Hostile Waters
Extraño interfaz, gran juego
En el nuevo título de Rage, Hostile Waters, deberemos construir y manejar una serie de unidades para cumplir cada misión, a la vez que conseguimos los recursos necesarios para ello. En definitiva, un título de acción táctica en tiempo real con algunas innovaciones y un motor gráfico excepcional.
Todos los vehículos que construyamos se diseñan por el jugador: se elige el chasis y el armamento y en los huecos que quedan se aloja blindaje, un chip Soulcatcher u otras opciones. Un chip Soul...¿qué? Soulcatcher (atrapa almas). Resulta que nuestras unidades van a ser pilotadas por microchips que alojan el alma y conocimientos de soldados de elite muertos en combate, lo que hace a cada chip mejor en determinados vehículos. Con este chip, los vehículos podrán funcionar solos, sin nuestra intervención. También puedes no poner el chip y manejarlo tú mismo.
El otro modo de impartir nuestros comandos es desde el vehículo que manejemos en ese instante, en tiempo real. Y aquí es donde vemos uno de los handicaps del juego: lo original y extraño que es dicho interfaz. Para que os hagáis una idea, la barra espaciadora despliega el menú de órdenes. Este menú lleva iconos distribuidos en una cuadrícula de 3x3, correspondiendo cada casilla a una de las teclas de la cuadrícula formada por la Q-W-E, A-S-D, Z-X-C.
Un ejemplo: para mover una unidad hasta nuestra posición, deberemos escoger la unidad (esto sí que es como siempre: con los números del 0 al 9), pulsar la Q para dar la orden de mover y luego la Z para que forme como wingman nuestro. ¿Complicado? No, pero este nuevo sistema te hace estar un poco perdido al principio, pese al magnífico tutorial que se nos muestra en las primeras misiones. Además, dado que el máximo de chips Soulcatcher es de 10, el número máximo de unidades "autónomas" es también de 10 y por tanto, es un sistema muy práctico para un juego de estas características. Pero ya digo que cuesta habituarse, aunque luego es una gozada hacer que tu wingman ataque los blancos en tu campo de visión con sólo tres pulsaciones de tecla. Pero, ¿qué hacen las unidades cuando dejamos de manejarlas? Simple y llanamente, se mueven y actúan ellas solas.
Imaginad que estabais manejando un vehículo que recoge materiales hasta que cambiáis a un helicóptero de ataque para ver el terreno circundante. No os preocupéis, que el vehículo de reciclaje seguirá recogiendo materiales él solito. Del mismo modo, los vehículos de ataque dispararán contra cualquier enemigo en su radio de acción. Es decir, que basta con que les digamos dónde ir, que cuando lleguen, ellos se encargarán de disparar o reciclar o reparar lo que encuentren.
El único fallo de la IA es que a veces nuestras tropas van por donde no deben: un helicóptero roza sus rotores contra un peñasco o un helicóptero de transporte se acerca demasiado a la unidad de reconversión del Crucero, siendo reasimilado a cambio de energía. Pero por lo general, se muestran bastante listos y al estar pilotado por hombres y mujeres con su propia personalidad, las voces que oímos por radio le dan un toque muy realista a los combates.
Me falta hablar del motor del juego: los gráficos y sonidos aparecen comentados en la sección correspondiente, pero además de eso, es de destacar el realismo físico de dicho motor. Todos los vehículos y edificios explotan lanzando fragmentos, que pueden caer al agua y chapotear o rodar por las laderas. El paisaje es altamente interactivo: árboles que quemar, depósitos de combustible para hacer estallar,... Y los vehículos terrestres brincan y botan de acuerdo con la orografía del terreno. Otro punto a favor para este juego.
Bueno, pues ya tenemos una imagen clara del juego: es de táctica con mucha acción, se pueden manejar los vehículos y el interfaz es totalmente novedoso. Pero lo que nos interesa es saber si es divertido: una vez pasada la confusión inicial por el original interfaz, Hostile Waters es un título muy jugable, que sólo se ve ensombrecido por pequeños detalles. Como es habitual en los ETR, se pueden seleccionar unidades para formar grupos, pero no podemos añadir unidades a un grupo ya formado o sacarlas del mismo, teniendo que descomponer el grupo y volver a empezar. Además, sólo podemos reagrupar las unidades desde el Crucero, ya que desde los vehículos no podemos hacerlo.
Estas secuencias están hechas con el motor gráfico del juego, que hace unas cosas alucinantes y corre tremendamente fluido, no sólo en estas secuencias, sino también durante el juego. Destellos del sol, explosiones, estelas de los misiles, fuego, humo, fenómenos atmosféricos como la lluvia (que salpica en tierra y mar de manera diferente), los relámpagos, ciclos día-noche,...Pero lo más innovador es ver las olas del mar lamiendo las orillas de cada isla que visitamos, no son texturas, es que son polígonos que se mueven con cada ola.
Hay que verlo. Aparte de eso, el realismo conseguido por el motor físico es digno de mención: es toda una gozada ver cómo destruimos un helicóptero enemigo y ver cómo los fragmentos caen al agua haciendo salpicaduras o cómo caen esos fragmentos por una colina. Desde luego, si hay algo que los programadores de Rage hacen bien, son los gráficos: recordad Incoming o Expendable.
En las primeras misiones necesitarás llevar tus Scarab a tierra usando helicópteros de transporte, así que si creas un vehículo para reciclar, necesitarás alguien que lo lleve a tierra. En misiones posteriores contarás con un transporte dedicado a eso que no tendrás que construir.
Una vez hecho esto, manda un helicóptero Hornet a explorar, pertrechado con armas de largo alcance y acércate con cautela a la costa para ver qué te espera allí. Si hay enemigos deberás destruirlos antes de desembarcar en la playa, para lo que habrá que construir más vehículos de ataque.
Generalmente las misiones son de explorar y destruir, por lo que la mecánica es sencilla (aunque no el juego): vigila a tus tropas, a veces se vuelven impulsivas y persiguen a los enemigos. Nunca mandes a una unidad sóla: perder uno sólo de tus vehículos puede costarte la misión dado lo apurado que vas a ir siempre de materiales para construir.
Presta atención a las conversaciones de los pilotos: dan pistas y avisos importantes. Requiere algo de esfuerzo porque está en inglés, pero merece la pena. Piensa muy bien lo que vas a construir: los recursos son escasos. Vigila bien a tu Scarab de reciclaje, aunque es duro, perderlo te ocasionará un disgusto.
Las andanadas del Crucero son devastadoras, úsalas para bombardear posiciones fuertemente defendidas, pero ni te acerques hasta que terminen de caer los petardos. Los depósitos de combustible también te pueden echar una mano: unas balas o misiles y bonita explosión que consigues. Es aplicable lo mismo que a las andanadas de las baterías del crucero: ni te acerques.
Pentium II 266 (rec. 350), 64 MB RAM (rec. 128), aceleradora 3D 8 MB AGP (rec. 16), Win 95/98/ME, tarjeta de sonido de 16 bits (rec. SB Live!), CD-ROM 4X (rec. 16X).
Equipo de pruebas:
Pentium III 650@866, ABIT SE6 (i815), 256 MB RAM, ABIT Siluro GF2 MX, Win 98SE, SB Live!
A 1024x768x32 iba perfecto. Con los drivers Detonator 10.80 he tenido problemas de cuelgues, cosa que no me ha sucedido con los 6.50 (los últimos estables).
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.