¡Diablo, apártate de mi!

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En junio Sierra y Troika Games anunciaron que, a pesar de que la versión inglesa de Arcanum estaba terminada, esperarían hasta finales del verano para lanzar el juego simultáneamente en todo el mundo y en diferentes idiomas. ¡Qué bien!, pensamos entonces. Podremos jugar en castellano. Pero cuando el juego salió a la venta en España lo único que habían traducido era el título y el manual. La primera impresión ya no es demasiado favorable, aunque lógicamente no supone un problema para la minoría que prefiere un juego en versión original a una mala adaptación.

Al menos el título da una idea de la dualidad que empaña todo el juego, el dilema entre la magia, la única solución para resolver ciertos problemas antaño, y la tecnología, que gracias a su rápido avance está ganando terreno a las artes arcanas. Como bien explica el manual, ambas disciplinas son antagónicas y cada personaje, cuanto más domine una disciplina, más inútil será manejando los objetos de la otra. Esta dualidad se refleja también en la ambientación del juego, uno de sus puntos más fuertes. La combinación de un mundo típico de fantasía, con orcos, elfos y gnomos, y artefactos, objetos y edificios de la Revolución Industrial del siglo XIX son una novedad muy refrescante, que se une al detallista y meticuloso trabajo de los diseñadores de Arcanum.

Ya antes empezar a jugar nos damos cuenta de la profundidad de este título. Nos referimos al sistema de creación de personajes. Pero antes que nada, si a alguien le asustan tantas opciones, podrá decantarse por un plan de autonivel predefinido que asignará los puntos de personaje que consiga automáticamente a las estadísticas, habilidades, etc. A las opciones típicas de raza, sexo, nombre y estadísticas principales, que en Arcanum se dividen en cuatro físicas (fuerza, destreza, complexión y belleza) y cuatro cerebrales (inteligencia, percepción, voluntad y carisma), le siguen la elección, opcional, de antecedentes, que pueden modificar algunas de las estadísticas principales y habilidades. Algunos ejemplos de antecedentes son 'hijo único', 'criado por lobos' o 'nacido como resultado de experimentos'.

Las estadísticas principales afectan mucho a nuestro personaje. Influyen en las estadísticas derivadas y en los conocimientos que podrá aprender el personaje. Así, la fuerza afecta a los puntos de vida, el peso que puede transportar y la bonificación de daño en los ataques; la destreza modifica la clase de armadura y la velocidad; la complexión al cansancio, al ritmo de curación y al ritmo de recuperación de veneno; la belleza, a la reacción inicial que el resto de personajes tendrán de nosotros; y el carisma al número máximo de seguidores que nos acompañarán.

El personaje tiene aún más estadísticas, como son las resistencias al daño, al fuego, a la electricidad, al veneno y a la magia. Una vez en la partida, nuestras acciones modificarán nuestro alineamiento y nuestras reputaciones, que inicialmente serán neutrales. Las habilidades en Arcanum son doce, agrupadas en cuatro apartados. Las de combate incluyen los arcos, esquivar ataques, golpear y lanzar; las de ladrón son golpe por la espalda, robar, andar sigilosamente y detectar trampas; las sociales son jugar, regatear, curar y persuasión; y las tecnológicas son reparar, armas de fuego, abrir cerraduras y desactivar trampas.

Todas están ligadas a una estadística principal, que afectará a las probabilidades de éxito. Por ejemplo, reparar está relacionado con la inteligencia, persuasión, y con el carisma. De las 16 habilidades, unas pocas son pasivas, es decir, tenemos que pulsar en un icono para activarlas. El resto son activas y se activan automáticamente cuando las necesitamos.

Cada habilidad tiene diferentes grados de dominio, que mejoraremos con los puntos de personaje que obtendremos al subir de nivel, pero con la ayuda de entrenamiento podemos convertirnos en aprendices, expertos o maestros en esa habilidad y conseguir bonificaciones. Este entrenamiento nos lo proporcionarán personajes del juego, a cambio de favores o de dinero.

Hasta ahora todo está más o menos bajo control, pero lo bueno está en las disciplinas tecnológicas y mágicas. Es decir, en los aparatos y objetos que podremos construir y en los hechizos que podremos lanzar. Los aparatos se dividen en ocho ramas: herrería, mecánica, armería, eléctrica, herbología, terapéuticas, química y explosivos. Además, se guardan en carpetas diferentes los esquemas aprendidos y los que hemos comprado o encontrado.

Para construir cualquier objeto debemos tener o haber aprendido su esquema, y tener los dos "ingredientes" necesarios. Algunos ejemplos de objetos que podemos construir son la poción de cura leve, el regenerador de cansancio, el antídoto de veneno, el reductor del cansancio, la curación acelerada, la medicina maravillosa y la panacea.

Los hechizos, en cambio, se dividen en dieciséis universidades: transporte, adivinación, aire, tierra, fuego, agua, fuerza, mental, metafísica, morfológica, natural, nigromancia negra, nigromancia blanca, fantasmagórica, invocación y temporal. Cada universidad tiene cinco hechizos y, como en el caso de los aparatos tecnológicos, se empieza por el menor y se deben ir aprendiendo en orden.

