Peter Molyneux, el creador de juegos como Populous y Dungeon Keeper nos vuelve a poner en la piel de un dios, aunque no tenemos que perder de vista el hecho que Black & White es un juego de estrategia en tiempo real.
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Creature Isles
Además, la criatura generará su propia energía para lanzar los milagros, y no utilizará la de nuestros fieles como ocurre con los hechizos que lanza nuestra mano. Tanto nuestra mano como nuestra criatura irán cambiando según nuestras acciones, y no tienen que seguir el mismo camino las dos. Es decir, podemos optar por la táctica del "poli bueno y el poli malo", y educar a una criatura celestial que riegue los cultivos, recoja las cosechas, tale árboles y sane a los villanos, y nosotros dedicarnos a lanzar tormentas y bolas de fuego sobre sus poblados para atemorizarles.
Para conseguir que un poblado pase a adorarnos a nosotros deberemos impresionarles con milagros y ayudarles. Pero los villanos no son tontos, y si utilizamos varias veces el mismo milagro, ya no les impresionará tanto. Así que nuestra creatividad será decisiva para esta labor. A pesar de que somos un dios, no podemos actuar igual por todo el territorio. El número de adoradores que tengamos y el número de poblados que nos adoren determinarán nuestra zona de influencia, aunque podremos actuar brevemente fuera de ella. Evidentemente, los dioses enemigos intentarán defender sus poblados o atacar los nuestros.
Como en casi todo juego de estrategia en tiempo real, Black & White requiere gestión de recursos y construcción de poblados. Los dos recursos son la madera y el grano. Los villanos irán repartiéndose las labores, pero podemos crear discípulos dedicados a ciertas labores: leñadores, pescadores, granjeros, constructores e incluso criadores dedicados a garantizar la supervivencia del poblado. Crear un discípulo es muy sencillo: si situamos un villano al lado de un árbol, se convertirá en leñador, y si lo dejamos al lado de un campo, se hará agricultor. Los poblados podrán tener casas de varios tamaños, almacenes, cementerios, guarderías, talleres de construcción, campos de cultivo o maravillas. Para construir todo esto tendremos que construir antes las estructuras en el taller. Una casa sencilla sólo necesita una estructura, pero un campo de cultivo, por ejemplo, requiere juntar cuatro estructuras básicas. Cuando tengamos las estructuras, las situamos donde queramos construir el edificio y nuestros villanos se encargarán de la construcción.
Ya os habréis dado cuenta que hemos hablado varias veces de los milagros. Si nos fijamos en Dungeon Keeper, corresponderían a los hechizos. Para poder utilizarlos necesitamos que nuestros fieles nos adoren en nuestro templo. Podemos ajustar el número de villanos que se dedican a adorarnos ajustando la altura de los tótems de cada poblado. Escogemos el milagro que queremos lanzar en el templo o trazando símbolos con el ratón en la pantalla, con la ayuda de las plantillas que aparecen en la parte inferior derecha. Los milagros nos permiten crear comida, madera, bolas de fuego, tormentas, nubes de lluvia, bosques mágicos o trazar escudos que protejan nuestros poblados.
Black & White es un juego técnicamente perfecto, original, estable, con una excelente adaptación al castellano y un manejo algo complicado de aprender, pero que nos ofrece innumerables horas de diversión gracias a la trabajada y sorprendente inteligencia artificial, a la cantidad de objetivos secundarios que nos ofrecerán y a la variedad de enfoques con los que podemos afrontar cada reto. Y no nos olvidemos de las partidas multijugador.
Creature Isles
Creature Isles
Los almacenes, los templos y los talleres nos muestran sus necesidades en sus estandartes. Puede que necesiten más grano o más madera, y nos será fácil satisfacerles. Si necesitan expandirse, tendremos que construir más casas, y si necesitan más hijos, la solución será crear discípulos criadores. Dejando un hombre junto a una mujer, o al revés, aparecerá un corazón que nos confirmará la creación de uno de estos discípulos.
Para impresionar a un poblado que queremos conquistar, la variedad es la mejor táctica. Crear madera y grano, sanar algunos villanos, protegerlos con un escudo o lluvia para sus campos son buenas tácticas para conquistar un poblado por las buenas. Nuestra criatura puede ayudarnos mucho, bailando o lanzando sus propios milagros, o simplemente con su presencia nos proporcionará más creyentes. Si nos decantamos por el lado malvado, pues bolas de fuego, tormentas y lanzar piedras sobre sus casas les intimidarán lo suficiente.
El mejor consejo que se puede dar para este juego es que experimentéis. El juego no dejará nunca de sorprenderos.
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.