Yo para ser feliz quiero un 4x4

Test Drive: Off-Road Wide Open nos da la oportunidad de conducir auténticos monstruos del 4x4, a través de agrestes paisajes naturales por los que el asfalto no es más que una utopía. Aunque la verdad, no queda muy ecológico...

Lo primero que se nos viene a la cabeza al ver este Test Drive: Off-Road Wide Open es lo parecido que resulta a la saga Smugglers Run. Y podemos estar en lo cierto, ya que los creadores de estos dos juegos son los desarrolladores del mismo estudio: Angel Studio. Las similitudes son muchas, pero en este caso no hay policía ni ejercito para perseguirnos.

Las características principales de los coches son la potencia y la velocidad. Si escogemos un coche potente podemos subir mejor, acelerar de forma más eficiente, y caminar sobre cualquier superficie sin problemas. Por otra parte si cogemos un coche en el que prime la velocidad podremos manejar mejor los derrapes y obtener una velocidad punta muy necesaria en las rectas para adelantar a tanto coche "pesado".

Los vehículos irán desde los famosos Jeeps, hasta los Hummers, Shelbys, Fords y hasta Mercedes. Pero los que se llevan la palma son los 4 vehículos secretos del juego, lo mejor de cada casa, entre los que se encuentra un "big foot" de esos con ruedas gigantescas que son capaces de aplastar coches a su paso sin inmutarse. Eso sí, a todo ellos les podemos meter mano e ir dejándolos a nuestro gusto cambiando partes de sus componentes y mejorando así su rendimiento o su aspecto exterior. Ruedas especiales, nuevos parachoques, barras de luces, nuevos motores más potentes, etc.

La expresión "Wide Open" no podía ser más clara, y es que los escenarios son inmensos, bestiales, gigantescos, si no fuera porque en las pruebas de competición tendremos que amoldarnos a unos puntos de control por los que irremisiblemente tendremos que pasar, notaríamos muy claramente la amplitud de los escenarios. Aunque el modo "carrera libre" nos permite realizar esta comprobación, pero al no haber rivales deja de tener gracia.

Podemos ir por donde nos dé la gana, en parajes tan exclusivos como el parque Yosemite (montañas, ríos, lagos, bosques) en  California, La Gran Isla (volcanes, playas, vegetación típica de la jungla) en Hawai, o las montañas Moab (rocas gigantescas, cañones profundos y muchos cactus) en Utah. Multitud de circuitos nos están esperando para poner a prueba nuestras dotes de conductor. Cada una de ellas con sus características propias lo que hace que tengamos que pensarnos algunas veces qué vehículo nos irá mejor en cada trazado. Pero por supuesto, cada circuito puede contar con más de un atajo en varias de sus zonas, sólo debemos investigar un poco antes de lanzarnos por él, y recordar que el camino más corto entre dos puntos siempre es la línea recta.

Eso sí, el motor gráfico tiene todas las papeletas de ser el mismo, y todos los que hayáis jugado al Smuggler's Run sabréis de lo que estamos hablando. Un control muy fino, muy atento a la física de los vehículos, ligeramente llevado a las exageraciones (algunas paredes por las que subimos tienen más de 75grados o algunos saltos imposibles de hacer en la realidad) lo alejan un poco de ser el simulador perfecto y lo orientan más hacia la faceta divertida de los arcades de conducción.

Y es que se han respetado las características y respuestas físicas de cada modelo en cuestión. Partiendo de los 12 primeros modelos, de los cuales habrá 4 versiones diferentes de cada uno (que se pueden distinguir a simple vista), que iremos desbloqueando a medida que ganemos carreras, podemos llegar a tener una colección de 4x4 de más de 40 vehículos.

Además el sistema de efectos de partículas nos dejará ver accidentes bastante espectaculares si los hubiere, y en ellos veremos actuar poderosamente este sistema de partículas tanto para los coches como para los objetos; así como también funciona para el barro arrancado por nuestras ruedas a la vez que vamos corriendo por el circuito. Por su parte el sistema de luces y sombras se amolda perfectamente a las 3D del juego, tanto en lo referente a coches como en lo referente a obstáculos y decorado, para crear una sensación de realismo bastante digna.

