Mech con la firma de Kojima

Han sido más de 2 años de trabajo los que ha empleado el West Studio de Konami para plasmar su particular visión de un universo tan de culto en Japón como es el universo mech. Un equipo de contrastados profesionales fue el elegido por Konami para este proyecto, equipo capitaneado por la dirección de Noriaki Okamura, de reconocido prestigio por las series Tokimeki Memorial y la supervisión de Hideo Kojima, productor de ZOE y de sobra conocido por todos los buenos jugones.

Tomando el testigo de grandes sagas del manga y animé, como Gundam o Robotech, que se han visto traspasadas desde el papel y el celuloide hasta los bits de diversas consolas, la idea de Okamura y Hideo Kojima era crear un juego que mantuviese todo el feeling del animé japonés mezclado con todos los típicos elementos mech que han transmitido juegos como Gun Griffon Blaze o Virtual On: Oratorio Tangram, pero además gráficamente a la altura de PS2.

Con esta idea clara, el objetivo era rodearse de gente curtida en el género, con las ideas claras, y para ello se contó con otros dos fueras de serie: Nobuyoshi Nishimura, uno de los nombres propios de la industria de la animación japonesa y diseñador jefe de Mobile Suit Gundam X, y Yoji Shinkawa, del equipo de Metal Gear Solid y encargado de los efectos físicos y mecánicos.

Con este equipazo sólo era cuestión de tiempo que Konami se apuntase en su haber un nuevo éxito, y a buen seguro que Zone of Enders lo es. Un juego que reúne a partes iguales espectacularidad gráfica, emoción, diversión, acción y una historia tan contundente que podía haber sido firmada por cualquier mangaka, no en vano, según palabras de Hideo Kojima, ZOE es un "robo anime simulator".

La historia de ZOE sitúa al jugador en el siglo 22, con la humanidad en plena colonización espacial, en el papel de Leo Stenbuck, un joven muchacho habitante de Antilia, una colonia espacial en órbita con el séptimo satélite de Júpiter. Antilia es la colonia humana que se encuentra más alejada de Júpiter, por lo que sus habitantes reciben el nombre de "Enders" por vivir en el fin (end) del mundo.

La industria militar terrícola, tras el descubrimiento del mineral Metratron en la superficie de Júpiter ha evolucionado hasta límites impensables sólo un lustro atrás. Gracias al Metratron y a sus extraordinarias propiedades físicas, se pueden realizar viajes espaciales en cuestión de segundos, recargar rápidamente grandes cantidades de energía o dotar de una potencia devastadora al armamento existente.

Con este diamante en bruto en sus manos, los ingenieros espaciales humanos, para facilitar las labores de colonización desarrollaron una serie de robots, landmates o gigantescos exoesqueletos bautizados como Orbital Frames. Estos robots, pilotados por un humano entrenado, permitían explorar grandes superficies en cuestión de minutos y gracias a su devastador armamento asegurar zonas para la posterior construcción de colonias terrícolas.

Año 2172. Dos modelos experimentales de Orbital Frame, el Jehuty y el Anubis son secretamente transportados hasta la base de las naciones unidas espaciales (NUSP). La fuerza paramilitar conocida con el nombre de Z.O.E., conocedora de este hecho, decide atacar la base con varios de sus Orbital Frame, con objeto de hacerse con los dos modelos experimentales o destruirlos.

Esa misma noche, Leo, junto con 3 de sus amigos, decide entrar en la base militar a modo de juego, con tan mala fortuna que una vez dentro de la base, se ven sorprendidos por el ataque militar.

Los tres amigos de Leo, tras haber sido hechos prisioneros y ante los ojos de este, fallecen al ser aplastados por los restos de un Orbital Frame caído en el combate. Leo nunca se lo perdonará. Huyendo del fuego cruzado, el muchacho se introduce en uno de los viejos hangares de la base.

Sin quererlo y tras salir rebotado por la honda expansiva de una explosión, Leo acaba frente a frente con el Jehuty, uno de los dos Orbital Frames que los ZOE buscaban.

