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Civilization 3 (PC)

Para los seguidores de la saga Civilization, la vuelta de Sid Meier es una gran noticia por que significa que la nueva entrega puede dar la campanada. Veamos que aportará la tercera parte de esta saga.

La vuelta de Civilization a manos de su creador original, el insigne Sid Meier, ha supuesto una enorme alegría para aquellos que llevamos años disfrutando del talento de este gran diseñador.

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Fue en 1981 cuando, a los mandos de Microprose, sorprendió a toda la comunidad con un juego por turnos de nombre Civilization, que nos permitía erigirnos como líder de un pueblo y dirigir sus designios a lo largo de un amplio periodo histórico, dejándonos el control de aspectos básicos como microeconomía, macroeconomía, gestión de recursos, diplomacia, guerra, etc...

Por supuesto hay que poner esto en el contexto de la época, en donde las posibilidades técnicas de entonces no permitían recrear ni una pálida sombra de lo que es el concierto internacional, pero eso no impidió que se convirtiera en un gran éxito por lo adictivo, ameno e interesante que resultaba jugar con él, además de por el hecho de que estaba a años luz de cualquier juego de tablero computerizado de por aquel entonces.

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Después de haber creado escuela con su título y publicar algunos más del mismo corte, aunque con diferente temática (como el, a criterio personal, genial Master of Magic), Sid Meier quiso rizar el rizo y se propuso realizar una segunda parte que superara ampliamente a su antecesor en todos los aspectos, de ahí nació la obra maestra que es Civilization II; un juego que es hoy considerado un clásico entre los clásicos, un ejemplo a seguir y, debiera ser, un referente para muchos de los juegos de 'estrategia' en tiempo real que pululan por ahí.

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La segunda parte de esta saga era sencillamente impresionante: las posibilidades de gestión se habían elevado a la enésima potencia, muchas más unidades, una diplomacia más completa, nuevos edificios... Una gozada a fin de cuentas, que mantuvo pegados a los monitores a muchos durante semanas o meses, ante la desesperación de sus padres con ganas de tirar el ordenador a la basura para ver si su hijo reaccionaba. Bueno, dudo que a todo el mundo le pasara esto, pero al menos a mi sí y por lo que he estado hablando con otros aficionados al juego, no dista mucho de otras experiencias.

Después de alcanzar un enorme éxito de crítica y ventas, surgieron los problemas (si no los había ya) entre el fundador de Microprose y la empresa que había comprado a ésta (Infogrames). Como tantos otros autores, Sid Meier ya no se encontraba a gusto con toda la corte de gente de marketing, supervisores y demás parafernalia que suelen acompañar a las grandes empresas del sector, por no hablar de los famosos plazos de entrega; que suelen ser la bestia negra para los pequeños estudios que intentan despuntar y palabra tabú entre los gurus de la industria que pueden permitirse el lujo de pasar olímpicamente de esos temas gracias al crédito ganado a pulso durante años.

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Puesto que Sid Meier es uno de ellos, no dudó en abandonar el barco y fundar (de nuevo) su propio estudio: Firaxis, mientras que Infogrames se quedaba con la gallina de los huevos de oro en forma de licencia. El resultado de todo esto no fue malo ni mucho menos: Meier pudo trabajar a gusto en proyectos de su interés, como Gettysbourg y el excelente (considerado como tercera parte no oficial de Civilization) Alpha Centauri, mientras que Infogrames hacía un trabajo muy digno con Civilization:Call To Power I y II. De todos modos y como era lógico, se decidió que nadie mejor para realizar un nuevo Civilization que el propio padre de la saga, a cuyo estudio fue encargado la nueva entrega del título que hoy nos ocupa.

Una vez contado todo este rollo en el que tú, vencedor de mil batallas en Civilization, te habrás aburrido como una ostra con una historia que ya te sabes (y sin embargo necesaria para aquellos novicios que no han probado las excelencias de esta saga), es hora de mostrar que es lo que esta tercera entrega tiene que ofrecernos.

