Bloody Roar 3 (PlayStation 2)

El símbolo de la bestia. Un símbolo que brilla con luz cegadora en el cuerpo de los elegidos. Un simbolo que aparece sin previo aviso y que marca a su portador con la capacidad de viajar entre los dos mundos. Son conocidos como los hombres bestia, nacidos con el símbolo impreso en su carne y que tienen el poder de convertirse en fieros animales, mitad hombre, mitad bestia.

Pronto estos elegidos fueron conocidos por la humanidad, que debido a su naturaleza xenófoba, los aisló, al ser diferentes y mucho más poderosos que los humanos normales. Así los hombres bestia pronto se dividieron en dos bandos, los que abogaban por la integración de los elegidos en la sociedad moderna, y los que planeaban destruir a los seres inferiores e implantar el dominio de la raza superior.

Con el argumento del conflicto racial, tan utilizado en la actualidad, y bebiendo de las fuentes de series como X-Men, se presentará en unas semanas y para PlayStation 2, la tercera entrega de la saga Bloody Roar.el juego de lucha 3D por excelencia de la compañía japonesa Hudson Soft.

Bloody Roar apareció a finales del 97 para PlayStation y causó una agradable sensación entre los usuarios de la 32 bits de SONY, en base a que añadía el aliciente de transformar a los jugadores en bestias, durante cualquier momento del combate. Hudson también introdujo varias opciones típicamente japonesas en en juego, como los modos Kid y Big head y los Omakes, que alargaban considerablemente la vida del juego.

Pero el éxito de la saga fue tal que dos años después aparece en el mercado la secuela, Bloody Road 2: Bringer of the new age, un juego mucho más espectacular gráficamente que la primera parte y que además paliaba varios de los defectos de ésta, a pesar que el limitado número de personajes seguía siendo su principal laguna negra.

Tras varios meses de relfexión y ante la suculenta tentación que supone el desarrollar para una nueva plataforma, Hudson, se decide a completar la trilogía y se lanza a la producción de Bloody Roar 3, a cargo de Eighteen, compañía en la que la abeja ha delegado la responsabilidad de este importante proyecto, que ya se encuentra disponible en recreativa, la cual corre bajo la System 246 de NAMCO.

La primera de las novedades del juego es sin duda el aspecto gráfico que ha sufrido la consiguiente puesta al día. El motor es sólido, muy rápido, como siempre se han caracterizado los engines de los Bloody y se ha añadido antialiasing en las siluetas de los luchadores. Pero sin duda, uno de los puntos donde más destaca el juego es en los escenarios que son rings cerrados por vallas que se irán deformando impacto tras impacto hasta romperse y precipitar a un luchador al vacío, que incluyen varios pisos como en DOA 2 (más adelante veremos que hay varias similitudes entre los dos juegos) y que están dotados de transparencia cuando la cámara del juego se ve obstaculizada por algún componente del mismo. La única pega que puede achacarse a éstos es que no tienen el nivel de elementos que se pudieron ver por ejemplo en Tekken TAG.

La plantilla de luchadores es un remake que añade lo mejor de las dos entregas anteriores junto con un jefe final (seleccionable desde inicio) como mandan los cánones, conformando un total de 12 luchadores. Así podremos elegiar a Yugo el lobo, Long, el tigre, Shen Long el tigre blanco, Stun el insecto, Gado, el leon, Busuzima, el camaleón, Bakuryu el topo, y por el bando femenino a las bellas Alice, el conejo, Jenny el murciélago, Shina (o Marvel en Europa y USA) el leopardo y Uriko la bestia, además del jefe final, Xion el no nacido que encarna a un hombre bestia mitológico anunciado por la profecía de las tabulas, unas antiguas escrituras.

Si antes mencionábamos las similitudes con DOA 2 en los escenarios, en la plantilla de luchadores, y más concretamente de "luchadoras" las analogías se acentúan. Bloody Roar 3 incluye a 4 bellas chicas que además de mostrarnos su lado más salvaje en el combate, nos amenizarán el mismo con una auténtica exhibición de atributos femeninos al más puro estilo Kasumi, Ayame, Tina y compañía.

Además, todos los personajes del juego tienen dos trajes bien distintos, tanto en su parte humana como en la animal.

En cuanto al control, se ha respetado el control de la segunda entrega de la saga, que utiliza los cuatro gatillos del Dual Shock 2 de forma activa y que incluye el sistema de cancelación, mediante el cual podemos paralizar cualquier combo o ataque especial que realicemos, situar los dos max combos en dos gatillos y cubrirnos con el restante en lugar de presionando atrás. Los demás botones quedan asignados uno al puñetazo, otro a la patada y un tercero al beast change, quedando un cuarto botón como "free button".

La transformación en bestia añade sin duda un carácter mucho más espectacular al juego, comparado con cualquier otro beat'em up pseudo 3D como Tekken o DOA2. Los personajes se vuelven mucho más rápidos y resistentes, además de incrementar su tamaño y ver como su catálogo de golpes crece, incorporando nuevos ataques y los temidos max combos, que se podrán realizar simplemente pulsando uno de los gatillos donde tenemos fijado el combo.

Será muy importante para ejecutar estos combos el beast gauge, la barra que al rellenarse nos da la opción de transformarnos en bestia y que al mismo tiempo determina la posibilidad de ejecutar los combos, como en cualquier juego de lucha normal.

La banda sonora esta compuesta por piezas rock, muy movidas y que en las pocas pistas que incluía la beta que tenemos en la redacción, nos han parecido muy acertadas para el tipo de juego. En cambio los FX tienden a cumplir lo justo, sin incorporar ningún diálogo ni pronunciación fuera de lo normal.

El juego tiene fijada su fecha de lanzamiento para el mercado japonés en el inicio de la próxima primavera, aunque se desconoce cuando saldrá a la venta en Europa y USA. Os mantendremos informados...

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