Cuando el destino del mundo está en manos de un marsupial...

¿Qué harías si un científico loco inventase un trasto capaz de reducir el mundo al tamaño de una canica? Pues si fueses un marsupial con bermudas, seguramente saldrías a la calle para evitar que lo use para tiranizar el mundo. Y si no, preguntadle a nuestro amigo Crash...

Y es que no hay nada más molesto para la seguridad mundial que un científico enano y medio loco con ganas de conquistar algo. Esta vez el Dr. Cortex ha encogido nuestro planeta para así dominarlo más fácilmente y, de paso, quitarse de encima el complejo de bajito.

Pero por suerte para la humanidad, Crash y sus amigos están dispuestos a hacer el bien a base de recoger unos Cristales Mágicos capaces de deshacer el entuerto. Pero como siempre, los esbirros de Cortex intentarán ponerles las cosas un poco más difíciles a nuestros héroes.

Con este arranque de "originalidad", los chicos de Vicarious Visions han trasladado la saga plataformera por excelencia de PlayStation a la nueva portátil de Nintendo, intentando mantener intactas las premisas que la llevaron a lo más alto. ¿Lo habrán conseguido? Vamos a verlo.

 g r á f i c o s

Nada más comenzar a jugar a Crash Bandicoot XS nos vendrá automáticamente a la cabeza la imagen del mítico Donkey Kong Country de Super Nintendo, ya que el estilo gráfico del juego es el mismo.

Aunque las animaciones de los personajes que aparecen en pantalla son bastante buenas, las de nuestro marsupial destacan sobre las de los enemigos, tanto en calidad como en cantidad. Así, tendremos a un Crash muy detallado que se mueve a las mil maravillas, ya sea a la hora de correr, saltar, nadar... Incluso le veremos moverse bien a la hora de perder vidas -aunque lo normal en estos casos es dejar de moverse, ¿no?-.

Pero como los malos tienen que superar al bueno en algo, ¿que mejor que hacerlo en número? La fauna con la que nos encontraremos durante nuestra búsqueda será de lo más variopinta e irá desde plantas carnívoras hasta gigantescas morenas, pasando por ratas de laboratorio, sapos encantados, osos polares y un sinfín más de enemigos empeñados en hacernos retroceder.

La mayoría de los niveles se desarrollan con un scroll horizontal bastante bueno, aunque no resultan ni la mitad de espectaculares que los que recorremos hacia dentro y fuera de la pantalla, que son además los que técnicamente están mejor realizados. Sin embargo, el bajo nivel de detalle de los decorados y su escasa variedad estropean bastante la calidad visual del juego.

 m ú s i c a

Aunque se trate de un juego para una consola portátil, la potencia sonora de Game Boy Advance ha permitido a los programadores dotar al cartucho de unas melodías muy buenas que en su mayoría han sido sacadas de anteriores entregas. Algunas de ellas son tan pegadizas que cuando dejéis de jugar seguirán sonando en vuestras cabezas -como me está pasando a mí ahora mismo...-.

La única pega que podemos ponerle a este apartado es que los temas son muy escasos y, en su mayoría, repetitivos. Aunque sea su único fallo, es un fallo muy gordo que echa a perder un apartado que podía haber sido sobresaliente.

Al contrario que la música, la cantidad de efectos de sonido que podemos escuchar en Crash Bandicoot XS es realmente abrumadora: explosiones, fogonazos, gritos, saltos, giros, disparos, planchas, barridos... Todos ellos han sido extraídos directamente de las entregas para PlayStation, y en general son bastante cómicos y acompañan de maravilla la acción.

 j u g a b i l i d a d

Si hay algo que caracteriza a los juegos protagonizados por Crash es la innata capacidad de diversión que poseen, y este no iba a ser una excepción.

Al igual que en las entregas para PlayStation deberemos recorrer los niveles del juego en busca de los Cristales Mágicos, arrasando con todo lo que nos salga al paso y superando los diversos obstáculos del terreno a base de saltos.

La mayoría de estos niveles se desarrollan como en los plataformas a la antigua usanza, es decir, de izquierda a derecha. Pero de vez en cuando nuestro marsupial cambiará de perspectiva para protagonizar algunas fases que se desarrollan hacia dentro y fuera de la pantalla, como es lo habitual en la saga. Así, tan pronto estaremos surcando los cielos destruyendo los dirigibles de Cortex como huyendo de un gigantesco Yeti a lomos de un osezno -¿os suena?-.

En total hay 24 fases si contamos los enfrentamientos con los enemigos finales, que pese a tener una fase entera para ellos solitos no son mucho más difíciles de derrotar que el resto de los enemigos. Además, si conseguimos acabar el juego al 100% podremos acceder a la fase 25, que estará disponible tras derrotar a Cortex en la batalla final.

A medida que vayamos derrotando a estos enemigos iremos ganando habilidades especiales tales como un doble salto, más velocidad o un demoledor ataque en plancha. Una vez tengamos estas habilidades podremos volver a fases anteriores para intentar romper todas las cajas y hacernos así con las Gemas de Poder. Pero esto no bastará para que logremos desbloquear la fase 25, ya que si queremos pasarnos el juego por completo deberemos volver a jugar todas las pantallas en el modo Contrarreloj para conseguir las Reliquias de Oro.

Por desgracia, hacer todo esto no os va a llevar demasiado tiempo, y a poco que seáis hábiles dando saltos os pasaréis el juego por completo el mismo día que os lo compréis. Eso sí, una vez lo consigáis podéis intentar mejorar vuestros tiempos para optar así a las Reliquias de Platino, lo que puede llevaros algo más de tiempo.

C o n c l u s i ó n

Para ser el primer Crash Bandicoot portátil, los programadores podían haberse esmerado un poquito más. Aunque el juego podía haber sido una compra obligada para los amantes de los clásicos juegos de plataformas, su escasa duración hace que el juego sea ideal para alquilarlo un fin de semana, que es el tiempo que podéis tardar en machacar el juego a fondo.

Además, la escasa variedad de las melodías y decorados no ayudan mucho a que el jugador se vea en la necesidad de añadir el juego a su colección. Quizás los fans de Crash sean capaces de hacer semejante desembolso para comprar un juego tan corto, pero los que no le tengan tanto cariño quizás deberían decantarse por Super Mario World, que es mucho más largo y se puede jugar a dobles.

L o   M e j o r

L o   P e o r