Urban Chaos
- PlataformaPC7
- GéneroAcción
- DesarrolladorMucky Foot
- Lanzamiento01/01/1999
Esto ya lo he visto...
Urban Chaos te sitúa en el corazón de una moderna jungla urbana en las cercanías del cambio de milenio. Para llevar a cabo con éxito tu misión necesitarás una combinación de sigilo, agilidad física y destreza en las artes marciales. Explora cada rincón e interactúa con la ciudad que te rodea. El fut
Urban Chaos es un juego que mezcla diferentes géneros con la excusa de ofrecer un bonito juego de acción 3D. EIDOS, responsable del proyecto (que ha sido desarrollado en Gran Bretaña por Mucky Foot), ha intentado este año copar el mercado de aventuras y acción 3D con tres producciones: Tomb Raider IV, The Nomad Soul y este juego que nos ocupa, Urban Chaos. Mientras que el de Lara Croft es una aventura que ya no aporta nada al género y se repite más que el ajo, The Nomad Soul es una maravilla espectacular en todos los sentidos. Urban Chaos es un juego de acción que está a medio camino entre ambos, tanto en su planteamiento como en su resultado final. Mucho más divertido que el Tomb Raider y mucho menos original que The Nomad Soul. No vale llevarse a engaños: Urban Chaos no es una superproducción, es simplemente un bonito juego con muchos detalles diseñado para entretener. Y ese objetivo lo cumple con creces, aunque, al igual que juegos como Driver, tengamos la sensación de infrautilizar nuestro potente equipo con un juego típico de consola.
En fin, Urban Chaos ofrece una mezcla de diversas cosas aderezadas con unos gráficos correctos (algunos efectos dignos de mención como las hojas que vuelan o los charcos y otros no tan dignos, como veremos más adelante). Habría sido un grandísimo juego hace dos años, pero hoy en día no deja de ser un producto de segunda fila, como se nota en la caja, el poco revuelo que ha levantado su salida al mercado o el poco entusiasmo con el que se ha recibido en general en los medios de comunicación.
El juego se basa en una serie de misiones que deberemos ir completando. Las primeras misiones serán poco menos que un entrenamiento en el que aprenderemos los movimientos básicos. A partir de ahí, empezará la acción de verdad. Las misiones están diseñadas correctamente, aunque se podría haber conseguido mayor originalidad. El problema es que el guión y el escenario está tan manido que todo lo que hagamos ya lo habíamos hecho antes en una pantalla de ordenador. Tendremos que recoger coches-bomba para que la brigada de artificieros los desactive; rescatar personas secuestradas por los Wildcats, eliminar los jerifaltes de la banda, evitar que un suicida de las alturas se rompa la crisma en la acera y cosas por el estilo. A medida que avancemos, las misiones serán más lineales y se basarán en eliminar tal o cual personaje. Los personajes pueden hablar entre sí, cruzándose normalmente dos o tres frases y dando algunas pistas. El meollo de la cuestión no es hablar, ni investigar: es saltar, disparar y pegar. Y en eso hay que decir que el juego cumple bastante. Si se busca entretenimiento sin más, este juego os durará unos días.
Nuestro protagonista tiene, como es habitual, un indicador de salud, un repertorio de movimientos de combate, un inventario de armas que irá creciendo a medida que robemos a los enemigos derrotados y un botón de acción con el que activaremos botones, alguna que otra puerta y arrancaremos los coches. También podremos consultar el radar que nos permitirá localizar nuestros enemigos y los diferentes objetivos de las misiones.
Los detalles gráficos quizás no sean todo lo espectaculares que en otros juegos, sobretodo en lo que se refiere a texturas, que son humildes para decirlo de alguna manera. Pero todo ello tiene una gran ventaja, que es la rapidez de ejecución del juego. El entorno 3D no satura nunca la máquina e incluso en mi Pentium II 300 no se me encalló nunca ni un momento en ninguna misión, aunque hubiera 20 personajes en pantalla. De la misma manera hay que hacer constar que los objetos están muy bien representados y que en general las perspectivas que se adoptan en el juego son correctas, a excepción de... cuando D'Arci está deambulando por las cornisas de edificios y no es posible encarar la cámara para ver qué hay en el edificio de enfrente. Esto es particularmente molesto debido a que a veces querremos investigar cómo llegar a un sitio concreto y para ello es necesario ver los accesos desde otro punto de vista. La imposibilidad de enfocar la cámara a donde queramos es un problema que viene calcado del Tomb Raider en toda su extensión y aprovechamos la ocasión para pedir libertad absoluta de cámara en los videojuegos de acción, que para algo los hacen en 3D, ¿no?
Los menús son a la antigua: un bitmap de la ciudad con botones encima. Haciendo clic en un botón, vamos a la misión. Las opciones de los menús, la falta de diversidad de pantallas de carga (sólo hay una) y, en definitiva, la sosería del planteamiento parecen las habituales en un juego de hace dos años.
Lo ideal es siempre jugar dos o tres veces sin ansias de prosperar en la misión para localizar los enemigos, las posibles trampas y los objetivos. Una vez tengamos esa información, la misión será más fácil de lo que parece a primera vista.
Existe un trainer para conseguir munición ilimitada, salud eterna y acabarnos el juego en un día. Si además de pagar 7.495 pesetas, quieres aprovecharlas aún menos, es tu responsabilidad. El trainer está disponible aquí (114kB)
En cuanto a los controles, responden bien a excepción de cuando giramos en las cornisas de los edificios. Durante un segundo perderemos el control del personaje y/o de la cámara, ya que D'Arci se inclinará para doblar una esquina, por ejemplo, y hasta al cabo de una fracción de segundo no veremos lo que había detrás de esa esquina. Si frenamos en línea recta tarda más en frenar que si lo paramos en plena curva. Un tanto extraño, pero no le resta jugabilidad en líneas generales al título.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.