El constructor de pirámides.

Faraón es un juego que podríamos definir como constructor de ciudades. La idea es seguir la historia de Egipto desde el periodo predinástico hasta el imperio nuevo, controlando a una familia que irá estableciendo distintas ciudades a lo largo del Nilo.

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El juego se compone de distintas misiones distribuidas en los cinco periodos de la historia de Egipto; en cada una de ellas tendremos que alcanzar unos objetivos mínimos para conseguir superar la misión, aunque siempre se nos da la posibilidad de continuar con la misma durante unos años más (sobre todo para dejar la ciudad a nuestro gusto).

Como nomarcas que seremos (nomarca es el gestor de un nomos, los territorios en los que se dividía el Nilo) tendremos que organizar todos los aspectos de nuestra ciudad, que son bastantes y muy variados:

Lo primero es preparar un sitio para que viva nuestra gente, ‘recalificaremos' terrenos para que nuestros habitantes construyan allí sus casas y haremos caminos para que puedan desplazarse entre las distintas dependencias de la ciudad.

Tendremos que construir una estructura de producción y distribución de alimentos; en cada misión el terreno es distinto, así que en unas podremos aprovechar las crecidas del Nilo para construir granjas en los terrenos aluviales, en otras podremos construir granjas (y sus sistemas de riego) en las praderas o en otras tendremos que dedicarnos a la caza del avestruz o a la pesca en el Nilo (o a varias de estas cosas a la vez). Por supuesto que deberemos construir graneros, almacenes y bazares para distribuir los alimentos a nuestra población.

Otra de las partes fundamentales es conseguir agua potable. El terreno de las orillas del Nilo es muy rico en agua, pero gran parte del territorio en el que nos movemos será desértico. Una buena planificación de los sistemas de suministro de agua es muy importante para que nuestros habitantes puedan vivir en la ciudad.

También debemos preocuparnos de conseguir materias primas y manufacturadas. En todos los escenarios podremos producir algo (arcilla, piedra, granito, oro, cobre, piedras preciosas, caña de papiro, etc.) y luego deberemos transformarlo en material útil para nuestra población (ladrillos, cerámica, papiros, fibra de lino, joyas ... ) Esto proporcionará otra fuente de trabajo para nuestros habitantes (y una fuente de ingresos para nuestra ciudad)

La Religión en Egipto era el verdadero poder, y sus dioses estaban presentes en todos los aspectos de sus dos vidas (la de los vivos y la de los muertos), así que tendremos que preocuparnos también de agradar a los dioses protectores de nuestra ciudad, que variarán también según el tipo de misión. Tendremos que honrar principalmente a Osiris, Ra, Ptah, Seth y Bastet. También hay algunos otros dioses a los que podremos dedicar parte de nuestros templos (Sebek, Min, Maat, Horus, Amón, Tot, Anubis, Isis, Hator y Sejmet). En este aspecto debemos construir templos y santuarios para nuestros sacerdotes y una plaza de fiestas para montar buenas juergas de vez en cuando y tener a nuestros dioses protectores contentos y tranquilos. En otras misiones podremos construir complejos de templos a algunos dioses que podremos rellenar con altares y oráculos a los dioses menores.

Como no todo va a ser trabajar, deberemos proporcionar espectáculos a nuestros habitantes. En los cruces entre las calles podemos construir quioscos para malabaristas, quioscos para orquestas y pabellones para bailarines. Algunas veces podremos construir los locales de Senet, también conocidos en nuestra época como baretos o tascas (el Senet es un juego de tablero practicado por los antiguos egipcios). Como es lógico deberemos construir también escuelas de malabaristas, de danzarines y conservatorios.

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En cuanto al transporte, aún no se había inventado el transporte público por carretera, aunque sí por el río. Para cruzar el Nilo debemos construir transbordadores en las zonas rectas de la orilla, aunque en tramos muy estrechos podemos hacer puentes.

Como ya he dicho, no en todas las misiones hay de todo, así que tendremos que comerciar con otras ciudades para conseguir lo que necesitemos. Tenemos las opciones de importar y exportar distintas mercancías, por tierra o por el río, para lo cual deberemos construir muelles de carga y establecer rutas comerciales con las otras ciudades de Egipto.

La educación es importante cuando nuestra ciudad empieza a crecer. Hay dos estructuras educativas: la escuela de escribas y la biblioteca. Pero tenemos que tener en cuenta que necesitaremos la industria del papiro para ellas.

