Agarra el mando con fuerza y prepárate para la locura en miniatura de RC de Go!.

Hay muchos juegos sobre las carreras de coches dirigidos por control remoto, pero en todos ellos falta ese unto de realismo que los hace aproximarse más a un remake de Mario Kart que a un propio simulador de carreras de coches manejados por radio control.

RC de GO!

Pero en esto llega Taito y se propone sorprendernos con una propuesta más cercana a la realidad que la de sus competidores. Sí estamos hablando de carreras de coches en miniatura vamos a correr esas carreras como se corren en la realidad, qué para eso existen campeonatos en todos los países y un buen mercado para este hobby y este tipo de coches.

Ni cortos ni perezosos se han puesto manos a la obra y han creado un producto muy jugable al que le han faltado un par de detalles para llegar a ser excelente.

Lo primero que hay que decir, es que sí vamos a tratar en un juego las carreras de coches controlados por radio control, el punto de vista no va a ser en tercera persona desde detrás del coche (¿o has visto a alguien correr detrás de estos cochecitos a la vez que los maneja?), ni mucho menos en primera persona (la razón es obvia).

RC de GO!

Las carreras de coches manejados por radio control se realizan colocando a todos los participantes de una zona del circuito desde el que se visualiza perfectamente el trazado y desde el que cada uno controla su coche con su mando.

Entonces nos encontramos con un sistema de juego parecido al de grandes clásicos como el Super Sprint o el 4X4 Off Road, en el que se veía todo el circuito desde un punto de vista exterior al mismo y se conducía a los coches por el girando el volante para orientar el vehículo y no había que volver a enderezar la dirección.

Pero claro, no veremos todo el circuito de golpe como en el Super Sprint, sino que al tratarse de unos gráficos más grandes, mas detallistas y mucho más reales pues la cámara ha de moverse por el circuito pero estando en un punto fijo y desde ahí ofreciéndonos la carrera. Como nos ocurriría si fuésemos a participar en una carrera de este tipo de coches de verdad.

A todo esto hay que añadir que las carreras se van a correr de día, de noche, bajo la lluvia, y todo ello está bien reflejado por los gráficos durante el transcurso del juego, sin ralentizaciones absurdas y sin ningún otro efecto desagradable.

En la pantalla, y durante as carreras tenemos toda la información necesaria: cronómetro, mejor marca del circuito, tiempo total, posición, vuelta en la que estamos y el número de vueltas que hay que dar, el indicador de velocidad y un pequeño mapa para no perderse e ir preparando las siguientes curvas.

El juego consta de 11 musiquillas deleznables, una para cada situación (una para correr, otra para las victorias, otra para la presentación de la carrera, etc.).

Parecen que ha sido sacadas de cualquier juego de Supernes o Megadrive y que han sido reutilizadas en este nuevo título de Taito. Aunque pensándolo bien, esta compañía siempre se ha visto muy decantada por este tipo de melodías infames. Al menos suenan en estéreo (sí tú quieres).

Los efectos sonoros se limitan a los acelerones, a los frenazos y a los golpes. el constante ruido de los motores de los coches y poco más. Hechos con bastante soltura y precisión pero sin llegar a ser un prodigio de la técnica y una característica altamente destacable dentro del juego. Cumplen y punto.

Lo primero que hay que decir es que el juego nos permite competir en las dos modalidades de coches radiocontrol que existen: carretera y todo-terreno. Ambas mantienen el mismo y alto nivel de diversión.

La manejabilidad de los coches está fuera de toda dudas por lo comentado anteriormente y además el diseño de los circuitos está hecho de tal manera que aunque nos salgamos del trazado tengamos un poco de hierba por la que correr antes de darnos con la valla de rigor que impide que nos salgamos del todo o que nos vayamos barranco abajo.

Antes de cada competición eliges coche entre una serie de ellos con diferentes características y diferenciados en categorías de distinta potencia. Para acceder a los de más potencia hay que ganarse la opción.

El modo carrera rápida nos propone una carrera sin más en la que elegimos el circuito, mientras que el modo Time Attack nos lo pone más difícil haciéndonos tener que asar por meta dentro de unos tiempos muy ajustados y ganándonos segundos para la siguiente vuelta.

El modo de práctica que trae el juego para entrenar la conducción de estos minibólidos, se resume en cuatro fases en las que a través de minijuegos se ven todas las habilidades necesarias para manejarlos. La primera de las fases consta de una prueba de reflejos para manejar la dirección del coche, la segunda se centra en la aceleración y los frenos, la tercera es una prueba que tiene como objetivo la destrucción de un numero determinado de globos, atropeyándolos con nuestro vehículo, mientras que la cuarta y última es una carrera por un circuito para que ya cojamos contacto con la competición contra otros coches.

El modo competición, además de engordar nuestro ego tras cada victoria, nos otorgará una serie de puntos por las clasificaciones que consigamos, y cuando lo creamos oportuno podremos modificar nuestro coche comprando partes nuevas que hagan que mejore su rendimiento. Así las cosas, podremos comprar un nuevo motor, un servo acelerador, suspensiones, ruedas e incluso una nueva carrocería.

Los puntos se consiguen por la posición que obtenemos en las carreras del campeonato, por batir el mejor tiempo del circuito (nos darán 300 puntos) o por conseguir la vuelta rápida (200 puntos). Una suficiente cantidad de coches y circuitos ocultos por descubrir vienen a alargar un poco más la vida de este adictivo juego.

Bonito juego, novedoso, colorista, adictivo, fácil de aprender, difícil de dominar, algo incompleto pero básicamente divertido. Una buena opción para pasarse horas y horas jugando.

Lástima que no tenga opciones para otorgarnos el placer del juego con amigos, pero es que si fuera así estaríamos hablando de un juego de adquisición obligada. Al no ser así se queda en un buen juego, apto para todos los públicos, que entusiasmará a todo aquel amante de los coches que se acerque a jugar con él.