Dale forma a tu imaginación

La idea consistía en realizar carreras con el fin de desmembrar a tus adversarios e ir acumulando piezas de mejor categoría. Viendo lo atractivo que podría resultar, y pese a tener una pinta simplona y con la estética del Stunt Race FX, la gente no quería perderse para nada esa experiencia... aun más sabiendo quien estaba detrás de todo.
Pues bien, iros olvidando de él, para eso está aquí Lego Media y su ejército de muñecos en miniatura desmontables.

L-Racers tampoco puede disimular su clara intención de emular a Mario Kart. Todos los ítems esparcidos por cada circuito están presentes, al igual que muchos de ellos provocan los mismos efectos.
El sistema de puntuación se basa en conseguir la cantidad suficiente como para superar la ronda. Así pues, el primero consigue 30 puntos, el segundo 20 y el tercero 10. De esta forma se consigue en el jugador un afán de superación que en otros juegos no, aunque también es cierto que la limitación de accesos puede llegar a cansar.

Al igual que en las peripecias del fontanero, los "Clips" se mueven por circuitos que les caracterizan, aunque por supuesto no son ni la mitad de conocidos que los del hombre del mono azul. Vamos, que tendrás la oportunidad de pasearte por un puerto repleto de bloques multicolor, grúas igualitas a las que desmontabas en tus años mozos y naves espaciales que solo Lego se puede inventar.
De las 6 localizaciones distintas que hay, derivan hasta un total de 24 trazados, lo cual sobre el papel pinta igual que en Diddy Kong Racing. De este último nos hemos percatado de un símil bastante cantón; cada vez que recojas un ítem tienes la opción de usarlo o bien guardarlo para más tarde dar con otro con la misma función y aumentar así la efectividad del mismo. Cuando tengas 3, el resultado será apoteósico.

Pero basta ya de comparaciones, la obra Hi-Volt Soft tiene vida propia, no todo iban a ser referencias. Lo mejor de sus ideas exclusivas es sin duda el taller para reformar a tu juicio el coche. Esto se consigue ganando carreras y derrotando a los enemigos de cada mundo. Una vez tengas en tu poder unas cuantas piezas, las puedes ir añadiendo a tu carrocería consiguiendo resultados verdaderamente satisfactorios.
A parte, refiriéndonos al tema de vehículos, dependiendo de cual escojas te llevarás al agua un conductor a su medida, que por supuesto forman parte del elenco de reproducciones humanas de la compañía danesa. Ellos también definen que tipo de premios te vas a llevar; desde loros o cohetes, hasta ligeros aumentos de tu cañón.

  g  r  á  f  i  c  o  s
 
A diferencia de Mario Kart, los personajes de Lego Racer son figuras poligonales estilizadas con el estilo tan personal que tienen todas las piezas. Las expresiones faciales son una pasada, ver como se mosquean y cambia su fisonomía es para quitarse el sombrero. Lástima que sea todo tan "plano".

Excesivamente fina. Pasa desapercibida entre el desenfreno de los FX. No terminan de encontrar su sitio en los circuitos, y su recreación sin fuerza desaliña el resultado final. Se agradecería mayor variedad (sobretodo a la pesadísima melodía que acompaña los menús) y por supuesto, un MIDI infinitamente mejor trabajado.
Igualmente está a la altura del conjunto en general; suficiente.

El sistema de control está pensado para que el jugador controle con suma destreza los derrapes. Por lo tanto, equilibrarte en cada curva supondrá una dificultad añadida que se podría haber ahorrado. Como el Power Slidding del Mario Kart 64, con la única diferencia que aquí es obligatorio hacerlo funcionar si quieres salir victorioso.
En la maniobrabilidad influyen a parte, todos esos cambios que has estado haciendo en el garaje, el peso del coche, que tipo de complementos le has añadido y por supuesto, con que objetos venía ya tu monoplaza.

Simplemente es uno más del montón. Este tipo de juego cuenta ya con un catálogo deslumbrante y que vistas las aptitudes de las desarrolladoras dudamos que puedan desbaratar la lista. El intento de Lego se agradece, pero no cuenta con las novedades suficientes como para cuajar y hacernos olvidar joyas como Mario Kart o el venidero Mickey Speedway USA. De todas formas puede que le saques provecho durante un buen tiempo (el que la pésima maniobrabilidad os permita). Si no tenéis planificada la compra de algo similar, y no queréis esperar a nada más, lo mejor es mirar hacía al pasado que hay ofertas infinitamente superiores. Únicamente hará las delicias de los "Frikies" de Lego, los demás, abstenerse.