De la mano de Tetsuya Mizuguchi, creador de Space Channel 5, nos llega este sugerente y complejo de clasificar título en el que el jugador no solo puede jugar sino interactuar con todo el entorno audiovisual mediante sus acciones. Innovación al poder...
Al comienzo de la partida nos encontraremos en un mundo complejo a nivel gráfico, con formas bien definidas, una música marcadamente disco de composición simple. El protagonista es un pequeño ser humanoide que se puede mover libremente por el escenario (y cuando se dice libremente quiere decir que se puede volar len cualquier dirección). Cuando se comienza a jugar se observa que cualquier cosa tiene su propio efecto audiovisual, por ejemplo, al eliminar a un enemigo con un simple disparo se genera un conjunto de sonidos y luces, partiendo desde el propio disparo hasta que el enemigo desaparece dejando un sonido y un color, pero no se acaba la cosa ahí, pues si se hace lo mismo de otra manera, por ejemplo presionando más fuerte el botón o disparando muchas veces, sucederá un elenco de efectos diferentes. Además, los virus no se dedican precisamente a ver como compones alegremente, pues intentarán eliminarte disparando todo tipo de proyectiles que podrás esquivar, o eliminar, gracias a la posibilidad de fijar tu disparo en diferentes objetivos a la vez. Huelga decir que todo esto viene acompañado de su correspondiente efecto, por lo que la destrucción de proyectiles dirigidos hacia tu persona es de lo más espectacular, especialmente cuando hay muchos.
El juego es simple, vale, pero ¿cual es realmente el atractivo que tiene Rez?. Responder a esta pregunta es complicado, es como preguntar por que a uno le gusta la música, pero se intentará explicar en este ejemplo. Imaginad esta escena, estáis en un estanque por primera vez en vuestra vida y tiráis una piedra a este, observando que hace un ruido y la superficie del agua queda alterada, si se tira otra piedra con más fuerza surgirá un nuevo sonido y una distinta alteración de la superficie, si se tiran varias habrá otro tanto y así podríamos seguir con la infinidad de variaciones que podáis encontrar. Ahora pongamos que de la estanque surgen miles de ranas enfadadas y te empiezan a escupir agua, tu intentas acabar con ellas tirando piedras, parando los chorros con estas o esquivándolas. Una vez visualizada tan surrealista escena se puede empezar a concebir que es Rez, aunque tan solo se esté rasgando la superficie pues United Game Artists, que es el nombre del estudio que se está encargando de este proyecto, está explotando al máximo las posibilidades audiovisuales de PS2 para proporcionar una experiencia que ralla el límite que separa al juego del arte y es que este juego se acerca bastante al llamado ciberarte, cuya tendencia mayoritaria es aprovechar las tecnologías para buscar la participación del espectador dentro de la visión del artista. De todos modos, Mizuguchi San ya ha dicho que no busca hacer una elitista obra de arte, sino un juego que sea antetodo divertido y absorbente.
A nivel gráfico puede que las fotos no sean un aliado pues es complicado apreciar hasta que punto es complejo y bello el paisaje que se forma ante los ojos del jugador. Y es que a medida que se avanza en la aventura el personaje va transcendiendo a formas superiores en medida que el paisaje también cambia significativamente, pasando de tener una forma definida y tangible a algo mucho más abstracto, reflejando así el paso desde los niveles más altos de un sistema informático, más cercanos a la realidad que entiende el ser humano, a un nivel más interno y surrealista que desafiará a las percepciones del jugador. Verlo en imágenes estáticas es absolutamente insuficiente, pues es en el juego en movimiento cuando se puede apreciar la belleza y complejidad de Rez, con unos escenarios formados a partir de miles de polígonos y colores en constante movimiento.
Rez contará con seis niveles, pero a diferencia de otros, estamos hablando de un juego sencillamente ilimitado, pues el resultado que se obtiene con las acciones a lo largo de todo el juego no tiene nada que ver con lo conseguido en anteriores partidas. Cada segundo, minuto y hora es una experiencia audiovisual propia que hace que uno no se canse de jugar una partida tras otra y eso teniendo en cuenta que la beta solo puede ser jugada hasta el cuarto nivel, con lo que faltan los dos últimos mundos, los más ricos y surrealistas de todos, así que se puede esperar cualquier cosa.
De los creadores del fantástico Space Channel 5, United Games Artists, nos llega su segunda creación musical, en este caso no solo para Dreamcast, sino también para Playstation 2. Nuevamente el genio de Tetsuya Mizuguchi ha creado un juego que no gustará a todos, pero que si te engancha... estarás perdido...