De todos los juegos estratégicos que toman como telón de fondo el escenario de la Segunda Guerra Mundial la serie Panzer es la que mejor ha sabido combinar el realismo, el rigor, la lección lúdica y el entretenimiento
Pero alegar el cambio de gustos como razón principal del escaso interés generado por este Panzer III Scorched Earth sería poco menos que negar la evidencia. Cierto, poco o nada tienen que hacer los programas que se decantan por un mayor purismo estratégico (y que heredan de los wargames clásicos, los de mesa, su tempo narrativo) ante otros juegos de mayor, digamos, accesibilidad (Starcraft, serie Command and Conquer, etc). Pero también es cierto que los diseñadores de SSI no han sabido darle a su producto las dosis de innovación y frescura necesaria como para que su juego no se quede en mera repetición de los conceptos desarrollados en propuestas anteriores.
El paso a las 3D, aparte de no sorprender a casi nadie, ya lo habían dado con el anterior título de la saga, Panzer General 3D Assault. Por si fuera poco la evolución bidimensional/tridimensional perjudica más que ayuda, cosa que ya sucediera con su predecesor. He visto pocos juegos en los que el avance tecnológico haya supuesto tal retroceso tanto desde el punto de vista de la pura jugabilidad como en el resultado de éxito ante el público.
Dos campañas completas y realmente extensas junto con otras dos de tamaño mas modesto así como una serie de batallas únicas conforman la columna vertebral del juego. En ellas, tanto si pertenecemos al bando alemán como al soviético, podremos regresar al frente del Oriental donde se libraron batallas tan cruentas como definitivas para el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.
Como en la anterior entrega, esta vez las unidades no cogen experiencia a medida que ganen combates, haciéndose así más poderosas. Son los generales los que ganan puntos de prestigio. Lo bueno de esta característica en el sistema de juego es que los mandos son intercambiables, es decir, que podemos mover un líder a una unidad más débil para compensar así el combate.
Las ciudades (un conjunto de bloques con forma de edificio) están representadas en 3D de tal manera que es materialmente imposible (a no ser que peguemos el morro al monitor) distinguir si hay o no tropas guareciéndola. Tanto yo como un compañero pasamos por la misma situación: creyendo que el pueblo estaba libre de enemigos nos dispusimos a tomarlo como si tal cosa. Pero hete aquí que en el dichoso pueblo nos esperaba un regimiento de infantería fuertemente atrincherado. Las consecuencias no fueron catastróficas en cuanto a bajas, pero sí en cuanto a tiempo.
La diversión del apartado multijuagdor depende del tiempo, paciencia y afición que tengan los jugadores. Porque en épocas tan frenéticas como en las que vivimos habituarse a un juego que requiere reflexión y sobre todo mucho tiempo entre movimiento y movimiento puede resultar desolador para muchos. Recordemos que esto es como el ajedrez. Solo puedes mover cuando ya lo halla hecho tu contrincante.
Al comenzar tu ataque contra un enemigo dispara siempre las unidades de artillería. Si además el objetivo está atrincherado se irá debilitando, lo que favorece la tarea a los tanques y al resto de tu ejército. También puedes debilitar el atrincheramiento (en las ciudades que hay que tomar es especialmente fuerte) bombardeando con tus aviones.
Nunca dejes sólo un bombardero. Acompáñalo siempre de algún caza. Los bombarderos en lucha aire-aire son muy vulnerables. Créeme si te digo que lamentarás su pérdida.
Siempre que puedas conduce tus unidades transportadas por las carreteras: avanzarán más rápido.
Esto más que un truco es un trampa: puedes usar tus aviones para reconocer el terreno. Los haces avanzar por el mapa y si no descubres nada cancelas la acción. Repite este proceso hasta encontrar la posición del enemigo.
Al tomar una ciudad deja en ella una unidad de infantería atrincherada. Tu rival puede reconquistarla si la dejas desprotegida.
5.5
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.