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Excalibug es uno de esos juegos que prometen mucho cuando uno hace el avance correspondiente. Un juego que cuenta con una detallada y atractiva historia, un motor gráfico en 3D muy competente y unos vídeos y una música digna de elogio. El problema es que tanta calidad técnica no se ve complementada con la adicción, con ese componente mágico tan deseado por todos, ese ingrediente que nos hace pasar largo rato delante del ordenador sin más pensamiento que llegar al siguiente nivel o zona del juego. A primera vista, Excalibug es un juego de táctica en tiempo real, aunque un tanto atípico, puesto que en vez de manejar un pelotón de blindados, bajo nuestro mando encontraremos una pandilla de insectos, con cuatro personajes principales y otros secundarios que se unirán a nosotros durante el transcurso del juego. El cuarteto protagonista está formado por Mirna, la experta ladrona; Sir Owen, el valiente caballero; Searemoon, el anciano mago y Ballard, el fuerte y...bueno, no demasiado listo guerrero. Junto a ellos encontraremos bufones (capaces de distraer a los enemigos con sus cabriolas y burlas), luciérnagas (iluminarán nuestro camino), pulgones, ninjas (insectos palo con una habilidad sorprendente para camuflarse),... Al matar a los diferentes enemigos, podremos recoger los objetos que dejen al caer, como comida, azúcar (el dinero de este mundo) u objetos para intercambiar con lugareños y comerciantes.
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Cada uno de los personajes principales tiene sus habilidades especiales: Robar o arrojar piedras para despistar en el caso de Mirna, ataques especiales para Sir Owen, poderosos hechizos para Searemoon o golpes demoledores para Ballard. Dichas habilidades se seleccionan de un menú desplegable que hay a la derecha de la pantalla y ése es uno de los primeros fallos: que el menú es desplegable. Por tanto, para buscar un hechizo debemos pinchar en el icono de hechizo 1 ó 2 (hay uno para cada botón del ratón), seleccionar el hechizo y luego pulsar sobre el enemigo al que disparar. O dejarlo elegido permanentemente para que esté disponible de manera inmediata, mediante una pulsación prolongada del botón del ratón (izquierdo para el hechizo 1 y derecho para el 2). Y éste es el segundo problema: no es fácil conseguir disparar si tienes que dejar pulsado el botón del ratón, porque hay que mantenerlo pulsado justo el tiempo preciso hasta que atacas o corres el riesgo de deseleccionar a tu personaje, ponerte a seleccionar zonas del terreno (cosa que se hace de la manera clásica, es decir pinchando y arrastrando) o disparar a uno de tus aliados. Hubiera sido mucho mejor hacer un menú de acceso rápido configurable como los hechizos o las pociones del Diablo (seleccionables mediante teclas numéricas y de función) u otros juegos, porque entre unas cosas y otras, es difícil lanzar los conjuros, quedando de salida uno de nuestros personajes bastante limitado en su rapidez de acción. Para Ballard o Sir Owen es menos problema porque sólo tienen dos tipos de ataque (uno para cada botón), pese a que persiste el problema de dejar pulsado el botoncito el tiempo exacto para no quedarte en bolas.
Pero hay más fallos, lamentablemente. Por poco que hayáis jugado a juegos de estrategia (como Dune 2 o Command and Conquer o Homeworld) o táctica en tiempo real (como Ground Control o Evil Islands), habréis descubierto lo útil que es tener en pantalla un mapa del nivel en el que estamos para poder mover a nuestras tropas hasta el punto que queramos, sin más que pinchar en dicho mapa. En Excalibug, el único mapa existente se encuentra en una pantalla aparte, el juego se para cuando lo estamos viendo y no podemos llevar tropas de un sitio a otro pinchando en él. Todo lo que podemos hacer es pulsar sobre él para ir a la zona elegida. ¿Cómo es que un sistema que lleva en los juegos desde Dune 2 no se ha usado en Excalibug? Por si fuera poco, cuando eliges a un personaje mediante sus teclas de acceso rápido, la cámara se centra en él, cosa que hace perder bastante el tiempo al tener que volver al sitio donde estabas entrando en la pantalla del mapa (¡puf!) o desplazando el ratón hasta volver. Para paliar esto (un poco), se pueden usar las ventanas de visión: mediante la pulsación de la tecla ALT y el número del personaje (del 1 al 4) se crea una ventana que sigue a ese personaje, pero que no permite llevar a un personaje hasta allí cuando pulsas en ella con un insecto seleccionado. Además de todo este jaleo, sólo se pueden tener dos ventanas a la vez, con lo fácil (para el jugador y desarrolladores) que hubiera sido poner el mapa como todos los juegos hasta ahora. Y si esto os parece poco, qué pasa si os digo que no se pueden formar grupos con unidades del mismo tipo. Efectivamente, si llevas 6 soldados, no puedes juntarlos en un grupo, sino que tienes que hacer doble clic para seleccionarlos a todos cada vez que quieras moverlos.
