Emociones fuertes, muchas acrobacias, acción rápida...

Sin llegar a ejercer el mismo grado de influencia, Tony Hawk Pro Skater ha significado para el deporte extremo lo mismo que en su día Command and Conquer para la estrategia, Goldeneye para el Shoot'em up o Mario 64 para las plataformas. Es decir, un golpe de aire fresco. Un nuevo punto de vista que abandona el tradicionalismo y crea una pauta a seguir para futuras producciones.

Buena prueba de ello es que incluso Activision, la responsable del genial título de skateaboard, ha reciclado la misma mecánica y hasta el motor del juego para aprovechar el filón y darle un lavado de cara. En realidad, un leve cambio de apariencia, pues Matt Hoffman es Tony Hawk con una máscara en forma de bicicleta (BMX), con nuevos pilotos, nuevos escenarios y acrobacias exclusivas. Aunque ellos no han sido los únicos que han echado mano de la boyante fiebre que despierta este tipo de títulos.

Acclaim, una firma también muy propensa a crear compactos con "sabor americano" tienen en su haber el alucinante (no tanto la secuela) Dave Mirra, franquicia que ha traspasado la frontera de los 32 Bits y ha llegado incluso a la portátil de Nintendo Game Boy Color, y con un cartucho proyectándose a su sucesora, GBA.

Pero si verdaderamente quieres hacerte una idea de como están evolucionando, tan solo debes ojear el catálogo de algunas de las desarrolladoras norteamericanas en las que aparecen "joyas" como Shaun Palmer PRO Snowboarder, Kelly Slater PRO Surfer, y hasta Razor Freestyle Scooter, con los inherentes y ya casi preocupantes patinetes como protagonistas.

En fin, que es una invasión en toda regla, cosa que aceptamos siempre y cuando se justifiquen todas sus apariciones...

Nada especiales la verdad. Como ya hemos comentado, usa el mismo motor gráfico de Tony Hawk Pro Skater y lo traslada a su terreno, el de las bicicletas, para crear nuevos decorados que estén más acorde con el funcionamiento del juego. Pero no saltes de alegría porque el diseño compacto de los escenarios del patinador se han diluido entre muchos half pipes, cráteres, paredes puestas al tun tun y fondos casi exentos de detalles.

La animación de los partícipes ha sido creada gracias a la captura de movimientos, y el resultado es sin lugar a dudas lo mejor de todo el apartado visual, gracias también a un notable modelado con caras digitalizadas y sus indumentarias características que aportan un toque de distinción a cada uno de ellos.

No obstante, hay una cosa que nos has sorprendido bastante, además de la ausencia total de efectos de luz en tiempo real. De vez en cuando la tasa de frames sufre un pequeño bajón cuando estamos realizando algún movimiento especial o cuando corremos a gran velocidad en una amplia recta, momento en el que la consola mueve mayor cantidad de información (polígonos y texturas). Si bien es cierto que esta fluctuación no pasa de varios cuadros por segundo, si que es incomprensible que un compacto donde las pobres texturas de todas las pistas provoca, de vez en cuando, la pérdida de la fluidez.

Por lo demás, te esperan unas cuantas escenas cinemáticas como presentación de cada fase con sus protagonistas haciendo fanfarronerías por doquier.

  m  ú  s  i  c  a

Una vez más, lo mejor del juego. Siguiendo con la clásica tendencia de acompasar este tipo de títulos con temas punk, rock y muchas veces con pinceladas de Techno sigue en vigor con unos cuantos temas fuertes, machacones y a la vez motivadores. Vamos, que te esperan toneladas de guitarras eléctricas, muchos gritos, ritmos animados y descontrolados y de vez en cuando una melodía melancólica tan apagada que desentona con el conjunto en general.

De todos modos, salvando alguna excepción (hay canciones sencillamente mediocres), los temas, en general, quedan que ni pintados con el desarrollo de la partida.

  s  o  n  i  d  o   f  x

Pocas cosas que merezcan ser remarcadas. Cumple perfectamente con su función de estar siempre presente en los momentos que se lo requiere, o sea: golpes, caídas, varios tipos de superficies, pedaladas y la estridente y grimosa voz de cuando nos excoriamos la piel con un buen batacazo. 

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Como en el incombustible Tony, la misión que Activision te encomienda en esta ocasión es hacer muchos puntos. Puntos a porrillo. Montañas de puntos hasta que tus dedos se luxen. Para ello ha incluido un modo Carrera, los clásicos para practicar y otro para editar a tu antojo las pistas que quieras.

Para comenzar a jugar, puedes escoger entre ocho pilotos distintos: Mike Escamilla, Mat Hoffman, Joe Kowalski, Dennis McCoy, Cory Nastazio, Kevin Robinson, Simon Tabron y Rick Thorne. Todos ellos, evidentemente, tienen sus cualidades que en la pista hará que te decantes por uno u otro según también, tus capacidades o la experiencia que tengas en mecánicas del estilo.

Dejando de lado sus problemas en el control, como ya hemos comentado, el diseño y la estructuración de cada fase no son lo que cabía esperar. No tienen chispa. Carecen de la profundidad de muchos otros juegos (léase Dave Mirra) y tiran en exceso de los half pipes y las barandillas mal entrelazadas.

Claro que si no estás satisfecho, puedes apoyarte de la opción editora para dejar volar libremente tu imaginación y, dentro de una estructura definida por defecto, plantar unos cuantos saltos, columnas a tutiplén, hoyos, quarter pipes, ventiladores, bancos y lo que te venga en gana. Luego, simplemente, te queda disfrutar de una creación que al principio seguro que no serán más que obstáculos puestos sin ton ni son y con un desorden surrealista. Pero la diversión no nos la quita nadie, ¿verdad?

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Matt Hoffman no es un tipo desconocido, a pesar de que en Europa no sea precisamente una celebridad. Participó en la ceremonia de clausura de los juegos olímpicos de Atlanta junto a su equipo, y en sus más de 13 años de vida profesional ha sido capaz de crear más de cincuenta piruetas en el aire, ha sido considerado como el mejor en su categoría de toda la historia, ha saltado a una altura de 23 pies montado en su medio de locomoción y hasta ha tenido que operarse catorce veces gracias a unas cuantas aparatosas caídas.

Matt declaró en una entrevista que le gusta "experimentar todo lo que la vida le ofrece", y con esa premisa ha estado trabajando junto a Activision para hacer de su juego lo más real posible. Lamentablemente el control no termina de ser del todo preciso y gráficamente se ha quedado un poco anticuado.

De todas formas, si te gustó Tony Hawk, te va este tipo de deportes, quieres emociones fuertes, muchas acrobacias, acción rápida, hacer tus pistas y mediar en ellas, adelante. No te decepcionará.