No vuelvas sin ella...

Un año más llega a los principales sistemas domésticos la correspondiente ración de "FIFA Soccer" inspirada en el Mundial de Fútbol. PSX no se podía quedar atrás y también cuenta con su propia ración de la última versión del juego de fútbol más vendido de la Historia. ¿Os animais a descubrirlo?

Electronic Arts sabe aprovechar como nadie las licencias que adquiere a base de talonario. Un claro ejemplo de ésto es la serie de juegos basados en la franquicia FIFA, de los cuáles nos hace llegar un título que aparece cada año, exceptuando en los que, como éste, toca mundial de fútbol. Ningún sistema que se precie se ve libre de su propia versión del título desarrollado por EA Sports sobre el 'deporte rey'. Además, cada cuatrienio la compañía con sede en Vancouver nos regala tres títulos, uno correspondiente a la actualización de rigor de su saga "FIFA Soccer", con plantillas y gráficos renovados, y otras dos inspiradas por la más grande fiesta del fútbol, el Mundial.

El primero de ambos es al que los de EA Sports bautizan como "Rumbo al Mundial" y que corresponde la primera aproximación de la compañía canadiense al evento deportivo que tradicionalmente se celebra durante los meses de verano. El siguiente, que sale al mercado con una diferencia de pocos meses, es el que explota al máximo el filón de tan jugosa licencia. Estadios reales, información sobre las localizaciones, los equipos formados por los jugadores que están en las listas previas del Mundial, etc., claramente destinado a los sibaritas del fútbol que siempre quieren tener en su ludoteca lo último de lo último.

"Mundial FIFA 2002", el juego que nos ocupa, corresponde al segundo lote antes mencionado. Contando con todos los equipos clasificados para la fase final de la Copa del Mundo, y consiguientemente con la baja de un combinado con tanta tradición mundialista como Holanda, este título es la apuesta de Electronic Arts para aquellos jugones que quieran experimentar en su propia piel qué se siente al participar en un evento del prestigio del que se celebrará en los orientales países de Korea y Japón este mismo año.

Las novedades con respecto a las ediciones de los años anteriores se pueden resumir en tres: la introducción de los cambios en el sistema de juego que ha sufrido la saga "FIFA Soccer" durante estos cuatro años, la consiguiente actualización gráfica y los últimos datos sobre combinados nacionales y las plantillas que los integran. Los equipos, además, aparecen ordenados por el ránking oficial FIFA, el cuál está encabezado por Francia, los actuales campeones de Europa y del Mundo, y en el que España, nuestra querida selección, ocupa un más que meritorio sexto puesto.

Los amantes de las estadísticas, además, podrán consultar en cualquier momento el estado de la mayoría de los parámetros que tienen más o menos interés durante un partido de fútbol. Pulsando la pausa es posible saber qué equipo es el que ha tenido durante más tiempo la pelota, quiénes son los goleadores, qué jugadores ha creído el árbitro del encuentro que merecen una amonestación, etc. Durante los encuentros también se harán reseñas a los futbolistas más destacados y a sus actuaciones, como cuando uno consiga un hat-trick o, al finalizar un partido, qué deportista es merecedor del título de mejor jugador del partido.

En cualquier momento del partido podremos rememorar los últimos instantes de juego mediante la opción de "Repetición Instantánea". Cambiar el tipo de cámara, la velocidad de repetición, rebobinar o adelantar son las opciones incluidas en el menú de replay. Se echa en falta, sin duda, la posibilidad se salvar las mejores moviolas en nuestra Memory Card.

Las celebraciones de los goles, por otra parte, son muy correctas, pero no tan espectaculares como uno podría desear. Además,las repeticiones automáticas de los tantos no son interactivas, es decir, que no podremos intervenir activamente en los replays de los tantos. Tampoco será posible guardar las repeticiones de los goles, lo que es una lástima, porque alguno de los que se consiguen en este "Mundial FIFA 2002" son de muy bella factura.

