Primeras Impresiones: NBA Courtside 2002 (GameCube)
Siguiendo la estela de las dos mejores juegos de basket para N64, Left Field traslada el realismo y la jugabilidad de su franquicia a la 128 bits de Nintendo, aunque ¿estará a la altura de lo que se espera de él?
Siguiendo la estela de las dos mejores juegos de basket para N64, Left Field traslada el realismo y la jugabilidad de su franquicia a la 128 bits de Nintendo, aunque ¿estará a la altura de lo que se espera de él?
| La imágen de inicio |
Hacer un juego de baloncesto es bastante más complicado que hacer un juego de, digamos, fútbol, por poner un ejemplo. De hecho, aunque el "deporte rey" sea el acaparador de portadas y medios en buena parte del mundo, sigue siendo un deporte bastante sencillo en su forma y concepto, puede que de ahí provenga su belleza, pero el caso es que el baloncesto es un deporte mucho más complicado, más intenso, más táctico y, en muchas ocasiones, más espectacular, muy especialmente cuando se habla del baloncesto NBA, que es la esencia pura del espectáculo y donde el baloncesto ha forjado sus mayores leyendas.
| La pantalla previa al enfrentamiento |
Por eso, hacer un título de baloncesto es una tarea realmente complicada. La velocidad, la complejidad de las tácticas y la extensa gama de movimientos y derroche físico de los jugadores hace que sea complicado de plasmar en la pantalla de forma realista, aunque a medida que la tecnología sigue su desarrollo, se hacen avances significativos en el tratamiento de este deporte. Cosas como la captura de movimientos, la mayor capacidad de mover polígonos, o la mejora de los procesadores que permite una mejor I.A hacen posible este hecho.
Gran factura técnica
NBA Courtside 2002 viene a demostrar esto, notándose que la potencia de GameCube ha sido aprovechada para recrear con mayor realismo todo lo que rodea a este deporte, de ahí que su aspecto gráfico sea sobresaliente. Con esto, dada la experiencia de Left Field en N64 con sus anteriores entregas de la saga, ya debería hacer pensar al lector que se está hablando de un gran juego de baloncesto, pero esto resulta una verdad a medias, pues hay aspectos que definitivamente podrían haberse mejorado, especialmente sabiendo la enorme competencia que habrá en GameCube dentro de este género, con títulos del calibre de NBA 2K2 o NBA Live.
| Los reflejos del suelo están muy trabajados |
| El gran Allan Iverson saluda al público |
En primer lugar, hay que destacar los puntos fuertes de NBA Courtside 2002, que no son pocos. El aspecto gráfico es digno de alabanzas, pues se nota el cuidado que se ha puesto en los detalles para hacer más creíble la experiencia. Los estadios tienen un acabado soberbio, reflejando fielmente el aspecto de sus modelos reales. El suelo de la pista refleja perfectamente a los jugadores. El carrusel de detalles como la presencia de los árbitros, los compañeros reservas en los banquillos o las luces sobre las distintas superficies contribuyen a la ambientación, aunque se echan en falta ciertos detalles que, incomprensiblemente, se omiten en la inmensa mayoría de títulos como por ejemplo las Cheer Leaders (parece mentira que algo tan propio de la NBA solo se vea en muy contadas ocasiones, y para más inri, una de esas pocas sea un juego español, PC Basket), aunque ciertamente no sean cosas importantes.
| Koby posa para nosotros |
NBA Courtside también tiene algunos fallos en la recreación del estadio, siendo el más importante el del público que está realizado por sprites en vez de polígonos como viene siendo habitual, si bien es cierto que son sprites de gran calidad y quedan bastante bien, también hay que decir que el hecho que se repitan los mismos espectadores con demasiada frecuencia y su casi nula animación le quita algo de encanto al ambiente.
Jugadores reales como la vida misma
En cuanto a los jugadores, es uno de los puntos más brillantes del juego, especialmente en lo que concierne a los rostros de los jugadores. En primer lugar, hay que decir que el título de Left Field cuenta con la licencia de la NBA para reproducir equipos y jugadores, por lo que se podrán disfrutar de las auténticas estrellas de la liga norteamericana. Esto cobra una nueva dimensión cuando se contempla el fantástico trabajo realizado en la recreación de los rostros y animaciones faciales. Es quizás uno de los puntos más brillantes del juego, pues muchas veces son tan reales que no hace falta ver su numero o el nombre para saber que jugador es. Koby Bryant, Shaquile O'Neal o Allan Iverson son perfectamente reconocibles con solo mirar la pantalla y los gestos que realizan se ajustan perfectamente a la jugada que se está realizando.
| Los rostros son totalmente reconocibles |
| Aquí se pueden apreciar los modos de juego |
El resto del cuerpo presenta un aspecto sólido, mostrando ciertos rasgos como tatuajes y con un acabado polígonal digno de la cantidad de polígonos que se ha invertido en ellos. La animación general es bastante fluida, aunque se puede apreciar, en ciertos momentos puntuales, como se saltan algún paso intermedio en la realización de un movimiento, nada deseable, pero que tampoco afecta demasiado a la espectacularidad gráfica del título.