Los hechizos utilizan cansancio, así que las pociones para recuperarse de la fatiga serán muy útiles para los magos. Para que os hagáis una idea os listaremos algunos hechizos. Los de la universidad del transporte son desarmar, abrir botes, fuerza oculta, deformación espacial y teletransporte, y los de la universidad metafísica, resistir la magia, disipar la magia, escudo Dweomer, cadenas de magia y escudo reflector.

Todas las decisiones que tome el jugador durante la creación del personaje y durante la partida cuando asigne los puntos de personaje modificarán su aptitud mágica/tecnológica. Un gran mago será un desastre con los objetos tecnológicos, y al revés.

Cuando empecemos la partida y nos movamos un poco, nos daremos cuenta de lo incómodo que es el movimiento. El juego no mantiene al personaje en el centro de la pantalla y tendremos que ir desplazándola, moviendo el cursor hacia los bordes, para seguirlo "a mano". Esta decisión de diseño es útil para desplazar la pantalla y ver los alrededores del personaje, pero cuando queremos seguir al personaje, que será casi todo el tiempo, se hace pesado tener que ir desplazando tanto el ratón.

Durante la primera partida te das cuenta del nivel de detalle y ambientación que han conseguido Troika. Por ejemplo, la forma en la que viste nuestro personaje influye en la reacción que tendrán los habitantes de Arcanum al vernos. Si entramos en un club de la alta sociedad con una armadura y casco, nadie querrá relacionarse con nosotros, pero si conseguimos un frac, la reacción será muy diferente.

Otro detalle son los ataques localizados. Durante los combates, podemos atacar al enemigo sin especificar o apuntar nuestros ataques a la cabeza, los brazos o las piernas. Y ya que hablamos de los combates, en Arcanum podemos luchar en tiempo real o por turnos. Como suele pasar, los combates en tiempo real son bastante caóticos, pero tienen a su favor la rapidez. En cambio, por turnos podremos desplegar tácticas más complejas a costa de "perder" algo más de tiempo en cada enfrentamiento. A pesar de las dos opciones, queda claro que los combates no son el núcleo de Arcanum, y no nos ha convencido ninguno de los dos sistemas.

El número de acompañantes que podamos reclutar estará limitado por nuestro carisma, como ya hemos dicho. Con ellos podremos intercambiar todo tipo de objetos, requerir de sus habilidades y darles órdenes para que nos esperen en un determinado lugar, se separen unos metros, se acerquen o ataquen.

Las partidas multijugador no son con la campaña monojugador sino que utilizan módulos especiales. Existen tres tipos de partidas multijugador: todos contra todos, cooperativas y teatro. El ordenador servidor puede limitar el nivel mínimo y máximo de los participantes y otras opciones, como si está permitido matar a otros jugadores o el daño de fuego amigo. La mayoría de búsquedas se pueden completar sólo una vez, y puede que otro jugador nos adelante. En este tipo de partidas, y por razones lógicas, no se puede dormir ni luchar por turnos. Si los jugadores se agrupan, compartirán los puntos de experiencia todos los miembros del grupo que estén cerca del lugar dónde se han ganado.

¿Qué se puede esperar del primer juego de Troika Games? Pues si os decimos que esta empresa la formaron importantes miembros del equipo de desarrollo de la saga de rol Fallout, ya tenéis una pista importante. Arcanum reniega de Diablo, Icewind Dale y compañía, y deja claro cómo debe ser un juego de rol en un ordenador. El jugador tiene una enorme libertad de movimientos, podrá personalizar su personaje a su medida, los personajes que encuentre le propondrán toda clase de búsquedas (quests), y el argumento principal es complejo, misterioso y largo. En definitiva no se trata de ir pasando nivel tras nivel, matando a todo bicho viviente.

Arcanum ofrece un universo en el que el jugador podrá sumergirse como él quiera. ¿Quieres ser un mago? Podrás serlo. ¿Prefieres un tecnólogo? También podrás serlo. ¿Siempre te han gustado los ladrones? Pues juega como un ladrón. ¿Prefieres la vía directa? Un guerrero es lo tuyo. ¿Ligas como nadie? Pues crea al personaje más dicharachero y atractivo.

Desgraciadamente no todo es perfecto en Arcanum. De ahí que la nota que le hemos dado no sea mayor. Podríamos decir que esta nota sería para el gran público, pero si el aspecto externo no te importa y buscas la "belleza interior", Arcanum te recompensará con horas de diversión. Y es que técnicamente Arcanum no sorprenderá a nadie.

Áudio y vídeo

Arcanum utiliza la tan popular perspectiva isométrica a la que nos han acostumbrado los juegos de Bioware y Black Isle. El único punto favorable de los gráficos es el trabajo de los artistas. Los edificios, en especial, son muy variados y encontraremos estilos arquitectónicos muy diferentes, y el paso del día a la noche y a la inversa está muy conseguido. Pero echamos de menos unas animaciones más fluidas, una decoración interior más espléndida, mayor variedad en los gráficos a campo abierto y unos efectos de los hechizos más espectaculares, a pesar de que el juego utilice las aceleradoras 3D para realzar estos efectos.

