Dave Mirra vuelve a la carga...

La leyenda de los ESPN regresa al universo consolero con un nuevo juego que será convertido para todas las máquinas de nueva generación. La primera en llegar ha sido la versión de GameBoy Advance y raudos y veloces hemos procedido a analizarla. ¿El resultado? Continúen leyendo, por favor...

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Dave Mirra es una auténtica leyenda del BMX. Sus éxitos como deportista extremo son sólo superados por su inmenso carisma, tanto fuera como dentro de la pista. Y es que no es por casualidad el deportista que ostenta un mayor número de medallas de oro de los X Games. En Acclaim creyeron que sería provechoso contar con la licencia de una persona tan laureada, y decidieron que una serie de juegos con él de maestro de ceremonias y sus principales competidores completando el plantel de ciclistas tendría tirón entre los aficionados a los Extreme Games en general y a las BMX en particular. Algo de razón tenían cuando el juego que nos ocupa es la segunda entrega de la franquicia y los títulos de esta serie están siendo conversionados a la mayoría de las máquinas existentes.

Si hay algo que caracteriza a los juegos lanzados hasta el momento basados en deportes extremos, incluyendo, cómo no, a éste "Dave Mirra Freestyle BMX 2", es la forma en la que el control se lleva a cabo. Coger carrerilla manteniendo apretado un botón, encarar la construcción que haga las veces de rampa, soltar el botón para así despegar y, una vez en el aire, realizar la combinación de botones pertinente para ejecutar un movimiento u otro. Para aterrizar correctamente tendremos que conseguir que las ruedas de nuestra compañera de locuras, ya sea una tabla o una BMX, como es el caso, contacte con la superficie limpiamente y con el ángulo suficiente como para no desequilibrarnos en cuanto tomemos tierra. Los primeros intentos suelen culminar con nuestros huesos impactando en el frío suelo, pero no hay que desesperar. La práctica aquí, como en tantos otros sitios, nos hará ganar muchos enteros, y a las pocas partidas podréis comprobar por vosotros mismos lo gratificante que resulta landear perfectamente un 360 Candy Bar ante la estupefacta mirada de amigos y gorrones varios.

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Uno de los aspectos que podía haber peligrado en este "Dave Mirra Freestyle BMX 2", al estar destinado a la portátil de Nintendo, era el tamaño y el nivel de detalle de las pistas que nuestro piloto tendría que recorrer. Ciertamente, dadas las restricciones de memoria de GameBoy Advance respecto a las potentes máquinas de sobremesa las perspectivas no eran precisamente halagueñas.  Pero nuestros temores estaban infundados. Los siete niveles incluidos en este cartucho son variados y todos ellos están plagados de posibilidades a la hora de dar rienda suelta a los instintos creativos que nos asalten mientras estemos encima de una bicicleta. Lo que pasa es que, de buenas a primeras, tan sólo dispondremos del primero de ellos para nuestro uso y disfrute. ¿Cómo podremos recorrer los restantes 6 escenarios? Pues superando las pruebas que en "Cloud 9", y en cada uno de los niveles, se proponen, y consiguiendo así una determinada cantidad de puntos de experiencia. A más puntos conseguidos, más niveles abiertos.

Con las suficientes pruebas superadas y los consiguientes niveles desbloqueados también se nos dará la oportunidad de mejorar algunas de las características de los corredores que aquí aparecen. Aunque todos ellos son auténticos profesionales que llevan bastante años dándole a los pedales y jugándose el pellejo alrededor del planeta, seguro que unos puntitos extras que mejoren sus habilidades nunca estarán de más. Aprovechamos para enumeraros todos los riders que, aparte del genial Mirra, forman la plantilla de este arcade deportivo: Kenan Harkin, Leigh Ramsdell, Mike Laird, Rick Moliterno, Ryan Nyquist, Scott Wirch, Tim Mirra, Todd Lyons, Troy Mcmurray y Zach Shaw. Casi nada ;).

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Pero no todo iba a ser tan bonito, y nos ha sorprendido la nula diferenciación física entre los deportistas extremos: todos son iguales, tan sólo cambia el color de sus uniformes. Una lástima, porque un mayor esfuerzo en este apartado habría conseguido aupar a este juego a otro nivel superior en cotas de calidad.