A su vez, hay que destacar los piques que se producen en ocasiones entre un jugador que haya cometido una falta especialmente dura y un compañero del jugador que la ha recibido. Aunque tan sólo sea un detalle anecdótico, es de agradecer a los de Electronic Arts que se preocupen de ese tipo de cosas. También es de elogio el esfuerzo puesto en la ambientación, esfuerzo que se nota, por ejemplo, en los estadios incluidos en el juego, réplicas casi exactas de sus homónimos reales. Un lujazo que los más puristas sabrán aplaudir.

En cualquier caso, el engine gráfico presente en este juego es bastante mediocre, el diseño de los jugadores muy simplistas y las animaciones, bastante más bruscas de lo que uno podría desear. La velocidad de juego es configurable, pero sólo en el nivel más alto de rapidez os sentiréis agusto jugando; en los otros parecerá que alguien haya pulsado un imaginario botón de 'cámara lenta'. Un apunte: todos los ajustes que hagáis en la configuración deberéis volverlos a hacer al empezar un partido, pues cada vez que finaliza un encuentro éstos vuelven a adoptar su valor por defecto.

Tan sólo los más grandes - y famosos - jugadores serán reconocibles a primera vista. El resto, la inmensa mayoría, compartirán casi el mismo aspecto. Hablando de los estadios las cosas cambian, pues el trabajo de investigación de los de Electronic Arts ha permitido una casi perfecta recreación de los campos en los que se jugará el destino del mundial. En cualquier caso, la baja resolución del motor gráfico provocará que ese gran trabajo se vea desmerecido ante nuestros ojos.

Por poner un ejemplo, en un enfrentamiento España-Paraguay en el que estábamos enfrascados algunos miembro de la redacción, en un momento dado le llega la pelota a Mendieta y, de repente y dejándonos con la boca abierta, el comentarista dice algo así como "Mendieta, jugador del Lazio procedente del Valencia por el cuál pagó 24 millones de libras...". A otro nivel, vamos. Ningún otro título deportivo puede presumir de unos comentarios de tanta calidad, y encima traducidos. Y es que, aunque en la beta que Electronic Arts nos ha hecho llegar éstos estaban en inglés, su traducción a nuestro querido idioma está más que garantizada, corriendo a cargo del genial Manolo Lama y su inseparable compañero de retransmisiones Paco González.

Como ya viene siendo habitual en los últimos títulosde EA Sports, las pantallas de carga previas a los partidos se han utilizado para darnos consejos de tácticas a utilizar a la hora de jugar, así como para recordarnos cuáles son los principales controles y para qué sirve cada uno de los botones del mando de nuestra PSX. Referente al control hay que decir que, muy acertadamente, los de EA Sports han implementado un sistema de vibración que hará que nuestro mando se agite bruscamente en el caso de que suceda algún evento remarcable como un chute, una entrada, etc. consiguiendo así que el jugador se sienta conectado a lo que ocurre en la pantalla.

En cuanto a los controles en sí, destacan las barras de potencia implementadas tanto para chutar como para realizar los pases, añadiendo un componente analógico en estas jugadas que muchos agradecerán. Eso sí, que los menos hábiles no se lleven las manos a la cabeza, pues se ha incorporado una opción mediante la cuál, en el caso de que esté activada, la CPU controlará en parte los desplazamientos del esférico que realicemos. Los porteros continuarán siendo un duro escollo a superar, y la mayoría de las veces tan sólo podremos batirles gracias a un afortunado rebote. Eso sí, algún que otro lanzamiento se colará inexplicablemente en la portería ante la aparente indiferencia de un cancerbero controlado por el ordenador. Con respecto a los porteros hay que decir que no serán capaces de hacernos penalties aunque, eso sí, en más de una ocasión derribarán a un jugador dentro de su area, aunque el árbitrono señalará nada.