Involuntariamente, Leo acciona el mecanismo y accede a la cabina del robot, pero sin tiempo para aclimatarse aparece un Frame enemigo, al que consigue eliminar. El ordenador de abordo, conocido como A.D.A, le explica a Leo la situación, que más tarde le repite, mediante videoconferencia, Elena Weinberg, coordinadora de las NUSP en Júpiter.

La apariencia gráfica de ZOE es realmente asombrosa. Podría estar deshaciéndome en elogios, adjetivándola durante líneas y líneas y aún así no podríais haceros idea de lo lejos que está Zone of Enders de muchos de los juegos que han tenido la osadía de dejarse ver por PS2. Sin duda algo excepcional. La combinación de estética manga junto con la potencia gráfica de PS2 ha dado un fruto admirable.

Además del Jehuty, Neith y Anubis sólo 3 tipos de Orbital Frame componen el grueso de enemigos de ZOE: Cyclops, Raptor y Mummyhead, que lejos de incluir variaciones (como sería lógico para distinguir los de un nivel de los de otro superior), son siempre el mismo tipo de robot.

Para terminar con los personajes, hacer una mención especial a tres de los final bosses, sobretodo Tyrant (si, como el de Resident Evil), que son de tamaño descomunal y donde los combates que nos enfrenten a ellos serán un auténtico recital audiovisual.

Los escenarios son bastante oscuros, ambientación propia de una colonia espacial, pero están bien recreados. A lo largo del juego nuestros combates discurrirán por los exteriores de la base de las NUSP, nucleos urbanos de la colonia, campo través o incluso por el espacio.

Los efectos visuales que acompañan al juego siguen en esta línea y explosiones, lásers, propulsores, campos de fuerza y demás efectos lucen de una forma impresionante. Los destellos, parpadeos y el deslumbrarse por la cantidad de efectos que llegan a juntarse en pantalla no será algo extraño.

La cámara ha sido uno de los puntos más elogiados de ZOE por toda la prensa internacional, y no en vano es prácticamente una cámara libre (de no ser por no incluir un zoom), que permite acomodar la perspectiva a donde queramos, eso si, manteniendo siempre la tercera persona.

Las intros de ZOE son otro de sus puntos fuertes, pero atención porque hay de dos tipos. El primero de ellos es CG puro y tradicional, es decir, como si estuviéramos contemplando un animé, porque la calidad y el cuidado van a la par. En cambio, también habrá un segundo tipo de secuencias, y estas serán generadas totalmente por la consola.

Resumiendo, un apartado gráfico espectacular, fluido y con un repertorio de efectos pero que queda corto en variedad de enemigos.

La banda sonora de ZOE está compuesta por temas techno y techno dance muy suaves y llevaderos durante todo el juego. Además, la música acompaña a la acción, de forma que se acelera cuando se acercan enemigos, muy considerablemente durante los combates con los jefes finales.

El catálogo de efectos del juego es más que correcto, pero sin duda donde más brilla este apartado es en las voces, sampleadas de forma exquisita, como muestran las diferencias entre la voz de Leo y la de ADA (con toque a voz de ordenador) pero lamentablemente estas voces se encuentran en inglés y como a estas alturas todos conoceréis no están acompañadas ni siquiera por texto en castellano.

Como en todo ZOE, una de cal y otra de arena.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

El sistema de control del Orbital Frame es bastante innovador, aunque precisará de unos minutos para hacerse con él. Para el desplazamiento del robot de izquierda a derecha y alante-atrás se utiliza el analógico izquierdo, mientras que para ascender y descender se usarán los botones triángulo y equis.

Los ataques que realice el frame dependen de la distancia a la que se encuentre de los enemigos, ya que en ZOE existen dos distancias, close range y long range. En distancias largas se podrá atacar con la vulcan o ametralladora láser que tiene equipado el Jehuty (además de utilizar cualquier arma especial o lanzar el burst shot, mientras que en las distancias cortas es donde entra en juego la espada que el Orbital Frame tiene incorporada en el brazo derecho, mucho más mortífera que las armas de larga distancia.

