la falta de un modo multiplayer, así como una IA que han resaltado como 'innovadora' y que no nos parece tanto como lo describen, lo bajan un poco del pedestal en el que podría estar si se hubiesen resuelto estes problemas. También podrían haber incluído un selector de Hz para lograr algo más de suavidad en las animaciones y la no inclusión de la sangre entre tanto realismo le quitan algo de genialidad a este programa.

Aún así, como hemos dicho, lo mejor en shooters que se puede encontrar ahora mismo para PS2. Los jugadores a los que les encante el género no lo pueden dejar escapar. Sólo la fase del desembarco de Normandía se merece quedar entre lo mejor de la 128 bits de SONY. Imprescindible para los fans de la acción subjetiva, y uno de los mejores juegos que ha visto la PS2 para el resto de mortales.

l  o    m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r