A la hora de regatear, independientemente de la calidad del jugador que controlemos, lo importante será pulsar como unos posesos el botón triángulo, mediante el cuál haremos que el personaje que controlemos vaya más o menos rápido. La única limitación a la hora de correr será el cansancio del deportista en cuestión, el estado físico del cuál estará representado por una barra que, aunque decrecerá paulatinamente a medida que el futbolista se canse de esprintar, ésta irá aumentando cuando el jugador se detenga a recobrar el aliento. Aparte de restringir la distancia que el jugador que estemos controlando pueda recorrer velozmente, la barra de energía también determina la tasa de acierto con la que nuestro personaje afrontará un regate. No es lo mismo encarar a un defensa con la barra a tope que cuando ésta esté bajo mínimos, y si no, comprobadlo por vosotros mismos.

Y es que en muchas ocasiones preferiremos enfrentarnos a toda la zaga rival en un ¿desigualado? uno contra muchos que intentar enlazar una jugada. ¿El motivo? El exasperante tiempo que los personajes tardan en controlar el esférico. Si hay un defensa rival a menos de 5 mentros, ni se te ocurra dormirte en los laureles o ni tan siquiera tendrás tiempo de ejecutar un pase al primer toque. El sistema de pases no está todo lo depurado que uno podría desear, y las interpretaciones de la CPU con respecto a cuáles son nuestras intenciones a veces resultarán desastrosas. Los pases de la muerte en muy contadas ocasiones alcanzarán su objetivo, por muy clara que sea la posición del jugador a recibir. El resto de veces la máquina creerá que intentábamos chutar, sacándose el correspondiente disparo de la manga, o que pretendíamos abrir el juego, osease que enviará la pelota a la otra banda o a la colgará en la frontal, en su defecto. Y todo ésto presionando el botón X.

Como ya vimos en el "FIFA 2002" se han implementado algunas indicaciones visuales en el juego para que sepamos en todo momento dónde están nuestros compañeros de equipo y para dónde inician los desmarques, ayudándonos a tomar decisiones del estilo ¿debo abrir a la banda? ¿Sería mejor retrasar el esférico? Otro de los aspectos de la jugabilidad que no nos convencen del todo es que para robar un esférico que esté controlando un rival habrá, obligatoriamente, que realizar una segada o pulsar el botón de presionar. Ésto es debido a que en este juego la pelota, al ser controlada por un jugador determinado, casi pasará a formar parte de él, contradeciendo de todas todas la principal consigna instaurada por el mítico "Sensible Soccer".

Hablando de los disparos a portería, éstos tienen un alto componente de aleatoriedad en su trayectoria. No en cuestión de lado al que se dirigirán ni potencia, pues en ese sentido los chutes responderán perfectamente a nuestras órdenes, sino en la forma, pues ante una misma combinación de botones, el resultado será diferente. Un lanzamiento raso, una vaselina e incluso una cuchara al más puro estilo Raul podrá nacer en las botas de nuestros delanteros cada vez que lancen a portería. La verdad es que casi siempre se ejecuta la mejor opción, como si de la enésima prueba del carácter arcade de este juego se tratara.

En lo referente a las faltas, los árbitros, cuya rigurosidad será configurable mediante la correspondiente opción en el menú, tardarán una eternidad en señalarlas, dando la impresión de que, cuando se deciden a hacerlo, es de oidas. Además, en todas las jugadas a balón parado será posible perder unos cuantos minutos de crono del juego, pues al colegiado parecerá importarle poco lo que tardemos en poner la pelota en movimiento. Tan sólo la reacción automática del futbolista - a cargo de la CPU - encargado de efectuar el lanzamiento evitará que no nos estemos 15 minutos en vez de 2 ó 3.

Hay tres niveles diferentes de dificultad, Amateur, Profesional y World Class. El incremento de dificultad de uno a otro es bastante ajustado. Por ejemplo, mientras que en Amateur la máquina parece jugar a medio gas, como viéndolas venir, en World Class, los equipos controlados por la CPU combinarán rápidamente, encadenando jugadas muy peligrosas y chutando a portería sin pensárselo dos veces, a poco que les dejemos acercarse a nuestra portería.

l  o    m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r