Además se ha dotado al robot de dos acciones extra: dash y burst. El botón de dash servirá para disparar el homing spread (pequeños proyectiles láser) y para realizar el dash slash (un espadazo ayudado por la retropropulsion). Gracias al burst se podrá  para lanzar el potente burst shot y ejecutar el burst slash (que literalmente parte a los enemigos en dos) . El Jehuty también podrá inmovilizar a los enemigos para posteriormente arrojarlos contra el suelo y utlizar un campo de fuerza como barrera protectora.

Para terminar con el sistema de control, decir que el sistema de combate guarda similitudes con el ya clásico Z-Targeting de Zelda, ya que podremos "lockear" a los enemigos para que el radar los tenga localizados y poder estar encarados hacia él en todo momento.

ZOE lo componen en su totalidad un tutorial, 10 armas especiales, 15 drivers de dispositivo, 3 tipos de enemigos, 4 enemigos finales, 26 misiones y 5 rescue missions. ¿Más que suficiente para un título de su talla o triste bagaje? Nosotros pensamos que es un muy triste bagaje, sin lugar a dudas el gran fallo de ZOE, que dejará a muchos de sus incondicionales con un sabor amargo.

El juego puede ser completado en su nivel Normal en menos de 8 horas, exactamente nosotros hemos tardado 6 horas 42 minutos en hacerlo, pero lo peor es que sólo tiene un final y los modos hard y ultra hard sólo añaden dificultad a los combates y escasez a los power ups que aparecen por el mapeado.

A lo largo del juego tendremos que ir cumpliendo determinadas misiones, como desactivar generadores de energía, hackear un Orbital Frame enemigo o localizar un terminal con un antivirus instalado para eliminar el programa que nos ha infectado. Estas misiones se intercalan con las 5 rescue missions, que son pequeñas fases donde debemos eliminar a varios grupos de enemigos que están atacando varios nucleos urbanos de la colonia.

Una vez completada la mision recibiremos un "Rank" dependiendo del tiempo empleado en deshacernos de los Frames rivales, de los destrozos fisicos ocasionados en los edificios y de los humanos que han muerto en el combate, por lo que habrá que ser rápido y cuidadoso en la batalla.

Las armas que aparecen en el juego (un total de 10) para que puedan ser utilizadas por el Jehuty, tendrán que tener instalado en el Frame su correspondiente driver, por lo que muchas veces tendremos el nuestro poder el arma física pero no podremos emplearla hasta que descarguemos el driver desde un servidor.

Armas como el Halberd, una espada de energía, Sniper, un rifle para largas distancias o el Decoy, un dispositivo que interfiere en los radares enemigos, tendrán un papel fundamental para completar varias misiones y avanzar en el juego.

Zone of Enders incluye como bonus un inesperado modo para 2 jugadores, donde controlando a los 8 tipos de Orbital Frame (excepto a Anubis) se podrán disputar pequeños combates en varias localizaciones del juego.

¿Puede ZOE catalogarse como obra maestra? La respuesta es confusa. Si mientras para un grupo de jugones, más familiarizados con lo oriental, ZOE será un juego de culto, para el público medio occidental Zone of Enders será únicamente un gran juego que pudo llegar a ser más, pero que de forma lamentable, se queda muy cerca de conseguirlo.

Sin duda la escasez de títulos de calidad contundente en el catálogo de PlayStation 2, la demo de Metal Gear Solid 2 que incluye, y la enorme calidad gráfica de ZOE sin duda serán razones de peso para comprarlo, aunque no muchos usuarios de PS2 pueden permitirse gastar 10.000 pesetas en un juego que claudica en menos de 8 horas.

Según se rumorea, la experiencia de ZOE ha sido muy placentera para Konami, que está barajando la posibilidad de convertir a Zone of Enders en su nueva franquicia, como por ejemplo Castlevania o ISS.

Esperemos que en los próximos ZOE (si es que finalmente salen) tengan más duración y enemigos que este.