Yo para ser feliz (creí que) quería un camión...

De nuevo nos llega otro juego procedente de la factoría SEGA, esta vez con una conversión hecha por Acclaim Chentelham (los autores de la versión PS2 de Crazy Taxi). Ahora podremos montarnos en los típicos camiones americanos de tropecientos caballos y montones de ejes, para recorrer las carreteras llevando cargas hacia el otro extremo del país. Lo malo es que ésta experiencia se hace a la larga demasiado cansada...

SEGA continúa con su imparable acción acaparadora de consolas. Lo está haciendo con PS2 (Space Channel 5, Rez, Headhunter, Ecco the Dolphin, los próximos NBA 2K2 y Tennis 2K2,...), sigue con Gamecube (Phantasy Star Online 2.0 y Virtua Striker 3) y también llegará a X-Box (el gran Shenmue II, Jet Set Radio Future). PS2 por ahora sólo cuenta con conversiones de títulos ya más o menos olvidados (como son éste título y el anterior Crazy Taxi) y que además son conversiones desarrolladas por terceros, en este caso Acclaim. El caso que nos ocupa hoy es más bien triste, ya que se trata de una conversión de una versión de Dreamcast de una recreativa (qué complicado, no?) que SEGA sacó hace ya algunos añitos, y la verdad es que se nota el paso del tiempo. Hagamos una reflexión sobre este título...

 Aquí es donde más se nota la diferencia técnica con los últimos juegos aparecidos en el mercado (BurnOut, GT3, WRC,...), ya que 18 Wheeler no da la talla en ningún momento al compararlos con éstos. Unos gráficos muy optimizables, con texturas que parecen de un PC, borrosas, y con una sensación de velocidad muy pobre. El popping presente es horrible, ya que la distancia de visión es muy limitada, y verás aparecer los objetos del escenario a muy poca distancia de tu vehículo. Lo que pasa es que como la sensación de velocidad es tan baja, te da tiempo más que suficiente a maniobrar con el camión.

 El modelado de los camiones es bastante pasable (hay cinco modelos diferentes para controlar), con mención especial a la vista interior, una de las estrellas del programa, ya que la posición de la cámara es la idónea (si de algo sabe SEGA, es de jugabilidad), pero que tampoco salva de la quema al apartado gráfico. Tiene buenos detalles, como las gafas en el salpicadero y otros detalles que se moverán según los movimientos que realices con el vehícuo. Los entornos no están mal, ya que representan con bastante fidelidad lo que deben de ser las áridas autopistas tantas veces vistas en las películas, o las zonas de circunvalación de las ciudades. Sin embargo, como decía antes, la distancia de dibujado en pantalla es bastante cutre, con lo que la sensación de realidad se pierde nada más arrancar el camión. Además, el aliasing que se muestra en pantalla es digno de Ridge Racer V...

 La vista trasera nos permite ver el camión en su totalidad, pero claro, entonces no veremos bien la cabina, y no sabremos si le acertamos de pleno a los vehículos que nos suman unos cuantos segundos preciosos a nuestro reloj, para poder llegar al siguiente check-point.

 Por lo menos es uno de esos escasos juegos que traen el selector de Hz (aunque para la baja velocidad que gestiona el motor 3D bien podrían habérselo ahorrado), pero la inclusión se agradece -a ver si muchos aprenden y lo hacen algo ya habitual en sus juegos, incluída la propia SONY, que lo ha puesto en el genial Jak & Daxter-. Los textos también son en castellano, pero no así las voces, aunque en este juego tampoco son importantes, ya que no hacen más que decir comentarios de camioneros, lo que no facilita ni ayuda para nada la conducción. Los camiones también disponen de texture mapping en las zonas metálicas, pero bastante pobre y sin reflejo de los escenarios.

 El resto de vehículos que aparecen en pantalla simultáneamente son bastante poligonales, y su número y cantidad de detalles y texturas no se pueden ni comparar con, por ejemplo, los que aparecen en BurnOut.

