Silent Hunter II
- PlataformaPC8
- GéneroSimulación
- DesarrolladorUltimation
- Lanzamiento13/12/2001
- TextoInglés
- VocesInglés
Impacto en la línea de flotación
Vuelve Silent Hunter, el terror de los mares de mediados del siglo pasado, con nuevo motor y todo el realismo para demostrar que pilotar U-Boats es divertido, pero no es un juego.
Si es un vehículo y se emplea para la guerra, existe un simulador que permita sentir la sensación de pilotarlo. Esta especie de ley no escrita de los videojuegos se cumple especialmente con los vehículos aéreos, sin duda los que más fascinación despiertan entre los jugones universales, aunque también los vehículos terrestres y marítimos tienen su rinconcito en el campo de la simulación bélica.
Y desde luego, si hablamos de vehículos bélicos marítimos una de las estrellas es sin duda el submarino; un aparato rodeado de leyenda que combina todos los elementos para resultar llamativo: ambiente opresivo, necesidad de una gran pericia para su manejo y enorme capacidad para llevar, por sorpresa, el fuego del infierno al corazón de las flotas enemigas.
Silent Hunter es un viejo conocido de los aficionados más veteranos y se encuadra precisamente aquí: en la simulación bélica submarina. Muchos años ha tardado SCI en dar cumplida continuación a aquel magnífico juego, años en los que el género ha sufrido una total sequía hasta la aparición de este Silent Hunter II y un poco conocido competidor: Sub Command.
Silent Hunter II nos sitúa en plena Segunda Guerra Mundial, en el complicado baile de guerra submarina que se desarrollaba bajo los mares del globo y lo hace trasladándonos a la piel de uno de los capitanes de aquellas embarcaciones que tan pronto eran el terror de la marina de los aliados como se convertían en un opresivo ataúd metálico para su tripulación.
Y para que andarnos con rodeos, SHII consigue su objetivo con creces y nos muestra todos los elementos de aquella confrontación con rigor y minuciosidad. Silent Hunter II es un simulador de submarinos como la copa de un pino, que no ofrece la más mínima concesión al comercialismo y se enmarca en el género de la simulación más purista.
Y esto implica dos cosas: una, que los aficionados por fin tienen a su disposición un simulador con todos aquellos elementos que echaban de menos en el poco prolífico género de la simulación submarina. Dos, que el jugador casual encontrará a SHII un hueso duro de roer, una simulación sin ambages que exige del jugador una completa 'puesta en situación' y un exhaustivo conocimiento de lo que se trae entre manos.
Jugando a Silent Hunter II nos sentiremos realmente bajo el peso de toda esa responsabilidad que implicaba comandar un U-Boat. Todos los elementos han sido integrados y hasta las ingratas sorpresas que nos daba la tecnología de la época (como torpedos defectuosos) están presentes. Acertar en el blanco de un convoy no será tan simple como enfilar y disparar, por lo que tendremos que afinar nuestras tácticas, aprender a disparar en abanicos y prever el comportamiento de nuestras presas.
Unas presas que tampoco son patos sentados, por otra parte, pues en SHII el depredador también puede ser cazado, en este caso por destructores (a cañonazos en superficie o con las letales cargas de profundidad), aviación...
Audio/Video
Silent Hunter II dedica un considerable esfuerzo y buen hacer en este apartado, con unos gráficos de lujo que no tienen competencia en su género y un sonido trabajado para ofrecer la sensación real. Nada que objetar al resultado obtenido, que cumple más que de sobra, aunque al director artístico de SHII le ha faltado 'arte'. Todo en SHII ha sido realizado con 'amor al plano', al plano original de construcción, me refiero. Barcos mercantes, destructores o los propios submarinos tienen un aspecto pulido y reluciente, meticuloso pero poco vivo; les falta ese perceptible deterioro que uno espera de artefactos que llevan años navegando por todo el mundo, particularmente en el caso de los mercantes.
En cuanto al sonido, nada que decir. Realismo y un buen acabado sonoro, que contribuye a proporcionar la atmósfera deseable, tanto en los ruidos de la maquinaria, las voces de nuestros tripulantes o el estruendo de la batalla.
En resumen, el apartado técnico de audio y gráficos es en SHII un punto (o varios) a su favor, con un despliegue de medios por encima de sus competidores y aunque podría haberse exprimido más este aspecto, no hay nada que reprocharle.
