Puro Sonic, pura velocidad.

Todos ellos poseen habilidades y movimientos diferentes con lo que atravesar el juego será siempre una experiencia distinta. La finalidad es la de acabar con el Doctor Eggman, como de costumbre, en cualquiera de las encarnaciones a las que nos tengamos que enfrentar, siempre mecanizadas y una más peligrosa que la anterior (atención al par de sorpresitas de antigualla que nos espera en el combate final). Sin embargo, si queremos cumplir con los objetivos reales del juego tendremos que encontrar anteriormente las 7 esmeraldas que están escondidas, y muy bien por cierto, a lo largo y ancho de los diferentes niveles y mundos de los que consta Overland.

Llegar hasta cualquiera de los trampolines que nos conduzcan hasta la fase especial no es pan comido y muchas veces será la casualidad las que nos guíe hasta el feliz encuentro. Una vez en estas fases especiales deberemos atravesar un túnel en visión frontal y conseguir un número determinado de monedas para que, por fin, obtengamos una esmeralda, y de paso una continuación si perdemos todas las vidas. Pues bien, con las 7 en nuestro poder podremos enfrentarnos a Eggman y al vencerlo asistiremos al verdadero final con que nos quieren deleitar Sonic Team.

Si por algo ha destacado Sonic en la gran cantidad de juegos que ha protagonizado, ha sido por la velocidad que imprime a la acción y el descaro y buena realización de los escenarios donde se mueve. Sonic Advance no podía ser menos, y aunque podríamos decir que los mapeados no son tan exquisitos como la segunda parte en Megadrive por ejemplo, la complejidad de los mismos, la cantidad de planos de scroll y la velocidad a la que discurre todo ante nuestros atónitos ojos, acaba por enterrar cualquier duda que hayamos sembrado con anterioridad.

No existen las ralentizaciones, aun cuando vayamos a toda pastilla entre amplios corredores, rodeados de enemigos, sorteando loopings y tropezándonos con algún obstáculo que haga que todos los anillos que llevásemos en aquel momento salgan disparados por los aires. Es realmente toda una delicia ponernos a los mandos y observar como discurre todo a una rapidez impresionante, sin que las imágenes se pierdan y haya una carencia absoluta de desenfoque en las imágenes. Una delicia.

m  ú  s  i  c  a  :

Si esperabas los típicos chirridos de algunos lanzamientos para GameBoy Advance, o un puñado de músicas desacompasadas semejantes a comparsas desorientadas con más copas encima de lo aconsejable, ve apartando esta idea de tu cabeza. Las melodías en Sonic Advance han sido cuidadas con mimo y con especial atención. El Sonic Team sabe desde luego hacer las cosas, y muy bien por cierto. Son temas muy dinámicos, que acompañan los diferentes parajes en los que discurre nuestra plataformera aventura a las mil maravillas, y que además tienen un ritmo continuo con el que más de una vez nos sorprenderemos siguiéndolo despistadamente con el pie. Comenzando con la maravillosa canción de la intro (cien por cien 'vieja escuela') y siguiendo por algunos memorables arreglos, sobre todo en la segunda fase, en la penúltima y en la mayoría de los enfrentamientos con nuestros enemigos de final de fase.

Llegamos al quid de la cuestión, a uno de los aspectos más importantes dentro de los juegos en general y posiblemente de cualquier Sonic en particular. Desde siempre he sentido una especial ojeriza por la lenta aceleración de Sonic, su inercia, y sobre todo, lo que le cuesta subir ridículas cuestas. Todo esto no ha cambiado por supuesto en esta entrega y la verdad es que le he ido cogiendo el gustillo. Lo que son las cosas... Gracias a que ahora nuestro personaje es bastante manejable y directo, un par de botones para realizar todos los movimientos básicos, podremos pasarnos niveles completos a una velocidad de vértigo, saltando por trampolines, 'grindeando' sobre barandillas o haciendo peligrosas acrobacias, en los bordes de pronunciados precipicios, y todo ello, señor mío, sin parar, sin respirar y casi, casi, sin pestañear. Una gozada para los sentidos y para nuestro ego como jugador.

Puede que a veces sigamos sintiendo irritación cuando vemos como Sonic es incapaz de subir por su propio pie una 'cuestecilla' de nada para pillar un looping, o nos pongamos de los nervios al caer siempre al vacío en el mismo lugar una y otra vez, pero es que todo esto es inherente al propio Sonic, y cuando seamos capaces de controlarlo, de domarlo, entonces sentiremos una especial satisfacción que pocos juegos pueden enorgullecerse de proporcionar.

Rollos perfeccionistas aparte, en Sonic Advance podemos manejar a 4 personajes, y aunque parezca lo contrario, los 4 son muy diferentes, tanto en estilo de afrontar los enemigos y las diferentes situaciones, como por su velocidad, versatilidad y movimientos especiales. Con Tails podemos subirnos a lo alto de una montaña simplemente dándole caña a su habilidad de volar, con Knuckles podremos agarrarnos gracias sus afilados nudillos y trepar por la laderas más escarpadas, ¿pero qué pasa con Sonic y con Amy? Ellos no pueden subir a lo más alto con ninguna de sus habilidades y siempre tendremos que ingeniárnosla para conseguir llegar hasta lo alto de ese looping, o hasta aquel otro montículo donde nos aguarda un inquietante trampolín que nos lleve hasta las 'fases especiales'.

En esta diferencia reside gran parte del encanto de Sonic Advance, y es que el juego no se acaba cuando completes las 7 fases con el propio Sonic, ya que la partida y su desarrollo variaran considerablemente cuando eches mano de cualquiera de los otros 3 personajes que puedes elegir.Bien también por la inclusión de nuevos movimientos, de muy sencilla ejecución y totalmente imprescindibles para conseguir salvar determinadas situaciones con total garantía.