Tendremos que tener en cuenta la moral de nuestros ciudadanos; ellos esperan tener comida (de distintos tipos), trabajo y pagar pocos impuestos. Las noticias se extienden rápido por Egipto, así que una buena moral ciudadana ayuda a que vengan más inmigrantes (trabajadores y contribuyentes) a nuestra ciudad. También existen distintos tipos de zonas en nuestra ciudad, donde la gente quiera vivir (lo que se nota en el tamaño y aspecto de las casas) y donde no quiere (habitualmente cerca de las industrias). Para mejorar la moral ciudadana deberemos mantener alimentada y trabajando a la población, pagándoles un salario justo y cobrando pocos impuestos. Influyen mucho también los adornos en forma de estatuas y plazas y los jardines que vayamos creando dentro de nuestra ciudad.

Para mantener todo esto hace falta dinero, mucho dinero. La gestión del tesoro de nuestra ciudad también está en nuestras manos; debemos construir el palacio del pueblo (el ayuntamiento) y oficinas de recaudación de impuestos repartidas por la ciudad. También podremos construir nuestra casa para cobrar un sueldo y así enriquecer a nuestra familia. (Realmente nuestro sueldo lo gastaremos casi todo en regalos al faraón y a la ciudad, así que nos vamos a enriquecer poco)

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Relaciones con el faraón y otras ciudades: No estamos solos en el Nilo, y tenemos que recordar que no somos más que enviados del Faraón. Éste nos hará llegar peticiones de vez en cuando que debemos atender si no queremos ver bajar nuestra puntuación hasta niveles peligrosos. En el caso en que el Faraón se enfade con nosotros mandará a su ejército sobre nuestra ciudad y sólo nos quedará volver a empezar con nuestra misión.

Las otras ciudades y nacionalidades de la zona también tienen relaciones con nosotros, en algunos casos comerciales y en otros menos amistosas. Puede que nos llegue una petición de ayuda de otra ciudad (ayuda material principalmente) o puede que nos invada el ejército de otra nacionalidad, así que tendremos que estar preparados. De todas formas Faraón no es un juego militar, así que no tendremos que preocuparnos mucho, ya que ni siquiera podremos atacar a las zonas vecinas.

Podremos (y en algunos casos deberemos hacerlo obligatoriamente) formar a nuestros ejércitos de tierra con dos tipos de unidades: arqueros e infantería y de agua, con barcos de guerra y barcos de transporte para las tropas. Esto implica crear la industria del armamento y la de los barcos, la del cobre y la de la madera (o comerciar con estos materiales).

La gestión de las tropas es sencilla, pero no trivial; tendremos varias opciones de formación para nuestras tropas y nuestros barcos y debemos elegir cuál será la más adecuada en cada tipo de ataque que suframos. También tendremos la opción en alguna de las misiones de construir defensas para nuestra ciudad (muros, torres y portones)

Para sostener todo esto necesitamos una amplia red de estructuras municipales y sanitarias; aquí debemos incluir a los bomberos, arquitectos, policías, jueces, médicos, dentistas, farmacéuticos, y embalsamadores que debemos repartir por toda nuestra ciudad para cubrir todas las zonas posibles. Lo más peligroso son los incendios, que se extienden por las manzanas de edificios destrozándolo todo a su paso y las enfermedades y epidemias, que pueden diezmar a nuestra población.

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Habitualmente los objetivos de cada una de las misiones se basan en conseguir una serie de puntuaciones mínimas en cuatro niveles distintos: Imperio, Cultura, Prosperidad y Monumentos, además deberemos alcanzar una población determinada. Para ayudarnos en todo esto tenemos una serie de asesores a los que podemos acudir en cualquier momento y que nos dan información detallada sobre todos los aspectos de los que antes hemos hablado, además de proponernos soluciones a algunos de los problemas.

Opinión personal

Después de todo esto parece un juego muy complicado, difícil y ¿aburrido?. Pues nada de eso. El nivel de dificultad de las misiones está perfectamente ajustado, principalmente limitando las posibilidades del juego, de forma que no tendremos que preocuparnos de todo esto a la vez. Las primeras misiones del juego van a ir introduciendo todos estos conceptos poco a poco hasta que acabas dominándolos sin problemas.

La verdad es que sí es complejo, pero no lo parece mientras juegas (yo no me había dado cuenta de la complejidad del juego hasta que no he escrito esto). El juego se hace ágil y se pasan las horas delante del ordenador construyendo, comerciando y arreglando los problemillas de la ciudad.

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Por otra parte la cantidad de niveles del juego no es inmensa, pero sí suficiente. Sobre todo si tenemos en cuenta que las misiones complejas necesitan varias horas de juego. Existen una serie de misiones no integradas en la historia del juego que nos van a permitir tocar otros aspectos, como las guerras o simplemente la construcción de una ciudad a nuestro gusto, como si fuera Sim City 3000 (ac).

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