Formula One 99
- PlataformaPC6.5
- GéneroConducción
- DesarrolladorPsygnosis
- Lanzamiento01/01/1999
- TextoEspañol
- VocesEspañol
¿Regreso al pasado?
Psygnosis nos presenta la traducción a PC de un título que ha conseguido su buena cuota de éxito en la versión de Playstation. Se tata, además, de la actualización a la temporada del 99 con lo que coches, escuderías y pilotos son los correspondientes al último campeonato.
El origen consolero de este titulo se deja traslucir de inmediato. Desde la instalación hasta los menús la simplicidad reina por doquier en Formula One 99. Nada de interminables series de menús para llegar a correr. Desde el menú principal dos golpes de tecla nos sitúan en el cockpit preparados a quemar goma. Y en ese momento no se puede decir que se nos exija una gran maestría. Basta con ir "por lo negro" para ir pasando coches gracias a la superior potencia de nuestro bólido. La satisfacción de un buen papel está poco menos que asegurada.
Por su parte los coches están correctamente modelados aunque con un exceso de brillos y luces para nuestro gusto. Por algún motivo, probablemente relacionado con la memoria, han desaparecido muchas de las pegatinas publicitarias y rotulación en general. Son, al menos, reconocibles y no deja de resultar llamativo ver como adelantamos al Arrows de De la Rosa o al Minardi de Gené entre otros.
Lo que es una pena es que no dispongamos de visión del salpicadero. O vemos nuestro coche desde fuera o la pista sin coche. ¿Se puede correr sin tener información del vehículo?
En el apartado sonoro los ruidos de los motores son... aceptables. Por el contrario los comentarios del locutor (que podemos oír desde la cabina) son lamentables. Y no porque el tipo no sea todo un profesional sino porque la rutina que los activa no guarda apenas relación con lo que ocurre en carrera. Al principio resultan simpáticos e incluso añaden un toque de verosimilitud a la carrera. Pero no pasarán muchas vueltas sin que sientas que el tipo que hace los comentarios esta retransmitiendo una carrera distinta a la que tu estás viendo (cosa que, por cierto, también ocurre en la vida real). No es admisible que comente que faltan muchas vueltas cuando estás disputando la penúltima o que mencione que has tenido un grave accidente cuando tras un toque al coche no se le ve ni un arañazo en la pintura.
La segunda opción es más interesante. Erróneamente titulada "Grand Prix" (término que se refiere a cada una de las carreras: Grand Prix de Italia, de Mónaco, etc.) simula un campeonato completo. Aquí si tendremos más posibilidades. Disponemos de tiempo de prácticas y sesiones de entrenamiento antes de las de clasificación. Además podemos especificar algunas modificaciones del coche y plantearnos qué estrategia de entrada en boxes nos interesa más.
Dentro de la opción Grand Prix también existe la posibilidad de correr tan sólo una carrera. De manera que no tendremos que pasar por todos los circuitos previos para llegar a ese que nos interesa especialmente.
Ojo a las banderas y las penalizaciones. Si vas haciendo el cafre lo pagarás en segundos de penalización. En especial no olvides que en boxes no se puede exceder el límite de velocidad. Para eso tienes una tecla de limitación que debes pulsar antes de acercarte a esa línea que delimita la zona de boxes. Trata de pillar los rebufos de los coches en las rectas y sal de ellos justo antes de llegar a las frenadas en las curvas. Entonces apura al máximo la frenada y trata de pillar el interior. Una vez allí saldrás con ventaja.
Los coches ajenos tiene trazadas muy repetitivas. Estúdialos y averigua donde frenan para colocarte en paralelo y frenar una fracción de segundo después que ellos. Naturalmente si quieres conseguir buenos tiempos te tienes que conocer los circuitos metro a metro hasta en sueños. Para ello utiliza la opción de recorrer el circuito. Un "Pace car" te llevará por el recorrido mientras una voz femenina te instruye sobre las características de cada tramo y curva y la mejor manera de trazarlos.
En la preparación de todo simulador el diseñador se enfrenta a un dilema. O se opta por el realismo de la simulación, con su carga de complejidad y dificultad o se decide por la facilidad de uso a costa de perder fidelidad al deporte real. En este caso se ha optado claramente por la segunda opción y al hacerlo el juego ha quedado recortado respecto a lo que otros simuladores ofrecen hoy día.
Si bien con esto cabría esperar una conducción fácil nos encontramos que, en la práctica, no es así.
Para empezar se dispone de las opciones de control por teclado, joystick digital (todo o nada) y joystick analógico. No hace falta recalcar que pretender dominar un coche a golpe de tecla es poco menos que imposible. A menos que el programa tenga la suficiente inteligencia como para interpretar nuestras pulsaciones y traducirlas a desplazamientos razonables del coche. En F1 99 no ocurre tal cosa y nos vemos obligados a dar bandazos de un sitio a otro confiando en no visitar innecesariamente los arcenes y los pianos. Por su parte el acelerador a teclas es totalmente carente de progresividad. De manera que partiendo de un coche parado los primeros toques a la tecla de acelerado suponen un continuo derrape de las ruedas motrices hasta que muerden el asfalto y empezamos a coger algo de velocidad. A partir de ese momento debemos vigilar muy cuidadosamente el indicador de marchas pues en cuanto bajemos a 1ª nos volvemos a encontrar con la perdida de motricidad y un desgaste de gomas acorde con el derrape.
Desgraciadamente la cosa no mejora con el joystick analógico (el digital emula al teclado) pues carecemos de ninguna posibilidad de ajuste de la sensibilidad, recorrido o progresividad del mando tanto en giro como en aceleración. El resultado es que la dirección con joystick o volante es caótica. Mínimos desplazamientos del mando nos llevan de un lado a otro de la pista y mantener una trayectoria se convierte más en cuestión de suerte que de pericia. Al menos el acelerador analógico parece funcionar algo mejor. En todo caso, por teclas o joystick, estos coches no dan en ningún momento la sensación de ser auténticos fórmula 1. Su comportamiento es, en ocasiones, similar al de los karts con suspensiones prácticamente inexistentes por lo duras, mientras que en otros casos la adherencia al piso es de tal calibre que los convierte en autos de choque de 10 cilindros.
Sin embargo quien busque un entretenimiento inmediato sin complicaciones y salir a la pista a deshacerse del prójimo por la vía más expeditiva posible disfrutará bastante con este juego. Se lo recomendaríamos al tipo de jugador que desde el primer instante aprieta a fondo el acelerador para salirse varias veces en cada vuelta y volver a pista sin siquiera aflojar la presión en el pedal.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.