No es lo mismo un juego "de película", que un juego "basado en una película".

Aún con la película en los cines, El Rey Escorpión da el salto al mundo de los videojuegos en forma de un plataformas que combina saltos y sablazos a partes iguales. ¿Se cumplirá esta vez la maldición que pesa sobre los juegos sacados de la gran pantalla?

Todos sabemos que las compañías programadoras tienen una extraña fijación en hacer juegos basados en películas de renombre, y también sabemos que estos juegos suelen ser bastante malos. No obstante, de vez en cuando hay algún que otro título que rompe esta regla y se coloca entre los mejores en su género, como ya paso hace tiempo con títulos como Alien Trilogy o Star Wars Racer -el de Sega-.

Pero claro, con tantos juegos con jugosas licencias que han terminado saliendo rana, los jugadores más veteranos nos echamos a temblar cada vez que oímos que van a hacer un videojuego inspirado en una película que nos gusta. Y es que razones no nos faltan...

Ahora, y tras las oleadas de bodrios provocadas por Episodio 1 y Harry Potter, los chicos de Way Forward -una filial de Universal Interactive- han trasladado las aventuras de El Rey Escorpión a la portátil de Nintendo y, siguiendo la tradición, se han cargado la película de sobremanera.

Para empezar, ya podéis iros olvidando de los majestuosos parajes que visteis en la película, porque lejos de complicarse la vida intentando recrearlos, los programadores parecen haberse agarrado a la Ley del Mínimo Esfuerzo y se han dedicado a crear unos escenarios que cumplen a la perfección, pero que a estas alturas se quedan bastante desfasados.

Se nota que unos niveles están más trabajados gráficamente que otros, pero si hay algo que los caracteriza a todos ellos es su increíble monotonía, ya que al contar con un nivel de detalle tan bajo parece que siempre estamos correteando por los mismos parajes.

Los personajes tampoco están mucho más detallados que los escenarios, aunque gran parte de la culpa la tiene su reducido tamaño. Las animaciones también dejan mucho que desear, ya que la mayoría de ellas podían haber estado mucho mejor realizadas.

En general, el apartado gráfico es bastante pobre si lo comparamos con otros títulos como Circle of the Moon o Rayman Advance, que aprovechan mucho mejor las capacidades de la consola.

Las melodías que oiremos durante el juego tienen el mismo tonillo egipcio que el resto del juego y, lejos de ser tan buenas como las de la película, se limitan a ambientar los escenarios con más o menos acierto según que fase. La mayoría de los temas son bastante sosos y repetitivos, lo que hará que a más de uno le dé por quitarle el volumen a la consola, sobre todo si no te gusta este tipo de música.

Ya sabemos que el sonido de los juegos para consolas portátiles no suelen ser gran cosa, pero en GameBoy Advance hemos visto títulos con mucha más calidad sonora que El Rey Escorpión.

La calidad de los efectos sonoros será otra de las razones por las que muchos preferirán jugar sin volumen. Si la música ya rozaba el límite de lo indecente, los sonidos tocan fondo estrepitosamente. De la escasa variedad de efectos que tiene el juego sólo se salvan los gritos de los personajes femeninos, que están bastante bien logrados y suponen un atisbo de calidad en este nefasto apartado.

Si queréis haceros una idea de la calidad de los efectos, jugad un rato a algún juego de vuestras viejas Master System, que suenan más o menos igual...

Con un apartado visual mediocre y una calidad sonora a juego, ¿qué mejor que hacer un juego aburrido para rematar la faena? Pues eso es lo debieron pensar los programadores, porque jugar a El Rey Escorpión es tan emocionante como tirar piedras contra un muro...

El desarrollo de las fases es muy lineal y, salvo en contadas ocasiones, siempre deberemos avanzar dando tajos para despejar el camino mientras recogemos todos los escorpiones dorados que podamos, ya que así ganaremos vidas extra. Hace la tira de años esta idea daba bastante buen resultado, pero en los tiempos que corren ya estamos acostumbrados a una mayor variedad de situaciones que las que nos ofrecen los chicos de Way Forward.

Sin embargo, el factor que más atenta contra la jugabilidad no es ese, sino el duro scroll con el que cuenta el juego. Pese a que no es del todo malo, le falta algo de suavidad, y en algunas ocasiones nos ofrecerá un plano del escenario bastante malo que nos impedirá ver algunas plataformas clave para seguir avanzando.

Por fortuna, el control del personaje es bastante bueno, ya que con tan sólo un par de botones podremos realizar las acciones básicas del juego de una manera muy sencilla. Los botones superiores también se usan, aunque uno de ellos es para cambiar de arma -cosa que haremos muy poco a lo largo de toda la aventura- y para caminar -cosa que haremos aún menos-.

Como suele ser habitual en este tipo de juegos, la duración de El Rey Escorpión es la necesaria para terminarte el juego antes de aburrirte por completo de él. Y si tenemos en cuenta que el aburrimiento llega bastante pronto en este título, pues tenemos un juego realmente corto... El cartucho tan sólo cuenta con 6 fases bastante cortas y fáciles que terminan con enfrentamientos con los inevitables jefes finales, que también son bastante facilones.

Para empeorar las cosas aún más, el juego sólo cuenta con un nivel de dificultad y con un solo modo de juego, por lo que volver a jugar tras haberte pasado la última fase es tan emocionante como ir a recoger las piedras para volverlas a tirar...

Como la gran mayoría de los juegos basados en películas, El Rey Escorpión no pasa de ser un juego más del montón, de esos que se quedan acumulando polvo en las estanterías de las tiendas y de las casas de los infelices a los que le dan gato por liebre. Su escasa duración y su cuestionable capacidad de diversión, unidas a un apartado técnico muy cuestionable, hacen de este título algo más que una mala compra, por lo que si tenías en mente hacerte con él será mejor que te lo pienses mejor antes de hacerlo.

Si lo que queréis es un juego que mezcle plataformas y acción, lo mejor que podéis hacer es pillar Earthworm Jim, que es mucho más largo, divertido y difícil que el título de Universal. También podéis probar con Crash Bandicoot XS y Rayman Advance, que dejan un poco de lado la acción para centrarse en el salto puro y duro. Como siempre, la elección está en vuestras manos...

L o   M e j o r

L o   P e o r

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