Paseando por Monstruópolis

Después de las vesiones para las "grandes" le toca el turno a esta versión portátil que nada tiene que ver con el argumento de los citados juegos y sí con el de la propia película. Si te gustó el nuevo trabajo de Pixar, puede que este título te sorprenda...

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La película de Monstruos, S.A está cosechando un gran éxito en España, no solo entre los pequeños de la casa, sino entre un público más adulto al que ya está consiguiendo llegar Disney, de una forma algo tímida todavía eso sí. Como ya es habitual en estos casos, se ha producido una invasión de merchandising sobre la película, entre lo que se incluye todo un elenco de juegos para todas y cada una de las plataformas presentes en el mercado, entre ellas Game Boy Advance, faltaría más.

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Sobre los juegos basados en licencias de películas hay siempre cierta suspicacia y no es para menos, pues algunos de los peores juegos de la historia han sido conversiones de la película del momento. Afortunadamente, este no es el caso de este título pues constituye una opción bastante solida, especialmente de cara a los más pequeños y menos experimentados jugadores, sin que ello quite para que sea un juego aceptable para cualquiera.

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Puesto que este redactor todavía no ha visto la película, no le es posible decir si el argumento sigue al pie de la letra el de la película, pero por lo poco que ha leído al respecto, se supone que sí. En el juego se controla a Sulley, el monstruo grande de pelaje azul, uno de los mejores cazadores de gritos que existe. En un descuido, este deja que una niña humana, Boo, entre en Monstruópolis, la ciudad de los monstruos, cosa absolutamente prohíbida y que puede hundir para siempre la carrera de Sulley. Como sucede en no pocas ocasiones, hay quien está dispuesto a jugar sucio para hacer que el rival de profesión caiga en desgracia, tal y como hace Randall, un monstruo tan celoso de la fama del protagonista que destruye la puerta que lleva a la habitación de Boo, haciendo imposible el regreso de la niña a su mundo. Como es de esperar, la misión consiste en recoger los pedazos de la puerta dispersos por toda Monstruópolis y reconstruirla para devolver a Boo a su lugar, todo sin que se enteren las autoridades de la ciudad.

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El juego en sí se podría clasificar como una mezcla entre plataformas y aventura, ya que realmente no se encuentra encasillado en ningún género en concreto. La acción se desarrolla en 2,5 D, lo que quiere decir que discurre de forma lineal pero existe profundidad, por lo que el personaje puede desplazarse tanto a la ancho como a lo largo de la pantalla. La mecánica del juego consiste en ir buscando por el mapeado los trozos perdidos de la puerta, recorriendo las diferentes zonas en las que está cada fase dividida. No existe orden alguno y sí total libertad para recorrer las zonas en cualquier dirección y todas las veces que sea necesario. En algunas ocasiones los trozos de puerta serán fácilmente localizables, pero en otras ocasiones habrá que exprimir un poco el cerebro, ya que pueden estar ocultos debajo de una cama, o tan alto que hay que empujar alguna caja para poder llegar, nada demasiado complicado, pero que hace más interesante el juego.

Dos son los obstáculos con los que habrá que lidiar para llevar a buen puerto la misión. El primero es la CDA (Children Detection Agency o Agencia de Detección de Niños), que ha desplegado agentes por toda la ciudad para localizar al humano infiltrado. Son los enemigos más numerosos y los hay de varios tipos. Las maneras de deshacerte de ellos se dividen en dos: esquivándolos (cosa no demasiado difícil dadas las posibilidades de movimiento del personaje) o asustándolos (que seas una mole de más de dos metros no significa que puedas machacarlos a puñetazos, esto sigue siendo Disney a fin de cuentas), cosa que solo se puede hacer con el aliento, para lo que se necesitan caramelos, o con el lanzador de risas, el arma más potente, cada una de estas armas tiene munición limitada y solo tienen la capacidad de dejar K.O. por unos instantes a los enemigos, así que habrá que utilizarlas con sabiduría. El segundo enemigo es la propia búsqueda de los trozos de puerta, cosa que podría ser bastante más complicada si el juego no incluyera un mapa que permite saber en que zona se ha estado y en cual no, un instrumento realmente útil que facilita la vida al jugador.