 Es decir, su apartado gráfico es bastante modesto, más que nada por tratarse de un programa con bastantes años a sus espaldas (y ya se sabe lo que significa no actualizar un código en bastante tiempo). Un popping nada disimulado, sin efectos de luz y sombras en tiempo real y con un motor de colisiones mejorable. Los efectos de las explosiones y los choques simplemente cumplen, pero para nada ayudan a dar al conjunto un sentido de realidad. Gráficamente es más bien simple.

 Nada destacable tampoco en este apartado. Ritmos countries o disco que amenizan nuestros viajes. Sin embargo, incluso para ser un arcade, no tienen unos ritmos que tiren mucho; la escasez de variedad de melodías también es un punto negativo, ya que se hacen muy repetitivas y llegan a cansar. Nos queda la sensación de ser algo poco trabajado.

 Aquí tampoco encontramos nada que lo haga especial. El ruido de los motores de los camiones es bastante decente, pero no es para tirar cohetes. Los samplers del resto de vehículos, choques, explosiones, frenazos, claxon, etc. tampoco se salvan de la quema. Están bien realizados y no sufren de descompensación con la acción que se ve en las imágenes, pero no sobresalen con respecto al resto de partes del juego.

 Aquí nos encontramos con los modos de juego típicos: Arcade, versus, Time Trial y el que se puede llamar el modo más original: Modo Aparcar. En este subjuego deberemos aparcar el camión en una zona muy delimitada y con poco espacio más que para el camion en sí, y tendremos que realizarlo en un tiempo concreto. Tampoco son muchas fases (5), pero es de las partes que más emoción tienen en todo el juego.

 Los modos Arcade y versus son los que vemos en casi todos los juegos: en el Arcade deberemos llegar antes de que se acabe el tiempo a los consabidos check-points para ir avanzando hacia la meta y poder entregar el material en primer lugar, ya que durante el recorrido deberemos de luchar al mismo tiempo contra un rival que nos entorpecerá la conducción e intentará ser el primero en llegar. El modo versus es una lucha contra otro jugador simultaneo en split-screen y sólo contando con la vista interior. No es muy adictivo, pero puede dar lugar a algún pique cachondo. El Time Trial es exactamente eso: una lucha contra el crono y los elementos (llámense vehículos de la carretera y otros objetos).

 La IA del adversario está bastante bien compensada, pero no así la de los vehículos que circulan por la carretera independientes de la carrera. No realizan movimientos bruscos ni aunque vean ir a un camión de gran tonelaje hacia ellos. Siguen un rumbo prefijado y sin ningún tipo de posibilidad de acción, excepto que seamos nosotros mismos quienes los estampemos contra los laterales. En este sentido 18 Wheeler no le llega ni a la suela de los zapatos al juego que mejor ha representado el tráfico real no controlable: BurnOut. Bien es verdad que el juego de Criterion es con diferencia mucho más nuevo que el título que nos ocupa, pero no es disculpa visto por ejemplo el tráfico de Crazy Taxi.

 El control del camión con el pad es bastante manejable, e incluso se puede realizar con el GT Force, el volante de GT3, con el cual podrás disfrutar del force-feedback que desprenden estos gigantescos camiones. La originalidad en el control está en el botón de las marchas. No es que sean marchas manuales, pero sí tienes que decidir cuándo pasas de marchas cortas -al arrancar- a marchas largas -ya en carretera-. Al frenar o chocar tienes que reducir rápidamente a marcha corta, ya que si no el camión se gripará y no podrás acelerar en bastante rato. También han incluído un aviso visual para cuando sea urgente cambiar de marcha, por si hay gente que no controla bien este proceso. Es la única nota de originalidad que podemos encontrar en el control.

 La jugabilidad de este título es bastante limitada. A pesar de incluir algunos subjuegos más que la recreativa, su adictividad y la emoción que desprende no es muy alta. A lo mejor si la sensación de velocidad estuviese más lograda podríamos llegar a encontrarle más gracia al juego, pero el conjunto es bastante flojo. No encontramos ningún punto que sobresalga tanto como para recomendar su compra, excepto para los incondicionales de SEGA y sus juegos.