Civilization III ha sido planteado de una forma totalmente diferente a como lo fue la segunda parte. En esta, reconocido por el propio Meier, todo era 'más, más, más', no se querían dejar detalles sueltos y se pretendía incluir cuantas más opciones mejor. Esto provocó que Civilization II fuera en algunos momentos caótico, especialmente al final, donde llegaba a ser hasta pesado debido, primero al interface, que si bien era bueno, aportaba excesiva información y su funcionamiento hacía que la pantalla se llenase por decenas de pequeños mensajes con algún tipo de información, que el jugador debía de estar cerrando a cada turno, y segundo, por la gestión tan detallada que exigían las ciudades, lo que agobiaba al jugador cuando este tenía muchas.

En esta entrega, las cosas se han encaminado a depurar detalles además de mejorar aspectos que quedaron un poco cojos en la versión anterior como la diplomacia (más por falta de medios técnicos que por ganas), lo que no quita que haya novedades ni mucho menos.

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Vayamos por partes y empecemos por lo más visible: Gráficos. Si alguien espera poner a prueba su Gekyradeon 850000 a turboinyección con este juego, le sugiero que pruebe otra cosa porque se sentirá decepcionado. Civilization III es gráficamente bastante mejor que cualquier entrega, muy agradable a la vista, con escenarios 3D que reflejan con mayor exactitud la topología del terreno, unas ciudades más bonitas y personificadas, unidades más detalladas y mejor animadas, pero ya está. No hay grandes batallas 3D, ni miles de unidades moviéndose en tiempo real, ni nada que pueda decirse 'espectacular', ni falta que le hace, o por lo menos, ninguna versión anterior lo ha necesitado para ser lo que es.

Una vez dicho esto, centrémonos en el alma del juego. Es justo empezar por la parte que más se ha mejorado: la diplomacia. Se ha incorporado una I.A más eficiente y se han ampliado las aptitudes, siendo ahora posible hacer cosas como establecer bloqueos económicos a varias bandas entre tus aliados contra un enemigo común, pagar para que tus tropas pasen por el territorio de otro imperio, canjear dinero o trabajadores para cosas específicas y establecer embajadas (desde las que podremos iniciar numerosas acciones de espionaje, tal y como sucede en la realidad).

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Esto hace que la función de espías y diplomáticos de Civ II sea ya innecesaria, ahorrándonos el hecho de tener que manejar dichas unidades por el terreno, teniendo todos los elementos propios del espionaje como opciones dentro de nuestro servicio de inteligencia. Todo esto abre nuevas posibilidades y resulta una de las bases de la victoria o la derrota en el juego, de hecho, una manera de ganar es convenciendo a las demás naciones de que te nombren como representante planetario, aunque esto no quita para que la diplomacia sea imprescindible para cualquier otro tipo de victoria.

La segunda novedad más importante es en lo referente a la cultura, que supone un concepto totalmente nuevo y muy de nuestra época en plena globalización. Se trata de que, a medida que nuestro nivel cultural aumenta, las civilizaciones cercanas a la nuestra desean emular nuestro estilo de vida y participar en nuestro esplendor. No es diferente de los fenómenos que se han venido produciendo en nuestra civilización desde tiempos ancestrales, como por ejemplo, el renacimiento italiano que contagió al resto de naciones, deseosas de emular el fenómeno artístico que se estaba produciendo en el país transalpino.

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En el juego el sistema trabaja de forma que en una ciudad, cuantas más bibliotecas, catedrales, maravillas o construcciones culturales haya y cuanto más antiguas sean estas, mayor radio de influencia tendrá y más se afectará a las relaciones con los demás imperios. Haciendo que estos imperios te sean más favorables, beneficiándote en la diplomacia o consiguiendo una mayor aceptación de una población extranjera en caso de conquistar una ciudad.

Al contrario que en los Civilization anteriores, cuando se conquista una ciudad los ciudadanos pueden no aceptar la ocupación y organizar una resistencia que, sólo puede ser paliada mediante el ejército o teniendo un nivel cultural bastante alto que haga que los ciudadanos estén deseosos de formar parte de nuestra civilización y no opongan resistencia. El hecho de alcanzar un enorme nivel de cultura posibilitará la victoria llamada cultural, en la que nuestra civilización se erige como representante cultural del planeta y nuestra influencia alcanza todos los puntos del globo.