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Por supuesto hay jefes finales, secuaces de Randall que esperan a final de cada fase y que no plantean excesiva dificultad (al igual que el resto del juego). Además hay una serie de minijuegos que dan algo de variedad al título, como una bajada en trineo por una ladera nevada, un sencillo juego de puzzles y algunas búsquedas alternativas que reportarán beneficios en forma de ítems.

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GRAFICOS

Un buen trabajo en todas las líneas, es el mejor calificativo que se le puede dar a Monstruos S.A.. Los personajes son grandes y bien detallados, pero destacan por su excelente animación, especialmente en lo que concierne a Sulley, que tiene un buen elenco de movimientos como correr, saltar, andar con sigilo para no ser descubierto, sus dos ataques o empujar, entre algunos otros, todos ellos dotados de gran expresividad y suavidad.

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Los escenarios es otro cantar. El juego permite explorar varias localizaciones dentro de Monstruópolis, el problema es que no son muchas y son largas. Gráficamente hablando no están mal , pero son algo sosas y se hacen repetitivas a la larga. Un poco más de variedad entre las diferentes zonas dentro de una fase hubiera sido un detalle de agradecer.

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Brillan con luz propia las imágenes prerenderizadas que se utilizan en la presentación, aunque desgraciadamente son estáticas (GBA es potente, pero no da para tanto). De todos modos, es una forma bastante buena de comenzar la aventura.

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SONIDOS

Sin ser nada del otro mundo, cumplen su cometido. Músicas alegres y pegadizas de una calidad sonora mejorable, pero bastantes soportables. Al no haber visto la película, no es posible determinar si están tomadas de esta, pero eso es irrelevante.

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En cuanto a los efectos sonoros, más de lo mismo, variedad y calidad mejorable, aunque destaca con luz propia los sonidos digitalizados de algunos personajes, especialmente las risas de Boo , que da gusto oír, pero por lo demás, nada especialmente remarcable.

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JUGABILIDAD

Este es el punto más conflictivo de todo el título. En primer lugar, hay que destacar que es un título de marcada orientación infantil, ya que resulta bastante fácil, incluso con el nivel de dificultad en el nivel más alto. Pero en las últimas fases, las cosas se complican bastante, por lo que alguien poco ducho en el manejo de los videojuegos puede desesperarse un poco y tener que tirar de la ayuda de los mayores para seguir avanzando. Aún así, para un jugador experimentado no supone ninguna dificultad el pasarse el juego de cabo a rabo.

Esto plantea un problema, si es un juego para niños, debe serlo hasta el final y no subir el nivel de dificultad dos o tres grados de golpe y porrazo. De todos modos, con práctica y paciencia, cualquiera llegará a poder pasar el juego sin problemas, así que no plantea un problema insalvable, aunque sí molesto.

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El otro punto negro es el mayor handicap de este título: es especialmente monótono. No hay variedad en las misiones y todas se reducen a ir cogiendo los trozos de puerta para luego ponerlos en su sitio. Al principio resulta divertido ir por ahí con Sulley esquivando o asustando a los enemigos, pero a la larga, la mecánica es la misma, no hay cambios, ni tampoco una acción lo suficientemente intensa para paliar esta falta de posibilidades, así que es un aspecto que desinfla bastante el juego en general.

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Pero no todo está mal, resulta un juego entretenido de jugar hasta cierto punto, los controles responden a las mil maravillas y los enemigos, aunque no son ninguna proeza en cuanto a I.A, cumplen su cometido de obstaculizar el avance. El minijuego del trineo está conseguido, pero se le podría haber dado más juego, porque resulta bastante corto.

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