De la mano de The Logic Factory, creadores de Ascendancy, nos llega este título que, si bien guarda obvio parecido con juegos como C&C y no aporta nada excesivamente original al género, sí atesora cierta jugabilidad y calidad técnica.
Las diversas razas del juego, como es natural, poseen su propia historia e idiosincrasia. Debes escoger liderar a los vestigios de una de ellas, en su desesperado intento por conseguir prosperar en libertad. Además, en el transcurso del juego, podrás establecer que tipo de relación (cooperación o rivalidad) deseas mantener con las demás. Para triunfar estás obligado a erradicar, isla por isla, a los secuaces de Leviathan, hasta la batalla definitiva con el susodicho en la roca central. A semejanza de la especia en Dune 2, existe un elemento vital que nos proporciona poder para sobrevivir y mejorar, en este caso se conoce como Tono y fluye de charcas que debemos cebar y que, o bien ya existen o bien las liberamos al acabar con nuestros enemigos. Resulta necesario utilizar unos elementos, llamados Nodos de Tono, para la construcción de edificios apropiados, que lo transforman en elementos, adaptados a las diversas necesidades para las que es posible emplearlo. Éstos pueden ser Tonoestructura, usada para construir edificios, Tonocristales, sustento de servicios de nuestro poblado, como por ejemplo los Dojos donde se entrenan nuestros guerreros, y Tonomagia, abastecedora de nuestra escuela de magos. Al igual que en otros juegos con gestión de recursos del género de la estrategia, podemos mejorar dichos edificios y este hecho junto a momentos determinados de la partida como la apertura de puentes energéticos entre las islas, nos dotará progresivamente de más avanzadas y numerosas unidades y capacidades. Como detalle original destacar que, a diferencia de otros juegos en los que basta con explorar usando tus unidades, en Tone Rebellion es necesaria la construcción de un determinado tipo de edificios, los Difusores de Tono, para poder ampliar la parte transitable (y visible) para nosotros de cada escenario de juego. También se puede definir la prioridad (normal, alta o exclusiva) de toda construcción o tarea que nuestros trabajadores lleven a cabo. Existen multitud de complementos que aportan jugabilidad al juego, como la existencia de Artefactos (objetos con facultades especiales), Lugares Místicos (localizaciones con poderes arcanos, cuya total activación nos permitirá acumular el saber suficiente para derrotar a Leviathan) y detalles como el alineamiento de nuestras unidades. Cada una de ellas pertenece a uno de estos cuatro órdenes: Natural, Supernatural, Psíquico o Etéreo. Existe una mutua interacción entre ellos y cada cual disminuye o aumenta en poder cíclicamente, dependiendo del actual status de la orden en cuestión. No obstante, no es necesaria la comprensión de la mayoría de estas sofisticaciones para acabar el juego, incluso en los niveles de dificultad más elevados, por lo que los poco amigos de las complicaciones se encontrarán tambien en su salsa en este producto. Como puntos negativos, destacar la indudable sensación de monotonía que produce el desarrollo del juego, ya que, básicamente, todo se reduce a invadir isla tras isla, acabando primero con las defensas activas (equivaldrían a las torretas lanzamisiles de Dune 2), y seguidamente proceder a exterminar todo elemento hostil para, por último, arrasar el entramado de estructuras enemigas. También se ha descuidado en cierto modo la Inteligencia Artificial, ya que, por muy avanzado que sea el nivel donde nos encontremos de este quizá excesivamente largo juego, las tropas enemigas no usan los puentes para desplazarse a nuestra base ni aprenden nuestra forma de atacar, algo lamentable, porque de ser así nos llevaríamos más de una sorpresa y se nos pondrían las cosas mucho más dificiles, lo que por ende redundaría en un dinamismo y emoción del que carece este título. Claro que si deseamos rivales más inteligentes que el PC, siempre nos queda el ameno modo multiplayer, pero no es excusa. No debo olvidar tampoco el sistema de control de nuestras unidades, puesto que sólo se pueden manejar por grupos y, aunque la coordinación en su seno es aceptable, ésto nos limita estratégicamente, causando además a veces bajas indeseadas y una mayor dificultad para adquirir experiencia, premiada con las correspondientes mejoras.