MUSICA

Muy acorde con este género, las canciones que aquí encontraremos acompañan magníficamente la acción dotando a nuestras correrías por halfs y rampas varias del frenetismo inherente a este deporte extremo. Los grupos que aparecen en la banda sonora de la franquicia son de auténtico lujo, y las canciones que Acclaim ha conseguido los derechos son grandes éxitos, pero debido a las limitaciones del chipset de sonido de la máquina, nos tendremos que conformar con cancioncillas tatareables pero en las que las voces brillan por su ausencia. Skate Free Zone, Busted, 1970's Groove Machine, Mirra on the Wall, Hostility, Catching air, Sludgefeast -ain't no use, Dirt Trackin', Sludgefeast - Daredevil, No sleep 4 BMX, Vert Beats, Skate Free Zone y Busted son las 13 melodías que podremos seleccionar en cualquier momento con tan sólo pulsar la tecla pausa y elegirla. Buen apartado.

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SONIDO FX

Que no hayan voces en el juego se podía esperar. Así que los únicos parámetros a considerar son los fx producidos por lo primero que impacte en el pavimento, ya sea nuestra flamante BMX o nuestro maltrecho cuerpo. En ambas situaciones los técnicos de sonido han salido del paso lo mejor que han podido, sin recurrir a extravagancias sonoras, y el resultado general ha sido bastante acertado.  Eso sí, echamos de menos el aliento del público al cumplir cada uno de los objetivos marcados, las más calurosas felicitaciones en forma de atronadores aplausos por haber realizado una performance aérea que ya quisieran firmar los pros homónimos u ofensivos abucheos por evidenciar nuestra incapacidad de aterrizar un truco sencillísimo. Concluyendo, es cierto que los sonidos aquí presentes no son para tirar cohetes, pero por lo menos cumplen su función, algo de lo que no pueden presumir todos los juegos que salen al mercado hoy en día. Algo es algo.

JUGABILIDAD 

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Como todo buen título deportivo, la mayor variedad de posibilidades de juego, la mayor vida útil. Los de Full Fat, conocedores de este hecho, han incluido unos cuantos modos que, aunque ninguno es un prodigio de originalidad, sí que son suficientes como para mantenernos pegados a nuestra GameBoy Advance durante muchas, muchas horas.

Proquest: El peculiar modo Historia de "Dave Mirra Freestyle BMX 2". Con los puntos de experiencia que obtengáis aquí podréis abrir los 5 niveles que permanecen cerrados de buenas a primeras. ¿Y cómo conseguir esos puntos? Pues realizando gestas del calibre de reunir un número determinado de objetos que están diseminados por todo el escenario, superar una cantidad de puntos ejecutando trucos o grindar barandillas ciertamente inaccesibles.

Session: No hay ninguna presión para completar los desafíos. Gana respeto y trata de establecer nuevos récords. ¡Prepara tus 2 mejores minutos en cualquier nivel del juego!

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Carrera Libre: Aquí tienes la oportunidad de explorar varias áreas y probar algunos trucos. !No tienes límite de tiempo, así que adelante!

2 jugadores: Mediante el pertinente Link Cable y un par de cartuchos de este juego os podréis enfrentar a cualquiera que os ose desafiar. El modo perfecto para demostrar vuestra insultante superioridad.

Aunque las posilidades a la hora de ejecutar las más variadas combinaciones de trucos es casi total y que tan sólo estamos limitados por la altura que nuestro personaje sea capaz de alcanzar previo impulso en la pertinente rampa, lo cierto es que, una vez en el aire, no podremos rectificar con absoluta libertad nuestra trayectoria para poder aterrizar de la mejor forma. El problema está en que si iniciamos el giro en un sentido e, inmediatamente, lo intentamos contrarrestar con un movimiento en el otro lado, nuestro personaje permanecerá inmóvil durante casi un segundo, tiempo que, en medio de la realización de una acrobacia, no podemos permitirnos. Dado el marcado carácter arcade de esta nueva entrega de la serie de juegos del bueno de Dave creo que la inclusión de este efecto colateral, más que ser un acierto en pos de una simulación más realista, acaba constituyendo un impedimento a los jugadores menos hábiles, los cuáles se sentirán impotentes cuando el deportista extremo que controlemos en ese momento esté iniciando un aterrizaje y vean que parece no responder a su control.

Otro punto negativo es la más que notoria desesperación por la que todos pasaremos al no conseguir aterrizar ninguno de los trucos que intentemos. ¿Qué puedo decir? Cuanto más partidas juguemos mejor lo haremos y más soltura adquiriremos. Eso sí, conseguir convertirnos en unos perfectos BMX riders a los mandos de "Dave Mirra 2" será un privilegiado status que tan sólo unos pocos privilegiados podrán presumir de haber alcanzado.

En cualquier caso, estamos hablando de pequeñas manchas de petróleo en un mar de adicción, por lo que sólo a los más exigentes jugones les obcecará ese detalle. Al resto, entre los que me incluyo, estarán más preocupados de inventarse una buena excusa para justificar todo el tiempo que pasarán "enganchados con la dichosa maquinita".

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