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La batalla tendrá, como siempre, una importancia capital en el desarrollo del juego, y Civilization III pone a nuestra disposición un gran numero de unidades con el que organizar nuestra defensa y ataque. Una novedad al respecto es la aparición de fuerzas especiales, que son unidades únicas para cada civilización. Así la japonesa tiene samurais, los americanos tienen F-15 y la española tiene fieros toreros. Es broma, desgraciadamente, Meier ha decidido no incluir a los españoles en las civilizaciones a elegir, aunque gracias al editor podremos crearla sin problemas, con la desventaja de no poder contar con unidades o personajes representativos de nuestra historia.

Estas fuerzas podrán formar parte de nuestro ejército una vez que hayamos conseguido un nivel adecuado, los Estados Unidos, por ejemplo, no podrán tener F15 en la edad de piedra. La batalla en sí sigue siendo lo mismo que en anteriores entregas con ligeras modificaciones. Ahora sólo hay puntos de ataque o defensa, nada de potencia de fuego, la artillería no podrá combatir cuerpo a cuerpo y tendrá que ser defendida por alguna unidad si no queremos que la capturen fácilmente, aunque en contrapartida, esta podrá atacar a varias casillas de distancia sin que el enemigo pueda contraatacar.

Como novedad más importante en cuanto al aspecto bélico, podríamos destacar la presencia de los héroes, figuras históricas que podrían aparecer cuando obtengamos una victoria con una unidad de elite (es decir, con mucha experiencia). Estos pueden tener dos funciones: terminar automáticamente una maravilla del mundo o formar ejércitos bajo su mando, que consisten en combinar varias unidades en una sola, para obtener una unidad especial mucho más poderosa.

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Algo que me ha llamado mucho la atención sobre Civilization III es la orientación que se le ha dado a la gestión de recursos y al comercio, un tema que siempre me había parecido muy desaprovechado en anteriores Civilization y que ahora aparece de forma brillante.

En primer lugar, desaparecen las molestas caravanas y la gestión de estas, el comercio está ahora en forma de menú y los imperios pueden comerciar entre sí o enviar provisiones entre sus propias ciudades a condición de que existan vías de comunicación entre una ciudad y otra, como una carretera por ejemplo. Si en una batalla, se destruye una carretera que interconexiona dos ciudades, estas no podrán comerciar entre sí, lo que es algo que se acerca mucho más a la realidad.

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En cuanto a los recursos, más de lo mismo, ya que solo se podrán acceder a minas, yacimientos de petróleo y otros recursos naturales por medio de una carretera, algo importantísimo teniendo en cuenta que ahora los recursos son fundamentales para construir unidades (ya no vale sólo con el dinero). Así por ejemplo, para construir bombas atómicas necesitamos uranio y sin éste será imposible hacer una, por lo que los recursos y la forma de protegerlos adquiere una importancia capital.

Y esto es todo por ahora, a falta de recibir la versión definitiva. Desde luego en este avance no se han comentado todas y cada una de las posibilidades disponibles, pues no es esta su función, ya habrá tiempo de eso en un análisis. Este avance tan sólo pretende servir para situar al lector en posición de entender que Civilization III va a ser un grandísimo juego, tanto para los que tienen experiencia en la saga de Meier (que disfrutan del pulido de los defectos que podía haber en anteriores entregas), como para todos aquellos que quieran disfrutar por primera vez de este gran título, cosa que, afortunadamente, pronto se podrá hacer pues el juego no tardará mucho en llegar a nuestro país, si no hay sorpresas desagradables de ultima hora.

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Civilization III

  • PC
  • Estrategia

Civilization III representa para el equipo de Sid Meier el reto de mejorar lo que para algunos es el mejor juego de estrategia por turnos de la historia. En él, el jugador debe conducir a través de la historia a una civilización mientras dirige y administra sus relaciones con otros pueblos, sus recursos o los avances científicos.

Carátula de Civilization III
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