Algunas carencias en la jugabilidad
Si bien el trabajo gráfico es sobresaliente en general, es en la jugabilidad donde se queda en el camino de convertirse en un gran exponente del género. Que nadie se confunda, NBA Courtside es un buen juego de baloncesto, pero ciertos defectos de cierta importancia lo separan del olimpo. En primer lugar, lo que quizás más llamará la atención de quien juegue a él es que se trata de un título enormemente accesible. Con un par de partidas uno ya controlará la mayor parte de los movimientos. Esto es positivo, pero la simplicidad no debería ser motivo para que los jugadores más expertos no tuvieran oportunidades de profundizar en la mecánica y sacarle jugo a movimientos más complicados. Tampoco el factor táctico ofrece reto alguno, pues no hay oportunidad de crear estrategias propias, solo se podrán seleccionar unas estrategias preestablecidas durante el partido, lo que ayuda poco a explotar los puntos individuales del equipo.
| Aquí está el guaperas que hemos creado para la ocasión |
| ¿A que ya no es tan guaperas? |
El control es muy correcto, utilizando el pad de Gamecube de forma inteligente. Destaca con luz propia el stick C (el amarillo), que se utiliza para realizar pases, direccionando el cursor hacía el compañero se efectuará el pase en cualquier condición, por lo que si está de espaldas puede recurrir a una filigrana, o saltar si está a punto de salirse de pista. Este método de pase es una idea tan original como efectiva y permite tener un control mucho más efectivo que el que hay en la competencia, aunque tampoco es perfecto.
Influyendo al público
También es digno de mención la barra de adrenalina, que subirá o decrecerá dependiendo de la espectacularidad de las jugadas que se efectúan o que realiza el contrincante. Se puede usar esa adrenalina para hacer que los jugadores vayan más rápidos, tiren mejor y se muestren más expeditivos (además de que, en caso de que se controle al equipo local, el publico anime más fuerte). Más o menos funciona como un turbo, pero se puede controlar la intensidad con la que se utiliza pulsando el botón a medio, lo que constituye una novedad (por no hablar del mencionado efectos sobre el público).
| La nueva estrella de la NBA: Meristation COM |
¿Stockton no roba balones?
En cuanto al aspecto negativo en el control de los jugadores, hay que hacer hincapié en el error tan garrafal que se ha cometido con el botón de robo. Resulta que en NBA Courtside es casi imposible robar un balón, pues cuando se intenta, si se falla el jugador tarda una cantidad de tiempo ridícula para volver a moverse, lo que hace que se quede vendido de mala manera. Esta peculiaridad se notará sobremanera cuando se intente presionar a todo campo. La verdad es que la defensa en general brilla por su ausencia. Aunque se presente como un simulador, de esto tiene poco, pues resulta sumamente fácil hacer cosas ofensivas, en especial mates y ale hoops, así como resulta muy complicado realizar con acierto una defensa. La mayoría de los partidos acaban con una cantidad de puntos enorme y hasta es posible terminarlos anotando de mates todos los puntos, algo no muy real precisamente (anotar 64 puntos con Iverson, todos de mate y a los Lakers con Shaquile bajo los aros no es algo que sea factible en la realidad).
| Duelo en las alturas |
| En el modo arcade, Shaquile vuela |
Existe, además del modo simulador con su liga de 82 partidos, un modo arcade que, de habérsele dado un mayor mimo, triunfaría. Este modo es un tres contra tres callejero en donde los jugadores tienen una capacidad sobrehumana para hacer mates estratosféricos. La verdad es que está muy bien, especialmente para multiplayer, pero el hecho de haber solo una pista quita bastante gracia al asunto.
Imaginación al poder
El potente editor de jugadores se erige como uno de los puntos más interesantes, pues no solo hay una gran variedad de parámetros que seleccionar, sino que se pueden mejorar las estadísticas del jugador a base de jugar partidos. Esto hace que el no incluir el modo franquicia tenga un efecto aún más negativo. Con las posibilidades para editar jugadores que hay, un modo de gestión del equipo hubiera sido realmente interesante, habiendo hecho ganar enteros al título.
| Iverson controlando el juego de Philadelphia |
| Koby chuleando a sus rivales |
En general, se puede decir que NBA Courtside es un juego brillante, pero que no llega al nivel que se esperaba. Muchas de sus cosas buenas quedan algo oscurecidas por sus defectos, lo que lo hace más recomendable para aquellos que se quieran iniciar en este género particular de juegos deportivos que para aquellos que ya tengan experiencia en otros títulos. Pero, teniendo en cuenta que será el único de esta clase para cuando GameCube llegue a España, y que otros títulos tardarán meses en llegar, puede ser una buena opción para los amantes del género que no les importe sacrificar realismo para disfrutar de su deporte favorito mientras llegan los pesos pesados como NBA 2K2 de Sega, que ciertamente parece que traerá consigo todo lo que le falta a la nueva obra de Left Field.
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