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Micromachines V3

Micromachines V3

  • PlataformaGBA8.6
  • GéneroConducción
  • DesarrolladorNovalicious
  • Lanzamiento01/12/2000
  • TextoInglés

Si no son Micromachines, no son los auténticos...

Revolotear en medio de la cesta del almuerzo, marejar el agua del jardín o hasta irrumpir en la mesa de un químico en pleno trabajo. ¿Quieres perderte la oportunidad de causar estragos en toda la casa?

Actualizado a

Cuando nos enteramos que Novalicious versionaría los 8 Bits el trepidante Micromachines V3, nos entraron retortijones y quedamos sumidos en una espesa nube de escepticismo, sobretodo si echamos la vista atrás y empezamos a contar los intentos en pasar de doméstica a portátil un juego ya consagrado, y aun más, un cartucho de carreras.

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Posiblemente esa haya sido la principal traba con la que se ha encontrado la desarrolladora norteamericana, traspasar a un cartucho de diminutas dimensiones todo aquel destello de imaginación que suponían 40 circuitos de muy distinta índole, y un total de 15 vehículos con los que hacer frente a tan variopintas situaciones.

Uno de los principales atractivos de Micromachines es la capacidad de enganchar sin hacer uso de todo el potencial de la plataforma sobre la que está funcionando, de todas formas, en GBC han suprimido las perspectiva isométrica a favor de la típica vista de pájaro que hizo famosa a la saga cuando Super Nintendo reinaba el mercado.

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Respecto a los modos de juego, se han incluído el ya típico cara a cara, en el que se debe evitar ser engullido por la pantalla, por lo que cada piloto estará a expensas de su oponente. El más importante de ellos puede que sea el Challenge, del cual derivan 3 modos de dificultad o torneos, mientras se van sumando trazados y bólidos al ritmo de nuestros progresos. De esta forma, empezaremos a desmantelar el amplio abanico de coches, lanchas, tanques y boogies con los que daremos tumbos por todas las situaciones domésticas a las que nos enfrentamos.
Al igual que en todas sus precuelas, cada participante estará obligado a compartir una Game Boy si quieren llegar a reunir 8 corredores en un partida. Así pues, uno controlará el sistema con el D-Pad, y el otro, con los botones de función añadidos al "start". De todas formas si ves ves difícil reunir toda la tropa de amigos en casa, usando el Cable Link disfrutarás como un poseso igualmente, además de ahorrarte peleas con el cónyuge de consola.

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  g  r  á  f  i  c  o  s
 
Los escenarios en 3 Dimensiones del original se han visto reducidos a pantallazos planos, pero que transcurren a la misma velocidad y suavidad. El no haber optado por la perspectiva que caracterizó las versiones de Nintendo 64 y Playstation, sirve además, para dar ese toque tan personal que lleva cultivando la saga incontables años atrás, y que por suerte, no pierde la esencia al intentar lucirse visualmente.

Lo mejor de todo, es que GBC aguanta todos los elementos del circuitos, los 4 coches y el interfaz sin notar ni un instante la recarga de todo ello, amén de un scroll que se desliza tan suave como la secuela de Super Nintendo en los momentos más lúcidos.

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Está claro que no puede medirse al nivel técnico de grandes joyas de la pequeña de 8 Bits, sin embargo su sencillez y hasta la sobriedad provoca una extraña sensación de nitidez solo irrumpida en contadas ocasiones por algún constitutivo de cada trazado en el que escasas veces se confunde con el fondo o bien quedan mal señalizados al paso tan fino de cada vehículo. Una pena si tenemos en cuenta el arduo trabajo que habrá sido para los grafistas adaptar la cuarentena de carreras sin dejarse en el tintero ninguno de los detalles que ya vimos hace 3 años.

  m  ú  s  i  c  a

Fantásticas melodías acompañando nuestro "surfeo" por los menús de configuración (en especial la lista de órdenes del inicio), pero ausente en los momentos de la verdad. Evidentemente con tan solo 4 partituras distintas, sería imposible aupar este aspecto entre los demás, pero es innegable la tremenda calidad y lo altamente pegadizas que resultan todas ellas, y eso, ya es suficiente como para reconfortarnos el oído de vez en cuando.

  s  o  n  i  d  o   f  x

La mayor parte de sonidos que proceden del altavoz se limitan a incesables rugidos del motor, choques (que por cierto, no varían entre ellos), el paso de cada bólido sobre diferentes superficies y algún que otro alarido para terminar de aliñar un apartado que cumple de sobras su cometido, acompañar sin desviarnos en demasía de lo que sucede en pantalla, además de estar acorde con todo lo que pasa sin desvariar en el más mínimo de los pormenores.

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  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Endiabladamente perfecta. El control es el más intuitivo que se ha visto en Game Boy Color desde su creación, o como mínimo, respecto al género automovilístico. Cada coche, motora o tanque, se maneja de forma exclusiva, por lo que nuestro objeto no responderá en iguales condiciones cuando estemos sobre un tapete, arena, o barro. Nos encanta como derrapa el boogie, como cualquier lancha pierde el rumbo al pasar sobre una hoja yaciente en la superficie acuática, y en especial, la tracción a los cuatro costados de la cisterna móvil.

Lo que ya termina por colmar cualquier expectativa, es la impresionante cantidad de modos de juego y circuitos en los que hacer de las tuyas, variedad de situaciones y personajes que a estas alturas se han convertido en auténticas celebridades de la velocidad; chulos, adiposos o mujeres... todo un aluvión de especies entre los que escoger, "mamporrear" y "apalizar".
Suerte que tendrás tantas oportunidades de ello como veces que repetirás hasta la saciedad tus intentos en terminar de pasarte cualquier escollo. Si desconoces el vicio, mejor no lo intentes.

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Hemos de reconocer, que pese a lo agradable que resulta el poder disfrutar de la calidad de Micromachines en cualquier consola, no las teníamos todas con nosotros tras ojear el catálogo de la portátil y hacernos eco de las remasterizaciones tan lamentables que se suelen hacer. Nada más lejos de la realidad; seguro que no alcanza ni por atisbo el nivel técnico de su hermano mayor (aunque de todas formas es bastante discreto), pero mantiene su sabor, genuinidad, y lo que es más importante, jugabilidad. Una auténtica maravilla que nadie debería perderse, en especial, a todos los que echan de menos los pasos de cualquier entrega de los coches más pequeños del mundo a Super Nintendo o PC. De nuevo, ha nacido un clásico en un cartucho de tan solo 8 Megas.

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8.6

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.