Más rápido que su sombra...

Los hermanos Dalton no escarmientan por más que pasen los años, y es que el recién elegido presidente de los Estados Unidos ha decidido comenzar su mandato con una buena obra, nada más y nada menos que liberando a los presos de todas las cárceles, como si las cosas no estuvieran ya suficientemente mal en el Oeste americano... Lucky Luke creía haber dejado a los hermanos Dalton a buen recaudo tras apresarlos en su última fechoría, pero la situación ha cambiado y tras enterarse de la polémica decisión del presidente decide encaminarse hacia la ciudad  para aclarar la situación.
Mientras, los Dalton no pierden el tiempo y parece que los días a la sombra no han hecho mella en los indeseables hermanos. Nada más salir de Painful Gulch ponen pies en polvorosa hacia el banco del pueblo y lo asaltan sin ningún miramiento. El director, que había opuesto resistencia es además amordazado y escondido para que deje de dar dolor de cabeza con su chillona voz.

Así que Luke se ve otra vez en las mismas de siempre y deberá perseguir a lo largo y ancho del extenso Oeste a los hermanos Dalton para devolverlos a su lugar "natural", la cárcel, pero para ello antes tendrá que recorrer larguísimas fases, resolver complicados puzzles, enfrentarse a los peligros más inusitados, como una persecución a lomos de su caballo, y a duelos a muerte contra los forajidos más peligrosos del desierto de Colorado.

Gráficos:
Muy en la línea del cómic de Morris y Goscinny. Lucky Luke está perfectamente animado para cada una de las acciones que puede realizar ( y no son pocas), y los enemigos y el resto de personajes con los que se encuentra a lo largo de su aventura no le van a la zaga. El alcalde, el barman del "Saloon", los presos de la cárcel, los propios hermanos Dalton o el pobre Rantanplán están perfectamente recreados en la pantalla de la GameBoy Advance.
Los escenarios sin embargo adolecen de cierta simpleza y repetitividad. Bien es cierto que continúan fieles a los dibujos de Morris al igual que el trabajo realizado para los personajes, pero algo más de variedad, profundidad o colorido no le hubieran venido nada mal, y la inclusión de un buen puñado de efectos especiales como transparencias, zooms, etc. o el aumento en el número de planos de "scroll" con relación a la versión para Super Nintendo, hubiera muy bien servido para diferenciar un poco más ambas versiones.
Además, algunos niveles quedan totalmente descompensados con respecto a otros, el desierto no presenta casi ningún atractivo, mientras que la persecución de la diligencia o la huida por el cañón son bastante sugestivos y mejor realizados.
Entre el comienzo y fin de los diferentes niveles podremos disfrutar de viñetas idénticas a las de los comics que nos van desvelando poco a poco la historia y que poseen una realización considerable, mientras que en las diversas fases de bonus podremos recrearnos con unos personajes más elaborados y de tamaño imponente dignos de mención aunque algo estáticos.

Música:
Un buen uso del chip sonoro de GBA es lo más reseñable. Todavía siguen apareciendo ciertos pitidos aquí y allá por la utilización de los canales sonoros heredados de GBC, pero los chicos de Infogrames se las han ingeniado para recrear a la perfección el ambiente del Lejano Oeste con unas canciones muy en la línea de las películas de John Wayne y compañía. Igualmente, cada uno de los escenarios posee su propia ambientación y melodías que encajan divinamente con los decorados que vayamos visitando. En el pueblo escucharemos una alegre cancioncilla estilo saloon , en la cárcel los ritmos cambiarán hacia sonidos más graves, y al enfrentarnos al fantasma de vuelta al pueblo el estilo cambia radicalmente hasta un talante fantasmagórico que asustaría al más pintado. Quizás en ocasiones las composiciones se hagan algo pesadas, sobre todo por los comentados "atasques" en varias zonas de los niveles y por los que tendremos que "sufrir" una y otra vez los mismos acordes en nuestros oídos, pero es algo inherente al juego que solo podría haberse moderado de alguna manera con unas partituras más extensas o una mayor diversidad de las mismas.

Sonido FX:
Ninguna novedad al frente. Las típicas digitalizaciones para Lucky Luke y sus enemigos al ser alcanzados por las mortíferas balas, y los sonidillos que acompañarán cada uno de nuestros disparos y acciones diferentes. Las explosiones de dinamita, los lanzamientos de cañonazos, apertura de puertas, plataformas que suben y bajan, etc. En fin sonidos correctos, algunos más acertados que otros, propios para cualquier juego de plataformas / aventura.

Jugabilidad:
Lucky Luke puede considerarse deudor de un tipo de juego realizado por Infogrames en la época de las 16 bits. Las entregas de Tintín, Spirou o el propio Lucky Luke de Super Nintendo tienen en común varias cosas aparte de poseer como protagonistas a personajes clásicos y archí conocidos del cómic "franco-belga". Este denominador tan frecuente es la mecánica, los controles, y por supuesto, la dificultad de la que adolecen cada uno de estos títulos. La mecánica que nos presenta Infogrames se basa sobre todo en ir obteniendo objetos que nos permitan continuar en el transcurso de los niveles, teniendo, eso sí, un ojo en cada rincón de la pantalla para evitar que nos caiga una lluvia de disparos que baje irremediablemente nuestra barra de energía.
Consiguiendo por ejemplo un cartucho de dinamita y explosionándolo en un pozo tapiado, lograremos rescatar al director del banco por lo que podremos seguir nuestro camino hasta llegar al siguiente "puzzle". Sin haber encontrado al director nos sería totalmente imposible continuar hasta el duelo de la primera fase. Esto a primera vista parece bastante simple y sencillo pero la verdad es que en niveles posteriores la cosa se complica, y mucho. Ya no será únicamente encontrar un objeto o un personaje, sino la consecución en cadena de una serie de logros para dar con lo más insignificante, por ejemplo una paupérrima llave, y que libere nuestras frustraciones al poder abrir por fin esa puerta o trampilla banal que nos traía de cabeza.  Es verdad que mediante este método Infogrames se asegura una durabilidad en el cartucho, pero también unos cuantos quebraderos de cabeza innecesarios en los jugadores, y que cortan en ocasiones el ritmo frenético de las fases más arcade o plataformeras. Afortunadamente la resolución de los enigmas a los que nos vamos enfrentando es bastante lógica (nada de usar un mono con una llave de paso...) y acabaremos tarde o temprano por encontrar la solución, pero ni con esas podrás evitar quedarte atascado de forma irremediable una y otra vez a lo largo de tu partida.