Es torpe, es impulsivo, no vocaliza bien y tiene nombre de película de serie B, es... ¡Duck Dodgers!
¿Que tiene que ver el tocino con la velocidad?, y ¿un simulador de vuelo con un arcade automovilístico?, y más atrevido aun, ¿que pinta en todo esto el pato Lucas?.
Pues que unos expertos en leyes físicas capaces de traspasarlas a un juego sin ningún problema, sabios en el mundo de la conducción y exagerados cuando la situación lo requiere, se aventuran con un género que hasta ahora no habían tocado; las plataformas. Aprovechando ya sea de paso, la licencia que Infogrames tiene de las mascotas de la Warner desde hace incontables años.
Hemos tenido la oportunidad de ojear algunas pruebas interesantísimas; en el segundo mundo, sin tener que tirar muy lejos, hay un pequeño salón recreativo con un "remake" de Pong algo inusual. Aunque jugando a esto no consigues nada (a parte de evadirte psicólogicamente), si que se disponen otras pruebas con algún provecho. El escape de la rata mutante es de los mejores, correr desesperadamente sorteando barriles de sustancias tóxicas y pedruscos que te impiden el paso. Igualmente la lucha contra el desgalichado y orondo boxeador con su estilo tan peculiar de azotar nos ha parecido divertidísima. ¡Que le enseñe Tyson por Dios!
Pero si no hablaramos de ACME, Duck Dodgers perdería su encanto. Cohetes despampanantes que viajan a una velocidad de vértigo, lásers defectuosos que irrumpen con fuerza sobre cualquier enemigo o hasta bombas que te dejarán calcinado al mínimo despiste. Estate atento porque la multinacional polifunción ha decidido cederte sus ulteriores experimentos, aunque no sabemos si eso es bueno o malo...
Lo mismo pasa con cada uno de los 5 mundos. Hay ambientaciones que ya habíamos visto anteriormente. Además, el tono tan despreocupado y con trazos rectos sin control no hacen más que alegrarnos la vista. Si bien es cierto que a pesar de la simpleza gráfica y de contenido, el Framerate corre a un nivel aceptable sin bajar de los 30 fps, de la misma forma que hay destellos de calidad por donde nuestro pato camina: reflejos en plataformas de cristal, luces y sombreados en una transitada calle, efectos de humo emanando del tubo de un cohete... vamos, que Paradigm ha dado su toque de calidad.
Si tuviéramos que mejorar algo, sin duda haríamos repaso a muchas texturas que no muestran ni por pequeña que sea sensación de relieve, otras se quedan en paredes planas, mientras que al emular las rocas no se distinguen entre si. Suponemos que todo eso está hecho para mantener el sabor de los dibujos de animación, o bien, para que en momentos de aglomeración de elementos no nos vayamos a una tasa desastrosa.
Para ambientar todo este mundo de locos lo mejor es hacer FX sin sentido. Cuando el ánade salta nos posee una sensación de estar haciendo virguerías con un muelle que no se aguanta. Reconocemos que este efecto es terriblemente molesto. Preferimos los resbalones, balazos, el estruendo de un tiesto roto o de una bomba al estallar... le da mucha vida a todo el entorno, de verdad.
7.9
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.