Audio/Vídeo: El juego en sí, ofrece gráficos con un alto nivel de detalle y de una vistosidad bastante lograda, destacando la suavidad y elegancia de los colores escogidos, no siendo éste un detalle esporádico sino resultando el buen gusto algo que impregna el juego. Destacar la intro, que sobrepasa los tres minutos y medio de duración y para cuyo disfrute es necesario instalar ActiveMovie. Está dotada de unos preciosistas gráficos en tonos pastel que, acompañados de una voz en perfecto castellano, nos sumergen en la retorcida historia que da sentido al juego, mostrándonos como Leviathan invade la civilización de los Flotadores y, gracias al Tono conseguido, se torna inmensamente malévolo y poderoso, arrasando seguidamente con todo ser viviente y fragmentando el Mundo-isla, en el trágico acontecimiento conocido como Convulsión. Imposible no mencionar el surrealista aspecto de nuestras tropas y edificios, de aspecto biomecánico en algunos casos, digno de la imaginación de H.R.R. Giger o Dalí. La música, obra del dúo Yanni-Phil Collins, es ambientista, abundante y de calidad. No obstante, he de mencionar que con un cdrom 4x, en las secuencias más complejas de la película de introducción, padecía frecuentes cortes que impedían disfrutarla con claridad.
Guión Nos encontramos en un extraño mundo situado en los confines del espacio, al que un maligno ser conocido como Leviathan agredió sin tregua, en su desmesurada ambición por acaparar todo el preciado elemento denominado Tono, fragmentando el hábitat de los conocidos como Flotadores en multitud de partes, satélites de una roca principal. Aunque se empleó a fondo en su labor de destrucción, cuatro razas sobrevivieron al apocalíptico desastre: los Tark, los Cephean, los Cygon y los Dyla.
Estrategia y trucos: Para conquistar una isla con las menores bajas propias posibles, tras reunir la mayor cantidad de unidades a tu alcance, elimina primero las defensas activas con tus unidades más poderosas, después ataca a las bestias de Leviathan y por último destruye las estructuras. Si no quieres que, a no muy tardar, Leviathan reconquiste la isla, deja en ella parte de tus efectivos, construyendo rápidamente tus propias edificaciones si posees la tonoestructura necesaria, echándole además una ojeada al escenario de vez en cuando. Si dejas tropas de guardia, ordénales que protejan las charcas o algún elemento cercano para que las esporas no puedan contaminarlas. La tribu Tark es ideal para aprender a jugar. Es la que consigue más rápidamente hechiceros y, entre los conjuros, los más útiles son el disco de luz para uso contra estructuras enemigas y la lluvia de piedras para atacar a los esbirros más poderosos de Leviathan.
Jugabilidad: La interface de juego es de fácil manejo, debido al buen tamaño de los iconos que la forman, su no exagerado número y la breve pero útil explicación sobre su uso que nos muestra cuando señalamos, con el cursor, la mayoría de ellos. Tenemos como opción consultar la excelente ayuda en línea, que abarca todos los elementos de la interface y aparece con sólo mantener pulsada la tecla mayúsculas y pulsar el botón izquierdo del ratón, sobre el elemento que deseemos conocer a fondo. El juego está cuidadosamente concebido, ya que se han esmerado en incorporar elementos que amplien las posibilidades del mismo, interactuando a la vez entre sí. Como importante hándicap a la buena labor realizada en otros aspectos, la ya citada sensación de monotonía que nos invade al cabo de unas horas de juego.
Comparándolo con...: Está claro que guarda no pocas semejanzas con juegos como Dune 2, Command&Conquer o Warcraft. Es cierto que incorpora alguna nota original, pero no bastan para dejar de considerar a esta producción como más de lo mismo.
Los elaborados e imaginativos gráficos, la gestión de recursos (amplia y que debemos supervisar a menudo), la interesante historia y los no pocos detalles complementarios que incorpora el desarrollo del juego. No hay que olvidar tampoco el modo multiplayer, la banda sonora y el útil y trabajado manual.
Enlaces o Links: Demos, patches y actualizaciones: The Logic Factory
http://www.logicfactory.com
Manual: El manual del juego, de un considerable número de páginas y perfectamente traducido al castellano e ilustrado, nos proporciona información sobre cualquier aspecto del producto sobre el que dudemos o nos pueda interesar, e incluye un tutorial no muy extenso en cuanto a la extensión de juego que cubre, ya que únicamente explica como moverse por un sencillo nivel de ejemplo, pero exhaustivo en lo referente a esos primeros pasos y muy útil de cara a perderle miedo al juego (que algo causa, debido a su relativamente extraña apariencia y a que el aspecto de los elementos que forman el juego no ofrece demasiadas pistas sobre su utilidad). De todas formas, los autores de Tone Rebellion, recomiendan leer el tutorial y seguidamente comenzar a jugar por nuestra cuenta, tan sólo consultando el manual cuando nos atasquemos, seguramente para que lo detallado de sus explicaciones no nos prive del placer de descubrir por nuestra cuenta sus secretos. Asímismo, incluye una página con consejos y pequeños trucos para hacernos más cómodo el manejo del juego, logrando así que avancemos progresivamente y nuestras partidas resulten una feliz experiencia.
Equipo necesario: Pentium 90 Mhz Windows 95 con DirectX 5.0 16 MB RAM CDROM 2x 30 MB libres de HD tarjeta de sonido Sound Blaster o compatible