Tras los pasos de Soul Reaver, Crystal Dinamics nos brinda la posibilidad de ponernos en la piel del ser que un día llegó a ser el príncipe de las tinieblas, Kain, un vampiro desterrado por su propia avaricia...
Blood Omen y Soul Reaver no son lo mismo. Aunque ambos forman parte de una sola serie, Legacy Of Kain, el título protagonizdo por Raziel se sirve del clásico planteamiento de las aventuras en tercera persona con algunos aspectos de añadido, y Blood Omen las abre en canal para mostrar una faceta bastante más gótica.
Crystal Dinamics parece estar decidida a dar cancha a Xbox, a pesar de que sus dos primeros proyectos estén tan enfrentados como Blood Omen 2 y Mad Dash Racing. Lo cierto es que ninguno de ellos tiene absolutamente nada que ver, pero por lo menos es una buena forma para comenzar a tantear el mercado. Por una parte contamos con un programa de acción de lo más completo, que mezcla las exploración con un trasfondo religioso que araña lo siniestro; y en otra, un juego de carreras convencional de colores ácidos, personajes caricaturescos y velocidades vertiginosas. Dos caras de una misma moneda, de oro y, relucientemente acuñada por Xbox. Toda una fortuna.
Kain, es decir, nosotros mismos, comienza la partida en este preciso instante. Tras haber sido derrotados en una cruenta batalla contra los caballeros Seraphin, intentaremos reunir a toda nuestra cohorte de semejantes para comenzar la rebelión. Lo primero será canalizar a nuestro antojo la tecnología Glyph, que nos permitirá inmiscuirnos entre los humanos y posteriormente entablar relación con una infinidad de bots controlados por la CPU, que, dependiendo de nuestras actitudes y movimientos, generarán en su forma de actuar una diversidad apabullante de conversaciones, que irán desde sus problemas a la hora de labrar la tierra, pasando por los impuestos hasta el politiqueo.
Las dos barras que antes hemos mencionado también tiene su función. Una de ellas nos alertará de la cantidad de sangre que hemos bebido de nuestros adversarios -al igual que Raziel se nutre de almas-, que será de importancia capital para aumentar la energía de Kain; y la otra, tendrá la función de experiencia, por lo que solo incrementará en el caso de que vayamos resolviendo puzzles y sorteando todos los obstáculos con que vayamos topando.
En resumidas cuentas, es una forma muy sintetizada de mostrar en pantalla los características del protagonista, sin farragosos menús de experiencias típicos de los RPG de pura cepa y con la ventaja de que siempre tendrás a mano cual de tus rasgos debes alimentar. De hecho, esto será fundamental para afrontar con garantías los combates de Blood Omen 2, todos ellos en tiempo real. Habrá más de media docena de armas que podrán ser empuñadas por nuestro vampiro albino, tales como hachas, espadas o dagas, y dependiendo de la potencia que hayamos adquirido en nuestro travesía el daño que efectuemos será mayor o menor. También los adversarios adoptarán un papel importante, puesto que, de forma gradual, su estatus irá mutando al tiempo que Kain se arrecia.
Para más inri, la versión de Xbox incluirá ciertas mejoras con respecto a la de PlayStation 2, que será la primera en finalizarse. Lo más relevante será sin duda su definición técnica, especialmente por el tratado de las texturas y el modelado de los personajes, mucho más cuidados en el caso de la plataforma de Microsoft. Si bien es cierto que el desarrollo comenzó bastante después, y que se han valido del trbajo realizado anteriormente en la negra de Sony, la adaptación para la hija de Bill Gates contará, asimismo, con la posibilidad de escuchar todos los FX y la Banda Sonora mediante el siempre encomiable Dolby 5.1, lo que enriquecerá de sobremanera estos paisajes un tanto barrocos.
Hubo un tiempo ancestral en el que Kain, señor supremo de los vampiros de Nosgoth, no era tal y compartía el mismo destino que sus otros congéneres... Asume el rol de un joven Kain y desarrolla tus oscuras habilidades...