Precaución, amigo conductor...

"Otro juego de PlayStation 2 convertido para el lanzamiento de GameCube" se atreverían a decir muchos. Pero otra vez con excelentes mejoras, que aumentan la calidad del título. Y algo aún más curioso: el juego empezó a desarrollarse antes en GameCube que en otra plataforma.

Criterion, los responsables de Burnout, fueron de los primeros en recibir kits de programación de GameCube. Además la compañía es la creadora del engine RenderWare, que permite explotar aun más las capacidades de la consola.

Pero centrémonos en el juego. Nuestro objetivo es simple (como casi todos los juegos de carreras): llegar el 1º. Pero no corriendo en circuitos, sino en calles atestadas de tráfico, y contra 4 competidores más, y lo más importante: tendremos que hacerlo rozando literalmente los vehículos con los que nos crucemos para activar el Burnout.

Su uso es simple: abajo a la izquierda de la pantalla aparece una barra que a medida que vayamos pasando próximos al resto de coches que circulan tranquilamente, la barra irá aumentando. Cuando más próximo estemos sin rozar, antes se completará, y una vez completada... ¡¡a correr!! Un turbo se activará durante unos segundos, y si sabemos aprovecharlo, tendremos muchas oportunidades de alzarnos con la victoria.

g r á f i c o s

Pero, ¡allá de vosotros si chocáis! Antes de que os de tiempo reaccionar al choque, la cámara se situará en otro ángulo, y se repetirá tu colisión como si una película de James Bond se tratara. Realmente impresionan, y gráficamente todo un  espectáculo; los coches se deformarán de una forma muy real, las partículas (léase trozos de cristal, carrocería...) volarán literalmente por el asfalto, y el tumulto creado acarreará a más coches a formar un atasco brutal. Pero gracias a Dios, podrás salir de aquel embrollo tras una pausa.

Los vehículos están bastante bien modelados, aunque el número de polígonos del resto de coches contra los que no compites es más reducido, aunque las texturas son muy variadas, lo que reducirá la monotonía de que todo el trafico parezca el mismo. La sensación de velocidad es excelente, y sin rastro aparente de popping (incluso cuando activemos el turbo).

Otro aliciente es la posibilidad de ver las mejores colisiones al final de la carrera, y modificar el ángulo de la cámara, la velocidad, el zoom o incluso añadir motion blur que lo hará más espectacular aún. Además, el juego soporta 60Hz, y es compatible con Widescreen 16:9 y Progressive Scan.

m ú s i c a

El aspecto más flojo del juego. Bien es cierto que cada tramo tiene su propia música, y que existen melodías lentas, otras más tensas y con un ritmo agradable. Pero se vuelven monótonas pronto. No llegan a aburrir, pero en ningún momento se resalta ninguna en especial.

s o n i d o

Nada que ver con la música. El juego soporta Dolby Surround, y si dispones del equipo necesario, podrás escuchar todo el tráfico pasando a ambos lados del televisor, como si fueran a echar abajo la casa. El ruido de los motores, sin destacar, esta suficientemente bien recreado, pero en especial con las colisiones han hecho un buen trabajo.

Derrapes, choques, vuelcos... todo perfectamente recreado. Realmente se parece más a una película que a un video-juego (aunque las similitudes entre ambos cada vez son menores).

j u g a b i l i d a d

A esta altura, está bien claro que lo que hace distinto al juego son las colisiones. Al principio, disfrutarás con ellas como un enano, pero poco a poco irán cansando. Cada vez que te choques, el juego se detendrá durante unos segundos, lo que le resta adicción al juego. Además, en algunos momentos, te rozarás con un coche que te desestabilizará muy sutilmente, pero el juego se detendrá, y tendrás que esperar otra vez.

Otro punto débil surge con la barra del Burnout. Si chocas, se reducirá notablemente, lo que te hará tener que forzar la máquina para poder usar el turbo. Personalmente, esto me resulta desesperante. Creo que hubiera sido mejor que no se redujera tan drásticamente. Es sólo un gusto personal, quizá a vosotros os parezca que aumentá las ganas de apurar hasta el límite la conducción.

Respecto a los modos de juego, encontramos: Campeonato, Carrera Individual, Versus (contra otro jugador o contra la CPU), Time Attack, y Special, donde encontraremos todo lo que vayamos desbloqueando. Por ejemplo, el modo Espejo se desbloqueará acabando el modo Campeonato, los distintos coches se desbloquearán en el modo Versus contra la máquina, y podremos incluso correr sin tráfico. Eso dejo que lo descubráis por vosotros mismos.

Un total de 14 circuitos (gracias a las diferentes rutas, y sin contar el modo espejo), algunos extremadamente extensos, con casi 7 minutos por vuelta, y muchos vehículos distintos para desbloquear, completan el atractivo que ya de por sí tiene el juego.

c o n c l u s i ó n

Estamos ante todo un juego de conducción. Gráficamente, esplendido, muy jugable, con muchas posibilidades, y con el más que atractivo Burnout y las repeticiones. Sin embargo, tiene muchos aspectos por pulir, que no lo dejan a la altura de otras joyas del género. Si buscas un arcade de larga duración, y te gusta eso de editar tus propios "accidentes", ¡este es tu juego!

Quizá en una futura secuela veamos todo el potencial de GameCube gracias al RenderWare, y pulan aquellos aspectos que le faltan al juego, como más circuitos o menos colisiones.

l o  m e j o r

l o  p e o r