Titus no ha sido una compañía que, ni mucho menos, ha revolucionado el mundo del videojuego, más bien lo contrario. Ahora nos trae un simpático plataformas tridimensional, con un aire muy similar a Crash Bandicoot. Todo empieza cuando el canguro Kao, el protagonista, pasea por el jardín alegremente y, de repente, comienza a perseguir una mariposa hasta caer sobre un matorral. Aquí comienza el lío, entre los arbustos aparece un cerdo que captura a Kao y lo encierra en una jaula, donde en la esquina de la misma hay unos guantes de boxeo. Kao coge los guantes y se lanza a la aventura a enfrentarse con los cerdos (suena ridículo, sí) que lo capturaron y a superar diversas pruebas en la isla donde se encuentra. Así de simple y extraño es todo, la verdad es que Titus no se ha calentado mucho la cabeza para buscar una historia que mínimamente encaje, más bien ha destinado el juego a menores, aunque por su extrema dificultad en algunas fases parezca lo contrario. Tras esto comenzamos la primera fase, sospechosamente nos resultará muy familiar, ya que es calcada a la primera fase de cualquier Crash Bandicoot, incluso el bonus es el mismo. Tras esto, el juego comenzará a variar de género, pasando por un viaje en ala delta por el interior de un volcán, a un descenso en Snowboard. En fin, los programadores han acertado en dar a Kao The Kangaroo un desarrollo variado.
g r á f i c o s
Los gráficos a simple vista nos resultarán muy resultones, con aspecto muy infantilón, todo ello con un modelado en 3D muy sólido. Nuestro canguro amarillo está bien animado, los movimientos de puño y coletazo desprenden unos destellos bastante vistosos, un buen trabajo en cuanto a este punto. Los escenarios de la isla están repletos de objetos, ya sea de plantas o de rocas de distinta forma y color (según en que zona, nieve, volcán..). Hasta aquí todo muy bien, pero a la hora de mover todo ese mundo poligonal el juego falla, el motor 3D pincha, el frame rate es penoso, sobre todo cuando giramos la cámara o cuando la pantalla se llena de enemigos (el movimiento en la pantalla del ala delta es horrible). Este problema de movimiento fastidia bastante la labor del jugador, ya que al realizar un salto en un espacio abierto y detallado, el juego se ralentizará hasta el punto de incontrolar esa acción, por lo cual, no caeremos en la plataforma y perderemos esa vida. Una lástima, porque podríamos estar ante un plataformas digno de competir con los grandes (salvando las diferencias, claro está) pero Titus no ha sabido redondear el trabajo.
m ú s i c a
Como era de suponer, se ha incluido una música perfecta para acompañar en el juego, o sea, melodías simples e infantilonas al límite, mezcla de pachangueos típicos de serie infantil y música que pretende poner en tensión al jugador (que no lo logra). Apenas nos daremos cuenta de que existe, y no se nos hará repetitiva
s o n i d o f x
El cometido del sonido en este juego se ha cumplido a la perfección. Sonidos simples y alegres, sonidos que desprende el canguro al moverse, como el "boing!" en cada salto o el de un coletazo. Tampoco es que se hayan esmerado mucho, la verdad, no han incluido ni voces. Tanto este aspecto como el musical será al que menos atención prestemos, eso quiere decir que es malo o simplemente no es importante, en este caso no es lo importante y tampoco es de calidad.
j u g a b i l i d a d
Es más que posible el buscar en Kao The Kangaroo o algún título similar que falle gráficamente un desarrollo de juego divertido y fácil de manejar. Pues bien, quizás es en lo que más pinche este título, en parte por el, repito, grandísimo fallo en el motor 3D. Manejaremos al canguro en tercera persona, tendremos a nuestra disposición 2 movimientos a realizar: salto y ataque. El primero será el más utilizado, continuamente tendremos que ir de plataforma en plataforma manejando a Kao con el jostick analógico, pasando por troncos, yendo de roca en roca que se hunde en la lava, etc...Intentaremos afinar al máximo todo esto, unas veces guiándonos por la sombra y otras por el terreno, pero no logra convencer, una vez más (y me canso de repetirlo), por la disminución del frame rate hasta extremos de convertir cada salto en una misión imposible. Tras esto está el movimiento de ataque, con un botón daremos un puñetazo y con otro un coletazo. Aunque nos resulte muy fácil derrotar a cualquier enemigo dada su aparente torpeza no nos será así, ya que nuestro ataque es bastante más torpe que el del enemigo, al que tendremos que acercarnos mucho para darle y en la mayoría de los casos fallaremos, hasta que él nos golpee primero. En fin, saltándonos este punto y siendo bastante hábiles y pacientes lograremos pasar pantallas. Mal otra vez por Titus, que ha convertido Kao The Kangaroo en una prueba de paciencia que conseguirá desesperar a pequeños y grandes.
c o n c l u s i ó n
Concluyendo, Kao The Kangaroo es un intento de Titus por ofrecer al público preferentemente infantil un juego alegre y vistoso, en la línea de los últimos plataformas aparecidos para Dreamcast, pero que no ha cuajado por culpa de na dificultad muy desigual. Si pensáis adquirir un plataformas estas navidades podéis darle la oportunidad a Kao, porque la idea es buena, y si lo lográis dominar os mantendrá enganchados gracias a su variedad. En fin, otro tirón de orejas para Titus, si hubiesen tenido en cuenta ciertos aspectos del juego podían haberlo convertido en uno de los juegos más recomendables dentro de este género para Dreamcast, al nivel de Rayman 2 o Sonic.