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Nvidia hace temblar a los gigantes del PC
Intel y Microsoft vigilan con cautela todos las acciones que realiza el fabricante de chips gráficos, con el fin, de controlar su expansión en otras áreas de negocio.
Fuertes rumores corren en Internet propagados por fuentes cercanas a los propios implicados. Anuncian una posible coalición que está agrupando a Intel y Microsoft para controlar el poder que pueda reunir el fabricante de chips gráficos Nvidia.
Ambas compañías, y según las mismas fuentes, se han puesto de acuerdo para intentar en lo posible evitar un rápido y acelerado crecimiento del fabricante Nvidia en otros segmentos diferentes a los chips gráficos. Todos estos rumores y coaliciones han salido a la luz a raíz de la negativa momentánea de Intel de vender una licencia de fabricación de chips lógicos para el control del bus de datos del Pentium IV.
El gigante de los procesadores se encuentran en plena guerra interna en su sede central. Por un lado se ve en Nvidia un fuerte aliado que traerá una refrescante tecnología a la compañía y potenciará la imagen de velocidad y potencia, que Intel lleva anunciando desde la comercialización de sus Pentium IV. Una consecuencia directa de este relanzamiento, lo vería en el freno de popularidad que supondría para los recientes éxitos que están cosechando las placas de AMD basadas en los chips nForce.
Los detractores de dicha venta opinan en cambio, que el beneficio de la licencia puede ser un arma de doble filo a largo plazo, al producir más perdidas que beneficios con la operación y sobretodo dar un nuevo campo de expansión a una compañía que no olvidemos también desarrolla procesadores. Nvidia tiene, según los medios especializados, una tecnología en el segmento de chips lógicos muy superior a Intel y aunque así no fuera, sus expectativas de crecimiento y negocio sí que son superiores. Así Intel se vería en cuestión de meses desbancado como fabricante de chips lógicos o en el mejor de los casos con un duro competidor, en un campo de negocio que hasta la fecha le está reportando sustanciosos márgenes de beneficio con la venta de ambos componentes en cada Pentium IV.
En este cruce de fuego en casa se ha unido Microsoft, que empieza a sentirse inquieto por la pérdida de dirección que está recibiendo de sus librerías gráficas DirectX. Se ha dado cuenta que de un tiempo a este parte, es Nvidia la que empieza a marcar las reglas sobre las prestaciones que deben cumplir sus librerías para poder aprovechar al máximo las prestaciones de sus tarjetas gráficas y sobretodo evitar que queden situadas en una segunda posición de preferencias por parte de los programadores gráficos. Así no sería nada descabellado afirmar, que en las últimas revisiones de las librerías DirectX, Nvidia haya tenido mucho que ver.
Esta alianza entre Microsoft e Intel para frenar los pies a la expansión de Nvidia, no dejaría de ser sorprendente si no se le hubiera sumado la especulación existente sobre ciertos favores que Microsoft pudo hacer en su momento a Intel, con el fin de fortalecer la influencia de Microsoft sobre el gigante azul. Puede que ahora encontremos explicación a la decisión de Bill Gates de escoger a Intel en lugar de AMD para la fabricación de los procesadores de su consola Xbox, además de explicarnos la toma de decisiones conjunta que están realizando Intel y Microsoft en otros campos tecnológicos del PC.
La decisión para Intel no será fácil por las diferentes presiones que está recibiendo, tanto internas como externas. Lo que sí queda claro, es que una compañía como Nvidia empieza a tener un prestigio y un potencial que hace que el resto de gigantes de la informática se preocupen por saber hasta que punto su campo de negocio pueda verse afectado por su expansión.