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¿Créeis que exagero? Imaginad que lleváis a vuestros cuatro personajes junto con un bufón, una luciérnaga y tres soldados aliados. Avanzáis con Mirna sigilosamente y veis que hay dos soldados enemigos. Así que pulsáis la tecla 2 para elegir a Sir Owen y...¡Maldición! La cámara se va con Sir Owen, dejándonos sin poder ver a Mirna. Bueno, no pasa nada, activamos la ventana de visión de Mirna y así la tenemos vigilada hasta que llegue Sir Owen. Mmmm, si pulsamos en la ventana volvemos otra vez donde Mirna...Así que pinchamos en el suelo para traer a Sir Owen hasta aquí. Ahora avanzamos con el caballero hasta los dos enemigos y lanzamos nuestro ataque especial...o eso intentamos porque al intentar mantener pulsado el botón del ratón y apuntar hacia nuestros enemigos, hemos deseleccionado a Sir Owen, que camina sin prepararse hacia esas dos hormigas armadas hasta los dientes. Cuando volvemos a seleccionar a Sir Owen con el ratón (o la tecla del 2), los dos enemigos le han zurrado de lo lindo. Tomamos aire, recuperamos la partida y volvemos a intentarlo. ¿No os imagináis la escena? Ahora pensad que os encontráis con un grupo enemigo e intentad imaginaos controlando los ataques especiales de Sir Owen y Ballard, el elegir el hechizo adecuado para Searemoon (con el maldito menú desplegable) y cómo hacer que no peguen a Mirna mientras los soldados aliados parecen no querer unirse a la batalla. Resignadamente, hacemos doble clic sobre un soldado (hecho que selecciona a todas las unidades del mismo tipo) y pulsamos sobre un enemigo...o lo intentamos, porque hay tal caos de antenas y patas en la pantalla que no se sabe quién es quién. Mientras masacran a nuestras tropas, jugamos con la luciérnaga (que es muy divertido apagar y encender su abdomen) y hacemos cabriolas con el bufón. Y sales del juego y te pones a hacer cosas más interesantes.
Otras cosas que no contribuyen en absoluto a la jugabilidad son el elevado tiempo de carga (incluso del menú principal), que cuando te matan la misión se reinicia sin darte tiempo de cargar una partida, que los objetivos son muy poco claros ("Debes coger el trozo de mapa que hay en estas cuevas sin que te roben", y ¿dónde voy?¿Y por dónde salgo luego?) o que en algunas misiones los techos o paredes de las cavernas obstruyan completamente la visión del jugador.
En definitiva, Excalibug es un juego de un buen nivel técnico pero que adolece de todos los fallos mencionados, haciéndolo rápidamente olvidable. Y es una lástima, porque el juego podría haber triunfado con sólo cuidar un poco más esos aspectos.
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Audio/Vídeo: El sonido de Excalibug está bastante bien en general: efectos de sonido adecuados, diálogos de los protagonistas muy buenos, música en MP3 de estilo medieval que complementa la ambientación,...Pero tiene un fallo bien gordo y es que todos los malos tienen la misma voz e incluso repiten siempre las dos mismas frases. No pido que cada enemigo tenga una voz diferente, pero al menos que haya unas cuantas variadas, para no aburrir al jugador. En cuanto a los gráficos, ya he mencionado que el motor es bastante bueno. Durante nuestras aventuras podremos ver campos, cuevas, templos,... todos con los detalles propios de un mundo de insectos: libélulas volando, mariposas posadas, reflejos en el agua, plantas carnívoras, frutas caídas por el suelo, objetos humanos reutilizados (como collares o cinturones usados como murallas), etc, etc. Los insectos en sí están bastante detallados, pudiendo ver sus gestos si acercamos la cámara lo suficiente. También podremos ver cómo las flechas se clavan en el suelo o los impresionantes efectos para los hechizos de Searemon. Las animaciones están igual de cuidadas, con diferentes ataques para cada protagonista. La única pega es que la sincronización labial falla a veces en los espectaculares vídeos que podemos ver de vez en cuando entre misión y misión. Tan buenos como la presentación.
