Gran espectáculo en la pequeña Game Boy Advance...

La saga que más al límite ha llevado el baloncesto, "NBA Jam", aterriza con fuerza en la pequeña 32 bits de Nintendo. Si lo tuyo no es meter canastas pero te gustaría emular a Gasol en cualquier parte, sigue leyendo; quizá éste sea tu juego.

El género de los juegos deportivos es, sin duda, uno de los que más tirón tiene entre los usuarios de consolas. Por eso se explica que, intentando encontrar nuevas fórmulas con las que conseguir atraer al máximo número de usuarios posible, algunas compañías potencien aspectos determinados de un deporte determinado para intentar ofrecer en sus títulos nuevas experiencias que atraigan a los jugones más diversos, no tan solos aquellos que busquen la más estricta simulación, sino también a los que busquen algo nuevo que les haga evadirse de la realidad por unas horas.

Lo cierto es que el baloncesto, al igual que otros deportes de multitudionaria audiencia televisiva y elevado número de practicantes, en vez de pasarse de moda parece que es al contrario, que cada año el deporte gana nuevos adeptos. Mucha parte de culpa la tiene la NBA, la liga de baloncesto americana, la cuál, con sus espectaculares jugadas realizadas por los mejores jugadores del mundo, encandila a millones de seguidores jornada a jornada. Así que no es de extrañar que la compañía que vio nacer a los títulos de Turok haya decidido dotar a las máquinas de nueva generación de lanzamientos que recojan el espíritu de la saga "NBA Jam", una serie de juegos que combina la más elevada jugabilidad con la esencia del popular deporte. Entre ellas encontramos a "NBA Jam 2002", que no es ni más ni menos que el juego que nos ocupa en esta ocasión.

Una diferencia con respecto al resto de los "NBA Jam" que han aparecido hasta la fecha es que ahora el Balón de Fuego será para ambos equipos. Antes tan sólo el equipo que había conseguido tres canastas seguidas se favorecía de las ventajas que la pelota en llamas ofrecía. Ahora la cosa cambia, pues cuando uno de los dos combinados consiga three in a row, el esférico adquirirá su especial status de arma de precisión y cualquiera de los dos equipos podrá favorecerse de sus características. Eso sí, si el equipo al que le habían marcado tres canastas seguidas consigue encestar, entonces el balón volverá a su estado habitual.

En las segundas encontramos, desgraciadamente, a los dos elementos más importantes a nivel visual de este videojuego: el motor gráfico y el diseño de los sprites. Y es que tanto el modelado de los jugadores como, sobre todo, las animaciones de éstos, son francamente decepcionantes. La pelota, por ejemplo, no va pegada a la mano de los baloncestistas, sino que permanece a una distancia más que prudencial. Ésto salta a la vista sobre todo en los machaques, momentos en los cuáles os daréis cuenta que la interacción entre esférico y deportista no es precisamente una sublime representación de la realidad, por decirlo de alguna forma. En definitiva, un apartado insulso que hará que os cuestionéis si el último episodio de la saga "NBA Jam" podría conversionarse sin perder un ápice de calidad gráfica a Game Boy Color.

En términos generales, el juego en sí es entretenido. Es decir, por lo menos durante unas cuántas partidas. Es cierto que el sistema de pases parece una lotería, los lanzamientos a aro son irreales y los machaques parecen totalmente incontrolables, pero en cuanto os familiaricéis un poco con los controles es posible que le encontréis la gracia a este "NBA Jam" para la pequeña de Nintendo.

Probando los diferentes niveles de dificultad nos hemos encontrado con algo que nos ha dejado muy sorprendidos: mientras que en el nivel Easy (Fácil) los rivales nos ponían las cosas bastante complicadas, en el Hard (Difícil), nuestros contrincantes no lanzaban casi a aro, sus pases eran muy imprecisos y fácilmente interceptables, en definitiva, se tornaban en adversarios mediocres. Es posible de que ésto no sea más que una simple apreciación nuestra, aunque también puede ser debidoa un fallo de programación provocado por un error en la asignación de dificultad a los distintos niveles de IA. O eso o el módulo de Inteligencia Artificial no funciona como debiera. En cualquier caso, si os veis incapaces de superar a la máquina en el nivel más bajo, intentadlo en los últimos niveles y comprobad por vosotros mismos el cambio de actitud del equipo controlado por la CPU.

En definitiva, si buscáis un buen juego deportivo y habéis pensado en el último de Acclaim, os recomiendo encarecidamente que lo probéis antes. Quizá así os ahorraréis un arrepentimiento tardio tras haberos gastado esos ahorros que reservavais para alimentar a vuestra querida consola. También es posible que este "NBA Jam" os acabe gustando, que le cojáis la gracia al juego y le dediquéis horas y horas. Cosas más raras se han visto. Por eso, como siempre, la decisión final está en vuestras manos.

l o     m  e  j  o  r

l o     p  e  o  r