La sensación de profundidad de los circuitos está muy bien conseguida gracias al poder de las cualidades gráficas de la PS2. También es responsable de pequeños efectos como el de las manchas de barro y suciedad que van "adornando" los coches y que suelen desaparecer si sometemos a los vehículos a una excursión por el agua. La lluvia, la niebla, el vapor de agua que generan las cascadas, las diferentes partes del día, están bastante bien recreados, con algunos momentos en los que el sol nos puede llegar a deslumbrar dependiendo de nuestra posición y la suya.

La banda sonora del juego es de lujo. Grupos de lo más pesado de la escena internacional, algunos de ellos con varios temas, abarrotan los archivos de audio de este juego. Una larga lista que pasamos a citar a continuación:

Una buena lista de temas "cañeros" con los que acompañar nuestros "destrozos" por las montañas, los campos y las playas.

El sonido se basa prácticamente en el rugido de los motores y en los efectos de los accidentes y golpes. Pero a decir verdad no se para aquí. Si no que sigue en pequeños detalles como el cambio del ruido producido si vamos por una superficie, como por ejemplo tierra, y pasamos a circular por un río. O si despegamos del suelo para dar un vigoroso salto.

También están, aunque muy por lo "bajini" reflejados los ruidos de la ambientación del lugar por donde corremos. Así unas veces nos cruzaremos con un tren de mercancías, o helicópteros sobrevolarán la carrera, o cosas de este tipo, todas ellas bien recreadas pero que aparecen muy de vez en cuando y de manera anecdótica.

Lo primero que hay que decir es que el juego no tiene la adicción que tiene la saga Smugglers Run. Y es que eso de que te persigan y tengas que huir, y cumplir una misión, y que haya una historia de fondo... tira mucho de ese punto.

En este juego no limitamos a correr y a competir, que ya es bastante, pero que hace que la durabilidad del título sea directamente proporcional al nivel de afición que tengamos por este tipo de coches.

Pero hablemos ahora de las formas de jugar a este Off-Road Wide Open. Tenemos una corta variedad de modos de juego, pero bastante exprimibles:

- El modo Nacidos Para Correr. Es lo que llamaríamos el modo "Carrera" este modo nos llevará a través de 35 carreras, divididas en 5 temporadas, en las que cada temporada tiene entre 2 y 3 divisiones por las que deberemos ascender de lo más bajo a lo más alto del top. Iremos ganando puntos, con los que nos clasificamos para las siguientes pruebas, y dinero, con el que podemos ir mejorando el coche, comprando cosas nuevas para hacerlo más competitivo o más a nuestro gusto, así como para adquirir nuevos vehículos.

- El modo Carrera Individual. Válida para uno o dos jugadores. Son carreras que lo más que te permiten es ir desbloqueando los circuitos sucesivos y ganar nuevos vehículos.

- El modo Paseo Libre. También para uno o dos jugadores, nos permite explorar los circuitos y sus localizaciones sin ninguna prisa, ya que no hay tiempo límite en estas carreras. Es como un paseo por la naturaleza, pero contando con los vehículos que hayamos ido liberando en el modo Carrera Individual.

La Inteligencia Artificial de nuestros oponentes es variable. Y lo hará a medida que nuestras habilidades al volante vayan progresando. Podrán coger atajos, esquivar los obstáculos imprevistos (como desprendimientos, restos de accidentes, etc.) adelantarse, provocar colisiones, cerrarnos el paso, ceñirse a nuestro vehículo... y todo ello aumentando a medida que avanzamos en el juego.

La curva de aprendizaje es de lo más suave. A medida que vamos jugando vamos adquiriendo más control de los vehículos, paulatinamente con el desarrollo de la competición, lo que no cansa ni hace que odiemos el juego a las primeras de cambio. Todo lo contrario. Cuando nos demos cuenta tendremos medio juego pasado y ninguna gana de dejarlo. Pero siempre con las limitaciones que tiene un juego de carreras.