Guión: Sir Owen, Mirna y Searemoon son tres insectos que quieren acabar con Mordregon por diferentes motivos. El caballero quiere vengar a su familia, la ladrona pretende el tesoro del malvado señor y el mago quiere recuperar su honor tras haber fallado en una misión anterior. Los tres se unen para conseguir acabar con el malvado insecto que lleva de cabeza a todos los bichos del mundo y que sólo la legendaria espada Excalibug podrá liberar. Jugabilidad: Desgraciadamente, poca. A lo ya mencionado en la descripción general, deberíamos añadir que el desarrollo del juego es totalmente lineal y que las tres primeras misiones consisten en llevar a Mirna, Sir Owen y Searemoon individualmente. Además de que los objetivos no están muy claros (sobre todo a la hora de saber por dónde se escapa uno), en el caso de los dos primeros protagonistas todo se reduce a matar y matar, machacando el ratón sin sentido. Con Searemoon la cosa es más difícil porque tendremos que disparar desde lejos y las complicaciones inherentes al sistema de control complican mucho la misión. En definitiva, que cuando llegas a la cuarta pantalla, la primera en la que puedes manejar a todo el mundo, ya estás picado y cuando ves el caos que se forma en cuanto empieza una batalla, acabas maldiciendo a gritos. Aunque el sistema de los conos de visión y radios de olfato es original, en la práctica no sirve para mucho y pasa a ser un simple adorno, convirtiéndose el juego en un arcade de matar sin pensar. Todo este conjunto de fallos te hace soltar una lagrimilla porque podría haber sido un gran juego, y no han sabido darle el último empujón. Una lástima, como decía al principio del análisis.
Excalibug añade un modo de multijugador cooperativo, que puede ser bastante entretenido, pero que no he tenido la oportunidad de probar por falta de oponentes.
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Estrategia y trucos: Nunca te enfrentes a más de un enemigo a la vez. Por muy cachas que esté tu personaje, en cuanto te pillan tres malos se acabó. Si tienes que atravesar una zona con muchos enemigos, atráelos de uno en uno. Esto es especialmente válido para el mago, que sólo puede valerse de los hechizos para atacar y defenderse. Lo mejor con él es mantenerse alejado. Los dos personajes que deberían ir siempre en primera línea son Sir Owen y Ballard. Mirna es rápida pero no tan fuerte, y sí es útil para abrir puertas, robar a enemigos o despistarlos con sus piedras. Otros personajes nos ayudarán en nuestras aventuras: los bufones sirven para distraer a los enemigos, las luciérnagas para iluminar nuestro camino y los insectos palo son maestros del camuflaje. Los soldados que te dan en algunas misiones son simple carne de cañón: mándalos delante para que cuando lleguen tus protagonistas los enemigos ya estén castigados. Recuerda que si matan a alguno de los personajes principales, deberás reiniciar la misión.
Si dejas el ratón sobre un enemigo, podrás ver tanto su cono de visión como el radio de alcance de su olfato, para que sepas por dónde esquivarlo. Si alguna de las dos zonas se pone roja, es que te ha detectado.
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Estos trucos o consejos son los que había disponibles el 11/04/01. Si no encuentras lo que buscas, pasa por la sección de TRUCOS.
Comparándolo con...: Sin ninguna duda, Excalibug me recuerda mucho a Evil Islands, pero no se puede comparar con él. Es más engorroso de manejar, es menos espectacular y es menos de táctica y más de mata-mata, perdiendo jugabilidad. Ground Control. Sin ninguna duda, mucho más manejable, por tanto, mucho más divertido y de eso se trata cuando compras un juego. Los gráficos de los insectos, los vídeos y la música, que ambienta a la perfección. En general, el nivel técnico es muy decente. El menú principal es muy original, con la cámara moviéndose por un bosque al elegir las opciones, pero acaba resultando cargante. Por supuesto, se puede eliminar este efecto sin más que pulsar un botón del ratón. Enlaces o Links: Web de Dinamic, distribuidores del juego.http://www.dinamic.com/ Página del juegohttp://www.dinamic.com/productos/catalogo/juegos/juego.asp?idproducto=86&idcategoria=7 Entrevista a Enigma, creadores del juego http://www.meristation.com/articulos/enigma/enigma1.htm Nuestro avance del juego http://www.meristation.com/preview/2001/excalibug_1.htm Manual: En el CD, en formato PDF para Acrobat Reader, podemos encontrar el manual del juego. Es muy sencillo, pero explica todo lo necesario para poder jugar, aunque se echa de menos algo más de profusión a la hora de explicar algunas cosas, como los hechizos. También se podría haber incluido un poco de historia, porque sobre el argumento en el manual no se menciona nada: Lo que os he puesto en "Guión" lo he sacado de la secuencia de introducción. Desde luego, los manuales de FX son infinitamente mejores.
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Equipo necesario: Pentium 200 (rec. Pentium II 233), 64 MB de RAM (rec. 128), aceleradora 3D de 8 MB (rec. 16), CD-ROM 8X, 560 MB de disco duro (720 para la instalación completa), tarjeta de sonido compatible DirectX, Windows 95/98/ME/2000 con DX8, red local IPX ó TCP/IP para multijugador. Equipo de pruebas:
Pentium III 650@866 , ABIT SE6 (i815), 256 MB RAM, ABIT Siluro GF2 MX, Win 98SE, SB Live!
Excepto en situaciones con muchos polígonos (un zoom muy alejado, por ejemplo), el juego se movía con soltura. Lo malo es que tarda mucho en cargar cada fase, incluso en un equipo como este.