Jugabilidad
Con SHII ocurre lo que con todos los simuladores, sólo que más: No son juegos para cualquiera. Manejar un submarino no es como conducir un coche de carreras en el arcade de turno y requiere un gran conocimiento de la nave que comandamos, una gran dosis de estrategia y mucha paciencia. Apuntar con los torpedos de mediados del siglo pasado es un ejercicio de precisión y predicción que no asegura el éxito incluso aunque lo hagamos lo mejor que es posible, pues nuestros proyectiles tienen la manía de no explotar.
Acercarse al objetivo, golpear y salir con bien del asunto es una compleja coreografía que se divide en tres partes: localizar y estudiar a nuestro contrario valiéndonos de nuestra facilidad para pasar desapercibidos, orquestar un ataque efectivo y fulminante que se asegure de la destrucción del objetivo (algo no trivial) y luego poner pies en polvorosa antes de que una carga de profundidad se nos aloje en la chepa. Todas estas fases están reflejadas con un lujo de detalles inusual y nos sentiremos realmente involucrados en ellas, tanto por el nivel de interacción que tendremos con todos los sistemas del submarino como por la ambientación sonora y visual que lo acompaña. Pocas sensaciones en el mundo de la simulación son tan tranquilizadoras como oír, en SHII, el informe de que hemos atravesado una capa térmica y somos invisibles al sonar activo.
Y en el apartado red, es donde el núcleo duro de los aficionados sacarán jugo a este programa, pues al propio atractivo que tiene el juego se añade la posibilidad de jugar a la vez con el Destroyer Command' de los mismos desarrolladores, lo que resultará en auténticos juegos de ajedrez táctico para los locos de la guerra naval (Destroyer Command debería ver la luz en algún momento a mediados de febrero).
En resumen Silent Hunter II es un simulador duro, no apto para ocasionales y que dará enormes satisfacciones a los aficionados de verdad, aunque desconcertará a aquellos que no estén dispuestos a involucrarse tanto en un programa.
Estrategia y trucos
Pretender dar unas guías de 'estrategia' en SHII es como querer darle una 'receta ganadora' a un capitán de U-Boat. Aprende todo lo que puedas del submarino y su manejo, aprovecha tu invisibilidad relativa en todo lo que puedas y nunca des por hecho que un determinado torpedo va a dar en el blanco. Y aprende a sumergirte a todo correr.
Comparándolo con
Si se compara con su hermano pequeño y primera parte Silent Hunter, SHII es más que la evolución lógica y ofrece todo lo que no pudo su antecesor más unos cuantos extras muy de agradecer. Sin embargo, con quien tal vez no ande tan clara la superioridad es con otro simulador de submarinos: Sub Command, siendo éste menos espectacular desde el punto de vista técnico pero también muy purista de la simulación. Es curioso que ocurra en este género habitualmente tan marginado lo mismo que en otros mucho más populares, pues para dos simuladores de submarinos de calidad que hay, han salido simultáneamente y haciéndose la competencia.
Sin embargo, Sub Command es un simulador de épocas más modernas y con una jugabilidad diferente a Silent Hunter II. No son competidores, ambos son casi con certeza compra obligada para los aficionados a hundir las flotas.
Lo que está bien
El elevado grado de realismo y verosimilitud logrado es la mejor baza de SHII, que puede presumir de conseguir su objetivo con una perfección pocas veces lograda en el mundillo del videojuego. Además, la posibilidad de mezclar Silent Hunter II con Destroyer Command en las partidas en LAN/Internet es sencillamente genial, eso si está llevada a cabo de una manera óptima.
Lo que no está tan bien
Silent Hunter II no es un juego que presente caras malas. Sin embargo, su extrema complejidad puede echar para atrás a algunos jugadores y hay una cierta sensación de que la tecnología y las posibilidades podrían haber llegado más lejos, una sensación que en ciertos momentos es bastante intensa y que hace sospechar que el equipo de desarrollo ha confiado el éxito a la jugabilidad y el concepto puros, dedicando una 'pasión' mucho menos acusada por los aspectos puramente técnicos.
Equipo necesario
El mínimo requerido para jugar a Silent Hunter II es un Pentium 266, 64 MB RAM, DirectX 8 o superior, 650 MB de disco duro libres y una tarjeta 3D con 16 MB de RAM, aunque se recomienda 600 MHz de procesador, 128 MB de RAM y 32 MB en la tarjeta.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.