El apartado sonoro se mantiene en el nivel de corrección de los gráficos, aunque la música destaca por sí misma. El dominio de las cuerdas en las pistas musicales es absoluto, aunque el compositor de Sierra, Ben Houge, utiliza también percusiones para dar fuerza a algunos fragmentos, como el que suena durante los combates.

Quizás, y debido a la larga duración del juego, se hubiesen agradecido algunas pistas más, pero las que hay son excelentes. A la música se une en determinadas zonas sonidos ambientales, y oiremos también las voces de algunos personajes. Durante los combates escucharemos el ruido de las armas y nuestros compañeros de viaje jalearán nuestros golpes críticos o se mofarán de nuestros fallos.

Guión

El argumento es uno de los pilares de todo buen juego de rol, y Arcanum no es una excepción. El vídeo inicial narra el ataque que sufre el dirigible en el que el protagonista viaja. En el accidente únicamente sobrevive él, aunque un gnomo tiene tiempo de confiarle un anillo antes de morir. Con este anillo en sus manos, un parlanchín acompañante que ha acudido al accidente y una gran ignorancia empezará esta gran aventura. Pronto nos daremos cuenta que ha corrido la voz sobre el accidente, que no todo el mundo siente la catástrofe y que muchos aspiran conseguir el misterioso anillo.

Jugabilidad

El interfaz de Arcanum no sorprenderá a ningún veterano. A través de diferentes iconos o atajos del teclado accederemos a las diferentes pantallas auxiliares, y siempre tendremos a la vista a nuestro personaje en una ventana en la parte superior izquierda de la pantalla. Estas pantallas son la del personaje, que muestra sus estadísticas y desde aquí asignaremos los preciosos puntos que conseguiremos al aumentar de nivel; la de los registros, en la que se guardarán las incidencias notables de nuestro viaje, las búsquedas que nos han propuesto, o las heridas que hemos sufrido, entre otros detalles; el mapa, que dependerá de si estamos a campo abierto o en una ciudad y nos permitirá viajar libremente y hasta decidir la ruta exacta; el inevitable inventario; y las dos pantallas con los artilugios que podemos construir y los hechizos que podemos lanzar.

Desde la pantalla de juego podemos cambiar con un icono entre el modo de exploración y el de combate, y con otros iconos accederemos a las habilidades activas del personaje. También veremos claramente su salud y fatiga, y su nivel de progreso en el nivel actual.

Como decíamos antes, Arcanum es un título rejugable por excelencia, y la partida variará mucho en función de cómo la afrontemos. Tras terminar el juego con un mago, es un reto volver a intentarlo con un tecnólogo, ya que la reacción de los personajes y la forma de afrontar los problemas será radicalmente diferente. Si añadimos que la primera partida es muy larga y que tenemos también partidas multijugador, pasará mucho tiempo antes de que este título nos canse.

Estrategia y trucos

Los puntos que nos ofrecen al subir de nivel son escasos y valiosos, y nuestro personaje no podrá dominar todas las habilidades, artefactos y hechizos. Tendremos que tomar una decisión al empezar la partida, y asignar los puntos a las estadísticas y habilidades que faciliten el camino que hemos elegido, ya sea un mago, un tecnólogo, un guerrero, un ladrón o un rufián.

Comparándolo con...

Baldur's Gate II es el juego de rol más popular desde su lanzamiento hace casi un año, y su longitud es comparable a la de Arcanum. En algunos aspectos BGII es claramente superior como pasa con los gráficos, los efectos y las animaciones, pero en otros Arcanum deja atrás al juego de Bioware, como puede ser en la libertad de movimientos, en la originalidad y los detalles de la ambientación, y en poder crear personajes más diferentes.

Quizás BGII tiene una larga lista de clases, pero al fin y al cabo muchas son pequeñas variaciones del resto. En cambio, Arcanum no habla de clases y es el jugador el que reparte los puntos a voluntad, y puede crear personajes muy diferentes.

Lo que está bien

La ambientación combinando fantasía y tecnología, la libertad de movimientos, la gran cantidad de opciones para configurar el personaje, las partidas multijugador, la rejugabilidad, la música, el argumento y el manual.

Lo que no está tan bien

Las animaciones y los gráficos dan al juego un aspecto desfasado. Los textos y las voces están en inglés. El sistema de desplazamiento podría mejorarse. Los requisitos hardware, por tratarse de un juego en 2D, son relativamente elevados.

Manual

El manual merece nuestros elogios por su contenido y su buena y amena redacción. En sus casi 200 páginas nos describen el proceso de creación del personaje, la interfaz y los efectos de las estadísticas, habilidades, hechizos y artefactos en el juego.

También contiene un atractivo repaso de las diferentes razas que podremos escoger para nuestro personaje. En resumen, todos los juegos deberían tener un manual tan completo y ameno como el de éste, aunque se echa de menos una clara separación de los contenidos en un índice más completo.

Requisitos mínimos