Fútbol a lo bestia...

Aquí llegan los futbolistas más bestias del mundo, capaces de todo para lograr su objetivo. Puñetazos, patadas voladoras e incluso ataques especiales a lo Matrix valdrán para quitar de enmedio a los rivales. Yo de tí no me pondría delante, compañero…

La fiebre mundialista acecha ahora a todas las compañías desarrolladoras, con ganas de pescar parte del 'pastel' que supone la celebración de este campeonato futbolístico. En Europa, 'ISS2' y 'FIFA Mundial 2002' han sido hasta ahora las primeras en anunciar sus títulos para aprovechar este evento. Y ahora llega MIDWAY, con su estilo claramente arcade y divertido, la que quiere dar un nuevo enfoque al fútbol del mundial. Lo logrará? A ver, a ver…

Para empezar, el modelado de los jugadores no es precisamente un trabajo muy logrado, ya que todos tienen la misma complexión, aunque el trabajo en la representación facial sí ha sido mejor. No es que su parecido con los jugadores más famosos sea fotográfico ni mucho menos, pero sí ha sido bien resuelto, con facciones bien marcadas y movimientos de la cara logrados. En cuanto al resto del cuerpo, su complexión parece acercarse a la caricatura, con brazos y piernas algo exagerados en cuanto a tamaño, pero que rinden muy bien con el estilo del juego.

Las texturas, tanto del campo como de los jugadores están muy bien resueltas -sobre todo las del césped de los estadios-, con una resolución muy buena y un texturizado en los tonos de color muy logrado. También hay que destacar el buen resultado en cuanto a efectos de luz y sombra sobre el campo, con las zonas ocultas del sol bien trabajadas y representadas.

Los estadios sí que dejan mucho que desear, tanto en modelado como en representación del público. El modelado no es nada del otro mundo, con estadios no muy grandes y poco originales -hay algunos sí logrados, que son los de los equipos secretos- y con una representación del público digna de una consola de la generación anterior. El público son simple texturas sin animaciones, movimientos o efecto alguno, simplemente alguna bandera, fuegos artificiales o papeles lanzados por no se sabe quién… en este caso no ayuda mucho a la ambientación, aunque en realidad quitando el principio de los partidos, en ningún otro momento ni escena cinemática el público llega a ser parte protagonista de los partidos. Aún así, un capote para MIDWAY por su dejadez en estos detalles.

Si hablamos de motion capture, el juego posee esta técnica pero sólo para entradas especiales, remates tipo salto de kung-fu o acciones específicas. Durante el juego, cualquier acción de pasar, girarse, esprintar, centrar o cualquier movimiento típico de un partido de fútbol real no está nada trabajado. MIDWAY representa con este detalle claramente que lo que le interesa representar de verdad son las entradas espectaculares, las auténticas protagonistas de este juego. Lo demás sirve de adorno para esto, y por ese motivo no están tan trabajadas. Si el resto de animaciones estuviese igual de cuidado que las animaciones principales, podría ser un capítulo muy importante para lograr una jugabilidad profunda.

El mismo motor no presenta ralentizaciones o brusquedades, ni en las animaciones ni en el desplazamiento de la pelota, lo que por lo menos ayuda al dinamismo del juego, algo que no cumplen otros apartados antes nombrados…

La física de la pelota tampoco es que haya sido muy cuidada, ya que su desplazamiento, pases o tiros no son precisamente un ejemplo de realismo, pero el juego tampoco persigue eso, claro está. Sin embargo, un poco más de trabajo en su movimiento podría haber ayudado al 'feeling' que pretende desprender el juego, y las rutinas de movimientos y jugadas son muy claras para lograr goles muy parecidos unos a otros.

Si hay algo realmente bien logrado es el motor de colisiones. En realidad es algo que sí han cuidado mucho, sobre todo porque la mecánica del juego -a base de faltas, patadas y empujones- así lo requería. El balón reacciona muy bien a los impulsos o golpeos contra otros jugadores, postes o en los tiros, lo que habla bastante bien de sus rutinas de colisión.

Las celebraciones de los goles no son nada del otro mundo, además de ser muy repetitivas, con lo cual os las pasaréis rapidamente. Los menús son fáciles de navegar y gestionar, pero se echan en falta opciones como posición de pantalla, opción 16:9 y control de contraste. En general, el apartado gráfico de RED CARD SOCCER deja en el aire los apartados más importantes y se centra sólo en los que sujetan la mecánica de juego. Movimientos especiales y colisiones se llevan la palma en su resultado, pero el resto deja algo que desear en general, y mucho en dos o tres apartados de los esenciales. Muy mejorable.

Si nos referimos a los speechs, podemos encontrarnos con el televisivo Iñaki Cano y el exmadridista Ricardo Gallego, que harán los comentarios pertinentes durante el partido y al final a modo de resumen. No son de un gran nivel ni en cantidad ni el calidad -sus narraciones parecen sacadas de un momento de ardor de estómago-, pero son mejores que cualquiera de un título PES, ISS u otro juego futbolístico, claro está, a excepción de FIFA. Pasables.

Los modos de juego también brillan por su ausencia. Sólo dos opciones de juego, Partido Amistoso y Conquista Mundial. El partido amistoso es el típico entre selecciones -32 selecciones con nombres reales- y las selecciones ocultas que vayamos desbloqueando del modo Conquista. El modo Conquista Mundial nos llevará por todos los continentes del Planeta para enfrentarnos a las mejores selecciones y a los equipos secretos que se encuentran en el juego (delfines, toreros, extraterrestres…). Al ganar a los equipos 'reales' podremos enfrentarnos a un partido contra los equipos secretos, que pasarán a ser elegibles cuando disputemos partidos amistosos.

Como decíamos antes, la mayoría de las acciones son muy fáciles de realizar, pero aún así tendremos un par de combos de botones para realizar quiebros y tiros con el efecto Matrix antes descrito. En líneas generales, su jugabilidad es muy directa, quizá demasiado, ya que a corto-medio plazo no tendrás ningún elemento del juego que no controles, y la adictividad bajará enteros de forma alarmante y muy rapidamente.

En definitiva, RED CARD SOCCER es un juego planteado para echar unas partidas, reírse un poco y nada más. Su jugabilidad es muy limitada, la adictividad que despierta demasiado breve y los modos de juego no dan para mucho más que dos opciones distintas. Poca cosa, no?

l  o     p  e   o  r